Educación

Los dos caminos de los jóvenes

24 May, 2012 - - @octavio_medina

Hace una semana Glenda Quintini, de la OCDE, publicaba un artículo en VoxEU sobre las trayectorias de los jóvenes en Estados Unidos y en Europa. Su conclusión es que los chicos y chicas en Estados Unidos tienen bastante más éxito que sus equivalentes europeos a la hora de entrar en el mercado laboral. En concreto, el porcentaje de jóvenes que tiene problemas a la hora de encontrar o mantener un trabajo es 18 puntos más alto en Europa. Aquí tenéis los datos en una gráfica:

No obstante, estos datos varían mucho dentro de la Unión Europea. Hay países como Alemania o Austria donde el desempleo juvenil es muy bajo, mientras que en España tenemos cifras catastróficas. La idea a la que apunta Quintini es que para garantizar una buena transición entre la escuela y el mercado laboral hay dos caminos o modelos principales.

Por una parte está el modelo anglosajón, cuyo principal representante es Estados Unidos. Allí las escuelas e institutos generalmente no incluyen opciones vocacionales o técnicas.  El mercado laboral con el que se encuentran los estudiantes al graduarse está muy poco regulado, con apenas restricciones a la hora de despedir, modificar contratos o dar indemnizaciones. Esto permite a los jóvenes “meter la cabeza” en el mercado laboral, aunque sea en un trabajo en el que no quieran permanecer mucho tiempo. Como hay una mayor facilidad para cambiar de empleo, esto no les va a impedir seguir buscando y encontrar otro distinto.

El otro modelo es el alemán, que facilita la transición escuela-trabajo con un sistema educativo que separa a los alumnos a una edad temprana e incluye prácticas en empresas para los que eligen la opción vocacional o técnica. El resultado es que gracias al proceso de “matching” o emparejamiento, muchos estudiantes al graduarse ya tienen una oferta en una empresa para la que han trabajado previamente.

La siguiente pregunta es: ¿Qué sistema queremos?

El problema del modelo estadounidense es que no hay nivel intermedio para la gente que no consigue graduarse de la universidad. Es decir, hay un porcentaje de jóvenes que, pudiendo acabar una carrera técnica o bachelor’s de dos años, no lo hace y acaba en empleos por debajo de su potencial. Es cierto que la flexibilidad del mercado laboral permite mitigar esto. Si las empresas invierten en la formación de sus trabajadores, pueden corregir parte de las deficiencias del sistema educativo. Pero esto no ocurre siempre.

En el modelo alemán se me ocurren dos problemas:

Primero: Como apuntaba el Economist hace unos meses, la separación de los alumnos entre educación vocacional y la opción más académica del Gymnasium no depende únicamente de sus capacidades. Los niños y niñas provenientes de familias más pobres o grupos más desfavorecidos -como los inmigrantes recientes, por ejemplo- suelen optar por la vía técnica. Si nuestros padres tienen recursos y son graduados universitarios, en cambio, tendremos una probabilidad mucho mayor de optar por la vía nos llevará a la universidad. We are all equal, but some are more equal than others. Esto puede ser un fallo no del sistema de separación en sí, sino de lo que ocurre con anterioridad. La intervención temprana es vital para acabar con la desigualdad en la educación. Si esta falla, un sistema como el alemán canalizará de forma muy eficiente a los alumnos al mismo estrato social que sus padres.

Segundo: La flexibilidad. Hace unas semanas hablaba sobre la «tercera revolución industrial» y las consecuencias que esto podría tener sobre la desigualdad y el mercado de trabajo. El sistema alemán es de especialización temprana, y está pensado para que uno esté bastante tiempo en su empresa. Los mercados de trabajo rígidos, si hay algo que no favorecen, es la transición entre trabajos. La tendencia de las últimas décadas ha sido hacia lo contrario: Cambios de mercado constantes y jóvenes que saltan de trabajo en trabajo. El que el modelo alemán funciona bien ahora. Pero ¿cómo de adaptable es a las nuevas circunstancias?

Como dicen Quintini y compañía, en España (y el sur de Europa, en eso no estamos solos) hemos conseguido algo bastante notable, que es combinar lo peor de ambos sistemas. Por una parte tenemos un mercado laboral con una regulación absolutamente demencial, que hace casi imposible que un joven consiga un contrato indefinido. Por otra parte no tenemos un sistema de formación profesional o vocacional que ayude con el emparejamiento de estudiantes y empresas como ocurre en Alemania o Austria. Aunque tanto la vía estadounidense como la alemana tienen muchos aspectos a mejorar, consiguen lo que se proponen: Facilitar el camino de los jóvenes al mundo laboral una vez acaban sus estudios. El camino español, en cambio, está lleno de obstáculos que hemos creado nosotros mismos.


12 comentarios

  1. Penny dice:

    Gracias, Octavio, por la entrada

    Veo un problema en el modelo alemán de formación profesional dual, relacionada con la segunda que mencionas. Tiene la ventaja de que es más fácil entrar en el mercado de trabajo. Pero tiene normalmente costes a largo plazo

    En estos tiempos de tanto cambio, el capital humano muy específico es ventajoso a corto plazo, pero suele estar asociado a una menor capacidad de adaptación a las nuevas tecnologías y esto se termina pagando, salvo que exista una formación continua de calidad.

