Economía

En defensa de la ineficiencia sindical

26 Mar, 2013 - - @egocrata

Los economistas siempre andan obsesionados con las distorsiones en los mercados. Cuando un actor económico interviene creando regulaciones, fijando precios o creando mini-monopolios, lo que vemos siempre es una pérdida de eficiencia que hace que el bienestar colectivo se reduzca. Esta clase de ineficiencias pueden aparecer cuando una empresa gigante domina un mercado de forma apabullante, cuando el estado crea una regulación que protege a ciertos empresarios en perjuicio de otros, o cuando los sindicatos, esas criaturas infernales, fijan salarios por encima de lo que dictaría el mercado, y causan inflación, caídas de la inversión y toda clase de males económicos.

Al menos esta es la idea tradicional sobre los sindicatos. Hace unos días Daron Acemoglu y James Robinson (sí, los que hablan de élites extractivas en sus ratos libres) publicaban un artículo (vía) señalando que los economistas probablemente deberían preocuparse menos de las pérdidas de eficiencias a corto plazo cuando recomiendan medidas que debiliten el poder de las organizaciones obreras, y más sobre las consecuencias políticas que la pérdida de peso de los sindicatos pueden acarrear a largo plazo. Más en concreto, señalan el hecho que sin un movimiento sindical fuerte los empresarios, que ya tradicionalmente tienen una influencia desproporcionada (leed este artículo de Larry Bartels, anda), no tienen un contrapeso político efectivo, dando paso a políticas públicas horriblemente favorables a los intereses del capital:

Faced with a trade union exercising monopoly power and raising the wages of its members, most economists would advocate removing or limiting the union’s ability to exercise this monopoly power, and this is certainly the right policy in
some circumstances. But unions do not just influence the way the labor market functions; they also have important implications for the political system.

….Because the higher wages that unions generate for their members are one of the main reasons why people join unions, reducing their market power is likely to foster de-unionization. But this may, by further strengthening groups and interests that were already dominant in society, also change the political equilibrium in a direction involving greater efficiency losses. This case illustrates a more general conclusion, which is the heart of our argument: even when it is possible, removing a market failure need not improve the allocation of resources because of its impact on future political equilibria. To understand whether it is likely to do so, one must look at the political consequences of a policy: it is not sufficient to just focus on the economic costs and benefits.

Este argumento, sin embargo, es sospechoso por dos motivos. Primero, porque me da la razón, o más concretamente, porque está peligrosamente cerca de mis prejuicios. Cuando esto sucede, más vale andar con pies de plomo.

Segundo, y más importante, la definición de «poder sindical» e influencia sobre el sistema político es complicada, y es difícil decir cuándo estamos debilitando a un actor político necesario y cuándo estamos eliminando regulaciones laborales estúpidas. La explicación de Acemoglu y Robinson es muy pertinente en países anglosajones; tanto en Estados Unidos como en Reino Unido los niveles de desigualdad se dispararon en paralelo a la muerte de sus movimientos sindicales (completa en Estados Unidos, parcial en Reino Unido). En otros países, sin embargo, la explicación es algo más ambigua, y necesita una descripción más detallada sobre el apoyo social real de los sindicatos y sus niveles de afiliación, y si su influencia en depende de su militancia. En España tenemos unos sindicatos con un poder de mercado enorme (los convenios afectan tanto a afiliados como no afiliados) pero con una militancia reducida y muy concentrada en el algunos sectores. Hemos hablado varias veces de los orígenes de la espantosa dualidad de nuestro mercado laboral, y ciertamente tiene algo que ver con la peculiar estructura del movimiento obrero en nuestro país.

Dejando de lado estas objeciones, sin embargo, la tesis principal me parece relevante: cualquier decisión de política económica debe tener en cuenta sus efectos políticos a largo plazo. Los economistas deberían estar dispuestos a aceptar pequeñas ineficiencias económicas de vez en cuando si eso evita resultados políticos contraproducentes a largo, caso de la guerra de clases vivida en Estados Unidos las tres últimas décadas que han acabado por ganar los ricos (y sí, la excesiva desigualdad tiene consecuencias económicas negativas a largo plazo). Los sindicatos serán un incordio, pero cumplen una función necesaria en el ecosistema político.

