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¿Quién rompió el sistema de patentes?

1 Oct, 2012 - - @egocrata

Las disputas entre Apple y sus competidores han generado un debate considerable sobre el sistema de patentes en Estados Unidos. Los litigios constantes, el trolleo incesante, las incesantes guerras entre abogados se han convertido en un problema, hasta el punto de empezar a limitar la innovación vía restricciones a la competencia.

Lo curioso, por cierto, es que no ha habido un cambio legal o nada remotamente parecido en los últimos 20-30 años; la legislación sobre patentes es hoy la misma, con muy pocos detalles, que la existente en 1980. Ayer Ars Technica publicaba un artículo fascinante sobre un cambio en apariencia menor, pero que ha tenido una influencia más que significativa sobre cómo se deciden casos de propiedad intelectual en Estados Unidos.

Hasta 1982 los casos de patentes en el país se distribuían entre dos sistemas separados. Por un lado teníamos la Corte de Aduanas y Apelaciones sobre patentes, un tribunal asociado a la oficina de patentes conocido por tener tendencia a ser muy favorable a los poseedores de propiedad intelectual. Por otro lado teníamos el sistema general de cortes de apelaciones de Estados Unidos, que era en general menos restrictivo y más aficionado a dejar hacer. Ese año, sin embargo, el Congreso decidió cambiar como se distribuían las jurisdicciones, para hacer el sistema más eficiente. Para ello, se centralizó toda la litigación en un nuevo tribunal de mayor rango centralizando todos los casos de propiedad intelectual, dándole todo ese poder a la corte de patentes.

Este nuevo tribunal, como toda institución independiente recién creada, empezó su andadura haciendo algo muy simple: trabajando muy duro para consolidar su poder. Hablando como estamos de un grupo de jueces que tienen como único cometido decidir sobre patentes y su importancia, la tendencia natural es ponerse a soltar sentencias tan restrictivas tan restrictivas como sea posible dentro de la jurisprudencia – y cuando nadie mira, empujarla poco a poco más allá de sus viejos límites.

El resultado ha sido una auténtica explosión de sentencias sobre propiedad intelectual dándole la razón de forma casi sistemática al inventor o empresa que diga haber creado algo nunca visto. Los jueces en el nuevo tribunal sólo regulan este aspecto de la economía, y saben de sobras que como más le den la razón a las empresas que quieren proteger sus patentes, más trabajo van a tener. Es un caso de libro de captura regulatoria: la agencia que debe vigilar un sector acaba por alinear sus intereses con aquellos a los que debería controlar. El resultado es un tribunal que se pasa  la vida diciendo que las leyes sobre las que tiene competencia son desmedidamente importantes.

Como señala el artículo, el Tribunal Supremo en los últimos años ha empezado a prestar más atención al sistema de patentes, en gran parte porque la corte de apelaciones estaba empezando a interpretar sus precedentes de forma un poco demasiado creativa. Hay voces en el Congreso que también parecen estar hablando de reformar este tribunal.

Lo que me parece fascinante, sin embargo, es como una ley tan aparentemente menor en un rincón oscuro y poco frecuentado del enorme sistema judicial federal americano puede acabar generando un cambio institucional tan descomunal. Diseñar reformas es realmente complicado.


7 comentarios

  1. MuGaR dice:

    Cuánto más conoces más conservador (cuidadoso) te vuelves? (es una pregunta al aire, no a Roger)

    • Navarta dice:

      Creo que cuanto más intereses acumulas en una determinada situación, más conservador te vuelves respecto al mantenimiento de ese status quo.

      Si donde pones la palabra «conocer» colocas la palabra «tienes que perder», tu planteamiento es impecable.

      • AmalricNem dice:

        Mas bien es que cuanto mas conoces, mas te das cuenta de lo interrelacionado que esta todo y tienes menos fe en los cambios revolucionarios y aprendes a descubrir el poder de los detalles.

        Ya lo decia en el conde de Romanones, haga usted la ley que quiera y dejeme a mi el reglamento.
        O dicho de forma mas castiza, hasta el rabo todo es toro.

  2. Vicho dice:

    Poco a poco se va dando más crédito a las voces que claman contra el sistema de patentes.

    http://www.theatlantic.com/business/archive/2012/09/the-case-for-abolishing-patents-yes-all-of-them/262913/

  3. ray dice:

    Una pregunta, ¿los jueces de ese tribunal de patentes son jueces elegidos como los demás jueces, digamos de régimen común en EEUU, o es un órgano que se forma como aquí la Comisión de competencia, con expertos en la materia elegidos por el gobierno?

  4. Roger Senserrich dice:

    Que yo sepa, salen de nominación presidencial y confirmación en el Senado, como todos los jueces federales.

  5. Fer dice:

    ¿»y saben de sobras que como más le den la razón a las empresas»? ¿No será «y saben de sobra que cuanto más le den la razón a las empresas»?

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