Economía

Por qué la deuda pública sigue siendo un problema (a veces)

30 Abr, 2013 - - @egocrata

Han pasado un par de semanas desde que saltara la noticia que el infame artículo de Reinhart y Rogoff (R&R) sobre crecimiento y deuda pública contenía algunos errores de calculo ligeramente embarazosos en Excel. Estos días parece que capturado y derrotado el ejército austeriano, los años de apretarse el cinturón se han acabado; saludemos a los héroes que descubrieron que el Mago de Oz era un señor pequeñito detrás de una cortina, y celebremos que tras tantas penurias, ahora ya podemos volver a gastar. O al menos eso parece.

Bueno, no tan rápido. Aunque R&R contenía algunos errores un tanto patéticos, hablaba de correlación entre deuda y recesión, no de causalidad y que el gran experimento austerista de los últimos años ha resultado ser un fracaso esto no quiere decir que la deuda pública no sea un desastre potencial. Los problemas de R&R como trabajo académico simplemente quieren decir que la respuesta a la interacción entre deuda y crecimiento es más compleja de lo que parece a primera vista, no que no haya una relación.

Para empezar, vale la pena recordar el artículo de Herndon, Ash y Pollin (HAP) y sus principales conclusiones. Los autores hablan de tres «errores» en el modelo de R&R que afectan a la tasa de crecimiento prevista según nivel de deuda. El primero, y más conocido, es el error de Excel; corregirlo mueve la estimación apenas cuatro décimas para países con más de un 90% de deuda pública, de -0,1% a +0,3%. Es un efecto apreciable, pero no exagerado; cuando tus resultados hablan de una caída del crecimiento del 3% a esencialmente cero, unas décimas arriba o abajo no cambian el argumento significativamente.

Los errores graves de R&R, según HAP, vienen de otras dos fuentes: omisión de algunas variables (más en concreto, algunos países de la Commonwealth inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial) y el método para agrupar los casos en el modelo estadístico. Estas dos cosas son los tecnicismos que hacen que los no-economistas huyan de forma despavorida ante el temor a ver una ecuación, pero son importantes; vale la pena fijarse en ellas.

El primer elemento, las variables omitidas, genera un poco de variación, pero no demasiada. Lo importante, en este caso, es que R&R tienen buenos motivos para no incluirlos en el modelo; los datos para esos países son relativamente malos al estar condicionados (si mal no recuerdo) por historias de contabilidad presupuestaria común con Reino Unido en la postguerra. El segundo elemento es algo que mi primera reacción fue dar la razón a HAP, pero tras un buen coscorrón de un amigo economista y un (excelente) artículo de James Hamilton, ahora no estoy tan seguro.

La idea básica es la siguiente: R&R deciden agrupar los casos por episodios de deuda, no por país/año. Si Grecia, supongamos, se tira 19 años con niveles de deuda por encima del 90% R&R toman como observación la media y mediana de crecimiento griego esos años. HAP, sin embargo, dicen que uno debe meter en el modelo 19 casos, con las 19 tasas de crecimiento distintas que Grecia tuvo en este periodo.

Esto puede parece una distinción estúpida, pero resulta que es bastante importante. Si creemos que la relación entre deuda y crecimiento es automática e independiente de dónde tiene lugar, lo que vamos a hacer es tomar cada caso por separado. Un 85% de deuda es igual de dañino en Poldavia en 1995 que en Borduria en 1972. Sin embargo, si creemos que un país como Alemania es estructuralmente más fiable que Grecia y puede sostener tasas de deuda más altas, este modelo no funciona. Es posible que la tasa de ahorro alemana sea más alta, así que un nivel de deuda mayor es menos peligroso. Puede que la balanza comercial griega sea menos favorable. O puede que estemos hablando de Japón, un país que emite deuda en su propia moneda. En el modelo de R&R, la idea implícita es precisamente esta: la deuda pública no es una variable aislada, y lo que estamos midiendo es el efecto de los niveles de deuda en ese país en ese periodo determinado. Grecia y sus 19 años viviendo peligrosamente, tomados como una única observación, es tanto su tasa de deuda pública como la «condición» inexcusable de ser un manicomio lleno de griegos; si tomamos la media/mediana de crecimiento estamos incorporando esta separación caso por caso al modelo, aunque sea de forma indirecta.

¿Qué quiero decir con esto? Dos cosas. Primero, que el modelo de estimación de R&R, incluso con sus errores, es probablemente más acertado que el modelo de HAP. Segundo, y mal que nos pese, realmente hay una correlación negativa entre deuda y crecimiento económico, incluso con errores de Excel de por medio. De hecho, incluso si no nos creemos que el modelo de R&R es superior, los datos de HAP señalan exactamente la misma conclusión, por mucho que el efecto sea menos marcado. Los países con más deuda crecen menos, de media, que los país con menos.

