El New York Times tuvo ayer en portada dos noticias que parecen ser sobre temas muy distintos, pero que en el fondo se refieren al mismo problema. En las dos noticias tenemos a un gobierno intentando mantener el precio de un bien tan barato como sea posible. En ambos casos fracasan estrepitosamente.
El caso venezolano es especialmente patético. Para empezar, es la enésima repetición de una herramienta tan habitual como inútil en el arsenal de los gobiernos populistas de corte más analfabeto, la imposición de precios máximos de forma administrativa. La retórica siempre es la misma: en el mercado hay una serie de malvados intermediarios que se interponen entre los gloriosos productores campesinos / héroes proletarios / los recursos naturales de la nación y los ciudadanos de a pie. Estos intermediarios especulan, siempre especulan, sea comprando todo y después no vendiéndolo a nadie, sea llevándose un margen horriblemente alto en la tienda, sea vendiendo todo a esos sucios capitalistas del norte que vienen a robarnos lo que es nuestro. Todo es muy caro, carísimo, por culpa de los especuladores.
Pero todo tiene solución: el Presidente, que es muy sabio, es capaz de ver que estos malvados intermediarios se están enriqueciendo a costa del pueblo llano, así que limitará sus beneficios. Y lo hará usando el estado, que para algo lo tenemos, con aranceles a la exportación, precios máximos y gloriosas tiendas del pueblo donde nadie estará ahí por el vil metal. El problema, claro está, es que si los precios llevan subiendo desde hace una temporada (en el caso Venezolano, por encima del 25% anual), es muy probable que los costes estén haciendo lo mismo. No acostumbra a pasar demasiado tiempo hasta que el «precio oficial» de un determinado producto es menor de lo que cuesta producirlo y distribuirlo (los tenderos también tienen que comer, claro). La reacción más normal cuando esto sucede no es que los campesinos, empresarios y distribuidores empiecen a comerse pérdidas, sino que simplemente dejen de vender. Ahí tenemos un país que era uno de los mayores productores de café del mundo importando café estos días, sin ir más lejos. Lo que queda son tiendas vacías, unos precios oficiales que no sirven para nada y un mercado negro tan vital como incompetente sea el gobierno reprimiéndolo.
El pequeño detalle que se le escapa al Presidente, obviamente, es que la inflación es casi siempre un fenómeno monetario nacida de un banco central un poco demasiado amigo de imprimir moneda. Venezuela, en el 2008, reformó esa institución, poniéndola bajo control del ejecutivo – y como sucede casi invariablemente en estos casos, este decidió sacar la imprenta y liarse a pagar facturas con billetes nuevos. Argentina, otro país haciendo el mandril de forma similar, «reformó» el Banco Central hace unos meses.
El resultado sería cómico sino se estuviera cargando la economía de un par de países del continente: en un lado tenemos al gobierno creando inflación emitiendo moneda, en el otro tenemos al mismo gobierno creando escasez haciendo que toda esa moneda que imprime no sirva para comprar nada. Cristina Fernández tiene al menos cierta excusa en Argentina ya que tras la bancarrota de hace unos años nadie les presta un duro, pero está haciendo lo mismo. El resultado es parecido: uno de los países que más rápido crecen del continente (a base de exportar soja como posesos, en gran medida) y que tiene petróleo a espuertas, pero donde la electricidad está racionada.
El caso de los alquileres en Manhattan es casi simétrico: aquí no tenemos un gobierno haciendo que vender bienes deje de ser rentable, sino un ayuntamiento limitando la oferta de un bien hasta tal punto que el precio se dispare. Los alquileres en Manhattan no son exageradamente caros porque sea una ciudad muy rica; el motivo es que dado que es una ciudad muy rica (¡es densa y productiva!) mucha gente quiere irse a vivir ahí. Manhattan es un sitio rematadamente lleno de gente, eso es indudable (27.000 habitantes/Km. cuadrado), pero en agregado no es mucho más denso que París (20.000). La cuestión es, no hay ningún obstáculo tecnológico serio que impida al distrito más rico de la ciudad más rica de la tierra albergar más gente; entre Midtown (de la calle 34 a Central Park) y Wall Street hay una enorme cantidad de espacio con edificios de 4-6 plantas casi de forma exclusiva, y por encima de la calle 59 la altura media es bastante limitada. La isla tenía en 1910 casi 800.000 habitantes más que ahora, así que si se ponen, pueden meter a más gente. Y gracias a esta pequeña maravilla tecnológica que es el rascacielos (una innovación de 1910, más o menos) no costaría -demasiado- bajar los precios de los alquileres simplemente aumentando la oferta.
