Economía

¿Hacia una solución de la crisis europea?

27 Jun, 2012 - - @egocrata

El debate político europeo, ahora mismo, es bastante sencillo. Por una lado tenemos a los países metidos en una crisis de deuda, con Rajoy y España como líderes (es un decir), que andan clamando por la creación de eurobonos, deuda común, un seguro bancario europeo o algo parecido para que los mercados dejen de tomarles como parias radioactivos. Por otro lado tenemos a los países del centro del sistema europeo, con Alemania a la cabeza, diciendo que salvar Grecia no vale los huesos de un granadero granjero de Pomerania, y que antes de llegar a cualquier acuerdo quieren un compromiso por escrito que a partir de ahora nadie va a hacer el mandril con sus presupuestos, bajo supervisión de superfuncionarios de Bruselas.

No hace falta ser un lince para darse cuenta que ambas propuestas no son incompatibles: los países del sur de Europa pueden aceptar renunciar a su soberanía y aceptar la creación de un supertacañón paneuropeo a cambio de ser rescatados. A medio/largo plazo, y ya sin el apocalipsis de la eurozona de por medio, esta peculiar unión fiscal iría evolucionando hacia algo más sólido y parecido a un tesoro europeo, con un «gobierno» en Bruselas con capacidad fiscal real.

Según LBNL en Debate Callejero, el gran escollo ante un plan de este estilo es Francia. Los franceses son europeistas, pero siempre lo han sido de un modo un poco especial: lo suyo es muchas decisiones intergubernamentales, pero poco poder para instituciones europeas. Hay más alemanes que franceses, al fin y al cabo; esto de perder su capacidad de veto es algo a lo que tienen alergia. La verdad, no estoy tan seguro que esto sea así, aunque no conozco demasiado la política francesa. Puertas afuera, Hollande parece dispuesto a aceptar todo o casi todo con tal de complacer / convencer a Alemania. Sobre el papel es probable que tengamos las bases para un acuerdo.

¿Cuál es el problema entonces?   Con suerte y paciencia, Europa pasaría a tener un sistema de gobernanza todavía torpe y no especialmente elegante, pero sí más o menos viable.  Esta solución,  sin embargo, es un plan a medio/largo plazo, no a corto; la eurozona estaría poniendo las primeras piezas de un tesoro federal para el continente, pero la crisis financiera que tenemos ahora mismo seguiría sin tener una solución viable. Hay muchas piezas que deben encajar antes que en el escenario descrito Alemania se ponga a firmar cheques, y no vamos sobrados de tiempo.

De forma aún más preocupante, la «Unión Fiscal» naciente es a la vez horrendamente antidemocrática y completamente contraproducente. Un acuerdo que impoga unos controles draconianos sobre el presupuesto de los estados europeos puede que haga muy felices a los contribuyentes alemanes, pero es una centralización tremenda de poder político codificada en reglas casi inamovibles. Aunque es perfectamente posible ser un paladín de la responsabilidad fiscal y tener un estado de bienestar enorme (véase Suecia, Dinamarca, Holanda, etcétera), una cosa es que los votantes controlen si un político está invirtiendo en obras necesarias o bajando impuestos excesivos, y otra es que la decisión la haga un tecnócrata en Bruselas. Es un sacrificio de poder tremendo, sólo aceptable si la legislación que lo recoge a nivel europeo está abierta a ser cambiada por un europarlamento y ejecutivo comunitario escogidos democráticamente. Incluso si eso sucediera, es un grado de centralización mucho mayor que lo que vemos en Estados Unidos, como señalaba ayer Yglesias.

