La semana pasada en el trabajo cambiamos dos votos.

En la Cámara de Representantes, un congresista que nunca sale en los medios quería votar a favor de recortar algunos programas sociales. El lunes nos avisaron gente de otra ONG; había concesiones en un tema para el distrito sobre la mesa y pensaba votar con los republicanos. Esa misma tarde estábamos buscando datos, cifras, repasando la última ley para ver dónde había ido el dinero, coordinándonos con otras organizaciones del estado. El martes confirmamos el rumor, preparamos llamadas, correos electrónicos, argumentarios, posibles reuniones. El miércoles llamamos, escribimos, volvimos a llamar, pedimos explicaciones, confirmaciones, hablamos de datos. El jueves el congresista apoyó la enmienda en apoyo del programa, y votó en contra de los recortes en comité. Perdimos la votación igualmente; los republicanos tienen mayoría en la cámara. Pero cambiamos un voto.

En el Senado, la misma ley, pero recortes distintos, más pequeños. Uno de los senadores del estado dudaba si apoyar los recortes; había votado en contra en el pasado, pero algunos comentaristas conservadores le estaban acusando de nunca haber visto un programa de gasto público que no quisiera proteger. La enmienda cancelando los recortes tenía votos suficientes; quizás valía la pena escaparse, ponerse una medalla sin hacer daño a nadie. Los republicanos, sin embargo, ya andaban diciendo que los recortes tenían apoyo de los dos partidos en el Senado. Llamamos, escribimos, recordamos una y otra vez, nosotros y otros grupos, que ese cambio de opinión iba a hacer daño, dar excusas, ser utilizado en discursos y debates en contra de la ley. El jueves nos llegó la noticia: el senador apoyaba la enmienda protegiendo el programa. La votación estaba ganada, pero los demócratas fueron unánimes.

En ambos casos, nuestras acciones (y la de otros grupos) no cambiaron el resultado final en las votaciones de la semana pasada. La ley fue igualmente aprobada en comité en la cámara baja con recortes descomunales. En el Senado el programa no sufría cambios. Las dos propuestas llegarán al pleno, serán aprobadas, y deberán ser negociadas en conferencia para sacar una ley combinando esas dos versiones. Gracias en parte a nuestras protestas, la versión de la Cámara de Representantes llegará sin apenas apoyos demócratas; la posición negociadora de los republicanos será un poquito peor, al depender más de sus propios votos. La versión del Senado, por el contrario, llegará con un poquito de apoyo adicional, con los demócratas más unificados.  La posición negociadora quizás será un poquito mejor gracias a nuestra pequeña intervención.

Cuando toque negociar el texto final, el campo de batalla un pelín más favorable. Hemos movido la aguja, aunque sea un poquito; quizás los recortes sean 11.000 millones en diez años en vez de 12.000 millones en doce años. En algún lugar del país alguien que hubiera dejado de recibir ayuda la seguirá recibiendo. Decenas de miles de familias recibirán unos dólares adicionales al mes en los próximos años. Alguien tendrá una vida ligeramente mejor, unos pocos dólares, haciendo su vida más fácil, y todo porque cambiamos dos votos en el Congreso.Dos votos. A veces estos pequeños cambios importan.

Cambiar las cosas es a menudo un trabajo pesado, frustrante, aburrido y triste. Muchas votaciones perdidas. Muchos legisladores tozudos que no quieren escucharte; muchos legisladores dándote la razón sólo cuando saben que no pueden ganar votaciones. Muchas leyes idiotas que intentas detener y no puedes, y muchas buenas ideas que nunca van a ningún sitio. A menudo no puedes hacer nada aparte de patalear ruidosamente y escribir un artículo airado en una bitácora que no lee apenas nadie. A menudo a nadie le importa, pero sigues escribiendo.

Hoy en España no hemos ganado dos votos, y doy por seguro que hay muchos legisladores tozudos que siguen sin escucharnos. Pero hoy estamos un poco menos solos haciendo ruído; alguien en algún sitio ha logrado mover la aguja un poquito.

El primer editorial del País de hoy vale la pena; leedlo. Cambiar las cosas, poco a poco.

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El segundo editorial es una bobada irrelevante de alguien que no sabe de qué van los «escándalos» de Obama. No se puede tener todo.


