Internacional

Neofascistas en el Parlamento griego

9 May, 2012 - - @jorgegalindo

Eso de ahí arriba es la bandera de Amanecer Dorado (AD), un partido neofascista que ha obtenido 21 de los 300 escaños del Parlamento griego. Tienen una fuerte inspiración neonazi y son algo bastante distinto y más radical que otros partidos de derecha ‘lejana’ o extrema como PxC o el PVV holandés. Pablo Simón hacía referencia a esta diferencia en su artículo de la semana pasada, apuntando (y cierto es) que el apoyo electoral a este tipo de formaciones viene siendo estable en las últimas décadas, y yo añado: habitualmente muy bajo. En este sentido, AD es una excepción notable: empleando una estética, unas formas, un discurso de fondo y una retórica que conectan directamente con los grupos fascistas y el Partido Nazi de la Europa de los 30.

Un partido neofascista simple y llanamente está contra el sistema actual y no rechazan el uso de la violencia, verbal o física, para obtener sus fines. Si consideramos a la democracia como un sistema de resolución de conflictos, un conjunto de normas del juego que todos los participantes aceptan para evitar recurrir a otras normas que incluyan, principalmente, el uso de la violencia, no es descabellado calificar a Amanecer Dorado como una amenaza, al menos potencial, a la democracia griega.

La cuestión es si son una amenaza seria o un susto pasajero. En una conversación con Gonzalo Rivero, identificamos más  menos los factores relevantes para poder evaluar esto, manteniendo constantes los factores externos (mejora o empeoramiento de la crisis, conflictos con inmigrantes, etcétera):

1. Capacidad de condicionamiento de las decisiones parlamentarias, y por tanto de marcar la agenda. La situación en el Parlamento es tal que ninguna coalición parece plausible, dado que Nueva Democracia y PASOK se quedan en justo 150 escaños, siendo los otros 150 para la miríada de fuerzas restantes. Con esta situación, lo más probable es que se repitan las elecciones en breve. Y aunque no fuese así, AD está prácticamente solo en el Parlamento, donde no hay otras fuerzas de derecha no moderada. Lo más cercano ideológicamente es Nueva Democracia y los Independientes por Grecia (una escisión de ND), y están muy, muy, muy lejos.

Sin embargo, es cierto que el objetivo de un partido como AD no es tanto condicionar decisiones específicas como, simplemente, capitalizar el descontento para atacar frontalmente al sistema del que ahora mismo forman parte. En ese sentido, cuentan con un altavoz institucional y, por tanto, mediático con el que no podían ni tan siquiera soñar hace unos meses.

2. Grado y estructura de la organización. A más organizados estén, mejor pueden coordinar sus acciones y su mensaje, y más eficientes resultarán. Aunque las raíces organizativas de AD datan de los años ochenta, durante la primera mitad de la década pasada tuvieron bastantes problemas para sobrevivir como entidad, y solo en 2007 pudieron reconstituirse tras un Congreso de refundación. Algunos datos que he podido recopilar a base de medios internacionales y Wikipedia:

– Tienen presencia física en 32 ciudades griegas, una cifra nada despreciable. No soy capaz de encontrar una cifra aproximada de militantes. Su estructura es eminentemente piramidal, aunque trabajan en semi-red (como todas las organizaciones radicales) en los niveles bajos de la jerarquía, dejando a sus miembros que ‘penetren’ en la sociedad para hacer llegar su mensaje.

– Al parecer, llevan desde hace años distribuyendo víveres y otras formas de soporte del tipo «Estado en lugar del Estado» a familias y personas desfavorecidas y castigadas por la crisis. Este es, probablemente, el punto más preocupante, y a la vez, curioso en su parecido con organizaciones como Hezbolá.

– Organizan manifestaciones patrióticas periódicas a las que acuden en torno a 500-3.000 personas.

– Cuentan con tres revistas distintas que suman en torno a 10.000 ejemplares semanales vendidos, nada despreciable y bastante superior a otras publicaciones similares en otros países europeos, aunque aún minoritaria.

– A pesar de que personas del entorno de AD están acusadas directa o indirectamente de ataques racistas y antisemitas, no parece que cuenten con una milicia estable ni nada que se le parezca.

– Por lo demás, tienen las habituales conexiones con bandas de música que difunden su mensaje, hooligans y algún elemento de la policía griega. Esto último es sensiblemente más preocupante, pero no parece que llegue a mayores.

