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Mitt Romney, ese (presunto) traidor a la causa

9 Ago, 2012 - - @egocrata

Hace unos años, cuando Mitt Romney dejó el cargo de gobernador de Massachusetts, el estado encargó su retrato oficial. Como todo político que se precie, Romney decidió posar con gesto adusto, de líder decidido, acompañado de algo que simbolizara sus logros en el cargo. La imagen lo dice todo:

¿Veis ese libro a la derecha de la imagen, junto a la foto de su mujer? Es la ley de reforma de la sanidad de Massachusetts, o «Romneycare», el primer sistema de sanidad universal de Estados Unidos. Una ley bien diseñada, conservadora y elegante.  Tan buena, de hecho, que Obama copió el modelo descaradamente para la Affordable Care Act. En un país normal Mitt Romney estaría orgulloso de esta reforma pionera, proclamando a los vientos su gran logro. Pero claro, hablamos del partido republicano y Estados Unidos.

Veamos. Este martes Priorities USA, una Super PAC (esos grupos «independientes» que andan trolleando durante las elecciones) cercana a Obama, lanzó un anuncio bastante impresentable sobre Bain Capital:

Dicho en pocas palabras: Bain Capital despidió a este pobre hombre de su trabajo, dejándolo sin seguro médico. Su mujer se puso enferma, no fueron al médico porque no podían pagarlo, y cuando finalmente no tuvieron más remedio era ya un cáncer terminal. Dejando de lado que es posible que la historia del anuncio sea una patraña (la gente de la campaña de Obama se ha desmarcado de inmediato), el anuncio ha resultado ser muy efectivo gracias a la excepcionalmente incompetente  a la vez que totalmente lógica defensa de la campaña de Romney.

El mismo martes por la noche una portavoz de la campaña de Romney, Andrea Saul, apareció en Fox News para criticar el anuncio. Su argumento: si esa familia hubiera vivido en Massachusetts, donde el bueno de Mitt aprobó una reforma sanitaria estupenda,  ese buen hombre y su mujer nunca hubieran perdido su seguro médico. Para dejar aún más clara la historia, Saul volvió a Fox News el miércoles por la mañana, y contestó exáctamente lo mismo, defendiendo Romneycare con el orgullo del trabajo bien hecho. En un planeta normal la cosa acabaría aquí: candidato a la presidencia defiende con orgullo su mayor logro. El pequeño problema para Mitt Romney es que el partido republicano no tiene nada de normal.

Obamacare es un clon de Romneycare, y Obamacare es el Mal, creación de un socialista terrible que quiere matar a tu abuela. Esto implica que Romneycare es el Programa Que No Puede Ser Nombrado; el GOP nominó a Mitt Romney a pesar de haber aprobado una reforma sanitaria brillante que ha funcionado bien, no gracias a ello. El ex-gobernador de Massachusetts es candidato porque no había un verdadero conservador en las primarias que no estuviera completamente chiflado (Bachmann, Paul), fuera un cretino egocéntrico (Gingrich), un patán corto de luces (Perry, Santorum) o un muermo insoportable (Pawlenty, Huntsman). Nadie realmente «quería» Romney, sino que lo aceptaban resignados. Al final de las primarias,  un sector muy importante del GOP se quedó con la sospecha que Mitt es realmente un gobernador moderado de Nueva Inglatera, no un auténtico portador de la verdadera fe de San Ronald Reagan.

Resultado: para el ala más conservadora del partido republicano (cada vez más dominante en el partido) escuchar a una portavoz del candidato a la presidencia decir abiertamente que el Programa Que No Puede Ser Nombrado fue una buena idea es peor que una herejía; es alta traición. Medio partido ha perdido los papeles totalmente, con voces diciendo que ayer perdieron las elecciones, Rush Limbaugh aullando que esto es una mina de oro para Obama y Red State diciendo que a Romney hay que entrenarle como a un perro (¡!) hasta que deje de comportarse como un moderado. El gran terror, la pesadilla, el horror que todos temían, se repite de nuevo: el GOP va camino de enviar a la Casa Blanca un piltrafilla que tiene un amor secreto por la medicina socialista, ayudar a los enfermos y proteger a los desamparados. El tipo incluso dice que sabe cómo arreglar estos problemas. Cielos santo.

La pregunta clave, obviamente, es hasta qué punto todo este cabreo de las bases conservadoras será relevante. Al fin y al cabo, no es que los oyentes de Rush Limbaugh vayan a largarse del partido y votar a un keniata socialista musulmán que odia América o nada parecido; Romney, aún con su mal disimulado aprecio por la salud pública, sigue siendo el menos malo de los candidatos. Probablemente esto será así, y a la hora de la verdad el GOP en bloque haga lo que siempre ha hecho y voten a su hombre. La cuestión clave, sin embargo, es que van a ser unas elecciones muy, muy competidas, y Romney no puede permitirse perder a nadie; si las bases del partido siguen decepcionadas con su candidato (y recordad, el tipo le cae mal a todo el mundo – no es descabellado) es posible que algunos se queden en casa.