¿Cuál es la reacción tradicional en muchas ciudades? Nueva York tiene una larga tradición de regular el precio máximo de alquileres (resultado: menos oferta de alquiler, y la que está fuera de regulación con precios obscenos) mientras limita la densidad de construcción nueva (no sea que «cambie el carácter del barrio»). En España, que somos más chulos que un ocho, lo nuestro es proteger más al inquilino que al casero (para «evitar abusos») y dar enormes subvenciones a la compra de vivienda vía espantosas (y regresivas) deducciones fiscales. El resultado es, como de costumbre, menos oferta y precios más altos, mientras incontables ministros se preguntan por qué cuesta tanto convencer a los jóvenes para que se independicen.
Lección número uno para cualquier político: la única forma de controlar un precio es haciendo que el bien ofrecido sea más abundante. Cualquier otra cosa es realmente poner puertas al campo; la ley de la oferta y la demanda es básicamente implacable.
Nota adicional: el mercado de alquiler de vivienda no es lo mismo que el mercado de compra. Para empezar, no están ni en la misma categoría contable; la compra de vivienda es una (mala) inversión, que el estado incentiva tontamente. El hecho que España tenga un 90% largo de la población en hipotecas es una señal bastante clara que la oferta de alquiler es artificialmente baja. Y obviamente, dar subvenciones al comprador no aumenta la oferta de un bien, sólo aumenta su precio.
La megalonamía de los políticos les ciega, tanto que cualquier día prohibirán a la capa de ozono destruirse, y se quedarán tan pachos.
No sabes lo feliz que me hacen todos estos posts de adoración a la ciudad y (ahora) a los *gasp* rascacielos. Sabía que tenían muchos beneficios, pero sospechaba que quizás se tratase de una obsesión mía. Ahora soy feliz.
Por cierto, no se como has podido olvidar que THE RENT IS TOO DAMN HIGH
http://knowyourmeme.com/memes/the-rent-is-too-damn-high-jimmy-mcmillan
Y esto también es indispensable:
http://www.youtube.com/watch?v=Gg5SwyTvAHw
Cuanto me ha recordado este post a la política económica de Salvador Allende, en mi nada experta opinión, la mayor causa del golpe de estado. http://es.wikipedia.org/wiki/Salvador_Allende#Desequilibrios_econ.C3.B3micos
Y aún así admiro mucho de Allende.
Buenísimo @Ander.
Pues Carlos, para ser alguien que admiras a Allende, lo disimulas muy bien.
Pero vamos que si los desequilibrios económicos, para ti, son justificación para los golpes de estado, vamos a necesitar un ejercito de aliens que invadan nuestra querida tierra, y para desequilibrios económicos los que trajeron los militares a toda sudamerica.
Efectivamente esa es tu «nada experta opinión».
Querido Roger, creo que simplificas demasiado. El gobierno de Aznar utilizó la «lección nº 1 para cualquier político» aumentando la oferta de suelo para construir pisitos hasta el infinito, básicamente casi cualquier suelo rústico se convirtió en urbanizable, y el resultado es el que concoemos: subida irreal del precio de la vivienda, especulación y creación de una tremenda burbuja inmobiliaria. El mercado de la vivienda, teniendo en cuenta el crédito fácil desde Europa y el fomento fiscal desde España, se convirtió de esta manera en un mercado muy ineficiente y poco perfecto.
Todos esos aspectos que mencionas fueron tumbados por el Tribunal Constitucional (ver Sentencia derogatoria 164/2001 del Tribunal Constitucional.)
Como consecuencia, se mantuvo el control del suelo en Ayuntamiento y Comunidades Autónomas, con las consecuencias que describes.
Basicamente las cosas no fueron así, pero vamos, no nos vamos a poner a discutir la ley del suelo en el break de la comida.
Sí, tienes razón. Pero cuando ví que el comentario se iba de largo, preferí dejarlo a la espera de que alguien supiera poner algo mejor.
Iba a apuntar algo parecido.
En el caso de un bien que no solo se compra para usarlo (también como inversión) -no estamos hablando de cafés ni de pan-. La liberalización bestia de la oferta puede tener efectos imprevistos.
«la única forma de controlar un precio es haciendo que el bien ofrecido sea más abundante»
Por supuesto. En España, hace unos años se incentivó la oferta de vivienda para que fuera más abundante (deducciones fiscales para la compra, facilidad de los ayuntamientos para recalificar el suelo, inversión pública en vivienda protegida, etc…) y como todos sabemos los precios se mantuvieron controlados. O algo parecido, vaya…
En fin, no dejes que la realidad me estropee un buen dogma ideológico.
