Sociedad

Algunas consideraciones sobre el informe de la reforma del sistema de pensiones

11 Jun, 2013 -

Se reforma el sistema público de pensiones y conviene empezar apuntando cinco detalles. Primero, que la reforma del sistema de pensiones es necesaria. Segundo, que el informe solicitado por el gobierno a un comité de expertos es oportunista y en cierto modo tendencioso. Tercero, que el informe contiene varios errores conceptuales de fondo y forma. Cuarto, que la increíble velocidad y las prisas con las se está gestando una reforma tan importante son inusitadas. Y quinto, que los expertos hacen de Poncio Pilatos y ejecutan sigilosamente a la par que se lavan sus inmaculadas manos dejando la bola a los leones de la Carrera de San Jerónimo.

Dicho esto, el análisis del informe –que no de la reforma, que a ver qué pasa luego una vez que se decida a través de los “canales democráticos” (sic)-, es complejo dada la enorme cantidad de factores que intervienen en el entramado del sistema público de pensiones. Para no entrar en terrenos pantanosos y dejar al lector estupefacto ante la ignorancia del que escribe, este análisis se va a estructurar en tres partes: breve descripción del factor de sostenibilidad, elementos económicos y variables demográficas. Se concluirá con unas consideraciones generales sobre las formas y los tiempos del informe. Admito que se me quedarán muchas cosas en el tintero y que lo que expongo pueda ser discutible, como el propio informe lo es. Nos vemos en los comentarios.

A. El factor de sostenibilidad

Se va a componer de dos elementos. El Factor de Revalorización Anual (FRA) y el Factor de Equidad Intergeneracional (FEI). Con el FRA se actualizan las pensiones dependiendo de la salud de las cuentas de la Seguridad Social. Con el FEI, la esperanza de vida marcará el ritmo de decremento de la cuantía de las pensiones para garantizar una solidaridad intergeneracional. Este factor se explica de forma detenida y técnica en el informe y en muchos medios de comunicación, por lo que prefiero no dedicarle más líneas.

B. Consideraciones económicas

Sobre cuestiones económicas no me extenderé demasiado, pues el tema ya ha sido ampliamente tratado en medios de comunicación por personas sin duda más aptas. Aquí, aquí, aquí, aquí y aquí hay algunos ejemplos de los que el lector, crítico y docto, puede sacar sus propias conclusiones.

1. Actualización de las pensiones. Adiós IPC, hola FRA. La actualización de las pensiones se basaría en la diferencia entre ingresos y gastos de la Seguridad Social. En términos simples, si hay más ingresos por cotizaciones que gasto en pensiones, estas podrían aumentar. Y si ocurre al contrario, estas podrían disminuir. ¿Cómo está España? El desempleo está desbocado, la afiliación a la Seguridad Social baja, el salario medio disminuye, la presión fiscal aumenta, el número de pensionistas va a crecer irremediablemente y la factura del alta de nuevas pensiones va a ser más alta nominal y cuantitativamente, tal y como acertadamente señalan los sabios.

El panorama no invita al optimismo, de modo que los expertos proponen que hay que aumentar los ingresos mediante una serie de reformas añadidas que se pueden llevar a cabo solas o combinadas: 1/ bajar el desempleo, 2/ fomentar el crecimiento económico, 3/ aumentar el número de cotizantes, 4/ aportar ingresos adicionales, 5/ aumentar impuestos, 6/ aumentar la base de cotización, 7/ prolongar la vida activa, 8/ atraer a inmigrantes cualificados que coticen alto y, cito, 9/ “aceptar la disminución de la ratio de la pensión media sobre salario medio”. El cómo de los cuatro primeros obviamente no aparece, que son sabios, pero no magos. En 5, 6 y 7 implican la pérdida de poder adquisitivo de toda la población, lo que incidirá en el círculo vicioso de decrecimiento en el que España está metida. Respecto a 8, por supuesto que la llegada de inmigrantes cualificados es una noticia que todos queremos, aunque si los nativos cualificados están volando por falta de oportunidades, difícil será que se atraiga a inmigrantes. En cuanto a 9, es una bonita forma de decir que hay que bajar las pensiones.

