Internacional

Un discurso ambicioso

13 Feb, 2013 - - @egocrata

El discurso sobre el estado de la unión es una de mis tradiciones favoritas en la política americana. Es la única comparecencia del Presidente ante las cámaras durante todo el año (recordad, esto no es un sistema parlamentario), así que el ritual que le rodea es especial. Todo el gobierno de Estados Unidos (salvo algunos jueces del Supremo y un miembro del gabinete, por razones de seguridad) está reunido en la Cámara de Representantes, el jefe del ejecutivo tiene la oportunidad de exponer su programa en un discurso televisado en hora de máxima audiencia, los medios lo cubren todo entusiasmados. Todo el evento está rodeado de esa extraña combinación entre ruido, informalidad y pompa imperial que es tan típica de la política americana.

El discurso de Obama ayer me sorprendió. Habitualmente los Presidentes que han salido reelegidos están pensando más en establecer y proteger su legado que en aprobar grandes cambios; nada agria tu imagen de éxito que ver como un puñado de propuestas ambiciosas se estrella en la habitual estupidez del Congreso, así que la mayoría evitan presentar reformas con escasa probabilidad de éxito. Obama, no lo olvidemos, ni siquiera tiene mayoría en la Cámara de Representantes, con un partido republicano que parece inmune a cualquier intento de consenso, así que cualquier propuesta, en su caso, tienen aún menos números de llegar demasiado lejos.

La «lista de la compra» del discurso de ayer, sin embargo, no sólo fue larga, sino también sorprendentemente ambiciosa. Obama propuso aumentar el salario mínimo a $9/hora (ahora está en $7,25) y que este crezca con la inflación, un plan para educación pre-escolar y reforma de la educación secundaria, legislación sobre cambio climático, inmigración y control de armas, inversión en infraestructuras, subidas de impuestos y una reforma en profundidad del sistema impositivo americano. Todo eso, por supuesto, junto con la voluntad de reducir el déficit y deuda pública a largo plazo. No son medidas contradictorias ni especialmente caras; incluso si lo fueran,  Estados Unidos tiene un margen fiscal enorme, con impuestos todavía muy bajos. Pero no es una lista conformista o defensiva en absoluto, especialmente con un Congreso hostil.

Obama no sonaba así de ambicioso desde el 2009, cuando su partido controlaba las dos cámaras. Su discurso en la convención del 2012 fue mucho más apagado y modesto; normalmente los candidatos prometen más que los Presidentes, pero en este caso estamos viendo lo contrario.

¿Por qué este cambio? Se me ocurren tres hipótesis. Primero, Obama (que como todo Presidente del país más poderoso de la tierra, tiene su ego) se cansó de ir a remolque de los republicanos durante los dos últimos años. Se acabó hablar de déficit todo el día dejando que el GOP amenace con volar por los aires la economía mundial si no le hacen caso; las propuestas ahora vendrán de la Casa Blanca, y si los republicanos no están conformes es su problema. Segundo, creo que Obama se ha dado cuenta que la coalición republicana (todos los partidos americanos son, en cierto sentido, coaliciones) se está empezando a fragmentar. El presidente fue capaz de enfrentar la facción moderada del partido contra el ala más psicótica/ autodestructiva en las negociaciones sobre el fiscal cliff, y tiene la sospecha que puede aprovechar el giro al centro de algunos miembros del partido en temas como inmigración para sacar adelante algunas reformas. Tercero, Obama cree que aunque algunas políticas son inviables a medio plazo, es importante meterlas en la agenda ahora, abriendo la puerta a su sucesor. Es difícil creer que este Congreso vaya a hacer algo sobre cambio climático, pero es importante que el debate esté en los medios y tenga peso en la próxima campaña electoral.

Vale recordar una cosa: el Presidente de los Estados Unidos realmente no tiene capacidad para hacer gran cosa por si solo. Toda legislación depende del Congreso, una institución horriblemente disfuncional y con un talento único para convertir todo lo que toca en un debate malo de Forocoches. El discurso del estado de la unión, y la agenda del presidente, son importantes, pero me sorprendería mucho si una cuarta parte de las medidas propuestas va a ningún sitio antes de las legislativas del 2014.  Fue un buen discurso, pero el sistema político americano abunda en brindis al sol presidenciales.


6 comentarios

  1. Marc dice:

    Hay alguna posibilidad que diga esto para movilizar el electorado en plan 2008 para las próximas legislativas?

  2. «Estados Unidos tiene un margen fiscal enorme, con impuestos todavía muy bajos» y lo que es más importante, sigue siendo dueño de su propia moneda, que además es reserva mundial, y con una Fed que tiene el doble objetivo de controlar la inflación y, no menos importante, luchar contra el desempleo.

  3. 1cualquiera dice:

    Me gustaban más los discursos de Jed Barlett

  4. Folks dice:

    Si hubiese volado por los aires Washington durante el SOTU, ahora mismo el presidente de Estados Unidos no sólo seria de origen chino sino que tendría un premio Nobel.

  5. Folks dice:

    Uno de verdad, no como el de Obama.

  6. Raúl S. dice:

    «Toda legislación depende del Congreso, una institución horriblemente disfuncional y con un talento único para convertir todo lo que toca en un debate malo de Forocoches».

    ¿Hay debates «buenos» en Forocoches? Como no sea en el subforo de Empleo…

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