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Breve repaso a la trayectoria del contrato único

13 May, 2013 - - @jorgegalindo

Hoy un concepto ha aparecido en las portadas digitales de varios medios: «contrato único». Resulta que la Comisión Europea ha pedido al Gobierno de España que considere una reforma laboral de largo alcance: acabar con las modalidades contractuales en el mercado laboral patrio y sustituirlas por una única forma de contrato, que sería por definición indefinido. Esto es algo que desde aquí hemos defendido, por así decirlo, mucho. Campaña incluida, con evento y todo. Creo que este es un buen momento para repasar brevemente de dónde viene esta idea.

La base para proponer un contrato único en España proviene de un diagnóstico particular del mercado laboral de nuestro país: la dualidad es un problema fundamental. En palabras de nuestro artículo al respecto en FIVE,

Los trabajadores tienden a dividirse en dos grupos: los insiders, con contratos indefinidos y protegidos por indemnizaciones en caso de despido, y los outsiders, con contratos temporales y con escasa o nula protección. Pertenecer al segundo grupo supone una serie de perjuicios: los trabajadores temporales tienen salarios más bajos, retrasan la decisión de tener hijos, tienen menos incentivos para formarse, y efectivamente se forman menos. Pero, sobre todo, son estos trabajadores temporales los que absorben el grueso del desempleo en periodos de recesión como el actual.

Como se observa en la propia definición, la causa principal de esta dualidad es el diseño de las instituciones laborales. De entre quienes han hablado de este tema desde España dentro de la Sociología y la Ciencia Política me parece necesario destacar el trabajo de dos académicos: Javier Polavieja y David Rueda. Polavieja se centró en la estructura del mercado laboral en nuestro país (este libro es altamente recomendable), explicándonos también por qué España tiene semejante tasa de temporalidad, apuntando a la interacción entre el nivel y la estructura de la protección en el empleo y la presencia de shocks. Rueda, por su parte, estableció la división tipológica entre insiders y outsiders en relación con sus preferencias sobre nivel de protección del empleo. El trabajo de Rueda, de hecho, explica en buena medida por qué los partidos socialdemócratas (y yo añado: también los conservadores como el PP) son tan reacios a contemplar posibles soluciones a la dualidad: atacan a su core constituency, los insiders. De hecho, si UPyD se puede permitir defenderlo es precisamente porque no depende de ellos (bueno, a estas alturas, ni de ellos ni de nadie) para ganar elecciones.

Después llegaba la crisis, y con ella una masiva destrucción de empleo con un reparto extremadamente desigual (y añado, sin lugar a dudas: injusto). El análisis dejó paso a las propuestas, y FEDEA alzó una voz a favor del contrato único ya a principios de 2010, y nosotros decidimos apretar en 2012 proponiendo un contrato único indefinido con indemnización creciente. Nos lanzamos a explicar por qué nos parecía una buena idea, por qué podía ser una propuesta de izquierdas e incluso a reseñar cómo las políticas eran realmente importantes para atajar el problema de la precariedad. Ya entonces algunas voces (desde la Comisión, o el propio De Guindos) se mostraban interesadas en una idea que llevaba circulando, como decimos, un tiempo. De hecho, el globo sonda del Ministro de Economía evidenció la división del Gobierno desde muy pronto, dado que la Ministra de Trabajo descartó la idea por considerarla inconstitucional, algo que no es tal cual.

El contrato único es, en definitiva, una opción política que viene de la constatación de que la estructura del desempleo en España es producto lógico de la estructura de su mercado laboral, que a su vez depende mucho del diseño institucional que regula los acuerdos entre ofertantes y demandantes de empleo. Como opción política lleva tiempo circulando (desde luego, mucho antes de nuestra propuesta), y cuenta con una ventaja añadida: por sí mismo solo pretende atajar el problema de la dualidad, sin que suponga una opción a favor o en contra de mayor o menor redistribución. Esto es: no tiene por qué ser de derechas o de izquierdas (aunque yo creo que mejoraría la igualdad de oportunidades). Al fin y al cabo, eso depende más bien de otras variables: el nivel de protección medio ante el despido, la red de seguridad existente en el desempleo, etcétera. En estos ejes los diferentes partidos pueden encontrar un acomodo. Por último, no: el contrato único no creará empleo. Ninguna reforma lo hará porque el empleo no nace de la nada. De lo que se trata es de que cuando volvamos a la fase alcista del ciclo la creación deje de ser dual.