2. Gasto sobre el PIB. Porcentualmente sobre el PIB, España se gasta bastante menos en pensiones que sus colegas europeos. En 2010 se gastaba un 10.1% frente a una media de 12.2% en la zona euro (11.3% en el conjunto de la UE). Ahora bien, las generaciones del baby boom van a entrar en edad de jubilarse, de modo que necesariamente va a subir el gasto en pensiones (aparte de que serán más altas). Así, según The 2012 Ageing Report, el gasto sobre el PIB que generarán las pensiones llegará a un máximo del 14% en 2050, siempre por debajo del resto de países europeos (cuyo baby boom fue previo al español) e incluso por debajo de las cifras actuales de Italia o Francia. En términos relativos de PIB, la situación no parece tan grave.

3. El Fondo de Reserva. Punto clave de los sabios cuyo origen me resulta familiar. El Fondo de Reserva de la Seguridad Social, también conocido como hucha de las pensiones, resulta de los ahorros que se consiguieron en época de vacas gordas. El informe propone que se use para compensar las potenciales pérdidas nominales (que ya asume) de los pensionistas actuales –sin capacidad de maniobra- y para hacer “suficientes” las pensiones en época de recesión. Dos puntos sobre los que pensar. Uno, ¿a qué ritmo se vaciará esta hucha si la situación económica se mantiene? Y dos, ¿qué pasará si este Fondo de Reserva se apaga o debe usarse para sufragar otros gastos necesarios y urgentes? El caso es ver si la hucha estará así o asá.

4. La edad de jubilación. Hablé sobre ello hace unas semanas. Insisto en la idea. Desde 1919 la edad de jubilación no había cambiado, mientras que sí lo ha hecho la sociedad, el Estado y la población. Al post me remito.

C. Consideraciones demográficas

Probablemente sea porque sé un poquito más de demografía que de economía, pero es en este punto donde el informe más cojea.

1. El envejecimiento demográfico de la población española. Es el paraguas del informe y de la necesidad. Ojo, que nos ha dicho la Unión Europea y la OCDE que en 2050 habrá una gran parte de la población que tendrá más de 65 años y será pensionista. Como se ha dicho antes, que la población española está progresivamente envejeciendo se sabe desde hace muchos años, de modo que a nadie le puede pillar por sorpresa en 2013.

2. La esperanza de vida aumenta. Razonamiento análogo que el anterior, pero aplicado a la esperanza de vida, que ha crecido de un modo relativamente regular desde principios del siglo XX.

El informe liga el valor de las pensiones a la duración de la vida a partir de los 65 años mediante el FEI. Según el INE, en 2013 la esperanza de vida a los 65 años es de unos 20 años, mientras que en 2050 será de unos 25 años. El informe dice que para sostener al sistema de pensiones y ser justos, es necesaria una solidaridad intergeneracional, de modo que aquellos que vayan a vivir más años –y por tanto, disfrutar más años de una pensión-, deberán recibir una pensión menor a lo largo de todo su retiro. De acuerdo, se explica perfectamente en el informe. Ahora bien, si esta decisión se hace en aras de garantizar la igualdad y la justicia entre generaciones, hay cuatro cuestiones que lo ponen en duda.

Primero, en la esperanza de vida a los 65 años se toma se utilizan las proyecciones de población a cuarenta años del INE. Es arriesgado, ya que en ese tiempo las condiciones de la población son susceptibles de cambiar. Sería más conveniente ir actualizando el FEI bien a medida que se realizan los cálculos de esperanza de vida para cada año, bien con previsiones de población más realistas.

Segundo, la esperanza de vida cambia cada año. Por ejemplo, en 2010 la esperanza de vida a los 65 años para las mujeres fue de 22,29 años y a los 66 fue de 21,39 años. Las mujeres que sobrevivieron y en 2011 llegaron a los 66 años todavía tenían 21,48 años por delante, es decir, 0,09 años más que las señoras de 66 años del año anterior (datos aquí). Si el FEI pretende ser justo, debe tener en cuenta que no solo debe tomarse el año de entrada en la jubilación, sino también los cambios que se van produciendo a medida que se envejece. El cómo no lo sé, pero uno aún no llega ni a aprendiz.

Tercero, la igualdad desaparece cuando diferenciamos por género. A los 65 años, los hombres viven unos cuatro años menos que las mujeres. ¿Se debe hacer por lo tanto un FEI diferenciado por género? En un escenario de solidaridad intergénero, así debería ser. Ahora bien, los salarios de las mujeres son sustantivamente menores que los de los hombres, de modo que a lo largo de la vida laboral sus aportaciones a las pensiones son menores. Hay que combinar inteligente y solidariamente ambas cuestiones para evitar una dualidad en género que implique desigualdades. El cómo tampoco lo sé, pero insisto en ello.

