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El descubrimiento del individuo

22 Mar, 2012 - - @jorgesmiguel

Recordaréis que algo de lo que he hablado en alguna ocasión es la evolución histórica del concepto de individuo; o, más concretamente, de la imposibilidad de juzgar los regímenes políticos antiguos por los cánones actuales por cuanto el individuo moralmente autónomo como sujeto político es una «invención» relativamente reciente. Aunque hubo algún comentario de sorpresa, esto es algo más o menos aceptado en la historia de las mentalidades y la teoría política, aunque se debaten los grados, las causas y el momento a partir del cual podemos hablar con propiedad de un sujeto verdaderamente moderno.

He empezado a leer un estudio sobre el asunto de Colin Morris que data de hace ya unas décadas, The Discovery of the Individual 1050-1200. Morris presenta la tesis de que el origen del individuo en sentido moderno hay que buscarlo en ese período de plenitud medieval que acota el título del ensayo, y en el que despuntan también los procesos de construcción del estado en Europa tras el apogeo feudal, se redescubre a Aristóteles a través de Sicilia, Iberia o Mont Saint-Michel, y se renuevan los contactos con Oriente a partir de la aventura levantina de las Cruzadas. La tesis es aún moderadamente polémica, por cuanto la convención hace aparecer al individuo moderno en fecha más tardía, entre el humanismo renacentista, la moral autónoma kantiana y la consagración del hombre como sujeto político en 1789; y Morris hace un análisis general, sin centrarse en la política. No obstante, os recomiendo leer el primer capítulo en el enlace incluido arriba, o al menos las tres o cuatro primeras páginas, para que veáis cómo plantea y delimita la cuestión.


25 comentarios

  1. Manu dice:

    Hola, Jorge.

    He podido ojear el índice y otros libros del autor que ser parece un especialista en esos siglos en Inglaterra y la parte del continente que entonces dominaban: Bretaña, Normandía y Aquitania.

    A veces los especialistas atribuyen demasiadas cosas a su época de la historia.
    En cualquier caso gracias por ponerlo en el radar y te hago una reflexión adicional porque ya comienzan a pisar fuerte en la academia gentes sin conocimiento directo de los clásicos. Chicos que fueron educados en el desconocimiento de nuestras raíces griegas y romanas y sin la capacidad de leer en dichas lenguas textos cruciales de nuestra historia.

    Hay un libro de Werner Jaeger que quizás conozcas: «Paideia, die formung des griechischen menschen» (1933) que tiene traducción española desde 1942 (Fondo de Cultura, México).
    Son dos volúmenes y más de 1200 páginas por uno de los grandes maestros modernos de la cultura griega.

    El libro es un recorrido muy detallado sobre cómo Grecia, desde sus albores, buscó asegurar –a través de la «Paideia»– que el «Individuo» alcanzase su «Areté», su más alta realización personal.

    Es difícil no ver en, Sócrates, Platón, San Pablo, San Agustín, Plotino y tantos otros una línea directa y muy intensa entre esas raíces griegas y la propia esencia de la religión cristiana del Nuevo testamento.
    Incluso la palabra Religión, Religare, nos habla del restablecimiento de vínculos de la persona –individual y responsable de sus actos– con su creador.

    Por esto me sume en el estupor la pretensión de Morris. Salvo que lo que esté haciendo sea tratar de encontrar las raíces del Renacimiento en «sus siglos» (algo seguro que hay entre los monasterios y los Maimónides, Averroes, Avicena, San Anselmo, etc) en vez de irse directamente a las fuentes originales a través de Plotino, por ejemplo.

    Un saludo y gracias por la referencia. Es un asunto importante en los tiempos que corren.

  2. Epicureo dice:

    Lo que pasa siempre es que cuando algo es el producto de un largo proceso no se puede poner una señal que diga «hasta aquí no, desde aquí sí». Y tampoco puede confundirse la teoría de unos pocos filósofos con las concepciones de la población en general, ni con su aplicación práctica. Está claro que Morris se refiere a lo segundo, y por eso no habla de Platón o Aristóteles, a los que en esa época casi nadie había leído.

    Individuos ha habido siempre, y siempre se ha sabido. La diferencia está en la importancia que se da al individuo en relación al grupo social. Eso ha variado mucho. Ahora mismo estamos en un extremo de individualismo.