Mientras tanto, los líderes de la eurozona deberían tomar nota en este aspecto, y dejar de lado su malsana obsesión con castigar a los «países irresponsables» para evitar riesgo moral. Quizás esta actitud tenga una racionalidad económica impecable, pero destruir el sistema político de cinco países europeos para dar ejemplo es probablemente una mala idea a largo plazo. Al menos no parece una gran idea, ciertamente.


58 comentarios

  1. Undry dice:

    A mi se me ocurren un par de cosas para mejorar eso:

    – Los sindicatos deben vivir de las cuotas de sus afiliados no de ayudas públicas directas.
    – Los convenios que firmen los sindicatos (o grupos de sindicatos) sólo afectan a sus afiliados. El resto, o se van al convenio del sector o que se busquen la vida individualmente.

    Saludos

    • Jose R. dice:

      Undry, ¿y el convenio del sector quien se lo negocia? ¿Rita?, en fin…

      • Marc dice:

        Desde la más profunda ignorancia, porque debería haber un convenio de sector?

        La situación de una empresa del sector quizás no es la misma que otra, porque ambas deberían tener el mismo convenio. Con convenios sectoriales no estas homogeneizando y complicando empresas del mismo sector con situaciones distintas?

        • Jose R. dice:

          Por muchos motivos… entre otras porqué una empresa de Paco y 4 currelas no pueden dedicarse a negociar convenio propio, el del sector es un suelo, marca unos mínimos, por eso toooooodos los convenios de empresa siempre superan los del sector.

          • Marc dice:

            Si dices que todos los convenios de empresa superan los del sector, entonces porque hacer uno de sector?

            E incluso, porque Paco y sus 4 empleados no pueden hacer un convenio? Al ser 5 seria bastante fácil ponerse de acuerdo.

            Sigo sin entenderlo.

            • Jose R. dice:

              Marc, no es una cuestión de «ponerse de acuerdo», 4 trabajadores y un empleador no tienen tiempo, formación, etc.. para dirimir todos los aspectos que plantea un convenio colectivo.

              Por otro lado, la relación de poder entre empleador y empleado en una empresa pequeña, es como poco bastante favorable al empleador. Por no hablar de los efectos de eliminación del dumping salarial de la competencia, todos los actores saben cuál es el suelo salarial del sector y es algo en lo que no gastan energías para competir a la baja o pelearse.

              Hay toneladas de documentación a favor de los convenios sectoriales (se discute si el ámbito de negociación mejor de estos es el estatal, el autonómico o el provincial).

              • Carlos Jerez dice:

                Es un buen debate. Yo me planteo una tercera opción que es que el estado, dando voz pero no voto a empresarios y sindicatos, fije los salarios mínimos por sectores igual que lo hace con el salario mínimo general (para no afiliados). Aunque no se si sería mejor simplemente tener unas clausulas de descuelgue fáciles de hacer efectiva.

                Deberás, es un tema interesante y controvertido, por lo que si los que sabéis más (o algo más que la mayoría de nosotros) os ponéis a debatir los pros y contras de cada solución sin caer maniqueismos ganaríais muchos lectores (o por lo menos mi atención).

                En cuanto al post en sí, está bien para cambiar un poco de la perspectiva típica, ya que todos los que hemos estudiado economía «sabemos» que lo más eficiente es reducir el poder negociador tanto de empresarios como sindicatos. Pero por supuesto la complejidad del asunto da para más de una visión sobre el tema. Gracias @Roger por darte cuenta que puedes estar siendo subjetivo.

                • Jose R. dice:

                  «Yo me planteo una tercera opción que es que el estado, dando voz pero no voto a empresarios y sindicatos, fije los salarios mínimos por sectores igual que lo hace con el salario mínimo general »

                  El estado es más ineficiente que los actores sociales para dictaminar salarios mínimos sectoriales, pero más allá de eso un convenio es algo mucho más que determinar unas condiciones salariales. Leed uno.

                  • Carlos Jerez dice:

                    Te creo en las dos cosas. Por cierto, ¿en los sindicatos se discute como reducir el poder de mercado de los empresarios o se centran en aumentar el propio? Entiendo que pueda ser considerada una tarea de consumidores y ciudadanos en general.

  2. polkillas dice:

    Y las leyes que aprueba un partido solo deben afectar a sus votantes…

    ¿Quién decide entonces el convenio del sector?

    • Undry dice:

      Supongo que sabrás distinguir entre una ley y unas condiciones laborales ¿no?