Y cuarto, la esperanza de vida está fuertemente determinada por la condición socioeconómica (o clase social, o como quiera llamarse); no solo en España, sino en cualquier país del mundo. Hay un claro gradiente socioeconómico en salud y duración de la vida, de modo que, dicho de forma banal, los ricos viven más que los pobres (un ejemplo en el País Vasco). Volvemos de nuevo a la solidaridad. Primero, ya que los pensionistas de los percentiles más ricos van a vivir más -y obviamente con pensiones más altas-, deberían tener a lo largo de su vida laboral una mayor base de cotización para que los pensionistas de los percentiles más pobres puedan tener una pensión suficiente y digna durante los menos años que van a vivir. Y segundo, durante la vida de pensionistas, el FEI debería diferenciar por condición socioeconómica, de modo que los percentiles más pobres ajusten su “solidaridad intergeneracional” a los años que realmente van a vivir de media.

Para acabar, tres consideraciones generales

En primer lugar, da igual quien forme el comité de expertos del gobierno, que su elección va a ser discutible. En todo caso, se prefiere que en un tema de tan alto calado social se confíe más en los expertos que en los orangutanes.

En segundo lugar, no se puede justificar que la reforma se tenga que hacer ya y en un rato cuando la economía va cuesta abajo desde hace cinco años (no hace falta dar datos ni enlaces) y del envejecimiento demográfico y las transferencias intergeneracionales se va avisando desde hace décadas (dos ejemplos aquí y aquí).

En tercer lugar, permítame, estimado lector, que me imagine a los expertos como conejos de Wonderland mientras discutían y redactaban el informe. Solo les ha llevado un mes analizar la situación del sistema público de pensiones y crear un factor de sostenibilidad imperdurable. Chapeau, sí, pero da la sensación de que esta reforma necesita más profundidad y reposo. Los sabios plantean una táctica defensiva de balones fuera, trasladando la completa responsabilidad de que las pensiones puedan bajar a la clase política y abogando por una “transparencia” informativa que aparece dieciocho veces en el informe.

En resumen, al informe de la reforma de las pensiones le faltaría un hervor y un reposo en nevera que la prisa de los canales democráticos actuales no le va a dar. Esta reforma no es baladí, de modo que junto a la opinión técnica de estos doce expertos debería producirse un consenso social y político que garantice no solo un sistema público de pensiones sostenible en el tiempo –más allá de la convivencia con un sistema de capitalización, que es otra historia-, sino también un reparto justo y equitativo de los ingresos y un soporte solidario de los gastos.


19 comentarios

  1. Papu dice:

    Una duda, aunque sea un poco off-topic. Tal y como dices, España gasta en pensiones un porcentaje del PIB inferior a la media europea. Tengo entendido que estamos también por debajo (en % del PIB, no en valor absoluto ni renta per capita) en gasto en Defensa, en Educación y Sanitario (aunque no tengo claro si esto incluye el gasto farmacéutico total). Entonces, ¿en qué capítulos tenemos un gasto en % del PIB superior a la media europea?

    • javier dice:

      Te respondo: en ninguno, prácticamente. El peso sobre PIB del gasto público español es sistemáticamente inferior a la media de la UE, UEM, y de la práctica totalidad de sus países miembros. En 2011, sólo cuatro de los diecisiete países miembros de la UEM contaban con un gasto público total inferior al de España (43,6% del PIB): se trata de Malta (43,0%), Luxemburgo (42,0%), Eslovaquia (38,2%) y Estonia (38,2%)

    • Tenpao dice:

      Sin entrar a mirar presupuestos de otros países podemos decir, sin temor a a equivocarnos, que gastamos más en desempleo y en los intereses de la deuda. Sólo con esas partidas ya nos comemos un buen cacho.

  2. Nacho dice:

    Ahondando en el tema del gasto en pensiones respecto al PIB, y considerando que lleguemos a ese 14%, es eso insostenible ? Si consideramos que la recaudación de impuesto en España es muy ineficiente y que hay países que recaudan hasta un 4% sobre el PIB más que nosotros, (http://www.eldiario.es/zonacritica/posible-recaudar-tipos-marginales-Europa_6_126397364.html) porqué no solucionar eso primero ? Y porqué no atacar el problema de los paraísos fiscales y aumentar los ingresos por esa vía ? O acabar a largo plazo con nuestra enorme tasa de desempleo estructural para podernos permitir ese 14% de gasto futuro ?

