El Banco Central Europeo insiste: estamos listos para entrar en el mercado de deuda… en cuanto España pida el rescate. La Comisión (Oli Rehn) confirma que están preparados para actuar. Incluso el FMI se ha pronunciado en un sentido similar. Pero España no actúa, Alemania parece estar poniendo ciertas pegas, y así todo se va retrasando mientras los inversores pierden la paciencia.

Estas son las dos Europas. No, no son el Norte y el Sur. No son los díscolos mediterráneos y los disciplinados atlánticos. Las doble alma de este continente es institucional, organizativa. Europa es una unión política, una polity, a medio hacer. Tenemos estructuras que imitan a las de un Estado: un Ejecutivo (la Comisión), un Legislativo (el Parlamento), un Judicial (la Corte Europea de Justicia), e incluso un Banco Central (aunque solo tenga potestad sobre una parte de la polity). Esa es nuestra cara. Pero estas estructuras tienen unas competencias limitadas a ciertas áreas y, aún más importante, no disponen de la capacidad para absorber más responsabilidad sin que nuestra cruz, los Estados-nación, concedan esta transferencia. En la actual crisis, las dos Europas se revelan de manera clara. La supranacional, la prácticamente federal en funcionamiento interno y aspiraciones, urge a actuar en defensa de la Unión, no matter what, hasta las últimas consecuencias. Muchos piensan que la organización más profundamente europeísta es la Comisión, pero bajo mi punto de vista estamos viendo que es en realidad el Banco Central Europeo, quien está dispuesto a saltarse incluso su propia legalidad para salvaguardar el proyecto europeo.

Pero claro, la otra Europa es la vieja, la de siempre, la de las mil naciones que han de negociar cada paso para evitar meterse en una guerra (aunque afortunadamente la amenaza de la sangre ya no existe). Quien más claramente vio y describió este alma continental fue Andrew Moravcsik. Su framework analítico para entender por qué y cómo Europa decide (o no) integrarse es la explicación de todos estos actores nacionales que se deben a las preferencias y conflictos de intereses internos para decidir sus posiciones en cada negociación entre ellos. Cada nueva competencia ganada por la Comisión, cada nueva institución supranacional (el BCE), cada nuevo Tratado exitoso o Constitución europea fallida, es un resultado de un proceso desde abajo. Las vueltas solo se tornan una vez el alma de Bruselas tiene la concesión de los Estados para poder ejercer poder sobre ellos.

Esta dualidad es algo que deberíamos mantener siempre en nuestra cabeza, cada vez que nos desesperemos con las negociaciones europeas. Es la lente adecuada para comprender la lentitud, los desacuerdos, las contradicciones y la exasperante contradicción de quienes intentan construir un Estado nuevo sin perder el que ya tienen.


11 comentarios

  1. Carlos Jerez dice:

    Jorge, me alegro de que hayas vuelto con fuerza a publicar en Politikon, se te echaba de menos. Me ha gustado el artículo y me he quedado con ganas de más de Moravcsik, ¿de sus libros cual me recomiendas? O si tienes otro autor favorito sobre gobernabilidad en la Unión Europea soy todo oídos.

    Un saludo.

    • Conste que estaba ausente porque manejar esto por detras lleva trabajo, y alguien tiene que hacerlo, jeje. Gracias en todo caso.

      El paper fundamental de AM es «Preferences and power in the European Community: A liberal intergovernmentalist approach». El libro al qeu dio lugar es «The Choice for Europe», que es su obra capital, particularmente los primeros capitulos (cuya recomendacion original he de agradecer a Cives, por cierto).

      En el otro lado de la balanza, el de medir cuanto poder tienen las organizaciones supranacionales en construir Europa, lo mas decente que hay es todo lo que haya hecho Garrett y Tsebelis (facil de encontrar en Google Scholar). Pero francamente tengo serias reservas respecto a su trabajo. La fundamental es que es theoretically shaky. No tienen una teoria solida detras.

      Por lo demas, para una vision alternativa a AM pero aun seria, Simo Hix y su manual sobre Europa, amen de otros trabajos (le encontraras en el Dept. of Govt. de LSE).

      Y perdon por la falta de acentos: teclado hungaro.

  2. juan dice:

    Bueno, el tono del artículo da a entender que la UE es algo inherentemente bueno y cada día comprobamos que no, Sus órganos, la elección de la comisión no viene de unas elecciones con partidos europeos que desgranen sus programas y el ganador, o una alianza componga la comisión.
    La comisión es una componenda donde van políticos muchos de ellos fracasados a chupar cámara y amarrar una pensión de 20.000 € al mes mientras obligan a los países a reducir las pensiones de 700 €.
    No dudan a pillar a ex-Goldman Sachs, ese antro colaboracionista con la falsificación de las cuentas griegas y especulador, que si uno para el BCE, que si otro para la presidencia de Italia via ser senador por designación presidencial…o sea sin urnas de por medio.
    A ver cuando los europeos nos cansamos ya de que con la excusa de una bandera azul con estrellas amarillas se esté generando una casta de parásitos que oprimen a los pueblos mientras sirven a los poderosos especuladores.

    • Aqui no hablo de nada de eso. Solo hablo de por que la UE se integra mas o menos rapido y como lo hace. Si ves valoracion positiva en ello, vale, pero no la hay.

      • juan dice:

        En todo caso es un pasteleo muy ajeno que los ciudadanos voten aquello que tiene consecuencias para sus vidas.
        A mi me parece que cada desacuerdo y cada veto mantienen la esperanza de que todo eso desaparezca.
        Noruega lo tiene muy claro. Ahí no se le ha perdido nada.

  3. Zhurrer dice:

    El inefable Galindo acaba de descubrir la palabra «polity» y no para de repetirla en todos los posts que escribe. Que tío, que culto es.

  4. Ik dice:

    Si el BCE tiene un cañón para derribar un muro y ha usado balas de fogueo, y la Comisión tiene piedrecitas y las ha tirado, ¿el BCE es el más convencido de que hay que derribar el muro?

  5. […] nuevo aquí. Hasta la razón por la cual nadie adopta las soluciones que todos parecen conocer es tan vieja como el proyecto europeo. gapi.plusone.go(); Difúndelo: […]

  6. […] por qué esto es difícil, desgraciadamente, ya lo conocemos. gapi.plusone.go(); Difúndelo: […]

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