Las deducciones fiscales a la compra de vivienda y la reserva de vivienda constriuda para VPO son incentivos a la oferta? En fin…
Las deducciones fiscales a la compra de vivienda y la reserva de vivienda constriuda para VPO son incentivos a la oferta?
Son incentivos a *la demanda* que tiran de la oferta . Que más da? el fin es el mismo.
Las deducciones fiscales son incentivos a la demanda que hacen que aumente el precio con el consiguiente aumento de la oferta que señalas. La reserva para VPO es un desincentivo a la oferta que hace aumentar el precio.
Osea que estás diciendo que las VPO, lo que hacen es aumentar el precio de la vivienda?, tu has pensado bien en eso?.
Totalmente de acuerdo con que los incentivos a la compra de la vivienda, fueron una de las razones de la burbuja inmobiliaria, pero no te olvides de la razón mas importante: Especulación y avaricia bancaria, o en otras palabras: Desregulación y liberalización de las politicas economicas, estas son la verdadera razón del agujero negro en el que nos encontramos.
Justo lo que apunta Francisco un poquito mas abajo.
El precio la vivienda se disparó por una sobreoferta de crédito y la idea de que «la vivienda nunca baja» unida a «los tipos de interés nunca bajan» y créditos as 45 años incluyendo el coche.
Todo el que no vendía para comprar otra casa aún más cara era idiota, porque además te lo desgravabas a saco.
Sumale que el suelo (principal activo) se liberalizaro como un culo, se le dio a un grupo de promotores controlado a precio de saldo para especular con él y tienes una hermosa tormenta perfecta.
Mercado de compra != Mercado de alquiler.
Y en España sólo se incentiva la demanda a la compra, no la oferta de cualquier otra cosa.
A ver, eso se refiere a los precios de los bienes de consumo, no a bienes que pueden ser una inversión, como la vivienda. En España se incentivó la construcción de vivienda, sí, pero se incentivó aun más la compra y todos los demás factores que permitieron que se convirtiera en una lucrativa inversión. De esa forma por mucho que incentives que la oferta sea abundante, si es un bien de inversión y se incentiva que la demanda sea aun más abundante, es imposible que el precio sea bajo.
Rubén ha llamado «inversión» a la vivienda.
Exijo que se le flagele en plaza pública con 50 latigazos en sus partes como escarnio y para evitar que alguien lo repita..
Claro, que si la gente compra Oro como si produjese algo por si mismo o tuviera utilidad (salvo que seas el Tio Gilito no la tiene) pues que vamos a decir.
¿Pero alguien de verdad cree que «liberalizar» el suelo significa dar más facilidades para recalificar? ¡Eso es todo lo contrario! Lo que se creó fue un sistema con unos incentivos perversos que ha dado como resultado lo que sufrimos hoy.
Si el suelo hubiera sido libre de verdad no habríamos visto las tan manidas «cuentas en B» de «te cuesta la casa 200.000 pero tienes que dar 25.000 en B…ya sabes las cosas cómo son, Pepe».
Creo que confundes el problema de liberalizar con lo bonito que es llevarte el dinero negro cuando los beneficios son la leche y el impuesto por plusvalías o escritura ligeramente incomodo.
No recuerdo que se pidiese en negro para cubrir costes. De hecho lo escriturabas por 1.000 y el banco te daba 3.000 de hipoteca.
Yo no he dicho que el negro se hiciese para cubrir costes; pero sí que había que untar al Concejal de Urbanismo de turno para la recalificación pertinente; y si eso no se ha trasladado al coste de la vivienda en absoluto es que el promotor era gilipollas. Y puede que fuese ingenuo en su mundo de burbuja, pero no gilipollas a corto plazo.
Y hablamos del negro para la plaza de garaje. Y hablamos del «uy, es que si no el IVA te va a subir mucho» o del «es que si lo ponemos a X el Ayuntamiento se lleva más tajada». Vamos; cosas que estaban a la orden del día y para las que no hace falta un estudio de políticas públicas y fraude fiscal para verlo.
Otra cosa es que la gente aprovechase la hipoteca para comprarse el X5, la luna de miel y una tele de 900 millones de pulgadas para el salón. Lo cual es para hacer las maletas y largarse de este país.
Desde luego que reducir el problema del precio de la vivienda o el alquiler a una simple cuestión de falta de oferte es percisamente eso, simplista.
Una vivienda, de alquiler o venta, no es un bien que funcione como el vino en el supermercado. Es algo básico.
Por no hablar de otras connotaciones urbanísticas (no todo es economía Roger) que son muy importantes, aunque a tí, por la forma en que hablas -eso de «perder el carácter del barrio»- te parezcan tonterías.