Viendo el ritmo y la forma de destrucción de empleo en España, creo que cabe poca discusión sobre la importancia de la dualidad en nuestro mercado laboral. Si estamos de acuerdo en el diagnóstico, es hora de comenzar a identificar posibles soluciones. Aquí hay una opción. Este no es un camino corto, pero merece la pena.


50 comentarios

  1. Optigan dice:

    No pasa nada porque a esas voces que se mostraban interesadas añadáis al único partido político que lo lleva en su programa electoral y ha reclamado con insistencia su implantación: UPyD. Los que os seguimos ya sabemos que no sois un submarino magenta y a la Verdadera Izquierda (TM) se la soplan vuestras argumentaciones.

    • Undry dice:

      Lo que lleve Unión de Populismo y Demagogia en su programa no me preocupa demasiado porque ya sabemos lo que son los programas.

      A mí el tema este del contrato único me parece bastante interesante si se hace bien y es posible que favorezca a los que ahora mismo lo tienen peor, los jóvenes y los mayores de 50 y digo es posible porque la mentalidad del empresario medio (para todo hay excepciones) es de todo menos dinámica.

      De hecho ZP lo quiso poner en su reforma laboral (dijo que si no había acuerdo pondría el modelo austriaco) y le pararon los pies, sacando la mierda de reforma que sacó.

      Debe ser que al empresaurio eso de que el trabajador se le pueda ir impunemente no le mola nada.

  2. Jose R. dice:

    Partamos de un par de argumentos. El comisario europeo NO ha citado el contrato único precisamente:

    http://europa.eu/rapid/press-release_SPEECH-13-400_en.htm?locale=en

    Es un bulo de El Mundo.

    Por otro lado, buen repaso, lástima que no se incluya el State of Art del debate a nivel internacional y como diversos paneles organizados por el banco central francés o por ámbitos de policy makers italianos han rechazado la propuesta.

    • M dice:

      Vamos a dejar las cosas claras.

      En España si eres joven, especialmente si estás poco cualificado, estás en la mierda, tanto si estás «fijo» como si eres temporal, como, en un caso muy amplio y frecuente, si estás desempleado.

      Cualquiera que haya pasado un mes en alguna empresa española sabe que esto es así y también sabe que los sindicatos nos han vendido, literalmente, a los jóvenes a cambio de proteger a los suyos y llevan la de cristo son hacer nada por nosotros que no sean parches. Todos los convenios colectivos están negociados a la medida de un tipo de trabajador muy concreto: hombre, de mediana edad, con hijos, contrato indefinido: es decir, el patriarcado sindical. Solo hay que ver los dinosaurios que pueblan las cúpulas sindicales para ver a quien representan. Se quejan mucho de la precariedad, pero no han hecho nada de fondo para atajarla, aparte de hacer soportar todas la flexibilización a los jóvenes con tal de que sus patriarcas no pierdan su sitio.

      Con total sinceridad, es posible que el contrato único que defienden estos señores no sea magia, pero que un señor a sueldo de un sindicato venga paseándose por los blogs repartiendo panfletos y dándoselas de defensor de los débiles y hablando de no se qué debate a nivel internacional con el objetivo sabido de defender la situación actual es algo que da ganas de montar un escrache en casa de Cándido Méndez.

      • Jose R. dice:

        El ad-hominem nunca ha sido un argumento, y si eso es lo mejor que puedes presentar… ahí lo dejo.

        • M dice:

          Perdona que te diga, pero saber a sueldo de quien está cada cuál me parece un elemento muy relevante a la hora de pensar en la confianza que se le da a un argumento, especialmente cuando quien lo fórmula viene con esos aires de sobrao dándoselas de experto contándonos lo que le habrá pasado muy probablemente el gabinete de estudios de defensa del patriarcado, pagado con dinero de todos, como «state of art del debate a nivel internacional». Es normal que tu no lo veas con los mismos ojos, pero para cualquier persona normal es algo con bastante peso para no fiarse ni un pelo.

          Esta es la sociedad civil que tenemos en este país, la de la estructura sindical heredada de una dictadura que produce argumentos para justificar que la gente se tenga que ir de casa a los treintaycinco y te los intentan colar como «state of art» y su madre.

          Tenéis unas cuantas explicaciones que dar a los seis millones de seres humanos que están quieren trabajar y no pueden y la responsabilidad que habéis tenido en ello. Un primer gesto sería pedir perdón, luego podríais seguir dejando de defender a los mismos de siempre y lo que ya sería la caña sería que tuvierais un poco de renovación interna, que empezáis a parecer la cupula del Banco Santander.