El problema principal para Romney, sin embargo, es de mensaje. El sector montañés del GOP no le va a pasar ni una de aquí a noviembre; cada desviación de la ortodoxia será recibido con un coro de bramidos, insultos y coces varias recordando a las bases que Mitt no es uno de los suyos. Es por este motivo, y no otro, que un tipo tan meticuloso e inteligente como Romney ha presentado una lista de propuestas tan demencialmente ambiguas; el pobre sabe que si defiende la ortodoxia republicana los votantes de centro lo mirarán con terror (¿privatizar la seguridad social y Medicare? ¿bajar impuestos a los ricos? ¿qué?), pero presenta un programa sensato y detallado sus compañeros de partido se lo comerán vivo.  El resultado es que tenemos un candidato que se está llevando galletas a manos llenas por sus años en Bain Capital, no puede defender sus logros como gobernador porque son comunismo, y no puede describir su programa porque tiene que decidir entre parecer un psicópata o que sus compañeros de partido lo hagan filetes.

Si no fuera porque Romney es un robot sin alma ni principios, casi me daría lástima.

Un par de detalles finales. Si Mitt Romney se presentara a las elecciones con un programa parecido al de sus años en Massachusetts no me parecería mal que ganara. Obama ha sido esencialmente un moderado; Romney estuvo a su izquierda en algunos temas cruciales, como cambio climático, cuando fue gobernador. Segundo, durante las primarias del 2008 Jim DeMint, senador de Carolina del Norte y líder no-oficial del tea party  en el Senado, apoyó a Romney diciendo que su reforma de la sanidad era un muestra de sentido común y valores conservadores. Cuatro años después, Obama ha copiado esa reforma, y DeMint y sus compañeros andan vigilando a Romney para que ni se atreva a insinuar que puede que fuera una buena idea. El partido republicano moderno, más que principios, lo que tiene es un odio cerval a Obama. Poco más que decir.


31 comentarios

  1. Navarta dice:

    Este odio de los republicanos a Romney, salvando las distancia, me recuerda aquellos maravillosos años de sopapos a Gallardóny a Rajoy por parte de nuestro Tea Party patrio (la COPE, Jiménez Losantos y family, etc…).

    Lo de Maricomplejines y otros bellos piropos. Gallardón, al parecer, con lo del aborto está limpiando su nombre de posibles trazos de rojerio (que viniendo de donde viene, son más que improbables).

    Al final, esto de la política, como el fútbol, une mucho. En todas partes se cuecen habas y entodas partes se usa una cazuela para ello. :)))

    • carlos dice:

      Pues yo creo que el tiempo les ha dado la razón. Rajoy no tiene lo que necesita un presidente. A ver si ahora va a resultar que su único pecado es ser «moderado». Pues no, Rajoy no es un moderado, es un orgulloso incompetente.

  2. Navarta dice:

    Por cierto Roger, me encantan tus artículos sobre la camapañA electoral ameriacana. No en vano, fue en la anterior campaña, la de la elección de Obama, cuando tuve el placer de eleerte por primera vez en tu glosçriosos blog de «BARRAS Y ESTRELLAS».
    Y para mi, después de leerte a ti, leer a los «expertos» de la prensa española en política USA se me hizo ya totalmete insoportable, era como leer sobre literatura inglesa cuando yo queria información sobre química orgánica.
    Gracias tio.

    • Francisco dice:

      Eres un Pelota Navarta. 🙂

      Yo también me lo paso pipa, le debería dar una sección en El País para la política americana, aunque me temo que el cachondeo que se trae con el GOP es complicado de meter en un periódico que va de objetivo.

      Luego es demasiado de derechas para un medio de Escolar.

      Ese extremo centrismo mata sus opciones de dominio mundial.

  3. Vaca_mu dice:

    Un gran artículo, pero te quería hacer el apunte de que «odio cerval no existe» lo que sí existe es «miedo cerval» o «pánico cerval» ya que los ciervos son famosos por ser asustadizos y no por su capacidad de odiar.

    Un saludo

  4. Marc dice:

    Buen seguimiento de las elecciones presidenciales pero tengo una pequeña critica. Creo, espero no equivocarme, que solo hablas de los republicanos y de los sopapos que los demócratas les están dando. Dicho esto, sigues diciendo que las elecciones están reñidas.

    Tal y como lo explicas, los demócratas no están recibiendo sopapos ni tienen problemas internos. Es esto cierto?

    Habrá algún día en el que será el partido demócrata el que recibe ostias (por tu parte y por parte de otros) y no solo el GOP?

    Gracias!

  5. Zhurrer dice:

    Publica hoy el país que las estimacioens preveen un gasto electoral de unos 2500 millones de dólares americanos. También publican que McCain gastó hace 4 annos diez 238 millones, diez veces menos.