Es un tema demasiado complejo que simplificas en exceso en este post, cual tertuliano radiofónico.
Mal.
En España, básicamente todo suelo es urbano si cumple con tres requisitos: Acceso rodado adecuado, suministro eléctrico y abastaecimiento de agua y saneamiento de aguas residuales.
Es decir, todo el suelo, salvo el de especial protección es susceptiblede ser hormigonado.
Esto parece que es bastante laxo para el promotor patrio, pues nooooo, craso error, nuestro emprendedor local quería más y más.
Para ello no dudó en construir en suelo protegido miles y miles de viviendas (sólo en dos comarcas de la Andalucía oriental más de 40.000 bonitas casitas para «ingleses» -léase jodidos güiris a los que sacar la pasta-).
Por tanto, eso de que extender la oferta siempre rebaja los precios es una ley enferma de «avecería» (a veces si, a veces no).
Bueno, después de todo lo dicho, pienso que el único remedio para acabar con la corrupción urbanística en España es quitar esas competencias de las manos de los los alcaldes y concejales. No existe administración más inútil que la local, y eso sólo la sabe de verdad quien haya trabajado con estas administraciones tan «cercanas» al ciudadano.
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Un cuasi-off-topic: percibo que es opinión unánime entre los analistas que el crecimiento de Argentina la última década, más de un 90% (con dos tercios de reducción de la pobreza, y la desigualdad reducida a la mitad) se debe, “en gran medida”, a un ambiente coyuntural favorecedor de las exportaciones.
Este artículo dice que eso no es cierto:
“Argentina’s rapid growth has often been dismissed as a “commodity boom” driven by high prices for its agricultural exports such as soybeans, but this is not true. Table 1 shows the real contributions to GDP growth by expenditure. It can be seen that the role of exports is not very large during the expansion of 2002-2008. It peaks at 1.8 percentage points of GDP in 2005 and 2010, and amounts to a cumulative 7.6 percentage points, or about 12 percent of the growth during the expansion. The story for net exports is even worse, with net exports (exports minus imports) showing a negative cumulative contribution over the period. The recovery is driven by consumption and investment (fixed capital formation), which account for 45.4 and 26.4 percentage points of growth, respectively.
However, this measure of real (inflation-adjusted) contributions to growth does not measure the full impact of exports when there are significant price increases for exports. In this case, if the price increase is large enough and the affected exports are a big enough share of the economy, the increased income can contribute to growth and to living standards (through the consumption of imports that do not add directly to GDP) in other ways, that do not show up in the real contributions to GDP growth measured above.
To consider these other effects of the rising value of exports, Figures 2 and 3 show Argentina’s annual exports by value, and by category; this is shown both in current dollars and below, in percent of GDP.
As can be seen in the graphs, exports as a percent of GDP, as measured by dollar value, actually decreased during the recovery. And agricultural exports, as a percent of GDP, fell slightly from 5.0 percent of GDP to 4.7 percent, dipping as low as 3.4 percent in 2006 – again, this is measured by dollar value, so it reflects the large increases in commodity prices from 2005 to 2008. So agricultural exports are clearly not driving growth; and in fact they are too small a share of GDP to have anywhere near the kind of impact that is often attributed to them.”
http://www.cepr.net/documents/publications/argentina-success-2011-10.pdf
¿Alguien podría aportar una contra-argumentación, y así los legos podremos aprender sobre el asunto?
@Maese Alcofribas; convendría saber si la soja está siendo exportada en bruto o está sometida a diversos tratamientos y entonces es exportada. Quizás ahí vendría la explicación en la segunda gráfica de la página 7 del artículo que enlazas. La soja y derivados podrían estar siendo incluidos en ambas partes del GDP haciendo difícil medir el impacto correcto.
Gracias por la respuesta, El Burgués. La verdad es que no se me había ocurrido, pero en cualquier caso en la nota a pie de página pone
«This is true even if we include some of the manufactured goods (e.g. soybean oil ), which are linked to commodity prices. These are also shown in Figure 2. These are flat over the expansion in terms of dollar value as a percent of GDP.»
no sé si estos productos agrícolas manufacturados están sólo en la categoría «food/beb/tobacco» o también en la «industrial», pero incluso sumando estas dos categorías más la de «agrícolas/hunting/fishing/forestry» nos da una media sobre el 19% del PIB, por tanto los productos agrícolas, manufacturados o no, serán menos de esta cantidad. No sé si eso será mucho o poco en relación a otros países (o a un óptimo potencial de % sobre el PIB, si eso existe), pero sí que parece que no es ese el principal factor que ha tirado de la economía