Lo más cómico de todo esto, por descontado, es que los problemas de al menos tres de los cinco países en problemas en esta crisis (Italia, Irlanda y España) no tienen nada que ver con los excesos fiscales de sus gobiernos. Italia tiene mucha deuda, pero el déficit primario está básicamente bajo control. En los años pre-crisis el estado estaba reduciendo su nivel de deuda a un ritmo decente. Tanto Irlanda como España entran en la gran recesión con unos presupuestos con superávit; la burbuja inmobiliaria de ambos tuvo mucho más que ver con la nefasta política monetaria del BCE que cualquier otra cosa. Una unión fiscal «modelo alemán» lo único que hace es codificar por ley que cuando un país se pega un petardazo su política de gasto tiene que ser automáticamente pro-cíclica, estúpidamente restrictiva. No hace absolutamente nada para compensar estas crisis asiméticas, sino que las refuerza.

Sin un mecanismo de estabilización claro, creíble y automático, sea con transferencias, avales, eurobonos, deuda sindicada o vaciones pagadas en Benidorm, sin embargo, las reglas fiscales son totalmente inútiles. El punto central de las negociaciones este fin de semana, me temo, no es tanto convencer a Alemania que haga lo correcto (Merkel parece entender mejor el problema que muchos de sus colegas) sino conseguir que se fíen del resto de socios continentales lo suficiente como para que tanto las reglas presupuestarias como el mecanismo de estabilización entren en vigor a la vez.

Para que esto suceda, no estaría de más que el gobierno Rajoy dejara de comportarse como una turba de monos esquizofrénicos y dejaran de pedir una cosa y su contraria de forma incesante, por cierto. Que está muy bien que eliminen la deducción a la vivienda, por cierto, pero la charlotada de la subida del IVA es desesperante. Y si quieren cerrar el déficit tarifario de las eléctricas, que se dejen de impuestos y reformen el sector de una puñetera vez, incluyendo una subida de tarifas si es necesario. Que todo lo hacen igual. Pero sobre el triste papel de nuestro gobierno en esta tragedia hablaremos otro día.


15 comentarios

  1. MrB dice:

    Yo nacionalizaba las eléctricas. El problema es que como ahí sus ex-políticos chupan del bote…

    • Hispar dice:

      Que manía con nacionalizar cosas. Como si las empresas públicas funcionaran tan bien.

      Con los gestores políticos que tenemos, solo pensar en nacionalizar algo me sale un sarpullido.

      • francisco dice:

        El problema no es nacionalizar, las autopistas privadas, las cajas privadas, los bancos privados y muchas cosas privadas la han liado parda.

        No creo que se necesite que sean públicas demasiadas cosas, las eléctricas menos. Pero tampoco es esa la cuestión en realidad. Los malos políticos nos la lían con empresas públicas o privadas.

  2. Gulliver dice:

    Suena bien, pero tal vez sea demasiado ambicioso, y más para negociarlo en un tiempo razonable. ¿Por qué querrían ceder soberanía los países que no tienen problemas?

    Creo que lo que tendremos es más de lo mismo. Serán los países que quieran ayuda fiscal y bancaria los que van a ceder soberanía.

  3. Joshua dice:

    Parafraseando al gran Tolstoi, diría que todos los antieuropeistas se parecen, pero los europeistas, cada uno lo es a su manera…
    El europeismo de «ay payo, dame 100.000 m de euros, que tengo aquí un problema y no quiero resolverlo haciendo que lo paguen los responsables» evidentemente que no puede ser el mismo que el de «vale, te dejo esa pasta, pero me vas a cerrar la mitad de las escuelas y los hospitales».
    Yo no digo que no haya que crear una «unidad de destino en lo universal», pero si que creo que no parece razonable contratar un seguro de coche justo en el momento en el que te acabas de pegar una piña importante. En ese momento, lo que hay que hacer es rellenar los papeles del siniestro y, si no tienes póliza de seguro, lamentarlo y pagar los platos rotos. Pero todos esos platos los han roto determinadas personas y entidades, que ahora miran hacia otra parte disimuladamente. Como diría Jack el descuartizador «vayamos por partes».

  4. Sergio dice:

    Roger, entiendo que la «nefasta política monetaria del BCE» que mencionas era la misma para España que para Alemania o Francia, por ejemplo. Si es así, no creo que se le deba achacar el origen de la burbuja inmobiliaria española, ya que no ocurrió lo mismo en los paises de la Europa central.
    Y si estoy diciendo una burrada, por favor acláramelo.
    Por lo demás enhorabuena por tus post.