    Rommey se estima va a gastar más de 1300 millones (sin contar lo que se tuvo que pulir en als largas e infernales primarias del GOP). De cuanto estamos hablando en total, 1500 millones de dólares?

    No se, digo que supongo que esa cantidad descomunal y salvaje de dinero no será a cambio de nada. No son cifras contra las que se pueda competir recaudando entre los barrios más favorecidos y entre las minorías. Ese dinero solo puede salir del quartil de ingresos más alto del que hablaba Roger el otro día.

    Supongo que debe de ser bastante complicado pasar reformas verdaderamente de izquierdas o anular rebajas de impuestos cuando le has tenido que vender tu alma al diablo.

    En Espanna, si mal no recuerdo, entre todos los partidos gastan alrededor de 60 millones de euros, que tampoco es moco de pavo.

  6. zhurrer dice:

    Mi comentario no puede estar peor redactado…

  7. […] es una bestia del averno socialista. En medio de un panorama económico bastante deprimente, eso dice mucho de las limitaciones del republicano como candidato. Bookmark on Delicious Recommend on Facebook […]

  8. Carlos Jerez dice:

    Parece que con Paul Ryan va a cerrar bocas sobre sus traiciones «socialistas». Ahora bien, me queda la duda de si esto animará a votantes democrátas a movilizarse, porque la pelea ya no va a ser quien es mejor gestor, Romney u Obama, sino sobre modelos económicos totalmente distintos, uno que podríamos llamar de centro, el de Obama, y otro extremadamente antisocial, el del partido republicano.

    • jasev dice:

      La elección de Ryan era evidente. Un candidato sospechoso para la derecha de ser demasiado moderado necesita un vicepresidente con impecables credenciales cavernarias. No tenía por qué ser Ryan, pero tenía que ser algún niño bonito del Tea Party.

      Un tipo que pretende sustituir medicaid por un sistema de cheques sanitarios para pagar a seguros privados es justo lo que hace falta para que Romney se haga perdonar por haber hecho una reforma sanitaria medianamente cuerda.

    • Francisco dice:

      Esperemos que Dios les bendiga con una victoria.

    • Carlos Jerez dice:

      http://www.nytimes.com/2012/08/12/us/politics/ryan-pick-gives-obama-chance-to-change-subject.html?_r=1&hp

      Parece que en el NYTimes comparten mi idea, mi pregunta es si realmente le funcionara la táctica a Obama. En una situación normal creo que sería un debate que podría ganar perfectamente, pero después de 4 años de su gobierno y con el paro alto lo va a tener mucho más difícil. No digo que sea su culpa, la situación de EEUU se explica más bien por la situación heredada y la pifia europea que por errores en sus políticas (aunque pudieran haber sido mejores). Y encima ahora sobrevuela la idea de que Ryan sabe de economía, de que sus medidas mejorarían la vida del americano medio y la verdad, a mi me da la risa. En gran parte la lucha va a estar en desacreditar ese modelo, será duro pero hay que hacerlo.

  9. renegm dice:

    El RomneyCare tiene 70 páginas.
    El ObamaCare tiene 2000.
    Las «pequeñas» diferencias están descritas en 1930 páginas un 97%.

    Esas 1930 páginas (y las otras 70 tampoco son iguales) marca la distancia entre una propuesta razonbale y «estupenda» y un disparate, cuya no-lectura está protegida por la octava enmienda: http://freebeacon.com/scalia-likens-obamacare-to-cruel-and-unusual-punishment/

    Ocurre como con la constitución americana y la Europea. Una es admirable y la otra es una catástrofe. Pero comparando con una brocha gorda pudieramos decir que son iguales porque son «constituciones».

    • jasev dice:

      ¿Si Obama hubiera fotocopiado el plan de Romney y la hubiera llamado «Romney-Obama Health Care Reform Proposal» hubiera sido una propuesta razonable y estupenda para sus detractores? Me da a mí que no.

    • Pescador dice:

      Bueno, ya que hablamos de diferencias, en realidad y según tu vinculo, no son 1930 páginas de diferencias, sino 2630….

      Seguro que ha sido un problema de margenes demasiado amplios y interlineado doble…

    • Francisco dice:

      Ya veo como te median a ti los trabajos en el colegio, al peso…

      No es lo mismo legislar para un solo estado que reglamentar a nivel federal para cualquier caso de estado que te encuentres algo razonablemente parecido. Digo yo

    • kiedis dice:

      En realidad el programa original de Obama era mucho más concreto y sí, era parecido al de Rommey. Pero en su trámite de aprobación sufrió tantos ataques, muchos de sus propio partido (el lobby sanitario yankee no entendió de colores a la hora de firmar cheques), que en realidad terminó siendo algo bastante mas complejo lleno de matizaciones, precauciones y alguna que otra contradicción.

  10. […] de los comentaristas conservadores, que adoran a Ryan casi sin excepción, y compararla con el ataque de nervios que estos mismos analista tuvieron cuando Romney casi llegó a decir que algo que hizo en […]

  11. Laven Master dice:

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