Comparación entre R&R y HAP (Hamilton)

R&R (2010)

HAP (2013)

Debt/GDP Mean Median Mean Median
0 to 30 4.1 4.2 4.2 NA
30 to 60 2.8 3.9 3.1 NA
60 to 90 2.8 2.9 3.2 NA
Above 90 -0.1 1.6 2.2 NA

Esto no quiere decir, por cierto, que R&R sea un buen artículo, o que los talibanes de la estabilidad presupuestaria deban sacar de nuevo el látigo. Es más, R&R sigue siendo un truñazo considerable, pero no lo es por sus errores de Excel o su peculiar modelo estadístico, sino por que nunca se para a preguntar qué determina la «letalidad» de la deuda pública en cada observación.

El modelo que utilizan, como hemos visto, da a entender que los episodios de deuda en cada país no son idénticos; los episodios de deuda se cuentan por bloques separados, no año tras año. Lo que necesitamos, sin embargo, es añadir variables para ver qué hace que un país sea más o menos tolerante a toneladas de deuda pública: ¿por qué el crecimiento japonés se resiente mucho menos que el griego, a pesar de tener toneladas más de deuda? ¿por qué Estados Unidos crece más que España, a pesar de estar más endeudado?

La idea, en este caso, sería incluir en el modelo cosas como la tasa de ahorro, exportaciones, emisión de deuda en moneda propia o historial de bancarrotas soberanas («nadie se fía de Argentina», vamos), y ver qué variables afectan la relación entre crecimiento y deuda y bajo qué condiciones. Es posible (probable, de hecho) que un país con moneda propia y sin una sola bancarrota soberana desde el s.XVII pueda ignorar completamente sus niveles de deuda a corto plazo, y que David Cameron sea un  idiota colosal. Es posible también que para aquellos países que su aportación a la historia económica haya sido la suspensión de pagos (gracias, Felipe II) y que emiten deuda en Deutsche-euros el pasar del 70% del PIB en deuda basten para generar el pánico. Esto se puede calcular con una regresión de panel con efectos fijos, si mal no recuerdo, un modelo estadístico que sé que es calculable y da resultados estupendos, pero que confieso está bastante por encima de lo que puedo calcular estos días.

En fin, resumiendo:

  • El paper de R&R sigue siendo malo, y es algo que cualquier académico medio competente te podría haber dicho hace cuatro años.
  • La crítica del HAP es bastante menos devastadora de lo que parece, y tiene algunos problemas serios.
  • Existe una relación entre deuda pública y crecimiento económico, pero no podemos decir, en base a estos dos artículos, en qué dirección va la causalidad o bajo que condiciones es especialmente peligrosa.
  • Diga lo que diga el paper de R&R, los chiflados del partido republicano en Estados Unidos hubieran trolleado Obama con el déficit exactamente con el mismo entusiasmo, y los horribles problemas estructurales de la eurozona hubieran creído los mismos dilemas. Alemania no pide austeridad porque leen artículos económicos de tercera o no quieren hacer caso a San Pablo (Krugman), sino porque no quieren pagar las facturas del resto del continente. Y la verdad, no les culpo. Por aquí abajo no hemos hecho nada para merecerlo.
  • Si el final de la austeridad finalmente llega al fin, será porque era el momento, no gracias a HAP. Estábamos viendo cambios ya antes; el artículo sólo ha sido una excusa, como R&R (mal leído) lo fue el 2009. Los políticos no cambian de opinión porque leen Politikon y se iluminan; lo que hacen es responder a incentivos. Esto es lo que está pasando.

Esto no quiere decir que ahora apoye la austeridad de manera entusiasta, ni mucho menos, pero sí refuerza una idea que os debería ser familiar: el problema es mucho más complicado de lo que parece a primera vista, y las recetas pasa salir de la crisis son muy distintas en España que en Alemania o Estados Unidos. Si alguien hace que la economía parezca fácil, desconfiad de inmediato. Y sí, esto incluye esta bitácora a veces.

Por cierto, sí, este artículo representa un cierto cambio de opinión respecto a mi (airado) artículo anterior. A veces pasan estas cosas, incluso en internet.


15 comentarios

  1. La Maceta Universal dice:

    Yo tengo una pregunta abierta, ¿por qué nunca se incluye una medida de dispersión en las tablas que se muestran? Creo que también sería importante para el análisis, ¿no es así?

  2. HPerezTapia dice:

    Roger,

    me parece que este artículo es mucho más ponderado que el anterior, y por ello se entienden mucho mejor tus argumentos.

    En cualquier caso, un matiz a la explicación: cuando hablas de la omisión de algunas variables, también hay que tener en cuenta e incluir una mención a que se omitieron otras variables que daban más fuerza al análisis de R&R (por ejemplo España en los años 60, según su propio artículo de defensa contra el artículo de HAP).