      Lo de la decisión del convenio del sector es una buen planteamiento. Incluso se puede definir un convenio de mínimos intersectorial (ni siquiera un convenio de sector) y a partir de ahí, cada empresa, que se negocie sus condiciones.

      Que no te quieres implicar en la vida laboral con tus compañeros, no hay problema, te quedas con ese mínimo.

  3. Jose R. dice:

    Roger:

    Hay afirmaciones sobre la proporción de afiliación por sectores que deberían requerir un poco de ciencia, antes que prejuicios:

    http://www.joserodriguez.info/tesina-jose.pdf

    • Roger Senserrich dice:

      Lo siento, sigo sin verlo. ¿Hay más funcionarios que camareros con contrato temporal afiliados o no?

      • Jose R. dice:

        Sí y no… en % sí, en absoluto no.

        • Unoquepasa dice:

          Tú mismo te respondes. Estás haciendo el ridículo.

          • Jose R. dice:

            Bien, ad-hominem y hombre de paja en menos carácteres que un twitt.

            En % hay más afiliados que son funcionarios o trabajadores industriales, en números absolutos no y eso es importante, los sindicatos españoles son de los que más viven de las cuotas de afiliados y la zona donde pueden crecer y de donde cada vez más dependen económicamente son el perfil que comenta Roger.

  4. JJ dice:

    Tema fascinante el de la representación sindical en países democráticos:

    + Cuál es el contrapeso de los empresarios? El sindicato … … o una legislación laboral adecuada?

    + Como bien se ha dicho, en España los sindicatos nos representan, ¡¡¡¡ queramos o no !!!! Es una regla bastante curiosa, de la que no creo que mucha gente sea consciente.

    Cuál ha sido el efecto en España de la labor de contrapoder de los sindicatos? Una defensa general de los intereses de los trabajadores, o de los insiders empleados vs. los outsiders desempleados?

    La valoración del instrumento sindical no puede ser la misma en sociedades con derechos políticos que en las que no los tienen.

    • Carlos Jerez dice:

      Excelentes preguntas, sobretodo los efectos que hayan podido tener la labor de los sindicatos en España. Como me imagino que es un tema defícil, me pregunto: ¿tiene Politikon algún experto en Economía Laboral? Si no es así, buscadlo por favor (y si no recomendad alguno, alguien que complete la labor de J. R.). Aquí se habla muchísimo del tema, porque es importante y más en España con tanto desempleo, temporalidad y bajo crecimiento de la productividad.

  5. Manuel H dice:

    Sin convenio del sector sería aún mejor. Si no te afilias no tienes convenio, y punto.

    Eso haría que los trabajadores no sólo se afiliasen, sino que les interesase que su sindicato fuera el que obtiene las mejores condiciones. De rebote, eso estimula a los sindicatos a mejorar las condiciones de sus afiliados en competencia con los demás sindicatos.

  6. Komatsu dice:

    Creo que hay que tener en consideración dos aspectos muy importantes:

    El primero de ellos es que en España los convenios tienen eficacia general. Éstos se aplican a todos los trabajadores que se encuentren dentro de su ámbito de aplicación ,independientemente de su afiliación o no a los sindicatos que negocian. Quizás esta sea una razón por la que reciben dinero público, no sé.

    En segundo lugar, en España se garantiza que nadie puede ser obligado a afiliarse a un sindicato; en consecuencia, lo que algunos planteáis supondría una violación indirecta de esta libertad o derecho.

    • Manuel H dice:

      Es de «nadie puede ser obligado» será porque a los Colegios profesionales no se les considera sindicatos pese a ser asociaciones de trabajadores de un sector concreto ¿no?

      • Komatsu dice:

        Son dos instituciones diferentes, estando amparada la creación de Colegios Profesionales por la CE, artículo 36 si no me equivoco. Además, la jurisprudencia constitucional establece que la colegiación obligatoria no es contraria al artículo 22 y 28 CE ya que dicha obligatoriedad se justifica no en atención a los intereses de los colegiados sino en garantía de los usuarios o destinatarios de dicha profesión.

        • juan dice:

          En ese caso yo también creo que los colegios profesionales no deberían tener colegiación obligatoria.
          Un abogado puede ser el mejor sin ser del colegio, un médico puede ser el mejor sin ser del colegio.
          No acabo de entender si para esas profesiones hace falta un título concreto, si se posee, ¿qué narices pinta el colegio?