    Puedes ver en la Ética de Aristóteles que la «paideia» y la «areté» son privilegios, reservados a los varones lo bastante ricos para ser ociosos e independientes. Y siempre que se mantengan «en su sitio» social y familiar.

    Uno de los atractivos del cristianismo fue el que, a diferencia de la filosofía y los cultos mistéricos (que eran igualmente esperanzadores) estaba abierto a todos, incluso a mujeres y esclavos. Aunque, como todas las recompensas están en el otro mundo, tampoco predicaba la libertad individual en éste, salvo para resignarse (algo parecido al estoicismo).

    A partir de la Edad Media (siglo XI) efectivamente comienza un lento proceso de ampliaciónde las libertades individuales y de ampliación del número de gente que puede aspirar a la libertad. Un proceso muy lento, con avances y retrocesos, que no culminó en Occidente hasta finales del siglo XX, y en otras zonas está muy lejos de prosperar.

    Algunos de los hitos de ese proceso fueron las ciudades libres, las reformas religiosas, la filosofía de la Ilustración, las revoluciones liberales y al final de todo la universalización de los derechos humanos.

  3. Jorge San Miguel dice:

    Hola, Manu.

    Vamos a ver, lo de que el individuo autónomo al estilo occidental es un «invento» relativamente reciente, y que en todo caso no es un universal ni una necesidad inscrita en la «naturaleza humana», no es una pretensión de Morris, sino algo aceptado por casi todo el mundo desde hace ya bastante tiempo. Morris se centra en un período muy concreto, pero literatura sobre el tema hay para aburrir. Por citar a vuelapluma algunas cosas muy distintas y sin entrar en grandes profundidades, Foucault, Norbert Elias, las obras sobre la historia de la vida privada de Duby y, en política, dos clásicos como Fustel y Constant.

    Por supuesto, se trata de procesos graduales, en los que se aprecian incluso movimientos cícilicos. Dentro del mundo griego clásico, no es lo mismo Platón que Aristóteles; ni es lo mismo la filosofía y la política del helenismo que las de la polis clásica. En general, a partir de la era cristiana se aprecia un proceso tendente a la quiebra del gentilismo y de las viejas formas sociales y en dirección a un mayor protagonismo del individuo, que tiene causas diversas y se manifiesta de muchas formas: el fin de las democracias y oligarquías clásicas, la paulatina sustitución de la familia agnaticia por la cognaticia, el abandono de las religiones cívicas y familiares clásicas en favor de cultos salvíficos personales como el mitraísmo o el cristianismo… Por ponerte un ejemplo muy evidente, el mundo de la República de Platón es muy distinto de el de las Confesiones de San Agustín -hasta el punto de que seguimos sin saber realmente qué pretendía Platón, porque desde luego no le habla a un individuo moderno.

    En cuanto a la conexión entre la tradición filosófica griega y el cristianismo, puedes hacer una interpretación idealista: que ambas responden o son manifestaciones de un «Espíritu histórico» o una realidad trascendente platónica o hegeliana. Yo prefiero la materialista, que es más simple y más ajustada a la realidad histórica: esa relación existe por la sencilla razón de que el cristianismo se construyó, a partir de Saulo y del judaísmo alejandrino, en el mundo intelectual y con las herramientas de la koiné helénica. O, por citar aquella frase tan divertida de Bossuet, no es que los ríos pasen por las ciudades por la infinita sabiduría de Dios, sino que la gente tiende a hacer ciudades al lado de los ríos.

  4. Jorge San Miguel dice:

    Y, por cierto, esta es una cuestión que aún se puede observar, y ni siquiera hace falta irse como un antropólogo a hacer observación participante a alguna tribu remota. Pensemos en la diferencias entre los países occidentales y el «capitalismo asiático» o China, o el peso que tiene la política tribal y sectaria aún en buena parte de Oriente.

  5. Zhurrer dice:

    Por Dios San Miguel, deja de escribir artículos y aprovecha los dos días de sol que estamos teniendo.

  6. Marisol Yravedra dice:

    Pues, la verdad, tiendo a estar un poco más de acuerdo con el enfoque de Manu.