    Parece que insostenibilidad de las pensiones es un hecho indiscutible, siempre que aceptemos el status-quo como un situación inmutable.

    • Lashiec dice:

      Porque esos otros problemas son mucho más difíciles de solucionar, y no hay parche que valga, como si parece haberlo para este. Mientras aguante, después ya que se ocupe otro. Ya no sé si es problema de incompetencia o un «pasotismo» de libro.

    • Juan Manuel García dice:

      La introducción de un sistema fiscal más equitativo -sobre todo con las empresas- sería vital ya no solo para que el sistema público de pensiones fuera sostenible, sino para que el gasto público en otras áreas aumentara gracias a esos ingresos. Lo que parece más irreal es reformar de plano el reparto de pensiones manteniendo el status quo en el resto del sistema.

  3. gaznapiro dice:

    En España todo % respecto al PIB de cualquier cosa es inferior a la media europea. La explicación más sencilla que se me ocurre es que el PIB real sea menor del oficial.

  4. Daniel Rodríguez Herrera dice:

    En realidad, lo más discutible del comité es que se les ha impedido desde el principio ofrecer cualquier alternativa, siquiera parcial, al sistema de reparto. Oye, que pueden concluir que no es la solución, pero dado que otros países como Suecia o Alemania han tirado por ahí quizá no fuera tan descabellado evaluarlo al menos. Pero claro, como políticamente nos han vendido todos durante décadas que el sistema actual es fetén e irrenunciable, pues no pueden siquiera plantear que igual no es tan así.

    • Juan Manuel García dice:

      Daniel, es posible que la sociedad española piense que el sistema público en general es fetén: tenemos la mejor sanidad del mundo, hemos tenido la mejor educación universitaria (¡y 80 universidades!), las pensiones no eran altas, ¡pero qué diablos!, casi todo el mundo las recibe… Sí, puede que lleves razón en que tenemos la cabeza en un agujero y realmente los ciudadanos crean que el sistema actual es bastante mejor de lo que realmente es en términos de gastos-ingresos, eficiencia y réditos.

      • Carlos Jerez dice:

        Lo siento Juanma, el artículo no me ha parecido muy bueno pero este comentario, salvo que se me haya escapado la ironía, me ha dejado bastante roto («hemos tenido la mejor educación universitaria»).

        En cuanto a lo que decía Daniel, el sistema de reparto, de capitalización o mixto no se cual es la mejor solución. Creo recordar haber leído alguna comparativa por aquí o en algún blog «amigo» hace tiempo pero no me quitó las dudas sobre cual era el sistema perfecto. En cualquier caso tengo curiosidad y si podéis aportar un poco de luz, aunque sea enlazando algún artículo interesante, se agradecería.

        • Juan Manuel García dice:

          Carlos, siento mucho que no te haya gustado. En fin, cada uno hace lo que puede dentro de sus posibilidades.

          Con el comentario de «hemos tenido la mejor educación universitaria» me refería a esa venda que posiblemente hayamos tenido en España durante los últimos veinte años, considerando que todo lo público era genial cuando realmente había mucho que mejorar.

          En cuanto a cuál es el sistema perfecto, hay una gran complejidad en decidir cuál es mejor. Sinceramente, no sabría decirte cuál es más eficiente y justo, aunque probablemente esta reforma nos esté redireccionando a un sistema mixto. Te doy algunos artículos para que puedas formarte tu propia visión crítica. Por empezar con algo, en este número de Panorama Social participan popes del estudio de las pensiones:

          http://dialnet.unirioja.es/servlet/listaarticulos?tipo_busqueda=EJEMPLAR&revista_busqueda=7368&clave_busqueda=248867

          • Carlos Jerez dice:

            Muchas gracias y como no me he explicado, lo que menos me gusta del artículo son las consideraciones generales, que se centran en la selección de los expertos.

            Además creo que subestimas el efecto que ese mayor porcentaje del PIB dedicado a las pensiones tendría en el coste del trabajo y por tanto en nuestro nivel de desempleo natural. Si digamos que se puede mejorar la fiscalidad para recaudar más afectando poco a la eficiencia (que me creo que si) aún así tendríamos menos desempleo (o mejores salarios) si eso se tradujera en menos impuestos al trabajo.

