Economía

¿Qué fue de la construcción?

25 Mar, 2012 -

Después de casi cinco años de crisis económica, todavía me sigo sorprendiendo al preguntarme qué fue de la construcción. ¿Qué fue de todas aquellas fachadas cubiertas andamios con mallas color verde? ¿Qué fue de toda aquella maquinaria? ¿Dónde quedaron todas esas furgonetas, excavadoras, hormigoneras y grúas? ¿A dónde fue esa masa ingente de peones, oficiales y jefes de obra que siempre de madrugada inundaban las autovías del país? ¿Y todos esos compañeros de clase que abandonaron sus estudios en busca de trabajo para no tener que racanear algo más de dinero a sus madres los fines de semana? ¿A qué se dedican ahora tantos estudios de arquitectura, aparejadores, abogados urbanistas, agentes inmobiliarios, promotores, comerciales y contratistas, por citar sólo algunos? Parecía que la construcción había estado con nosotros desde siempre, pero bastó poco más de un año para que desapareciese casi por completo. Entonces vino el llanto, la mortificación por los excesos cometidos y la promesa de un modelo productivo libre de obras y promociones.

En esta entrada quisiera analizar la situación actual del sector de la construcción así como su evolución precedente frente al conjunto de la economía. Para ello trataré de presentar algunos datos generales sobre la importancia que ha tenido este sector en nuestro modelo productivo, dónde se han localizado sus empresas, cuál ha sido su evolución y qué queda de él en la actualidad. En este análisis utilizaré muchas herramientas propias del análisis demográfico. Se trata de un método que, sin ser novedoso, no por ello deja de ser original. Quedan todavía muchas dudas pendientes. ¿La construcción nunca nos abandonó?  ¿O quizá somos nosotros quienes no dejamos de aferrarnos a ella?

Es necesario hacer una aclaración preliminar sobre los datos. Los sectores de actividad en los que se clasifican las empresas se guían por los criterios que establece la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE). Éstos se modificaron en el año 2009, de ahí que la serie de datos no sea comparable entre sectores a partir de entonces. No obstante, es posible obtener la equivalencia a través de ciertas composiciones. Así, los datos anteriores a 2009 que se muestran son el resultado de la suma de las categorías ‘construcción’ y ‘actividades inmobiliarias’ (cuentas 45 y 70 de CNAE93). Los posteriores a ese año son el agregado de ‘construcción de edificios’, ‘ingeniería civil’, ‘actividades especializadas de construcción’ y ‘actividades inmobiliarias’ (cuentas 41, 42, 43 y 68 de CNAE2009). Todas los datos han sido extraídos de la base para explotación estadística del Directorio Central de Empresas (DIRCE) que facilita el Instituto Nacional de Estadística y pueden ser solicitados en cualquier momento. Las gráficas son todas de elaboración propia.

¿De cuántas empresas estamos hablando?

A principios del año 2000 había unas 2.520.000 empresas registradas en España. Actualmente este número asciende aproximadamente a 3.250.000. Dentro de éstas, las dedicadas a construcción y actividades inmobiliarias siempre han supuesto una fracción importante. Así, a comienzos de la pasada década, este tipo de empresas rozaban el 15% del total. Su importancia fue en ascenso, tanto así que en el año 2008, a las puertas de la crisis, las empresas inmboliarias y de construcción superaron el 21% del total de empresas españolas. En otras palabras, en ese entonces más de 1/5 de todas nuestras empresas estaban específicamente dedicadas a la construcción. Si además contásemos las relacionadas más o menos directamente con dicho sector, su número sería mucho mayor. El siguiente gráfico muestra la evolución del número total de empresas y de las dedicadas a la construcción y las actividades inmobiliarias en España. Las barras indican el porcentaje de empresas de construcción sobre el total de empresas para cada año.

¿Dónde están localizadas?

Aunque la proliferación de empresas dedicadas a la construcción ha sido un fenómeno general de España, el mayor número de éstas se concentra en Cataluña (20%), Comunidad de Madrid (15%), Andalucía (13,4%) y Comunidad Valenciana (11%). Los porcentajes indican el número de empresas de construcción radicadas en cada comunidad autónoma como fracción del total de empresas de construcción a nivel nacional. Por otra parte, aunque dichos valores se refieren al año 2011, éstos se han mantenido bastante estables en toda la década.