  7. Jose R. dice:

    Sobre el tema de la aplicación de convenios, sentencia del Tribunal Constitucional prohíbe expresamente acuerdos que solo sean de aplicación para afiliados, el convenio colectivo es de aplicación general, o eso o modificas la constitución.

    Por otro lado, en países con densidades sindicales altas esto fuerza a que te afilies, en bajas lo que consigues es que los convenios casi no tengan aplicación y es lo que ha ocurrido en USA y Japón. YO no recomiendo aplicar eso en España porqué solo tendrán convenio los de la SEAT. Mi recomendación es la del modelo alemán que estés o no afiliado, SI QUIERES, que te apliquen convenio has de pagar al sindicato (el afiliado ya lo hace y el que no descuento en nómina directo a las arcas de la central sindical), con lo cuál generas dos incentivos positivos:
    a) Visualizas el trabajo de los sindicatos entre los trabajadores con lo cuál saben a quien paga y cuanto les cuesta, y por tanto son capaces de exigir a estos, no solo en unas elecciones sindicales.
    b) La financiación de los sindicatos pasa a ser algo digno, y no el truño que es ahora, y evitas que haya malas prácticas. Para que os hagáis una idea, el sindicalismo español lo realizan 300.000 voluntarios (delegados sindicales electos), 4.000-6.000 liberados sindicales (delegados que se dedican en exclusiva a ello) y tan solo 4.000 profesionales (técnicos, abogados, economistas, expertos). La ratio en Europa es mucho más favorable a más liberados (delegados de dedicación exclusiva) y sobretodo cuentan una proporción 10 veces superior de profesionales que respaldan la labor sindical. Si quieres que tu convenio lo negocie alguien que sepa de economía, leyes laborales, etc.. y no sea solo un puñetero voluntario que no tiene esa formación eso ha de pagarse.

    • Unoquepasa dice:

      Los miles de millones de euros que van a las arcas de los sindicatos en concepto de «formación laboral»…¿te los ahorras?

  8. Valenciano dice:

    El problema actual de los sindicatos es que han dejado de ser sindicatos tal y como los entendemos los trabajadores.

    En primer lugar, deben dejar de vivir de dinero público puesto que esto supone (o puede suponer) un control indirecto de los mismos. Sin olvidar los topos que introducen las empresas en los mismos sindicatos.

    En segundo lugar, ¿por qué debe existir la figura del liberado? tanta tanta faena tienen como para no hacer su trabajo habitual. De esta manera se ha generado un grupo de «sindicalistas» vividores que hacen, a la vista de los hechos poco o nada. Una manera de implicar a más personas es dividir el trabajo del sindicato.

    En tercer lugar, cuando uno quiere entrar con sus buenas intenciones se topa con todo un entramado de chanchullos y lameculismo desorbitado. Por no hablar de lo fácil que te venden.

    En cuarto lugar, todos los acuerdos establecidos por los representantes deben ser refrendados y aceptados por todos aquellos afiliados…no como ahora, donde hemos visto como representantes sindicales han firmado acuerdos que perjudicaban a sus afilidados.

    Donde quedaron aquellos tiempos en los que los sindicalistas se partían la cara por sus compañeros empleando un mínimo de horas de su trabajo y muchas de su vida personal. Ahora no, toda la labor sindical la hacen en su horario laboral (que como ideal es bueno).

    • Jose R. dice:

      «Donde quedaron aquellos tiempos en los que los sindicalistas se partían la cara por sus compañeros empleando un mínimo de horas de su trabajo y muchas de su vida personal. »

      Es decir tú quieres un sindicalismo que lo hagan amateurs, que se financie basicamente de sus cuotas, etc… Lo más parecido ya no en la UE sino en todo occidente es el sindicalismo español. 300.000 delegados amateurs frente a 6.000 liberados y 4.000 profesionales que les apoyan. El 80% lo reciben de las cuotas de sus 3.000.000 de afiliados. Las ratios en Europa son muy distintas.

      Pero vamos, si crees que el voluntarismo es lo que te sacará las castañas del fuego ¿porqué no haces tú de delegado sindical y te mojas un poco en lugar de exigir que los tipos lo tengan que hacer jugango con el tiempo que dedicarían a su familia o su vida personal?