          • Jose R. dice:

            O sea, que el debate internacional que puedes comprobar aquí, depende de quien me pague el sueldo:

            http://www.joserodriguez.info/bloc/el-debate-del-contrato-unico-a-nivel-internacional/

            O las declaraciones formales del comisario de empleo dependen de quien me pague.

            Vuelves a tener argumentos ad-hominem. Tener o no un carnet no da o quita razones. Espero que ante las evidencias puedas presentar evidencias. Mientras te dejo con tus filias personales y tus fobias autoinducidas.

            • GDDL dice:

              Vamos, que sí, que tienes tu carnet. No pasa nada, coño.

              A mí lo que no me gusta es que delegues, con conveniente imprecisión, en paneles internacionales varios. Si quieres, puedes dar un argumento y referenciarlo. Si no, no puedes esperar que la otra parte busque tu argumento y se autorefute.

              Por cierto, M, no sé si es que yo estoy sensible, o tu teoría del patriarcado tiene un componente «de género» importante.

              Si es esto último, la verdad es que me parece un patinazo. He tenido el placer de conocer varios gerifaltes sindicales hembra, y su actitud era más o menos igual que la de sus contrapartes masculinas. Si no peor.

              Puestos a criticar el contrato único y la mochila austríaca, yo siempre me he quedado con ganas de que alguien me explique el periodo transitorio.

              A ver si Jorge Galindo coge el guante. O eso o huye como un gallina. GALLINA. 😛

      • Undry dice:

        Es interesante ver como mola echarle la culpa a los demás. Nosotros nunca tenemos culpa de nada. el sindicato no me representa … ¿estás afiliado siquiera? ¿no? ¿pues qué narices quieres que te represente? ¿que convocan una huelga? No, yo paso de follones y no quiero saber nada, total a los que despiden son a los otros. Si te quejas que no te representan, métete en el comité de empresa (ni siquiera hace falta que estés afiliado) que siempre hay problemas para completar las listas y haz algo en lugar de tanto quejarte.

        En los años 70, cuando trabajaba mi padre en la mina prácticamente todos estaban afiliados (y podías ir a la cárcel por eso) y cuando se montaba una huelga todo dios iba a la huelga, sin importar las consecuencias (despidos, palizas, cárcel, …) Ahora nadie se mueve ni aunque le toquen a él.

        No es que los sindicatos no representen, es que los españoles somos unos cobardes que no sabemos defender lo que tenemos. No nos representamos ni a nosotros mismos. A lo mejor el escrache nos lo tenemos que hacer cada uno a sí mismo.

        • Hari Seldon dice:

          Tienes razón, los españoles somos unos cobardes que necesitamos camuflarnos en la masa porque no tenemos huevos de defender nuestros derechos con la ley y la razón en la mano y asumiendo individualmente las consecuencias y las posibles represalias que pueda conllevar.

          Es mucho más cómodo no decir nada y agachar la cabeza y eso si, luego salir a manifestarse o hacer un paripé de huelga para amparándose en la masa pretender que se está haciendo la revolución protegido por la impunidad del grupo y después ir a tomarse unas cervecitas y presumir de lo valientes que somos y de como luchamos por nuestros derechos para que al día siguiente todo siga igual.

    • Oskar dice:

      En El país, Expansión y en los diarios del grupo Vocento (son los que he mirado en estos 5 min.) también hablan de contrato único. La noticia es de Europa Press; es posible que a través de ella haya llegado la historia a todos los medios.
      http://economia.elpais.com/economia/2013/05/13/empleo/1368451349_261851.html
      http://www.elcorreo.com/vizcaya/20130513/economia/bruselas-propone-contrato-unico-201305131931.html
      http://www.expansion.com/2013/05/13/economia/1368446734.html
      Si es una inventada , esta es de la propia agencia. Pedro J. (por una vez) no parece que tenga nada que ver.

    • torderacarrasco dice:

      Nada de bulo. Escuchado el corte de audio en Onda Cero y lo dice claramente. Otra cosa es que no estuviera previsto en su speech prefabricado.

    • Jorge Galindo dice:

      Jose, no es un bulo, lo ha dicho. Joder, le acabo de escuchar diciéndolo en la radio y está citado en todos los medios. En inglés.

  3. guition dice:

    Acabo de ver el programa «La noche en 24h» y los tertulianos han despachado el tema del contrato único con desprecio e ignorancia sobre el asunto. He buscado el vídeo en la web para poner el enlace pero todavía no está colgado. Durante el programa pusieron el hashtag de Twitter #lncontrato para que la gente lo comentara.

