Internacional

El extraño mundo de la política fiscal americana

6 Jun, 2012 - - @egocrata

La Oficina Presupuestaria del Congreso (Congressional Budget Office) publica hoy uno de sus informes periódicos sobre la salud presupuestaria del gobierno federal de Estados Unidos, y la cosa tiene un aspecto un poco confuso. Veamos la gráfica:

¿Confundidos? no me extraña. La CBO hace proyecciones presupuestarias a partir de varios escenarios. El gráfico de la izquierda, el «extended baseline scenario» es el que sale de aplicar toda la legislación presupuestaria vigente tal como está en los libros. El gráfico de  la derecha, el extended alternative fiscal scenario» es el que los técnicos del CBO consideran más creíble, según lo que ellos creen que hará el Congreso.

¿Por qué ambos escenarios son tan radicalmente distintos? Los políticos americanos tienen una costumbre un tanto peculiar consistente en aprobar leyes con fecha de caducidad. Muchos cambios fiscales de los últimos años, empezando por los recortes de impuestos de la era Bush (extendidos hace dos años por Obama) tienen duranción limitada. Esto se hace por tres  motivos. Primero, hay algunas medidas (como los recortes a las cotizaciones de la seguridad social, por ejemplo) que son simples estímulos fiscales, y se supone desaparecen cuando la economía se recupera. Supongo que sería más racional incluir una cláusula que eliminara la legislación cuando la tasa de paro bajara de 7% o algo por el estilo, pero los políticos son así de cavernícolas.

El segundo motivo es un poco tonto, pero que sonará familiar: hay varios impuestos (empezando por la alternative minimun tax (AMT), un clásico de estas proyecciones) que no se actualizan automáticamente con la inflación. El Congreso, en su infinita sabiduría, prefiere ponerse la medalla de una bajada de impuestos ocasional en vez de corregir el problema.

El tercer motivo es debido a la peculiar forma de aprobar el recorte de impuestos de la administración Bush hace unos años. Dado que no tenían mayoría suficiente en el Senado (más concretamente, los demócratas estaban usando el filibusterismo con entusiasmo), los republicanos utilizaron un procedimiento especial para reducir el déficit llamado reconciliación que limita la capacidad de la minoría para retrasar leyes, forzando votos por mayoría simple. Es un truco parecido al usado por los demócrata para aprobar los flecos finales de la reforma de la sanidad hace unos años, algo perfectamente válido. El problemilla es que una bajada de impuestos no reduce el déficit, así que no podía aprobarse con este método directamente. La triquiñuela fue hacer que el cambio «caducara» al cabo de diez años, limitando su impacto a largo plazo, y permitiendo esquivar a los demócratas.

Este año (a finales de diciembre, concretamente), el Congreso va a encontrarse que un montón de bajadas de impuestos caducan. Así de memoria, tenemos la AMT, el descenso de las cotizaciones sociales, un crédito fiscal para familias con hijos y otra para trabajadores del estímulo fiscal de Obama (extendido dos años más el 2010) y el más gordo, los gigantescos recortes fiscales de la era Bush, aparte de algunos recortes automáticos de gasto público en sanidad (pagos a médicos bajo Medicare). Si el Congreso de los Estados Unidos decidiera no hacer nada y permitiera que toda esta miriada de recortes fiscales pasaran a mejor vida, el país básicamente pasaría a estar en equilibrio fiscal. Así, sin bajar del autobús,  América tendría superávit al final de la década.

La gente de la CBO lee el periódico, sin embargo, y sabe cómo son los políticos americanos. Sabe que los republicanos han dicho por activa y por pasiva que no van a subir los impuestos, y sabe que los demócratas se rendirán de forma humillante a la mínima que tengan oportunidad. La agencia aprecia la profunda irresponsabilidad de los legisladores americanos, y les dice en voz alta que si no hacen algo rápido van a crear un agujero fiscal enorme.

¿La reacción de los políticos? Bueno, los republicanos han dicho que el gobierno gasta demasiado, y que hay que recortar gasto y bajar impuestos, etcétera. Los demócratas supongo que estarán llorando en algún rincón, como es costumbre. Los economistas en general están aterrados con la idea que Obama gane las elecciones, el GOP siga controlando el Congreso, no lleguen a un acuerdo y los impuestos suban casi un 6% del PIB el uno de enero (recesión vía taxmaggedon; imaginad el hachazo a la demanda interna). Y los politólogos vemos otra potencial crisis económica grave con una solución relativamente sencilla (¡un acuerdo que incluya recortes e impuestos a medio plazo!) pero políticamente inviable por culpa de la inflexibilidad de (uno de) los actores.

Así que la próxima vez que alguien diga que Estados Unidos se enfrenta a una gravísima crisis fiscal a medio plazo, recordar estos datos. Si todos los impuestos suben, el gobierno federal estaría recaudando como mucho un 24% del PIB, una cifra relativamente elevada históricamente en este país, pero ni de lejos algo imposible de recaudar. Arreglar el problema es sencillo; el problema es que uno de los dos partidos no tiene el más mínimo interés en solucionar nada o aceptar un acuerdo si eso ayuda a un presidente keniata musulmán comunista radical demócrata. Todo el mundo espera que el Congreso será incapaz de llegar a un acuerdo hasta después de las elecciones, así que será un fin de año interesante cuanto menos.

Consuelo de tontos: en la eurozona estáis peor. Chincha.


7 comentarios

  1. José Manuel dice:

    ¿Cuándo se escogen a los candidatos a vicepresidente?

  2. Francisco dice:

    Una pregunta absurda.

    Si el sistema américano es tan complejo, ineficaz, lleno de políticos paranoicos deseando acabar con el país y todo eso. Sabiendo que en la UE estamos peor.

    ¿Eso quiere decir que las instituciones de la UE son aún peores o que nuestros políticos son aún peores?

    Rajoy, Berlusconi, Sarkozy, Papandreu…

    Buf, la pregunta está autocontenida, ¿no?

    Bueno, el congreso tiene al Tea-Party y al GOP… no se.

  3. heathcliff dice:

    Conclusión: cuando los ciudadanos dan la espalda a la realidad y presionan a los políticos para que hagan otro tanto, la democracia es un peligro.

  4. […] Aparte de eso, la gran verdad que nadie menciona sobre el presupuesto federal americano es que cerrar el déficit no es complicado, pero que será necesario subir impuestos a la clase media tarde o temprano. Más información […]

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