      • juan dice:

        Hay casi 60.000 liberados sindicales.
        Respecto a amateurismo, hay quien está toda la vida liberado y no es capaz de sacarse la carrera de derecho, para eso tienen sus abogados los sindicatos QUE COBRAN por las gestiones.
        Y de la misma forma que hay gente que dedica su tiempo a ayudar a los demás sacrificando el tiempo personal y de sus familias en Cáritas, Cruz Roja y otros, quien le interese esto que lo haga igualmente.

        Esto de que querer ayudar viviendo mejor que uno es la repera. Jesucristo dió la vida por los demás según la Biblia, Ernesto Guevara «el Che» dió la vida por los demás según su particular visión del mundo, y muchos otros, como para tener que oir de políticos y sindicalistas «que dedican su vida a los demás» cuando en esa dedicación viven mejor que mejor por no hablar.

        Los representantes de CCOO en Cajamadrid votaron sustituir al catedrático Jaime Terceiro por Blesa, que multiplicó por 18 el sueldo de Terceiro a la par que se se subieron las retribuciones al consejo.

        El mundo avanza, ya no hay analfabetismo, toda la jurisprudencia laboral está a tiro de tecla de Google.

        • Jose R. dice:

          «Hay casi 60.000 liberados sindicales.»

          Será en Marte, la CEOE reconoce un máximo de 4.000, estoy tirando muy alto diciendo unos 6.000. Según el EIRO, España es el país con menor número de horas sindicales por delegado.

          » de la misma forma que hay gente que dedica su tiempo a ayudar a los demás sacrificando el tiempo personal y de sus familias en Cáritas, Cruz Roja y otros, quien le interese esto que lo haga igualmente.»

          Se llama CNT y tiene 10.000 afiliados a lo sumo, en el mejor de los cálculos. Si lo que quieres es un sindicalismo general y no solo de voluntarismos bonitos, que llegue a 3.000.000 de afiliados y negocien convenios para millones de trabajadores ese modelo es insuficiente. Cuando tú reúnas una organización con 300.000 voluntarios me lo cuentas.

          «toda la jurisprudencia laboral está a tiro de tecla de Google.»

          Ya… ¿y? ¿tú vas a negociarla? ¿tú vas a negociar tu convenio? ¿te vas a molestar en aguantar la paliza de un currante que tiene un problema grave y tener que ser tú el que se lo resuelvas? «San Google» es información no es conocimiento, ni sabiduría.

          • juan dice:

            Sumando horas de liberación parcial en pymes igual si saldrían el importe mencionado.

            Prefiero a la CNT, que al menos no se dedica al conchabeo ni a asignarse retribuciones millonarias en consejos de Cajas o empresas públicas ni a votar incrementos de retribución del 1800% para gente «tan obrera tan obrea» como Blesa.

            Como yo parto de la premisa de que no hay nadie tonto creo que tanto yo como cualquier otro, dadas las circunstancias, convertiríamos la información de Google en conocimiento.

            Y por supuesto, si fuese un joven trabajador en una fábrica de automóviles, preferiría negociar yo antes que el «establishment sindical» me condene a ganar la mitad que los de su generación.

          • tremere dice:

            En el 36, sin google ni buenas comunicaciones y con muchos mas problemas CNT tenia sobre un millon de afiliados asi que va a ser que estas equivocado.

            • Jose R. dice:

              Sí, claro.. y estamos en el 36, el sindicalismo de la CNT es eso… 10.000 personas afiliadas y solo sirve única y exclusivamente para esas 10.000 personas ya que no negocian convenios.

          • juan dice:

            tantos economistas en la UGT y mira la PSV, se quedaron el dinero de los cooperativistas, en su mayoría trabajadores, para no tener mentalidad empresarial tienen los mismos hábitos que tiburones como Maddof

  9. juan dice:

    De la misma forma que yo no creo que la democracia representativa se realmente «democracia» no creo que un sindicato (o patronal) me pueda representar.

    ¿quién está más cerca de ser clase obrera, una señora con una mercería y una persona contratada a tiempo parcial que le ayuda o un liberado sindical de la banca que además pertenece a un consejo de administración de una caja de ahorros? Pues eso.

    Además los sindicatos no defienden a los trabajadores por igual, defienden a los que están más seguros y además defienden que aún lo estén más. Hemos visto vergonzosos ejemplos de propuestas sindicales de dobles escalas laborales (por ejemplo en la automoción), de forma que quien tiene 55 años, compró un piso que pagó en 10-15 años gana el doble por el mismo trabajo que alguien de 25 que trata de incorporarse a la vida adulta y tener una familiar, tener un piso (o alquilarlo) pero sabe que la renta a dedicar va a ser muy superior a la de su «compañero mayor» en su momento.