    • PaulJBis dice:

      La diferencia es que, en esa época, Alemania estaba en plena recesión, así que la política del BCE era la adecuada para ellos. España, en cambio, no estaba en recesión, así que la política del BCE iba a causar inevitablemente una burbuja de algún tipo aquí. Pero eso a los mandamases del BCE les daba igual.

      Diferentes países están en distintos puntos del ciclo económico en un momento dado.

  5. Carlos Jerez dice:

    Buenas noticias para solucionar el problema financiero a corto plazo:
    http://internacional.elpais.com/internacional/2012/06/27/actualidad/1340803145_694701.html
    «El articulado del tratado por el que se crea el fondo de rescate europeo permite que se creen otros mecanismos con reglas distintas, lo que abriría un resquicio para poner en marcha la recapitalización directa de bancos sin necesidad de un cambio en los textos constitucionales, extremo que exigiría volver a votar en los Parlamentos que hayan aprobado ya los mecanismos de rescate. España, que cuenta con el apoyo explícito de Francia, evitaría así un incremento sustancial de la deuda pública (hasta 10 puntos de PIB, lo que supondría alcanzar ya la media europea) y conseguiría un respiro de los mercados. Pero la tesis de Alemania siempre es la misma: que no hay dinero sin contrapartidas y que es preciso una condicionalidad estricta para el sistema financiero español, además de la condicionalidad fiscal que ha convertido en obligaciones las recomendaciones de la Comisión (subida del IVA, pensiones, desempleo y demás).»

    Si se consigue eso creo que volveremos a respirar. Aún tendremos muchas cosas que mejorar a nivel europeo y nacional, pero evitaríamos lo peor de la crisis (o agravamiento) que nos viene.

  6. Buhonsa dice:

    Una unión fiscal tanto en su planteamiento político, cesión de soberanía y supeditación al marco comunitario (decisión supranacional) engloba un problema, que en mi opinión, es mucho más aterrador y proclive al conflicto. El riesgo moral. Entendiendo éste en su acepción moderna como la delegación de responsabilidad. Una responsabilidad enorme en manos muy concentradas y con intereses muy distintos. Con una repercusión hacia el curso de las relaciones diplomáticas tremendas, enmarcado todo ello en el concepto de la distribución y su funcionamiento. Y es este propio punto el que nos ha traído a esta situación, a través de una clamorosa inoperancia a la hora de tomar decisiones respecto a la financiación. Tal como está el patio, en mi opinión, esto únicamente supone parchear un agujero que si no se ataja tarde o temprano nos acabará tragando.
    La zona euro no es una zona monetaria óptima, y quizá viene bien recordar lo que en otro post Roger señalaba, la gran diferencia que existe hoy en día entre los Estados Miembros. Sin una adecuada convergencia interior estamos expuestos a continuos desequilibrios.

  7. carmen sanchez dice:

    ¿Crisis europea? ¿Pero, de qué crisis hablamos? ¿De la financiera que tenemos delante de nuestras narices, de la que nos espera después o de la estructuralmente más preocupante? Conviene que el árbol no nos impida ver el bosque, y tendríamos que ser capaces de mirar a más largo plazo, porque el principal problema de los europeos no es el de la deuda. Recomiendo la lectura de este artículo: http://www.otraspoliticas.com/politica/la-burbuja-mas-peligrosa-de-europa-no-es-financiera

  8. […] más o menos de acuerdo en qué aspecto debería tener la eurozona de aquí unos años (siendo generosos), llegar ahí va a ser complicado. Aparte de esto, el MOU exige muchas cosas, pero no es demasiado […]

  9. […] un mensaje al BCE y Alemania diciendo que el gobierno español está dispuesto a hacer su parte en el trato que debería acabar por solucionar la crisis: nosotros aceptamos una disciplina fiscal draconiana […]

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