    Por último, sigo sin entender porqué algunos seguís con la matraca de la austeridad. Únicamente respecto a España y sus gastos: en 2007 el sector público español gastó 412 mil millones de euros; en 2012, 492 mil millones. ¿dónde ves tú aquí la austeridad? Me podrás hablar de la caída de ingresos (que ha sido enorme, es cierto) pero aún habrá que explicar porqué a un aumento del 20% en los gastos durante la crisis se le llama austeridad en vez de fase expansiva contracíclica (lo que parece que proponeis algunos).

    Dejemonos de dialéctica ideológica y llamemos a las cosas por su nombre real: despilfarro.

    Héctor

    • Dora dice:

      Uyuyuy, ya verás el tocho que te suelta epicureo cuando lea este comentario.

    • Saulo dice:

      Hector,

      Buenos días. La diferencia de gasto público entre 2007 y 2012 corresponde al aumento de la partida correspondiente a las prestaciones y subsidios por desempleo, la cual se come no sólo ese 20% sino parte de lo que se ha ido restando a otras partidas (inversiones reales, gastos de personal, gastos corrientes en bienes y servicios, etc.)

      Habría que ver, asimismo, la evolución relativa a la parte correspondiente al pago de intereses derivados de la emisión de Deuda Pública, la cual, en estos momentos, parece que supera en cuantía a la totalidad de los créditos asignados para gastos de personal en el global de la Administración General del Estado.

      Sí hay austeridad, y mucha, pero eso no impide que las prestaciones por desempleo sigan cumpliendo la función de estabilizadores automáticos de la renta sustituyendo los salarios que el sector privado ha dejado de abonar y que el Estado deba de seguir prestando servicios esenciales aún a costa de acarrear obligaciones financieras superiores a las que existían cuando estábamos en la fase alta del ciclo.

  3. Epicureo dice:

    Si tienes en cuenta el 12 % de inflación (50 G€) y el aumento de los intereses de la deuda (>20 G€) se te va prácticamente todo ese «aumento» sin que haya habido ningún aumento del gasto real.

    Y si tienes en cuenta que sólo el aumento en las prestaciones de desempleo suponen más de 20 G€, más el incremento del número de jubilados, y los subsidios no contributivos a los cada vez más pobres, entenderás que en lo demás sí ha habido austeridad. Sobre todo en lo que puede generar crecimiento, la inversión pública, que ha desaparecido.

    Quizá no se haya recortado donde debía y quizá siga habiendo despilfarro, pero vamos, esto no tiene nada de «fase expansiva contracíclica».

    Y ya se acabó el tocho.

    • Sermón dice:

      Eso habrá que explicárselo a Juanma López Zafra que anda soltando subnormalidades en Twitter y diciendo que en España no se está aplicando austeridad.

  4. Carlos Jerez dice:

    Hola Roger, gracias por el artículo, muy bueno salvo cuando te pierdes un poco (las bancarrotas de hace siglos no importan una mierda, perdonadme, para tener dudas sobre nuestra sostenibilidad fiscal, sino las cifras actuales y futuras).

    Para el común de los mortales, yo el primero, entender que el paper de RR u el de otras personas es muy bueno o es pésimo es muy difícil. Lo que hacemos a menudo es tomar referencias, algunos toman académicos de prestigio (en el mundo académico) pero es difícil distinguirlos (gracias nadaesgratis.es) viniendo desde afuera, otros cogen a cualquier extremista que confirme sus ideas (Rallo o Navarro) y algunos de los que aquí comentamos te cogemos a ti (digamos moderado que se apoya en la ciencia ortodoxa) porque igualmente que los extremistas nos gusta como suenas.

    El problema es que ni periodistas ni políticos tienen las suficientes capacidades ni incentivos para hacer otra cosa y por lo tanto acabamos apoyando unas políticas económicas u otras no porque tengamos la capacidad de distinguir si es buena o no, sino porque nos han/hemos convencido de que son buenas sin ninguna base real.

    Por todo esto siempre digo lo mismo, reconozcamos nuestra ignoracia (la de la mayoría, que no hemos estudiado a fondo cada materia)) en cuestiones de política económica (es decir, no sabemos que tipo de contrato laboral, sistema educativo, o selección de funcionariado es mejor), no demos excusas a políticas indeseables (corrupción, clientelismo), y pensemos a largo plazo (apostar por capital humano antes que el físico, protejamos el medio ambiente, etc).

    Saludos.

  5. HPerezTapia dice:

    Saulo, Epicúreo,

    En primer lugar, gracias por las contestaciones. No obstante las mismas, admitiendo vuestros argumentos y datos a efectos puramente dialécticos, me resulta que el incremento de gastos derivado de la deuda + gasto asistencial básico + inflación es de 90.000-100.000M€ mientras que el incremento que yo señalaba era de 80.000M€.