    Y no digamos de cuando se cae un sector (pongamos el textil en mi pueblo) y vemos que los mayores de 50 años se quedan 10 años en estado precario y luego una minipensión de jubilación, y compárese con las prejubilaciones en bancos y cajas.

    De entrada no me puede representar «un liberado», sus condiciones y modo de vida no es el mío. De la misma forma que hay trabajadores que luego son castellers, falleros, remeros en traineras o judokas, si alguien tiene inquietudes sindicales y ese afan de ayudar a sus compañeros que las ejerza en su tiempo libre.

    No va a entender mis problemas quien no los sufre por igual.

    • Undry dice:

      «Además los sindicatos no defienden a los trabajadores por igual»

      Vamos a ver, si eres un delegado sindical ¿por quién te preocupas más? ¿por el que tienes a tu lado y te apoya (sea afiliado o no) o por el que te da la espalda continuamente y solo se acuerda de tí cuando le pasa algo a él (no al de al lado, a él) y luego viene a llorar a los foros con lo de «no nos representan»?

      Por que de esos conozco un montón. Luego, cuando hay una concentración de 10 minutos delante del trabajo (mira que lo pongo fácil) para evitar una segregación, en «no representado» ni aparece.

      • juan dice:

        Bueno, estamos en una situación donde cualquiera puede ser la causa y cualquiera el efecto. En una empresa donde los sindicatos han negociado una doble escala laboral ¿esperan que se afilien los nuevos?

  10. JuanAV dice:

    Los comentarios se han llenado de prejuicios y de leyendas urbanas, como la de los sindicatos viven del dinero público. José R. ha dado respuesta e intentado explicar algunas cosas, pero ha sido inútil: se siguen repitiendo los mismos tópicos equivocados.

    Sí. Los sindicatos tenemos subvenciones, pero son una ínfima parte de nuestros ingresos. José R. ya ha dicho que el 80% de los ingresos provienen de las cuotas de los afiliados. Son pocos; es cierto, pero, como también se ha explicado, hay muy pocos incentivos para afiliarse a un sindicato, ya que todos los trabajadores se benefician de los convenios que firman. Debatamos sobre si eso se ha de cambiar o no, pero no pretendamos que los sindicatos trabajen para todos y lo paguen solo los afiliados. José R. también ha hecho una propuesta sobre este asunto.

    Yo soy un liberado (una forma graciosa de llamarlo) y mis características no coinciden en absoluto con algunas de las descripciones que se han hecho en los comentarios; las de los otros liberados que conozco, tampoco. Cuando aparece un vividor, chanchullero… nos deshacemos de él.

    Finalmente, repito lo dicho por José R., creo que dos veces: ¿realmente alguien piensa que unos cuantos aficionados con buena voluntad se pueden sentar en una mesa con una representación empresarial llena de abogados y economistas y negociar un convenio?

    • juan dice:

      ¿qué porcentaje de esos «profesionales» son abogados y/o economistas para sentarse con esa representación empresarial de abogados y economistas?

      ¿tenemos porcentaje?

      • Jose R. dice:

        Los sindicatos también cuenta con trabajadores en plantilla, profesionales que se dedican a acompañar al representante sindical. Aquí y en Cuenca. Lo que no aprendes en una facultad es a ejercer la representación legal de los trabajadores, hay un doble papel, el político-sindical y el técnico y ambos están separados.

        • Unoquepasa dice:

          El político representa y lidera, el técnico asesora. ¿Dónde está el problema para que el político sepa de dónde viene? Madre mía.

        • juan dice:

          Vaya, como los políticos y los asesores. Más a mantener porque la gente de abajo somos pobres ignorantes. Uff, no cuela.

          ¿No podrían los sindicatos obligar a aquellos que deseen liberarse a tener 2 ó 3 carreras?

          • Jose R. dice:

            Cuando los que tienen dos o tres carreras quieran ser delegados sindicales, ser escogidos por sus compañeros y sacrificar su carrera profesional y quedarse estancados (el liberado cobra lo que gana en la empresa) entonces tal vez. ¿No?

            Ah.. cuanto listillo de tres al cuarto que hay.