    • Hari Seldon dice:

      Lo de la ignorancia sobre el tema es algo generalizado en todos los comentaristas, parece que algunos nunca han firmado un contrato de trabajo.

  4. juan dice:

    El concepto de «indemnización creciente» para mi justo hace que el contrato único no mejore la situación actual, estarán los superbaratos de despedir (que en la práctica tendrán menos acceso al crédito y tampoco podrán planificar su vida) y los caros de despedir, los de la mega-antigüedad, justo como ahora.

    En caso de tener que despedir por crisis de una empresa, seguiría despidiendose a los nuevos apenas sin nada.

    • José Manuel dice:

      Sí, pero ese cambio de nuevo-prescindible a viejo-inamovible no sería un escalón brusco, si no un continuo, lo que hace en la práctica que la decisión para la empresa no sea tan sencilla.

      Vamos, que cambiar un blanco-negro por tonos de grises ayuda mucho a dibujar mejor.

      • juan dice:

        yo creo que a largo plazo el cambio de modelo requiere que la gente asuma etapas vitales distintas. Todo el mundo debe estar preparado en un momento dado para generar autoempleo y micropymes.

        El problema que tratar de generar una burbuja del emprendimiento en plena crisis es un error al ser más complicado que ahora las cosas salgan bien, pero el tema de que cualquier persona necesite una indemnización creciente en plan blindaje es un error. Igual una vez tocado un máximo, pongamos 30.000 € que esa indemnización no creciese más, y que cada persona tuviesen que tener en mente ya un plan B.

        Dado que en el mundo moderno, para bien o para mal, ya no existen empresas ni trabajos para toda la vida, la gente tiene que acostumbrarse a tener en mente una alternativa, y la indemnización creciente lo que hace es que la gente se focalice en «resistir» antes que pensar alternativas algunas de las cuales podría empezar en paralelo y en caso de éxito saltar al otro lado.

        Por mucho que pensemos en los contratos, la dificultad es que hacen falta más empleadores. Grandes empresas hay pocas y además con el tiempo pierden dimensión sus plantillas. Ya no vamos a ser un país donde venga una empresa a instalar fábricas de tostadoras o galletas, de hecho las están deslocalizando.

      • drdcr dice:

        Pues yo estoy bastante de acuerdo con Juan, así de primeras no veo mucha diferencia en extender el contrato fijo de ahora para todo y hacer un contrato único con indemnización creciente. Ya ahora si llevas poco siendo fijo tienes todas las papeletas para salir antes porque 45 días por año trabajado si llevas un par de años es mucho menos dinero que si llevas diez o quince.

        Y claro, me da la impresión de que con el modelo de indemnización creciente se vería en el mismo problema, que alguien que lleva varios años en la empresa sería muy caro de despedir.

        Eso sí, nos ahorraríamos tanto tipo de contrato y simplificaría las gestiones, pero a la vez podría ocurrir que hubiera aún más trabajo en negro.

        No sé, en principio me parece bien y no creo que se pueda estar mucho peor que ahora, que hay un 27% de paro y que en los mejores momentos estábamos con un paro que en otros países se considera alto, pero no lo termino de ver claro.

    • Undry dice:

      No exactamente, porque esa indemnización la vas pagando mes a mes, no en el momento del despido.

      Aunque yo lo haría al revés, más caros el primer año, para penalizar la temporalidad.

    • Mª José Agra dice:

      Eso de «Los caros de despedir», se lo llevó por delante la ulima reforma laboral, que los sindicatos ni han explicado convenientemente ni han tenido huevos de montar el gran pollo, los caros se van a casa con 20 días y los sindicatos cobran por cada ERE, y..¿A donde va una persona con 50/55 años en éste mercado laboral? y se quedan los baratos, osea no consumen ni unos ni otros, y ha sido montado para q las empresas se deshicieran de los «caros». Y por supuesto q los sindicatos han perdido credibilidad¿,porque no hablan de la obligación de sindicarse, como en otros paises Europeos y que cobren directamente de sus afiliados y no de subvenciones como la iglesia?Yo quiero pagar directamente no a través del estado porque no me fío ni de unos ni de otros

      • Pescador dice:

        Correcto, ahora son todos «baratos». Solo depende de si tienes la pasta para poner encima de la mesa, de tu habilidad para emborronar las cuentas y de lo que puedas perder si te montan el pollo.
        Si tu empresa cumple las tres condiciones, estás en la calle

        • Mª José Agra dice:

          No hace falta emborronar las ctas.,basta que supogas menos beneficios al año siguiente,productividad, perdidas, y el pollo ¿que pollo?y claro si no tienes pasta para hacer un ERE, que quieres que te diga entonces el asunto es otro. En todo caso a las grandes cias., no creo q le cueste mucho emborronar, y de esas hablo

          • Pescador dice:

            Antes de nada, estamos de acuerdo.
            Aclaramos : si una empresa va bien y depende exclusivamente de su plantilla para cumplir un contrato, las posibilidades de hacer huelga/comprometer la producción/ejercer presión de una forma X – vulgo montar un pollo- son infinitamente mayores que si tu empresa está amortizada y peleando por sobrevivir.