    No veo cómo es posible desvincular nuestra cultura actual de la Grecia antigua en lo que a los fines del ser humano se refiere, a Roma en lo que compete a los derechos individuales y su protección y al papel del cristianismo en elevar a la persona.

    Es más, a veces pienso que S. Pablo («griego» hasta el tuétano) es el «autor» real de nuestra religión y que Cristo me perdone pero el paralelismo entre Jesús y Sócrates es innegable.

    Hay otro asunto que hoy se escamotea y es la forma sospechosa de tapar el «efecto Kant» a base de, sin citarlo, promover a ese sinvergüenza, pedante y palanganero de Hegel, comadrona servil de todos los totalitarismos y del conveniente relativismo moderno.

    Respeto la perspectiva de Jorge San Miguel pero la comparto poco si bien he de confesar que no pude pasar de la página mill del libro de Werner Jaeger que se cita.

    Hasta esa página es muy claro que para los griegos el ser humano nace como persona, que es individual, con un destino elevado libre y distinto en cada caso. Para hombres y mujeres.
    Creo que olvidar nuestras raices nos hace un flaco favor en este momento globalizador enb el que cada vez pintamos menos.

  7. Manu dice:

    Buenas tardes a todos.

    Me ratifico en el reconocimiento a Jorge por poner en el radar a Morris y en el resto de aseveraciones. El único cambio es que si ayer no pensaba buscar su obra ahora voy a traer el libro y leerlo.

    En el centro de esos años que Morris tan bien domina hay dos obras de San Bernardo: «De diligendo Deo» 1126 y la «Epístola de Caritatis», de 1125, que han sido objeto de interés por estudiosos de la época como Rousselot y Gilson, dos de las principales referencias académicas que, sin duda, Morris conoce bien visto el índice de su obra.

    Pues bien extraigo dos frases coincidentes y muy próximas en ambos documentos citados.

    Afirma San Bernardo que….»nuestro amor comienza necesariamente por nosotros mismos» y que el fin de ese amor de si mismo es entrar en la dicha de Dios…»como olvidándose enteramente de sí…»

    Sinceramente, no encuentro mejor forma de expresar desde la doctrina cristiana el concepto vital de «areté» y el fin último del ser humano que impregna la cutura griega desde, al menos, el siglo VI AC.

    Sumémosle la poesía (homérica pero no sólo) como forma de Paideia, la rabiosa pasión por el individuo que muestran épicas como la Odisea o la Iliada, el deseo inherente a la filosofía helena de explicar la totalidad de las cosas, su alma esencial, hasta llegar a los estoicos y luego a Plotino y encontraremos que las citas de San Bernardo resumen y enlazan a la perfección con estas hondas raíces.

    Naturalmente subsiste la cuestión de la continuidad desde el final de Roma (tendemos a olvidar que el Imperio Romano de Oriente continuó otros mil años tal cual) y de cómo en determinadas regiones de Europa se recupera «el hilo de la cometa» y ahí es quizás donde Morris tiene su campo que dios me libre de atacar en lo que a su entonces pequeño y oscuro territorio se refiere.

    Lo que hoy vemos como un referente (La Inglaterra de Durham y la costa Atlántica y otros territorios de eso que luego sería Francia) fue un vacío relativo en una época de la historia en la que el centro eran la Iberia islámica y el Mediterráneo. Una visita a la Catedral-Mezquita de Córdoba nos permite mirar a Séneca y los Visigodos directamente a los ojos en una fusión perfecta que milers de Bulli’s nunca alcanzarán a emular.

    Hay otro tema que se me iría de espacio pero que cada vez me parece más importante:
    Las tradiciones orales populares que «independen» de las luminarias intelectuales y que son el hilo conductor de nuestras creencias culturales profundas conscientes e inconscientes. Estas, aunque parezcan olvidadas, son como las corrientes subterráneas, como los ojos del Guadiana, que siguen fluyendo y uniendo eras y memorias con más fuerza que cosas que sólo unos pocos leían.