29 comentarios

  1. Undry dice:

    Hola

    Yo también pienso que el contrato único puede aliviar un poco la situación (no va a ser la panacea, pero a lo mejor sirve para bajar el paro en un punto o dos) pero me chirría el tema de indemnización dependiente de despido procedente o improcedente.Si no me equivoco, la gracia del contrato único era que la indemnización de paga mes a mes y cuando te hace falta echar a alguien lo haces sin más y si se quiere ir, tres cuartos de lo mismo.

    Lo de indemnizar por improcedente, me chirría (salvo que sea algo simbólico)

    Saludos

    • Marc dice:

      Supongo que reformar la constitución para quitar esta ley tonta y al mismo tiempo aplicar el contrato único es demasiado esfuerzo intelectual para una sola legislatura….

      • Undry dice:

        En la Constitución sólo se menciona el derecho al trabajo y que se debe regular por ley.

        No sé que hay que cambiar en la Constitución entonces.

    • Epicureo dice:

      El contrato único no puede aliviar absolutamente nada la situación. No va a crear ni un sólo puesto de trabajo. Incluso puede tener el efecto contrario, al menos al principio.

      El paro juvenil y la dualidad son problemas totalmente distintos. Es una falacia mayúscula empezar hablando del paro para atraer la atención y luego cambiar de tema y hablar de la dualidad, como hace el editorial de El País. Eso es periodismo basura.

      El paro juvenil es altísimo porque el paro general es altísimo. En casi todos los países (con la notable excepción de Alemania, que NO tiene contrato único) el paro juvenil duplica el paro general, por motivos bastante obvios. No es nada raro ni especialmente español.

      Hacer reformas estructurales puede favorecer el aumento del empleo cuando se reactive la economía, pero en ningún caso se creará empleo si no se reactiva la economía, cosa que no ocurrirá mientras no se abandonen las políticas de austeridad (y sí, un déficit del 6 % en una economía gravemente deprimida y con un 27 % de paro es austeridad).

      Por cierto, sí te equivocas, Undry. Lo que describes no es el contrato único, sino la llamada «mochila austriaca». Es algo muy distinto.

      Y deberías saber que, aunque «te chirríe», indemnizar por despido improcedente tiene mucho sentido, porque de alguna manera es un rompimiento de contrato por parte del empresario. En casi todos los países europeos existe la indemnización por despido improcedente; lo que no siempre se hace, y también tiene sentido, es dar indemnización por despido procedente (en el caso de Austria, se sustituye por su famosa «mochila»). Porque en este caso el que rompe el contrato es el trabajador.

      No hace ninguna falta, por tanto, reformar la Constitución para implantar el contrato único. Basta con poner una doble escala: una para despido procedente, otra para improcedente. Y de paso definir objetiva y claramente las causas de despido procedente.

      Porque, para mí, un gran problema del que nadie habla es la excesiva judicialización del despido en España y la indefinición que hace que el «in dubio pro operario» se aplique casi siempre.

      • Cives dice:

        Hola, a pesar de haber desaparecido voy a reaparecer para explicar este tema que es una cuestión que, admito, nunca me he esforzado por aclarar demasiado bien.

        La dualidad, es cierto, es sobre todo una desigualdad entre trabajadores, algo que afecta al estatus de determinados colectivos con más fuera que a otros y que tiene efectoos negativos sobre el funcionamiento del mercado laboral además, de, yo diría, ser instrinsecamente injusta.

        Pero Hay unos pocos canales por los que la dualidad afecta al desempleo ( cuando lindbeck y snower propusieron la idea en los ochenta justo intentaban defenderel modelo keynesiano dónde había paro involuntario, frente a los modelos neoclásicos me parece que este articulo repasa la teoría http://www.econstor.eu/bitstream/10419/2860/1/dp534.pdf )

        El canal que a mi me parece más verosimil para el caso español es el siguiente. El paro en los modelos keynesianos depende con fuerza de como se comporten los salarios cuando la actividad se ralentiza. Lo que ocurre en una recesión es que los precios empiezan a crecer más lentamente, las ventas (y los margenes caen). Si aquí los salarios se adaptan (son flexibles), entonces el empleo caerá menos.

        En España, no solo los salarios solo son anormalmente rigidos, sino que tienen inercia: hasta bien entrada la crisis, los salarios continuaron subiendo.