  5. Juanjo dice:

    Después de llevar un tiempo leyendo Politikon ya estaba casi convencido de que el contrato único era una buena solución. Sin embargo, esta mañana en la radio un tertuliano ha planteado una cuestión que me ha hecho reconsiderarlo.

    Básicamente su argumento era que que el problema de España no es tanto los modos de contratación sino la propia estrcutura del mercado laboral. Actualmente, gracias un modelo productivo bastante enfocado al turismo de temporada, una buena parte de los empleos ofertados son temporales y no pueden dejar de serlo, ya que las empresas no se pueden permitir mantener de forma indefinida una plantilla para la que sólo hay trabajo durante tres meses.

    Ante esto un modelo de contrato único tiene dos alternativas:

    1/ Un contrato con una buena protección ante el despido, que provocaría que a las empresas no les compensara contratar a gente para cubrir estos puestos, con lo que gran parte de los trabajos serían sin contrato, en negro.

    2/ Un contrato con poca protección, que si posibilitaría la contratación de personal temporal, pero básicamente lo que hace es desprotejer al resto de trabajadores mientras que a los temporales tampoco les mejora mucho las condiciones.

    Entiendo que vuestra propuesta va más en la línea de la segunda alternativa, posiblemente on una protección ante el despido que se incrementa con la antigüedad del trabajador en la empresa. Yo no veo como esta propuesta mejoraría la precariedad del empleo, ya que las condiciones de los trabajadores temporales no mejoran mucho y a cambio se desproteje a los trabajadores indefinidos. Usando vuestros términos, lo que proponeis es mover las condiciones de los insiders hacia las de los outsiders, más que en el otro sentido. Si, se reduce la dualidad, pero a costa de empeorar las condiciones generales de los trabajadores.

    • Alatriste dice:

      Hombre… mira, si eso fuera verdad la tasa de paro saltaría todos los años a la estratosfera en cuanto empezasen las lluvias del otoño, y se hundiría en cuanto el termómetro marcara 25º. Vamos, que niego la mayor: no es verdad que la hostelería tenga semejante peso en la economía española, y menos aún la de temporada.

    • Ramón Mateo dice:

      Aparte de otras posibles observaciones, hay dos aspectos que merecen consideración.

      1) Has de tener presente que la relación entre la estructura productiva y la del mercado laboral es endógena. Como dices, un modelo productivo basado en sectores con un claro componente estacional como el turismo o la hostelería, en buena medida vinculada al primero, determinan que se generen puestos de trabajo de naturaleza temporal.

      Ahora bien, un esquema contractual que propicia la existencia de una dualidad persistente en el mercado laboral (incentivo a la contratación temporal precaria como mecanismo de ajuste interno frente a un colectivo de indefinidos muy protegido) también incentiva que los sectores productivos que se desarrollen sean precisamente los que pueden crecer o los que tienen ventaja en la utilización de ese tipo de esquema contractual.

      Si lo más barato en este país es contratar trabajadores temporales (que por la propia naturaleza del contrato genera unas dinámicas particulares, como un menor esfuerzo, compromiso por parte del trabajador o inversión en formación específica por parte de la empresa), y si la diferencia entre los costes de éstos respecto de los indefinidos es tan elevado, ¿qué decisión será racional por parte de un empresario que quiere aprovechar las condiciones existentes? Probablemente, tratar de apostar por sectores en los que sus costes laborales sean más reducidos, que son precisamente aquellos que utilizan mano de obra temporal de forma intensiva.

      Por tanto, no quiere decir que tu planteamiento no sea correcto, todo lo contrario. Pero creo que es conveniente tener en cuenta que se trata de dos condiciones que se retroalimentan, y que acaban provocando un equilibrio perverso como el que tenemos actualmente (y cuyas consecuencias a largo plazo, diría, son todavía menos alentadoras).