    Saludos

  8. Jorge San Miguel dice:

    Otra cosa que se me ha olvidado mencionar antes, y que se desvía un poco del tema pero también dice mucho de la distinta forma de percibirse a sí mismos y al mundo de los hombres de otras épocas y lugares, es que hasta la generalización de la educación universal la mayoría de la gente era no sólo analfabeta sino anumérica. Por ejemplo, y esto es significativo de ese límite borroso entre las fronteras del yo y el mundo exterior que menciona Morris, a duras penas llevaban un cómputo aproximado su propia edad, y desde luego no eran capaces de situar temporalmente acontecimientos incluso muy recientes. En naciones con una fuerte burguesía ilustrada y una esfera pública precoz, como Inglaterra, las colonias norteamericanas u Holanda, el cambio pudo darse antes que en otras partes de occidente. En muchos otros aún no ha llegado. No hace mucho leí una historia sobre las dificultades que tenían los americanos en Afganistán o en Somalia para entenderse con lugareños que no sabían la edad que tenían. Si encuentro el enlace lo cuelgo aquí. Otro resumen interesante aunque polémico de estas cuestiones lo tenéis en A farewell to alms de Gregory Clark.

    • Jorge San Miguel dice:

      Me pasa el amigo Manel la cita completa y la referencia:

      It was not just Hani who had problems remembering dates. We found this to be common among many Yemenis we encountered. Linear thinking is less important to them than it is to those in many other cultures. In particular, they are not used to paying attention to ages, dates (especially birthdays), and times. Many of our questions confused the Yemenis—and their answers frustrated us. When Bob asked Hani’s father how old Hani was, he replied, “He is between ten and twelve, closer to ten.” One witness I spoke to said of a suspect, “He was born about twenty years ago.”

      “How old is he?” I asked.

      “Oh, twenty-five years old.”

      Many of the suspects we questioned said that they were born on January 1. We first thought that perhaps it was a joke they were playing on us, but we learned that in Yemen, January 1 is commonly given as a birthday so that people won’t have trouble “remembering” their birthday if asked.

      Ali H. Soufan, The Black Banners. The Inside Story of 9 11 and the War Against al Qaeda, W.W. Norton & Company, Nueva York 2011, página 184

  9. Raúl S. dice:

    Siguiendo lo ya dicho por Jorge, en Psicología y psiquiatría hay problemas importantes a la hora de extrapolar datos epidemiológicos o etiquetación de trastornos psiquiátricos/psicológicos a individuos que han nacido y crecido en culturas orientales. No está claro que lo que en Occidente conocemos y tenemos establecido como «depresión», por ejemplo, funcione de modo parecido allí.

    Algunos estudios comparados sobre la autoestima o la resistencia a la frustración muestran que su arquitectura cognitiva es cualitativamente distinta, en la que el individuo está mucho más difuminado. Los tratamientos que tenemos parecen fundamentados en un individualismo que en países orientales los hacen o muchos menos eficaces o inútiles (los que no lo eran ya, claro).

  10. Manu dice:

    Es cierto que los occidentales somos algo más individualstas que algunos orientales, no todo, por supuesto.
    Creo que es cuestión de grado –y quizás no muy importante– y que es un rasgo derivado de las cosmologías religiosas. Un factor que refuerza la hipótesis de que son las religiones monoteistas las que dan el empujón definitivo al individuo.
    Por ello el poder político occidental moderno ha procurado siempre restringir el fenómeno religioso a la esfera privada ya que al hacerlo es mucho más fácil la labor de control y gobierno.

    Voy a intentar explicarlo a partir de orientales concretos con quienes he trabajado y vivido en diversos lugares.

    ¿Por qué creo que no es muy importante la diferencia?
    Porque les resulta muy natural adaptarse al entorno occidental, les reconforta y privadamente reconocen la superioridad de este rasgo que en sus países de origen viven como una opresión ambiental. Muchos quieren salir, muy pocos vuelven felices.

    ¿Por qué aludo a la cosmología religiosa?

    Las cosmologías orientales (muy apreciadas por teólogos cristianos disidentes) tienden a ser del tipo deísta, panteísta, etc.
    En ellas el todo el ser, todo lo que existe, es «uno» que está necesariamente conforme consigo mismo y con sus actos.
    Nosotros seríamos simplemente una manifestación de la deidad universal, parte de ella e incapaces de pecado tal como una religión monoteista lo define. Esta noción de la responsabilidad moral no es tan nítida en estos entornos.