        En esto tiene bastante culpa el sistema de negociación colectiva y la dualidad. Si a los sindicatos les preocupara realmente el desempleo, entonces aceptarían negociar salarios a la baja durante las crisis a cambio de mantener el empleo. Pero el votante mediano de las elecciones sindicales , la gente que esta representada en los sindicatos, son insiders, trabajadores que saben que no los van a despedir (exagero un poco) porque hay una cola de temporales delante que se van a ir antes, así que tienen la preocupación (muy razonable) de mantener en la medida de lo posible sus salarios y los representantes sindicales hacen lo que oueden por proteger a este grupo y a sus familias. Esto, en mi opinión, explica bastante del comportamiento ciclico de los salarios en españa y por tanto del paro.

        Además de eso, como puedes ver en el artículo, el desempleo ciclico tiene efectos de histeresis (aunque esto es algo sobre cuya relevancia soy mas escéptico), es decir, que el desempleo que en principio es ciclico tiende tiende a transformarse en estructural porque pasar por el desempelo aumenta tu probabilidad de estar desempleado en el futuro (pierdes habilidades, hay efectos de estigmatización etc).

        • Epicureo dice:

          De acuerdo, la dualidad es injusta y debería desaparecer. Estoy a favor del contrato único. Pero los efectos que planteas sobre la negociación colectiva y el empleo sólo se darán a largo plazo, mucho después de que termine la crisis. Los insiders no van a desaparecer el día que aprueben el contrato único.

          Por eso digo que plantear el contrato único como una solución al paro juvenil que ahora padecemos, como hace El País, es engañoso y manipulador. No hay ninguna relación entre el paro juvenil y el tipo de contrato; en el único país donde el paro juvenil no es mucho mayor que el general, Alemania, no hay contrato único ni nada que se le parezca.
          http://2.bp.blogspot.com/-5w-8Z6FMEG8/TlfYBVwwBEI/AAAAAAAAAAo/I7q469HGYMs/s1600/invertir-paro-juvenil-europa.jpg

          • Cives dice:

            Tenes tazón en que el cu no cambiará el paro juvenil inmediatamente. Ninguna reforma de oferta creará empleo en una recesión. También te compro que muy a menudo se asume que hay una equivalencia entre jovenes, ousiders, parados, etc en esta discusión. Por otro lado creo en cambio que hay varias cosas que dejas de lado.

            1. El cu, y todas las reformas de oferta, están diseñadas para que la recuperación se haga sobre fundamentos sanos. Esto es, que cuando se vuelva a recuperar el empleo, el patron que se vaya formando no sea dual.
            2. Yo si pienso que cambiar la regulación actual, conforme vaya aumentando el número de trabajadores contratados según la nueva figura estos empiecen a demandar, tanto a los partidos politicos como a los sindicatos, políticas salariales y de empleo que les beneficien, de forma que los outsiders no estén en permanente minoría. E s verdad que esto plevará tiempo, pero date cuenta de que las variaciones en el empleo son variaciones netas, detrás hay mucha mayor rotación, es decir gente despedida y contratada simultaneamente.
            3. El paro juvenil. Considerar que el paro juvenil es una función del paro general para decir que no hay un problema me parece inapropiado porque es suponer que hay una dependencia poco menos que lineal. No piensas que si el paro juvenil es muy alto, lo suficiente como para llegar a hacer muy improbable encontrar un empleo si eres joven, se trata de algo más grave que si es bajo, independientemente de si el paro general es importante o no? Lo importante en esta no es la «desigualdad» relativa, sino que por debajo de cierto umbral de probabilidad esto es particularmente grave.
            4. Creo que también dejas de lado el hecho de que estar desempleado no es algo igual de grave en todos sitios ni para todo el mundo. En un mercado dualizado, con pocas prestaciones por desempleo, un mal sistema educativo y un gasto muy bajo en politicas activas(algo ligado a que los insiders demandan proteger sus puestos con indemnizacion por despido, no con seguro de desempleo o politicas activas), como es el caso español, ser joven y desempleado dibuja una perspectiva de futuro mucho mas negra que, digamos, en Dinamarca, porque no tienes una fuente de ingresos estables ni persectiva de tenerla. En otras palabras, en la medida en que los jovenes son casi siempre outsiders y que lo caracteristico de las instituciones de un mercado dual es hacer particularmente dura la vida a los outsiders, los jóvenes están particularmente mal tratados.