En resumen, parecen estar un par de pasos por delante de cualquier organización neonazi de otro país europeo, pero lejos de tener una estructura realmente sólida y asentada que les permita crecer exponencialmente. Una cosa que no he podido encontrar por ninguna parte es cómo se financian. Si su capital proviene sobre todo de aportaciones de los militantes y simpatizantes, así como de vender revistas y similares, no parece que puedan llegar demasiado lejos.

3. Presencia de un líder carismático. En este tipo de movimientos, como desgraciadamente sabemos demasiado bien en Europa, un líder puede marcar la diferencia entre el éxito y la mediocridad. Nikolaos Michaloliakos es el alma del partido, quien lo fundó y quien lo lidera hoy. De ello cabe deducir que es, efectivamente, un líder eficaz en un reducido grupo de radicales. Ahora, dar voz a cientos de miles de personas es muy distinto. Podemos considerar que el numerito de hacer levantar a los periodistas antes de su rueda de prensa era una forma de darle ese aura de caudillo que requiere este tipo de partidos. Aún a pesar de mi nulo conocimiento de griego, no me parece que sea un gran orador, y desde luego no sabe manejar a los periodistas. O mejor dicho, considera que no le hace falta manejarlos y le sale más a cuenta despreciarles (craso error). Su discurso va más allá del populismo y se adentra en las regiones del radicalismo más puro sin demasiado cuidado. No puede descartarse que se convierta en un político carismático y atrayente, pero no parece el punto más fuerte de este partido.

4. Perfil y razones de sus votantes. Al parecer, AD recibe muchos apoyos de personas de clase baja y media-baja de áreas urbanas y periurbanas que han sido dejados de lado por el sistema y que no tienen una ideología clara. Por otra parte, han ganado probablemente casi todos los votos que LAOS (derecha radical ortodoxa) ha perdido. En resumen, no están recibiendo votos de personas de perfil ideológico fuertemente marcado, claro, sino al revés. El asunto es si AD serán o no capaces de convertirse en un movimiento más populista. El tener más voz y voto puede ser perfectamente un arma de doble filo. Un exceso de excesos (valga la redundancia) ideológicos ultra podría desembocar en una pérdida de apoyos de votantes que sí se ven identificados en el discurso anti-inmigración, anti-banqueros y anti-Europa, pero no en la radicalización absoluta hacia tendencias neonazis.

En resumen, AD puede ser peligroso a medio plazo si refuerzan la organización de que ya disponen (ahora que recibirán recursos por tener representación parlamentaria) encaminándola hacia un discurso populista que mantenga los ataques contra los inmigrantes, potenciando un líder de tipo caudillista, y con un contexto (empeoramiento del paro y el nivel de ingresos en Grecia) que acompañe. Pero el primer paso es ver si hay elecciones de nuevo en junio, y comprobar si estos 21 diputados han sido flor de un día. En todo caso, insisto en que el aspecto más interesante y preocupante de AD es la forma en la que pretenden ser un estado dentro del estado, tanto en términos de proporcionar bienestar, como de garantizar seguridad (en el día de las elecciones, militantes de AD se dedicaron a acompañar a personas mayores a votar para que estuviesen seguras). Podría convertirse en el nuevo Jobbik de Grecia, ala pseudo-paramilitar incluida. En todo caso, el fenómeno es definitivamente preocupante.


6 comentarios

  1. Carlos_LdG dice:

    De hecho por ahí he leído que varios de los miembros han luchado en las guerras de Yugoslavia. Así que aparato militar pueden tener. Además el líder está acusado de terrorismo si no recuerdo mal

    • Jorge Galindo dice:

      Sí y sí. Pero que tengan a 10 o 50 tipos que hayan participado (a saber cómo) con los serbios no quiere decir que montasen una División Azul.

  2. Illuminatus dice:

    Apunte: lo de la distribución de víveres y ese tipo de cosas no es ninguna novedad en los movimientos fascistas y los de Hezbolá sólo imitaron, consciente o inconscientemente, lo que ya ponían en práctica los nazis con los Winterhilfswerke o aquí con el Auxilio Social. Es una treta clásica.

  3. […] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos Neofascistas en el Parlamento griego politikon.es/2012/05/09/neofascistas-en-el-parlamento-gri…  por Ankor hace […]

  4. Gasolino dice:

    Joder, si tanta chapuza es la política griega, me imagino que alguien habrá que pueda comprar un diputado de otro partido para gobernar, ¿no?

    Aquí lo hizo Espe en su momento y nadie dijo nada.

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