    Por contra, nuestra cultura entiende el hecho religioso como un tránsito, un recorrido vital, con un destino al que se accede tras una sanción o juicio moral que por fuerza es personal, individual y coherente con nuestra libertad de obrar.

    Esto tiene muchas consecuencias en la vida colectiva diaria. Explicaría al menos parte de la «rebeldía» política innata de individuos criados en nuestra tradición religiosa y también la relativa pasividad oriental a lo largo de los siglos así como la mayor creatividad de nuestra cultura.

    Saludos

  11. Fulano dice:

    Quizá entonces haya que distinguir dos cuestiones aquí: la historia de las ideas sobre el individuo de los que se han dedicado a teorizar sobre ello y la percepción de la individualidad por parte de la generalidad de la gente. En torno a esto último, ¿Qué opinas de la descripción de Lynn Hunt en «inventing human rights»?

  12. Cannon dice:

    Manu, tu análisis aunque interesante me parece como había apuntado Jorge muy idealista. Le das demasiada importancia a la superestructura ideológica en el desarrollo histórico y muy poco a la infraestructura (Geografía, recursos naturales..etc) y Estructura (Formaciones sociales y económicas). La mayor creatividad «occidental» me parece mas un producto de lo tortuoso que es nuestro continente, que separa penínsulas por cadenas montañosas y y tiene mares cuasi-cerrados a los océanos como son el báltico y el mediterráneo. Todo esto hace mas difíciles los grandes imperios y fomenta la plurinacionalidad continental, que a su vez fomenta guerras continuadas entre otras cosas. La aparición de ciudades estado, mediterráneas en la época clásica en el mediterráneo y posteriormente en el báltico (Liga Hanseatica) con esa extraña pequeña pero eficiente estructura política que fomenta la ciencia y el arte, como la urbanizada y descentralizada Italia Renacentista, en cambio en Asia, el único ejemplo que conozco sobre ciudad-estado es Malaca. En Asia los grandes imperios estoy seguro que influyen decisivamente para cortar lineas de pensamiento «hereje» o «revolucionarias» que en Europa el pensador de turno podría exiliarse a otra ciudad estado o país.

    • Manu dice:

      Hola, Cannon.

      Los factores que apuntas están presentes en otros lugares del mundo, desde todas las Américas a África con enormes diversidades nacionales, tribales orográficas o de otros tipos, y no han producido ese carácter propio del occidente cristiano.
      Un carácter con determinadas virtudes y, naturalmente, también con defectos que en conjunto han resultado en unos individuos bastante insatisfechos, rebeldes, poco acomodaticios y con bastante iniciativa y agresividad.
      Algunos nos llamarían psicopáticos y, de hecho, los comanches de Norteamérica conocían al hombre blanco como «Wasichus», Envidiosos.

      Hay una tendencia moderna post-ilustración a negar y reducir el hecho religioso y cada uno sabrá por qué lo hace el poder político pero resulta bastante evidente que molesta a pesar de que sin ese rasgo la sociedad entera se hunde y se hace más maleable por el poder.

      Está pasando ahora si friamente contemplamos los hechos del estado laicista.
      Su nacimiento, su cénit y el tormentoso y violento declive en mucho menos de 200 años.

      En cualquier caso los motivos pueden ser muchos y tener ciclos pero el ciclo de Grecia y del cristianismo es de más de 2500 años y esto debiera decirnos algo,

      El gen religioso occidental es un componente fundamental y darwiniano porque las sociedades que lo mantienen sobreviven y se reproducen. Es casi pura biología.

      La pregunta que quizás debiéramos hacernos es de dónde proviene nuestra actual falta de vigor social y cómo se podría recuperar sin caer en fundamentalismos religiosos ni de otros tipos.

      Es un tema interesante el que ha traido Jorge en cualquier caso. Muy interesante. Vale la pena discutir, escuchar y darle vueltas.

      Saludos

  13. Cannon dice:

    África y Asia carecen de un continente tan tortuoso, que inevitablemente, hace que incluso en el interior de centroeuropa la distancia con respecto a mares relativamente tranquilos como son el báltico o el mediterráneo sea mucho menor que en continentes mas grandes y homogéneos como Asia o África.