    Hanushek, Woessmann y Zhang [1] publicaron el año pasado un documento de trabajo al respecto. El gráfico que incluyeron en su resumen para Voxeu http://www.voxeu.org/index.php?q=node/7300 es muy claro.

    En países, como Alemania o Suiza, en los que está muy extendida la figura del aprendiz, es más difícil que las personas mayores encuentren trabajo

    Saludos

    [1] Hanushek, Eric A., Ludger Woessmann, and Lei Zhang (2011), «General education, vocational education, and labor-market outcomes over the life-cycle», NBER Working Paper 17504, National Bureau of Economic Research, October.

    • Octavio Medina dice:

      Hola Penny,

      Gracias a ti por los comentarios! Totalmente de acuerdo. No quise incluirlo en el artículo por no hacerlo muy largo, pero los autores también mencionan que en algunos casos los beneficios de la educación vocacional y técnica no persisten a largo plazo, lo que viene a confirmar lo que decías.

      No había visto el documento de Hanushek y compañía, pero lo añado a la lista 🙂

      Saludos,
      Octavio

  2. Guillermo dice:

    Las cifras catastróficas del paro en España, se deben en gran medida al fraude de ocultar relaciones laborales en » becas remuneradas». El legislador pasa del tema y la Justicia, que antes actuaba, ahora parece haberse tornado » inocente».

    http://unaopiniondelaactualidad.wordpress.com/2012/05/23/simios-en-la-inspeccion-de-trabajo-capitulo-v-becas-para-como-decian-antes-trabajar/

    • Epicureo dice:

      Y a la renuncia a todo derecho laboral que conlleva depender de la renovación de un contrato temporal, o sea horas extras gratuitas, labores fuera de contrato, y semiesclavitud en general.

  3. […] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Los dos caminos de los jóvenes politikon.es/2012/05/24/los-dos-caminos-de-los-jovenes/  por navi2000 hace 5 […]

  4. Jose dice:

    Los chicos y chicas de EEUU tienen ventaja a los europeos en sin fin de cosas: más obesidad, más kilos de basura per cápita, más consumo (todo: narcóticos, medicinas, …), más gasto en universidades privadas, etc. Hablemos de calidad de vida. Decir que ingresan con más facilidad al mercado laboral es como decir que el PIB es un buen referente para medir la riqueza de las personas y su felicidad.
    Un saludo y gracias por vuestro trabajo

  5. Josete dice:

    Una entrada fantástica, la verdad. No tan fantásticas son las consecuencias, pero eso ya no depende de tí.
    Saludos

  6. Martha dice:

    Una entrada fantastica, es una pena que los politicos no tengan ganas de cambiar la situación.

  7. Como podemos comprobar cada día, el futuro que se avecina ofrece pocas seguridades y muchas incertidumbres. Instituciones y formas de vida tan arraigadas como el empleo estable, la casa en propiedad o la familia, tal y como las hemos conocido, están llamadas a desaparecer o se están transformando profundamente.
    ¿Qué tendría que cambiar en nuestra forma de aprender y de educar para que nuestro sistema educativo deje de ser anacrónico y esté en armonía con los espacios y los tiempos en los que vivimos?
    http://www.otraspoliticas.com/educacion/educar-para-la-incertidumbre

  8. Epicureo dice:

    Esa «media europea» es tan significativa como la estatura media del grupo formado por los Harlem Globe Trotters y la troupe de enanos del circo Ringling. Nada en absoluto.

    Si vamos al artículo de Quintini y Manfredi (http://www.oecd.org/officialdocuments/displaydocumentpdf/?cote=delsa/elsa/wd/sem%282009%2918&doclanguage=en) (figuras 16 y 17), en el mejor de los «caminos» del empleo juvenil están el 37 % de los estadounidenses y el 30 % de los europeos; pero… un 77 % de los alemanes, un 55 % de los británicos, un 15 % de los italianos y españoles (¡antes de la crisis!).

    De esto deduzco que el modelo estadounidense y el alemán no consiguen resultados equiparables. El modelo de aprendizaje (alemán o británico) es netamente superior al estadounidense, y ambos al modelo de trabajo temporal del sur de Europa.

    Por algún motivo, Quntini oculta este hecho en el artículo de VOX. ¿Será estadounidense por casualidad?

  9. Epicureo dice:

    Veo por aquí una resignación hacia la incertidumbre y la inestabilidad que raya en el elogio. Aparentemente, algunos no tienen en cuenta que la inseguridad, el cambio de ocupación y de domicilio tienen costes muy altos, tanto psicológicos como económicos.

    Una cosa es la adaptabilidad y otra muy distinta la inestabilidad. Se deben tomar medidas para que sea relativamente fácil cambiar cuando hace falta. Pero al mismo tiempo se deben tomar medidas para que esto no ocurra más de lo necesario.

    Si fomentamos que la mayoría de la gente viva saltando de trabajo en trabajo y de oficio y oficio, sobre todo durante sus años formativos, impedimos que obtengan la experiencia necesaria para dominar realmente una actividad, integrarse en un equipo y ser óptimamente productivos. Lo cual no excluye, sino que debe incluir, la formación permanente. Quizá la legendaria «eficiencia alemana» tenga algo que ver con esto.

    Por otra parte, la gente en general (aunque hay excepciones) suele requerir cierta tranquilidad a medio y largo plazo para integrarse en una comunidad y formar familias. Quizá sorprenda a algunos, pero las personas son algo más que medios de producción.

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