            • Epicureo dice:

              Por supuesto que a los niveles que tiene España el paro juvenil es un problema gravísimo y la dualidad lo agrava. Si he dado a entender otra cosa me habré expresado mal.

              También acepto que la reforma mejorará la calidad del empleo, pero sus efectos no se notarán antes de que acabe esta crisis y más seguramente cuando llegue la próxima.

              Así que, aún siendo partidario de la reforma, pienso que venderla como la solución al paro juvenil es terriblemente engañoso. Sólo si se acompaña de un fortísimo impulso a la demanda (lo contrario de lo que se hace ahora) pueden tener alguna esperanza los jóvenes parados actuales.

      • Undry dice:

        Hola

        Es cierto me que lío con la mochila austriaca, pero entonces ¿qué es un contrato único? ¿un indefinido para todo cristo?

        Porque entonces, no le veo la gracia, es lo mismo que tenemos ahora.

        Saludos

        • Cives dice:

          Ahora hay dos tipos de contratos: contratos con una indemnización (antes de la reforma eran de los mas altos de la ocde) muy alta, y contratos atipicos con indemnización muy baja o sin ninguna indemnización (tan complicado como no renovar el contrato cuando llega a termino). La indemnización media que ves en los informes de la ocde se calcula precisamente como una media ponderada por el numero de contratados segun cada modalidad.

          La idea del contrato unico es prohibir los atipicos y establecer un contrato indefinido que tenga una indemnización similar a la indemnización media que hay ahora, preferentemente creciente, es decir, que al principio tenga una indemnización por tiempo trabajado peuqueña y despues vaya subiendo hasta llegar a un tope. Esto tiene «problemas» de encaje legal, así que los detalles de la historia son mas complicados (escucha la tertulia del otro dia, conde ruiz explico este tema).

  2. Epicureo dice:

    Continúa el lobby a favor de los lobbies. Esta vez, jugando la carta del patetismo (los lobbystas somos buenos, trabajamos mucho, conseguimos poco, dadnos algo).

    • Roger Senserrich dice:

      Bueno, es que los lobbies a menudo piden cosas decentes. El ejemplo de arriba es para un programa de ayuda para comprar comida para gente sin recursos, por ejemplo. Una maldad como cualquier otra. La PAH es un lobby, por mucho que insista lo contrario.

      • heathcliff dice:

        Sí, y Al Qaeda también…

        😀

        • Alatriste dice:

          Al Qaeda, no. La Conferencia Episcopal, sí, y si hubiera una conferencia de mullahs, también lo sería. Y eso no quiere decir que el lobbysmo sea malo, los millones de católicos tienen tanto derecho a influir en la política como cualquier otro colectivo…

          • Epicureo dice:

            Creo que el «derecho a influir en la política» no lo tienen los colectivos, sino las personas, y en estos términos:

            DUDH Artículo 21.3

            La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.

            Y no dice nada de los lobbies.

            • Hejo dice:

              estooo… no veo que la definición prohiba que los ciudadanos puedan reunirse y organizarse como partido político, sindicato, asociación de defensa de los batracios o lobby de lo que sea.
              De hecho, no veo como una sociedad con millones de habitantes puede organizar su democracia y estimular los debates que acaban generando los posicionamientos de los ciudadanos en los votos y los de los políticos en las futuras leyes sin contar con asociaciones cíviles de todo pelaje (incluidos los lobbys).

              • Epicureo dice:

                Las sociedades grandes organizan su democracia con: partidos políticos, prensa libre y elecciones. Todo lo demás es accesorio.

                Las organizaciones civiles están muy bien para lo que están, que es defender los intereses de grupos minoritarios poco visibles (filatélicos, deshauciados). Evidentemente no para dirigir la acción del Gobierno en asuntos de interés general. Eso es distorsionar la democracia.

            • Alatriste dice:

              Ah, o sea que tú eres de esos malvados y taimados fascistas que están contra el 15-M, la plataforma anti desahucio y todas las libertades, uno de esos que querrían prohibir todas las protestas y los escraches y ya no hablan de manifestantes sino de nazi-festantes 😀

              Eso era broma, pero ahora en serio: si limitas la participación en política a las personas individuales y a las elecciones, no solo estás contra los lobbies. Estás contra muchísimas cosas, incluyendo los sindicatos, los partidos, los mitines y las maniestaciones…

              • Epicureo dice:

                No hablo de limitar, hablo de distinguir entre lo fundamental y lo accesorio.