    Europa esta bañado en costas, con dos mares cerrados uno de ellos con una gran abundancia de climas que conecta a tres continentes en Oriente Próximo, es un lugar ideal para el intercambio de ideas y tecnológico que va seguido del comercio, sumado a que las estrechez del continente invita a multitud de estados pequeños y ciudades-estado frente a gigantescos imperios como los asiáticos, aumento la diversidad de poder políticos (no han de ser étnicos o culturales nadie niega la diversidad en Africa o Asia).

    Aunque luego parece una tontería y es una mera conjetura pero el trigo es mucho menos productivo que el maíz o el arroz, lo que explica la baja densidad de población europea, que cuando la civilización se expande con el imperio romano y llega a su colapso, ante la incapacidad de satisfacer la demanda de esclavos al acabar sus conquistas, obliga a una subida de precios que favorece el colonato, como modo protofeudal de producción, que llevará a la servidumbre de gleba, que al fin de al cabo eso pudiese expresarse en el terreno de la superestructura ideológica religiosa con una mayor valoración del individuo, frente a civilizaciones como las mesoamericanas donde es posible que excedentes de población permitiesen los sacrificios humanos por ejemplo (otra conjetura), quizá en China o la India existiesen también excedentes de población.

    Y sí, es un tema supercomplejo, de todas formas no dejo de darle importancia al cristianismo como superestructura ideológica que ha marco, contenido y encauzado los ritmos de los cambios de pensamiento en occidente.

    Un saludo

  14. Carles Sirera dice:

    Cuanto tiempo sin saber de Morris… Es divertido el hecho de que el mejor historiador sociocultural de la tradición marxista, Arón Guriévich, llegase a unas conclusiones similares e incluso retrotraía los orígenes del individuo a San Isidiro de Sevilla, si no recuerdo mal, mientras que Morris lo hacía con Abelardo.
    De todas formas, a pesar del la importancia que se la ha querido dar al influjo protestantismo, fue Hobbes el primer en crear al individuo como sujeto político autónomo básico (¿no es el padre del individualismo metodológico?) desligado de familia, municipio, comunidad, tribu, feudo… Con Hobbes se pasó del vasallo (un sujeto político en relación a otros sujetos políticos) al súbdito (un sujeto igual que el resto de sujetos por su sumisión al Poder político encarnado en el Estado Moderno).
    Por cierto, enhorabuena por el blog. He llegado a él a través de FEDEA y me recuerda al brainstorming de mis últimos años de carrera, antes de ser «mediatizado» por la tesis y de incorporarme al agónico y átono sistema académico español que termina por deprimirte y hacerte perder todo interés y pasión por el conocimiento.

  15. Manu dice:

    Bueno, he explicado mi postura como mejor puedo.

    Me gustaría que alguien echase una ojeada a Schleiermacher. Es poco conocido pero me parece indistinguible de Kant en lo que –tras la visión socrática continuada por el cristianismo de San Pablo, etc–es el segundo aldabonazo en el continente (Procuro distinguir entre la evolución del pensamiento Inglés y escocés y el del otro lado del Canal porque los veo como mundos aparte).

    Kant y Schleiermacher, a mi modo de ver, en plena Ilustración marcan un golazo por la escuadra al pensamiento dominante a ambos lados del canal: El estatismo del principio Aristomonárquico/Parlamentario (bien por estamentos bien por expansiones sucesivas del principio democrático)

    En efecto, plantan en ese momento la estaca del individuo moralmente libre por un lado (capaz de juicio y acción moral autónomos frente al soberano) y, por otro, establecen la existencia de imperativos categóricos universales.

    Es decir, el hombre libre puede juzgar al poder con reglas no establecida por éste. Autónomas, independientes del poder civil y del religioso.

    Cómo pudieron hacerlo estando a sueldo del rey de Prusia es inaudito y tuvo que ser intolerable, ofensivo.
    Federico Guillermo se dio cuenta perfectamente y trató de corregirlo: Llamó a Hegel y le dio instrucciones precisas y asún hoy bien documentadas.

    Esa lucha que desde entonces se manifiesta soterrada o a plena luz (Peces Barba sabe mucho de ella) sigue siendo la vieja lucha de Espartaco por la libertad de hacer sin restricción por parte de quienes derivan placer desde la libertad de obligar a otros.