      2) En realidad, cuando desde Politikon se habla y se apuesta por un «contrato único», si bien no existe una propuesta completamente definida en sus detalles (a fin de cuentas, existen muchos aspectos que dependen de la implementación final), sí que se asumen ciertas características que esa propuesta final tendría que contemplar. Una de ellas es que existirían unos costes de indemnización por despido crecientes con la antigüedad del trabajador (de manera más o menos continua).

      Sin entrar en más profundidad, con ésto simplemente quiero resaltar que bajo un contrato único sería posible contratar trabajadores con una perspectiva temporal de tres o seis meses con costes de indemnización reducidos (o equivalentes a los de los actuales trabajadores temporales) que irían creciendo con el tiempo hasta equipararse al final con unas condiciones parejas a las que actualmente disfrutan los indefinidos. La cuestión, en definitiva, es que no necesitas distintas modalidades de contrato para armonizar ambos intereses.

    • Epicureo dice:

      El que sea un contrato único no significa que tenga que ser siempre a tiempo completo 12 meses al año. Vamos, digo yo.

      Siempre ha existido el contrato fijo discontínuo: si necesitas un camarero o un labrador tres meses al año, pues lo contratas y trabaja esos meses, pero siempre el mismo.

      Y si no quieres depender de uno solo, pues pagas la indemnización por esos tres meses, que sería bastante ridícula.

  6. juan dice:

    De todos modos me parece muy curioso….que la UE no predique con el ejemplo y y tenga a sus empleados con el mismo marco contractual que ellos piden para los demás. En términos de poder rescindir contratos, mismos impuestos, mismo sistema de jubilación y pensiones. Una vez más la casta extractiva de la UE con aquello de consejos vendo pero para mi no tengo.

    • Mª José Agra dice:

      Claro. Lo mismo q Alemania con las cajas y las coop de crédito, Estos lo que quieren es que nosotros nos comamos la M

  7. Undry dice:

    Una pregunta tonta.

    La ministra ha dicho que anticonstitucional (vale, a lo mejor se lo dijo la virgen de no se quien)

    Pero en el supuesto que sea verdad ¿por qué es anti constitucional? si es que lo es, claro.

    saludos

    • Ramón Mateo dice:

      Que un contrato único sería inconstitucional es una afirmación que ya salió a colación en el debate de la última reforma laboral. Los motivos no están muy claros, principalmente, porque muchas veces no está claro qué diseño se defiende en concreto al proponer un contrato único (desde luego, tampoco está nada claro qué tiene la ministra en mente cuando habla sobre este tema).

      En ocasiones anteriores, el argumento solía girar en torno al requerimiento legal de de que la gradación de las indemnizaciones deba responder a la naturaleza del despido, y por tanto, un despido improcedente deba ser «penalizado» frente a otro procedente. Sería un principio que en principio se incumpliría en caso de adoptar una única escala de cálculo para la indemnización por despido, aun cuando esta fuese creciente con la antigüedad del trabajador.

      No obstante, en caso de que así fuese, este inconveniente no sería un impedimento absoluto para implementar esta reforma: bastaría con introducir dos escalas de cálculo (una que se aplicaría en despidos procedentes y otra, más elevada, en improcedentes), que es lo que propone FEDEA; o bien introducir la obligación de sufragar un coste adicional en caso de despido improcedente (una especie de «impuesto sobre el despido» o «layoff tax», como el que proponen Blanchard y Tirole [2008]). De hecho, este tipo de modificaciones, lejos de «descafeinar» la propuesta, podrían incluso ser deseables en términos de eficiencia.

      Con todo, no soy jurista, por lo que lo anterior debería tomarse con todas las reservas pertinentes. En cualquier caso, sobre este tema, dado que no es nuevo, puede consultarse los siguientes enlaces

      http://www.fedeablogs.net/economia/?p=30645

      http://www.fedeablogs.net/economia/?p=18492

      http://hayderecho.com/2012/02/10/%C2%BFpor-que-dice-la-ministra-de-trabajo-que-es-inconstitucional-el-contrato-laboral-unico/

      • Undry dice:

        Hola

        Pero se supone que el contrato único es un acuerdo entre empresa y trabajador. El empresario obtiene la posibilidad de pagar poco a poco la indemnización (que será menor que la que se cobra ahora mismo) y poder despedir cuando le haga falta sin necesidad de explicaciones y por otro lado, el trabajador, aparte de ir guardando el dinerillo poco a poco, se puede ir cuando quiera sin el temor a perder la indemnización por despido.