                Si creamos un sistema político en el que lo que la gente vota en las elecciones no tiene importancia, porque las decisiones de los legisladores cambian por la habilidad dialéctica del lobbysta de turno, ya no tenemos democracia, sino otra cosa.

                Y no podemos meter en el mismo saco a las actuaciones de propaganda destinadas a influir en la opinión pública y a lo que propiamente son lobbies. Es distinto.

          • Undry dice:

            ¿Desde cuando tienen derecho a imponer sus creencias a los demás?

            Tienen derecho a creer en lo que quieran, como si es un palomo follador, pero no a imponer sus creencias por narices a los demás como están haciendo.

          • Aloe dice:

            los millones de católicos tienen tanto derecho a influir en la política como cualquier otro colectivo…

            Y supongo que lo hacen como cualquier otro colectivo. (Si es poco, es que será poco para todos)
            Eso no tiene nada que ver con meter a la Conferencia Episcopal por medio. La CE no representa políticamente a los católicos, y socialmente tampoco los representa, al menos a la mayoría.
            Eso es porque la CE ni es elegida por los católicos, ni financiada por los católicos, ni inflluida por los católicos, ni nada de nada.
            No se la puede confundir con una asociación voluntaria representativa de un colectivo (grande o pequeño) porque no lo es.
            Si fuera representativa, podría defenderse que su influencia es, aproximadamente, la de los individuos que la componen y se asocian en ella, pero la realidad orgánica de la CE está en las antípodas de eso.

  3. Roger S. dice:

    Hay una cosa estupenda llamada libertad de expresión que también está en algún sitio de la CE. Creo recordar que eso ampara a la PAH, Politikon o quien sea para dar la vara a los políticos de vez en cuando.

    • Cannon dice:

      Lo divertido de tomar la libertad de expresión tan a la ligera, con ese reduccionismo tan tipicamente liberal, es que asumes que todo el mundo tiene la misma «fuerza» para ser igualmente oído por los políticos. La realidad es bien distinta, y demuestra que claramente no es así. No es conspiracionismo pensar que las grandes multinacionales y la banca tienen mucho mas contacto y ejercen una mayor presión sobre los políticos (y mas frecuente) que un millón de familias trabajadoras. de hecho, el asumir que las grandes empresas y el mundo financiero, con todos sus recursos y conexiones con el mundo de la política, estén en igualdad de condiciones ante la mayoría de la población es ser un ingenuo, un hipócrita o un cínico. Excepciones como la PAH, organizaciones ecologistas u ONG’s no dejan de probar que los lobbies son de dominio casi exclusivo de las grandes fortunas, y se nota.

    • Epicureo dice:

      Sería estupendo que todo el mundo fuera libre de expresar sus opiniones a los parlamentarios cuando lo creyera conveniente y con la misma fuerza.

      Lo malo es que esa libertad no existe. Por eso existen los lobbies: porque es complicado y caro tener acceso.

      Como sabes, para los legisladores estadounidenses el 33 % más pobre de la población simplemente no existe (http://www.princeton.edu/~bartels/economic.pdf). Disculpa, pero dudo que se deba a que hay pocos lobbies o a que no sean influyentes.

    • Epicureo dice:

      Y que conste que considero loable que haya lobbies que defienden a los desfavorecidos, como CAHS.

      El problema es que en un sistema «un euro, un voto», como es la lobbycracia, no veo manera de que sus posiciones triunfen en perjuicio del 1 %, por más que puedan tener un pequeño éxito aquí y allá.

      • Cannon dice:

        La amenaza de los trabajadores productivos, con dejar de producir, escapar del sistema o destruir la propiedad es lo que hace ser «escuchados». Llamadme marxista anticuado y echarme «El fin de la historia» F. Fukuyama a la cabeza, pero sigo creyendo que tal reflexión es tan valida hoy como en el S.XIX. De hecho la des-localización industrial, la debilidad de los sindicatos y la consiguiente perdida de poder de las huelgas generales en occidente me parece la mas clara prueba de ello.

  4. Corolario. dice:

    Me temo nada vais a conseguir, cada vez más gente va a pasar hambre en EEUU porque la riqueza tiende a concentrarse, lo estamos viendo desde los años ochenta con una tendencia general al empobrecimiento en toda la OCDE.

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