            Por otro lado echo en falta una perspectiva en la que se le de al trabajador la elección de cuanto tiempo quiere estar trabajando pero se le explique (aunque estemos en un sistema de reparto y no sea literalmente) de que los frutos de ese trabajo es de lo que va a tener que vivir el resto de su vida.

            En definitiva, nací en el 82 y desde antes de la crisis asumí que salvo que me hiciera rico tendría que trabajar hasta los 70 años. La pirámide poblacional nos deja claro que si no es así en este país (y en muchos otros) por cada trabajador habrán 4 mirando.

            Saludos.

            • Juan Manuel García dice:

              Probablemente la clave económica de los ingresos y de la sostenibilidad esté en los salarios. No hay duda de que la clave demográfica es la esperanza de vida… o no. O en parte. Porque en el caso de las jubilaciones se suele pensar en los años en los que se percibirá jubilación, pero nos olvidamos de los nacimientos que en algún momento serán cotizantes y finalmente jubilados. La solidaridad intergeneracional tiene pues un matiz añadido. Y es que a veces las dinámicas demográficas son caprichosas.

        • Alatriste dice:

          Respecto a eso, «mejor» es una palabra más peligrosa que un cartucho de dinamita ¿Mejor para qué? Por ejemplo, el sistema universitario español ha funcionado de maravilla… si uno lo que quiere es producir grandes cantidades de licenciados universitarios a un precio moderado. Pero si hablamos de la calidad de su preparación, o de la investigación producida en las universidades, la cosa cambia… Creo recordar que Roger dijo algo parecido hace años en su antiguo blog, que el sistema universitario español era muy razonable para la España de los 60, que necesitaba muchos licenciados y los necesitaba rapidamente. El problema era que siguiese igual en un país con necesidades distintas.

          Con las pensiones pasa más o menos lo mismo. El sistema era perfectamente adecuado para la población joven y en crecimiento de un país «en vías de desarrollo». Pero se convertirá en suicida si lo mantenemos sin ningún cambio en un país desarrollado con población estable, o en disminución, y de una edad media cada vez mayor.

          Y otro comentario, con respecto a lo que se ha comentado, aquí y en otros sitios, sobre que incluso sin reformas el peso de las pensiones en el PIB solo sería del 14% en 2050, al nivel que está hoy en la mayoría de Europa. Bueno, eso puede ser así… pero con dos «caveat»: el primero, que el gasto en pensiones lo podemos saber con bastante precisión pero el PIB que tengamos en 2050 no está lo que se dice escrito en piedra, una diferencia de un 0,5% anual acumulada durante 37 años lo cambiaría todo en un sentido u otro (por cierto, vamos bastante mal en estos momentos) y el segundo, que la presión fiscal en Europa es bastante más alta que en España (algo que evidentemente puede cambiar, es una decisión política y depende de los resultados electorales).

        • Cives dice:

          Carlos, las diferencias entre los sistemas de reparto y los de ci son menores. http://eprints.lse.ac.uk/286/1/Barr_2002_ISSR020108.pdf

          Es posible tener niveles similares de solidaridad con ambos sistemas (si pones un fondo de compensacion para las cuentas individuales), pero lo más importante es que el impacto demografico es idéntico en los dos casos. El problema de insostenibilidad no tiene que ver con ninguna peculiaridad del sistema de reparto.

  5. ateo dice:

    El planteamiento siempre es el mismo. Primero el gobierno piensa presentar una nueva ley represora, antidemocrática o de marcado corte regresivo. A continuación se elije un conjunto de «expertos o sabios» mayoritariamente afines a las tesis del gobierno, incluyendo siempre una pequeña minoría de representantes de otras opciones para así recubrir con una pátina superficial de neutralidad o independencia al comité prefabricado. Luego se les encomienda un informe sobre el tema en cuestión (regulación del aborto o reforma de las pensiones por ejemplo). Después se espera el informe final del susodicho comité de sabios y ¡sorpresa! causalmente el informe siempre avala las tesis del gobierno por muy absurdas, regresivas o antidemocráticas que sean las intenciones del gobierno. http://diario-de-un-ateo.blogspot.com.es/2013/04/sobre-deficit-publico-recortes.html

    • Molari dice:

      Y si no les gusta el informe, pues lo ignoran y asunto resuelto, como pasó con el “Informe sobre la reforma del sistema electoral español” que aprobó por unanimidad la Comisión de Estudios del Consejo de Estado.

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