            • juan dice:

              ¿Sacrificar su carrera profesional y quedarse estancados?

              Nada tiene porqué ser para toda la vida, uno puede ser sindicalista y trabajador unos años, y luego emprender una carrera distinta en otra empresa, en la administración o montar una empresa.

              • Alatriste dice:

                En primer lugar, las «carreras distintas» las empieza uno desde abajo. Si eso no es sacrificar una carrera profesional… pero es que además

                1. Existe una incompatibilidad básica de carácter entre ser sindicalista y ser empresario. Lo que dices es tan delirante como sugerir que un empresario se retire (porque «nada tiene por qué ser para toda la vida») y se meta a sindicalista. Con esos temas se podrían hacer dos excelentes comedias francesas, pero en la vida real… como que no.

                2. Pensar que un empresario va a contratar lleno de alegría a un conocido sindicalista es vivir en los mundos de Yupi, pero es que además si alguna lo hiciera ya podemos imaginarnos todos los titulares insinuando, o directamente afirmando, que tiene que deberle favores.

                3. Nos queda la administración. En la práctica no creo que te pareciese tan bueno que los sindicalistas veteranos se convirtieran en funcionarios, pero en cualquier caso para entrar en la administración hay unas oposiciones y se empieza desde abajo.

                • juan dice:

                  bueno, yo creo que un mundo mejor es el que tiene movilidad social y el que si hay más gente que pasa por ambas situaciones entiende más al «otro lado», unos y otros.
                  Lo de ponerse en los zapatos del otro y tal que dicen los sajones.

          • Jose R. dice:

            Pero vamos, obvias, por ejemplo que sindicalistas de primera línea tienen dos o más títulos universitarios. Por ejemplo Cándido Méndez es ingeniero industrial. Y que en el staff técnico de los sindicatos abundan los economistas, abogados, técnicos laboralistas, etc.. pero vamos, a pedir lo que ya existe no nos gana nadie.

    • Komatsu dice:

      Lo que considero que es innegable es la opacidad que rodea a las cuentas de los sindicatos y de las asociaciones empresariales. Una pregunta, ¿el Tribunal de Cuentas audita las cuentas de sindicatos y patronal?.

      Respecto a la financiación de éstos, no es la primera vez que escucho a los líderes de las grandes centrales sindicales decir que un altísimo % de sus ingresos provienen de las cuotas de sus afiliados; no obstante, resulta tremendamente difícil encontrar información al respecto. Tampoco hay que olvidar otro tipo de financiación indirecta de la que disfrutan los sindicatos como son los salarios de aquellos trabajadores liberados. Junto a ello hay que mencionar las cesiones temporales del uso de inmuebles públicos.

  11. Epicureo dice:

    Una nota general: la palabra «eficiencia» no quiere decir nada si no se dice, además, para qué es eficiente lo que sea. Qué objetivo se pretende conseguir o qué magnitud se quiere maximizar o minimizar. Los economistas suelen tener la lamentable manía de omitir este dato fundamental.

    Puede que los sindicatos sean ineficientes si el objetivo es maximizar el crecimiento del PIB a corto plazo, pero son muy eficientes (al menos algunos sindicatos) si el objetivo es minimizar la desigualdad (lo cual a largo plazo ha demostrado ser bueno para el PIB).

    Lo cual no quita para que los sindicatos españoles sean bastante lamentables, porque lo son. Y creo que es algo intencionado. Durante la transición hubo miedo a los sindicatos, así que se implantó la centralización de los convenios colectivos (heredada en parte del franquismo) desincentivando la sindicación y convirtiendo a los sindicalistas prácticamente en funcionarios.

  12. Borja dice:

    Venga Roger, no me jodas, ¿dejando de lado estas cuestiones (o sea, que los sindicatos están capturados por los insiders: http://politikon.es/2012/10/30/por-que-espana-tiene-probablemente-un-problema-con-sus-elites-extractivas/)?

    Hombre, pues sí, dejando de lado este pequeño detalle, es probable que los sindicatos equilibren el terreno de juego en el mercado laboral, hagan de contrapeso (entre la parte parte más fuerte, empleadores, y la más débil, empleados).

    Teniendo en cuenta ese pequeño detalle, pues la verdad es que en España los sindicatos no procuran que las desigualdades vayan en favor de los peor situados, por decirlo de una forma rawlsiana.

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