    Más o menos, así lo veo,

  16. Epicureo dice:

    Hay un argumento que refuta muy fácilmente las raíces griegas y cristianas del individualismo (que no del individuo): el imperio romano de Oriente, que duró hasta 1453, era más griego y más cristiano que el de Occidente, y en ningún momento evolucionó hacia las teorías «liberales». Más bien al contrario.

    Lo que ocurrió en Occidente es que durante toda la Edad Media el poder político se fragmentó, sin que los intentos de crear un imperio germánico acabaran de prosperar, mientras que la Iglesia se centralizaba en torno al Papa. Hubo numerosas guerras entre el Emperador y el Papa, con sus respectivos partidarios, porque los dos aspiraban a la supremacía y a instaurar un cesaropapismo de estilo oriental. Pero ninguno prevaleció, y la inestabilidad consiguiente dejó considerables resquicios de autonomía para las ciudades y sus ciudadanos, sobre todo en las zonas más disputadas, como el norte de Italia, los Países Bajos y parte de Alemania. De ahí viene todo.

    Además tuvieron la suerte de que estaba ahí el autocrático Bizancio, conteniendo a invasores como los magiares, los persas y los árabes, para los que el dividido Occidente habría sido pan comido si hubieran tenido campo libre.

    Por otra parte, el budismo de Oriente no es menos individualista que el cristianismo, en el sentido de que la «salvación» es responsabilidad exclusiva del individuo. Pero allí nunca se desarrolló un modelo social individualista.

    Lo cual no impide que, como muy bien dice Manu, haya orientales que vienen a Occidente y se encuentran muy a gusto. No porque nuestro modelo social sea superior, sino porque hay un sesgo de selección: los que vienen aquí y se quedan son evidentemente los que se sienten atraídos por el sistema de aquí y además son emprendedores y atrevidos, justo las cualidades necesarias para funcionar bien en el capitalismo. Pero a otros muchos, claro está, esto no les va nada, y de venir se sentirían abrumados por la incertidumbre y el desamparo. Como por cierto ocurre a muchos occidentales.

    De lo que se deduce que el individualismo no es un invento de ningún filósofo ni un constructo social, sino una característica psicológica del ser humano, lo mismo que el colectivismo. Las diversas culturas lo que hacen es poner el énfasis de aprobación o rechazo en una característica u otra, integrándolas en su estructura.

    La nuestra, actualmente, está en el extremo histórico del individualismo, mucho más en la teoría que en la práctica. Pero esto pasará, como todo.

    • Manu dice:

      Para Epicureo

      Hola, Epicureo:

      Ya tengo parte de la respuesta a tu primer párrafo: Creo que no es históricamente correcto lo que dices.

      El hecho de que el Imperio Romano de Oriente no sea conocido o tan conocido por aquí como el de Occidente (1) no es base para aseverar comportamientos muy distintos de los que se derivan de las raíces griegas y cristianas respecto a nosotros.
      Recuerda que dicho «imperio» termina justo antes del Renacimiento con la caida de Constantinopla en la cuya defensa participaron aragoneses y venecianos por lo que difícilmente pudo producirse ninguna evolución hacia el «liberalismo» (sic) y que tras la caida regresa a Italia un ingente caudal perdido durante mil años. No es desvinculable el propio renacimiento del fin de Constantinopla.

      Sin embargo leerte me ha sido de gran utilidad y te lo agradezco porque me ha permitido caer en la cuenta que en nuestra biblioteca familiar (que supera 9000 ejemplasres en tres viviendas) sólo había un libro sobre Bizancio (tres volúmenes en inglés comprado en una librería de Helsinki) y que para colmo no está en Madrid.

      De aquel imperio surge Rusia y toda la influencia centro europea del cirílico y durante más de un milenio unió Samarkanda y la India con Europa. Por eso hoy es Turquía la potencia textil de calidad que es.

      Que lo hayamos olvidado o que desde aquí ignoremos la fortaleza histórica de la hoy Turquía tampoco nos da base para denigrarlo con respecto a nosotros olvidando que mientrastanto Europa se debatía en las pestes, el retroceso y la miseria.