Un análisis demográfico de las empresas de construcción españolas

Conocer el número total de empresas en cada periodo nos ofrece sólo una información parcial. De hecho, nos permite conocer el resultado, pero no el proceso precedente. ¿Cuántas empresas entre las que observamos se crearon ese mismo año? ¿Cuántas no llegaron a ver el nuevo año? Este tipo de preguntas nos remiten en cierto modo a nociones como natalidad, mortalidad, crecimiento o supervivencia, de ahí que el método empleado para darles respuesta suela denominarse análisis demográfico de las empresas.

Comencemos con las empresas de nueva creación. Hasta 2008 el número de empresas generadas por el sector de la construcción ascendió a 780.000, con una media de casi 89.000 nuevas empresas cada año. Estas cifras son considerables teniendo en cuenta que la media de creación de empresas para el total de sectores se acercaba a 370.000. De esta forma, como indica el gráfico de barras, alrededor de 1/4 de las empresas que se creaban cada año en España estaban dedicadas a la construcción. Esta proporción llegó a su cima en 2007, año en el que este tipo de empresas supusieron el 30% de todas las que se crearon ese año. A la luz de los resultados, parece que el estallido de la crisis se encontraba lejos de ser evidente, al menos para los más directamente involucrados.

La creación de empresas en el sector de la construcción se ha reducido notablemente desde entonces, pero está lejos de haber desaparecido.  Prueba de ello son las 58.476 empresas creadas en 2011, cifra que supone casi el 18% del total de empresas de nueva creación. En todo caso, se diría que simplemente estamos volviendo a los niveles previos al inicio de la burbuja inmobiliaria.

Desde el lado contrario, son muchas las empresas que por distintas razones deciden o se ven forzadas a cesar su actividad. En el sector de la construcción, hasta 2007 una media de 46.103 empresas echaban el cierre cada año. Se trata de un valor razonable dado el elevado número de empresas en el sector, y en todo caso, inferior al número de las que se creaban cada año. Las cosas cambiaron mucho a partir del año siguiente. 2009 fue especialmente catastrófico con 133.267 empresas dadas de baja en el sector de la construcción, algo más de 1/3 del total de cierres de ese año. Desde 2008 la crisis se ha llevado por delante 400.000 empresas. La situación ha mejorado ligeramente desde entonces, si bien todavía es pronto para hablar de estabilización alguna.

Frente a esas empresas que desaparecen se encuentran aquellas que viven un año más para contarlo. Para entendernos, en 2011 había 552.489 empresas que ya existían por lo menos el año anterior. Esta permanencia fue en aumento hasta el inicio de la crisis para después decaer, aunque no bruscamente.

Con esta información disponible, podemos extender nuestra analogía demográfica un poco más. Así, si calculamos el número de altas respecto al número total de empresas podemos obtener la tasa bruta de natalidad de empresas. En el sector de la construcción, esta tasa de natalidad se mantuvo alrededor del 17,54% antes de 2008, para después caer hasta el 11%. De manera análoga podemos calcular la tasa bruta de mortalidad de empresas. Ésta se mantuvo en valores inferiores a la de natalidad, en torno al 10%. Con la crisis esta tasa de mortalidad se disparó hasta rozar el 20% en 2009, si bien ha remitido posteriormente. Este hecho es comprensible, habida cuenta de que en la sacudida inicial las empresas más frágiles suelen desplomarse en poco tiempo. Desaparecidas éstas, las restantes suelen sobrellevar mejor las dificultades, o por lo menos durante más tiempo.

La diferencia entre las tasas de natalidad y mortalidad da como resultado la tasa de crecimiento de las empresas. El número de empresas en el sector de la construcción creció de media un 7,54% anual hasta 2008. Este valor fue de hecho muy superior a la media nacional, que se situó en torno al 3,16% en el mismo periodo. El número de empresas en la construcción crecía cada año el doble que en el resto de la economía. Sin duda, la construcción hacía gala de una fecundidad notable. Este ritmo no obstante se rompió en 2008 cuando la tasa de mortalidad superó a la de natalidad. El crecimiento entonces pasó a ser negativo a partir de entonces. La caída más acusada se dio en 2010 con un -2,37%. Esta cifra mejoró ligeramente en 2011, debido principalmente al retroceso de la mortalidad por las razones explicadas antes.

¿Hacia un nuevo modelo productivo?