    Es decir que, desde el pico de la crisis en 2007 hasta el 2012, hemos conseguido recortar gastos por otros conceptos en 10.000-20.000M€. Vamos, todo un éxito de la austeridad.

    Mi argumento es que si admitimos que los ingresos fiscales no van a volver al nivel de antes de la crisis dado que la construcción no va a aportar los recursos que antes aportaba, el gasto público que tenemos ahora es inasumible a medio plazo porque no responde a una estructura presupuestaria coherente. Y llamar austeridad a lo que se ha hecho hasta ahora es una perversión del lenguaje.

    Héctor

    • Epicureo dice:

      Si supones que la crisis no va a terminar nunca y vamos a seguir teniendo siempre un 27 % de paro, los ingresos fiscales serán el menor de nuestros problemas. El hundimiento no será sólo económico, sino social y político.

      Si en cambio supones que a medio plazo la economía va a volver a la normalidad, a los niveles de paro del 15 % que se dan cuando no hay crisis ni burbuja (o menos, si algún gobierno inteligente hace reformas adecuadas), entonces el actual nivel de gasto público es asumible. Y no digamos si de paso se hace una reforma fiscal que estabilice un poco los ingresos.

      No voy a negar que el gasto público se puede mejorar en su estructura, que hay incoherencias y despilfarros. Pero bajar el gasto público en una crisis tan profunda, aunque sea no tanto como algunos quisieran (y menos mal) puede considerarse austeridad.

      Y atendamos a los hechos: las economías no se recuperan a base de austeridad, eso no ha ocurrido nunca. Para eso hacen falta medidas expansivas del gobierno, o bien aprovechar las medidas expansivas de otros gobiernos para exportar. Y esto último no podemos hacerlo, ya que carecemos de tejido industrial y de capital, y no controlamos la política arancelaria o cambiaria.

      • Ainsthrilln dice:

        Pues para no poder exportar, la mejora de la balanza comercial no dice lo mismo.

        A pesar de que está toda Europa en recesión, e incluso Alemania tiene crecimientos paupérrimos, España exporta hoy más que antes de la crisis, y tiene superávit con Europa por primera vez desde antes de entrar en la UE.

        Con crecimientos a Asia y África del 10-20%.

        Si Alemania se pusiese a crecer, con subidas de salarios y gasto público, las exportaciones generarían crecimiento. No el suficiente para volver a un paro normal, pero crecimiento.

        El problema es que todo el área está estancada.

        • Epicureo dice:

          España exporta más que antes de la crisis, pero el equilibrio comercial se ha logrado principalmente porque se importa mucho menos, o sea, porque hay una depresión tremenda. Y no se ha logrado por la apertura de nuevas empresas, sino porque las empresas actuales se las han ingeniado para comercializar fuera una parte de lo que no venden dentro, por lo cual les felicito. Pero eso tiene límites.

          Crecer a base de exportaciones es meterse en un juego de suma cero. Para que haya un exportador neto tiene que haber un importador neto. ¿Le apetece a Alemania ser importador? ¿Vamos a confiar en que hagan ellos lo que nos prohíben hacer a nosotros? ¿Por qué?

          ¿Y qué significación tiene el que las exportaciones a Asia y África aumenten un 20 %? Ninguna, ya que para empezar eran casi simbólicas. Si pasas de tener un euro a tener dos has aumentado el 100 %, pero no te has hecho rico.

  6. Elrohir dice:

    Me ha gustado el post.

    Respecto a la gran presencia mediática del Excel-gate, yo estoy convencido de que lo están usando como cabeza de turco (todos los partidos). Ante la evidencia de que los recortes no están sirviendo para nada, se presenta la necesidad de reconocer el error y cambiar de políticas (dejemos aparte la cuestión de qué políticas deberían substituir a la actual) o bien huir hacia adelante ignorando la evidencia, si se prefiere esto al daño a la imagen que supondría declararse equivocado y/o no ser capaz de presentar alternativas.
    En este dilema, la aparición del error de R&R presenta la excusa perfecta para solucionarlo, permitiendo presentar el giro político dentro de una estrategia continuista de seguimiento de la evolución del estado del arte (Es bien triste, porque lo que hacen muchos políticos parece todo menos eso).

    Es por esto que yo creo que prensa y comentaristas de todos los colores han amplificado tanto esta noticia: a la oposición le sirve para criticar al gobierno, y al gobierno le va a servir para dar un giro a sus políticas sin «haber estado nunca equivocados» (muy al estilo de 1984).

    A causa de esto, tenemos a la prensa vendiendo la retirada de un articulo de tercera como si fuera el descubrimiento de la pólvora.

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