      A través de Bizancio llegan a nosotros todas las tecnologías de China y son los que preservan y transmiten el conocimiento clásico que nosotros perdimos (parcialmente recuperado por musulmanes con base en España y Mesopotamia).

      Todo ello se acaba al caer bajo el Islam pero a poco que hurguemos en el alma de los turcos actuales (he conocido algunos en América) veremos la misma fuerza del griego jónico y su misma fortaleza y ambición individual.

      Lo que me ha alarmado no es lo anterior sino el enorme vacío en la biblioteca familiar acerca de este asunto.
      Los vacíos de este calibre no son fruto del azar.

      (1) Circula por internet el siguiente título de un joven profesor americano.Lars Brown-Worth……»Lost to the West: The forgotten Byzantine Empire that Rescued Western Civilization.

      Saludos

  17. Manu dice:

    Hola, Epicúreo.

    Tomo nota de tu observación acerca del papel de Bizancio y te recuerdo que el final de Grecia, de su gran contribución cultural, se produce tras la etapa globalizadora de Alejandro Magno.
    Este ejemplo lo usa Harold James (Princeton) en su obra del 2009 «The creation and destruction of value». Una de las tesis de este historiador es que las etapas globalizadoras terminan en cataclismos y su primer ejemplo es la aventura oriental alejandrina.
    Probablemente todos coincidimos en que no hay una causa esencial sino una concatenación.
    Junto a Griegos, Cristianos, Romanos, Brenan, Ocham, Bernardos y Frasnciscanos, Carlomagnos, Erasmos, Reconquistadores y Conquistadores, Renacentistas, Spinozistas y Kantianos por no olvidarnos de Hobbes o de Calvino y Lutero hay un continuo flujo y reflujo histórico que nos trajo hasta el….estado de postración actual que, para ser francos, es lo que en este momento debiera preocuparnos.

    En qué momento una cultura de individuos instatisfechos, innovadores, peleones con iniciativa, de firmes creencias ortodoxas u heterodoxas capaces de plantar cara al poder y de morir por sus creencias y su ciencia… se transmuta y se hace sumisa y se desvincula de sus raíces.
    Recordemos a Socrates, Cristo, los mártires cristianos, los Espartacos, los Thomas More y los reos del Santo Oficio desde Servet muerto en Basilea a manos del Calvinismo, o Campanella y Galileo que tuvieron que pasar lo suyo y demostrar que para ellos, su Individualidad y su verdad era más importante que su vida.

    Hoy de aquello no queda casi nada y nos interesa entender qué paso.

    Como decía en el post anterior lo que pasó es que en la revolución francesa perdemos a manos de gente que tras la pantalla del principio democrático nos ha colado el estado más Sacralizado y con más poder real sobre el individuo que las Monarquías absolutas.

    Esto ayuda a entender la muerte del ser individual y social….libre para convertirse en esclavillo sumiso a manos de aquellos que se han apoderado de la libertad de imponer su voluntad desde el estado sacralizado y sin dioses.

    A ver si mañana tengo un rato y repaso Bizancio. Nunca lo estudié bien y, ya ves, cuando menos te lo esperas van y te lo preguntan.

    Saludos y buenas noches.

  18. MuGaR dice:

    Aquí lo importante es aclarar si el individuo es una invención o un descubrimiento -_-

    • Manu dice:

      Buen punto, Mugar.

      Somos una realidad que algunos tienen delante de sus narices toda su vida y no son capaces de ver.

      La física nos describe como funciones de onda dotadas de autoconciencia capacidad replicante con mutaciones y vida eterna en al menos en dos aspectos cruciales: el soporte energético de la onda y el repositorio informacional que la misma va produciendo en su recorrido..

      Es decir, somos bastante más de lo que muchas religiones son capaces de explicar.

  19. […] político como de autonomía y realización personales cum grano salis en términos históricos y culturales porque, hasta donde sabemos, no son universales ni inmutables. gapi.plusone.go(); Difúndelo: […]

  20. […] que ahora nos parecen casi alienígenas. Los ciclos de sueño eran diferentes,  no existía el concepto de individuo que tenemos desde hace relativamente poco tiempo -autónomo y cartesiano- y en general, la vida […]

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