        Personalmente, no lo veo mal. conozco gente que no se cambia de empresa por no perder la pasta que le corresponde y empresas que no echan a gente porque sale cara aunque sean unos inútiles (cosas de esos economistas tan listos que rigen nuestros destino)

        Claro que me chirría un poco el caso de los nuevos funcionarios (porque entiendo que el status quo se mantiene para la gente) ya que deberían entrar con el mismo tipo de contrato ¿no? Porque si no, ya no sería un contrato UNICO.

        Gracias por la aclaración, aunque me quedo un poco igual. No le veo que choque con la Constitución. Quizás con otras leyes, pero eso se puede cambiar.

        saludos

        • Ramón Mateo dice:

          Creo que tenemos en mente dos ideas distintas cuando hablamos de «contrato único». De hecho, por tu primer párrafo tengo la sensación de que en realidad te estás refiriendo al «modelo austriaco» de indemnización por desempleo (constitución de un fondo vinculado al trabajador, que va creciendo por aportaciones periódicas y que el trabajador lleva consigo a lo largo de su vida laboral, pudiendo recuperar todo o parte del mismo en caso de desempleo o en el momento de su jubilación).

          Se trata de un modelo que se barajó con motivo de la reforma laboral de 2010, aunque finalmente no se incorporó. La propuesta laboral planteada desde Politikon, y también desde FEDEA, pasa por una combinación de «contrato único» y «modelo austriaco». No obstante, el que se propongan ambas no implica que sean lo mismo. Son cuestiones distintas, y que de hecho podrían darse por separado.

          Cuando se habla de contrato único lo que se tiene en mente es la integración de las diferentes modalidades contractuales existentes (o la gran mayoría de ellas, depende de la propuesta) en un solo tipo de contrato indefinido, con indemnizaciones por despido crecientes en función de la antigüedad del trabajador. Que esta indemnización, dado el caso, la dé directamente la empresa llegado el momento o se aporte paulatinamente a un fondo nominativo vinculado al trabajador es otra cuestión (y de hecho, nada excluye que además de las aportaciones periódicas al fondo individual pueda existir obligación de efectuar un pago puntual en el momento del despido, al estilo de un «impuesto» sobre el despido, que fue una propuesta que también se planteó desde Politikon).

  8. pau dice:

    El hecho que un articulista de Fedea opine sobre algo de manera tan concluyente, no significa que el resto coincida. Yo, por lo menos, he apreciado distintas tendencias en el conjuto de los economistas que la integran.
    La anterior reforma laboral fue diseñada exclusivamente para abaratar los salarios y el coste del despido, por tanto, para facilitarlo. Así lo vimos algunos y así lo dijimos en su día en todos los lugares donde participamos, Fedea entre ellos. Y, no es por nada, pero el tiempo nos ha dado la razón, aunque tampoco había que ser muy avispado para darse cuenta. Y partiendo de esta base solo puedo pensar que una nueva reforma, en caso de estar apoyada en el contrato único, solo obedecería al mismo fin: abaratar costes laborales y de despido, y es iluso el que crea que eso se hace para disminuir el paro.

    El señor Rosell acaba de declarar que eso del contrato único es un error, al menos en España, quizá en una de las pocas veces que coincide con los sindicatos y aún más dificilmente conmigo. Y es que en un país de camareros y con una tasa de paro africana, pretender un contrato único roza lo inaudito, lo que demuestra, por enésima vez, por quien estamos gobernados y lo poco que le importa la tasa del paro. (No sé si os habréis dado cuenta, pero a nuestros ministros les importa más la iglesia y los toros, que la economía y la educación, al menos es lo que intentan evidenciar, con bastante éxito por cierto, en sus presupuestos).
    El hecho que el contrato único sea constitucional o no carece de importancia. El actual gobierno ha hecho caso omiso nada menos que a 35 sentencias del TC, sin contar las veces que obvia la Constitución sin ninguna vergüenza, aparte que siempre la puede retocar en el Congreso a gusto del que mande en el BCE.

    Hablas de cuando lleguemos a la fase alcista del ciclo…
    Y me pregunto qué es eso de fase y de ciclo.
    Tratáis la economía como un metereólogo al tiempo, echando mano de estadísticas periódicas porque os sentís impotentes ante una aritmética, que depende de la mayor o menor estupidez del gobernante de turno, o sea inexistente.
    La economía debería basarse en predicciones basadas en cálculos más exactos que eso de ciclos y fases. Eso es como decir que hemos de llegar al fondo del pozo para empezar a resurgir, cuando cualquier empresario medio avezado sabe que el fondo no existe, o sí y es mejor no contar con él.
    En pocas palabras: de seguir gobernados por el mismo personal, la fase alcista del ciclo llegará cuando no quede una empresa viva y el paro llegue al 100%.