En vista del análisis precedente, todavía parecería aventurado hablar sobre si nos dirigimos hacia un nuevo modelo productivo o si por el contrario no estaremos simplemente removiendo los rescoldos del anterior. En 2011 el número de empresas de construcción descendió un -4,57%, en tanto la media nacional fue del -1,41%. Aun así, detrás de este resultado se esconden sectores que han crecido a pesar de la crisis. Dentro de la variación total del número de empresas tras la crisis, las empresas dedicadas a actividades auxiliares en los sectores financiero y de seguros (compañías de fianzas, uniones de crédito, empresas de factoraje, etc.) han contribuido positivamente con un 2,5% anual, las dedicadas a actividades auxiliares administrativas o de oficina lo hicieron con un 4,25%, las relacionadas con la educación en un 3,6% o con las actividades sanitarias en un 4,9%, por citar los más destacados.

De todos modos, estos ejemplos se encuentran lejos de ser ilustrativos de ninguna tendencia general. A fin de cuentas, buena parte de los sectores que han crecido durante la crisis son pirófilos (es decir, que florecen después de que el fuego haya arrasado la vegetación existente) o bien porque son directamente acíclicos (como la sanidad o educación, que en última instancia dependen de los presupuestos del sector público). Por tanto, más aún a falta de un análisis detallado, todavía es pronto para hablar del futuro de nuestro modelo productivo. También del papel que la construcción jugará en él. Aunque desde luego, si algo podemos tener presente es que el pasado, tal como fue, nunca volverá.

Adenda: Las empresas de construcción en Andalucía

Dado que la razón de elaborar esta entrada vino motivada por otra anterior que publicó Roger sobre la construcción en Andalucía, parece comprensible tratar de ofrecer una respuesta concreta a las preguntas que planteaba. En el gráfico siguiente puede verse la evolución del número de empresas dedicadas a la construcción y las actividades inmobiliarias en Andalucía. Se trata de la 3ª comunidad autónoma donde radican más empresas de este tipo, cuyo número asciende a casi 82.000 en 2011. A pesar de todo, como deja entrever su evolución, el sector pasa por un periodo de contracción, como por otra parte sería previsible. Desgraciadamente, el DIRCE no ofrece datos detallados sobre la dinámica empresarial del sector (altas, bajas y permanencias) por CCAA. Y según se desprende de la entrada de Roger, parece ser que la Junta de Andalucía tampoco. Así que parece ser que tendremos que conformarnos con los datos agregados.


6 comentarios

  1. lucke dice:

    Buenísimo. Y queda la pregunta: después del fuego de la crisis ¿qué sector florecerá en nuestra querida españa que absorba todos los recursos que sobran de la construcción?

    si es un sector exportador y de alta productividad, igual hay esperanza para españa, aunque no se me ocurre de qué sector o sectores podría salir todo ese crecimiento que necesitamos…

  2. utopia binaria dice:

    Parte del sector de la construcción puede, y debe, buscar la manera de exportar su experiencia. Principalmente los grandes grupos constructores españoles. Muchas constructoras tienen una importante cartera de contratos en países donde está habiendo una inversión en infraestructuras muy interesante. Arrastrar a empresas españolas asociadas a la construcción puede ser una manera de ayudar a la implantación internacional de las mismas. Acciona, FCC, OHL, Dragados,Ferrovial, todas ellas deberian plantearse la oportunidad de internacionalizar el sector de la
    construcción español, y no sólo su cartera de inversiones.

  3. Shine dice:

    Aunque es complicado, añadir los datos de la industria manufacturera que está relacionada con la construcción hubiera mejorado el resultado de la entrada. Por otra muy buena.

  4. Javier dice:

    Muy interesante.

    Sólo me aparece una duda. ¿En los datos que expones están incluidas sólo las empresas dedicadas netamente a la construcción o también las empresas secundarias (estructuras metálicas, carpintería de aluminio, persianas, encofrados, etc.)?

    Un saludo.

    • Ramón Mateo dice:

      No, únicamente se incluyen las relacionadas directamente con la construcción o las actividades inmobiliarias (cuentas 45 y 70 CNAE93 y cuentas 41, 42, 43 y 68 de CNAE2009). En principio pensé también en incluir la de industrias relacionadas más o menos directamente, pero las equivalencias entre los dos sistemas de cuentas hubiera resultado mucho más engorrosa sin alterar el fondo de las conclusiones finales. De incluirse, parece evidente que los porcentajes mostrados más arriba serían mayores. A estas alturas tampoco sorprenderá a nadie que en buena medida prácticamente toda la economía prosperó al candor de la construcción.

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