    Hablas de partidos socialdemócratas y hasta del PP como conservador. Y no sé en qué apoyas esta definición, personal en este caso y, por tanto, poco discutible; pero sigo sin entender de dónde sacas lo de socialdemócrata.

    No sé si lo declaré en alguno de mis anteriores comentarios, en todo caso y pese las diferencias, os felicito por el blog.

  9. […] bien un enfoque, no una medida concreta”, explica Jorge San Miguel, miembro de Politikon, uno de los colectivos impulsores del contrato único. El objetivo es acabar con la dualidad para lograr un mejor mercado laboral, si bien luego […]

  10. […] bien un enfoque, no una medida concreta”, explica Jorge San Miguel, miembro de Politikon, uno de los colectivos impulsores del contrato único. El objetivo es acabar con la dualidad para lograr un mejor mercado laboral, si bien luego […]

  11. […] más bien un enfoque, no una medida concreta”, explica Jorge San Miguel, miembro de Politikon,uno de los colectivos impulsores del contrato único. El objetivo es acabar con la dualidad para lograr un mejor mercado laboral, si bien luego […]

  12. […] 2010 y la del PP en 2012. Desde luego, no es una idea original de UPyD, sino que responde a un amplio consenso entre los economistas del que los partidos no han querido ser partícipes. Tras décadas de […]

  13. […] bien un enfoque, no una medida concreta”, explica Jorge San Miguel, miembro de Politikon, uno de los colectivos impulsores del contrato único. El objetivo es acabar con la dualidad para lograr un mejor mercado laboral, si bien luego […]

  14. […] El contrato único, del que se habla estos días, es una de las medidas que se proponen para combatir la dualidad. Una medida que obviamente no es una receta mágica ni está exenta de discusión, pero que en Politikon creemos que podría ayudar. En cualquier caso, antes de criticarla conviene entender en que consiste, y sobre todo, entender el …. […]

  15. […] El contrato único, del que se habla estos días, es una de las medidas que se proponen para combatir la dualidad. Una medida que obviamente no es una receta mágica ni está exenta de discusión, pero que en Politikon creemos que podría ayudar. En cualquier caso, antes de criticarla conviene entender en que consiste, y sobre todo, entender el …. […]

  16. […] El mercat de treball espanyol, com el dels altres països del sud d’Europa, es caracteritza per la seva rigidesa i dualitat: és difícil efectuar canvis de forma ràpida i eficaç per tal d’adaptar-se amb agilitat als canvis econòmics i socials. És per aquest motiu que a principis del 2010 des de FEDEA es va fer una proposta de contracte únic amb indemnitzacions creixents per tal de reformar el mercat de treball. El 2012 des de Politkon es va engegar una campanya a favor del contracte únic i al novembre del mateix any l’Economic Survey de l’OCDE va proposar a Espanya la introducció del contracte únic, entre d’altres mesures. I ahir mateix ho va fer la UE. Si voleu un repàs més exhaustiu de la trajectòria del contracte únic el podeu llegir aquí. […]

  17. […] más bien un enfoque, no una medida concreta”, explica Jorge San Miguel, miembro de Politikon,uno de los colectivos impulsores del contrato único. El objetivo es acabar con la dualidad para lograr un mejor mercado laboral, si bien luego […]

  18. […] Es en éste contexto donde debemos entender la propuesta del contrato único. Puesto en primera plana por la Comisión Europea aparece por primera vez en la esfera pública con el planteamiento de la reforma laboral del PSOE. FEDEA, un sólido think tank financiado por grandes empresas como BBVA, Santander, Repsol, Iberdrola o Abertis, promovía un manifiesto de 100 economistas por un contrato único con indemnización creciente y sistema de “mochila austríaca” que supone incorporar el coste de despido de forma fija en forma de cotización a una “hucha” disponible por el trabajador en caso de despido. Un sistema que ha dado en llamarse “flexiseguridad” y que supone una mayor movilidad en el ámbito laboral y menos problemas de tesorería para las empresas en caso de despido, con facilidad para ajustar plantillas. Partidos como UPyD han incorporado esta propuesta en su programa y blogs colectivos como Politikon han hecho campaña activa por la cuestión. […]

  19. […] lo tanto malvada, neoliberal y peligrosa. La realidad, sin embargo, es un poco más prosaica: como repetimos a menudo, uno puede diseñar un contrato único de izquierdas o uno de derechas, y los efectos […]

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