La BBC tiene un artículo muy interesante sobre el «mito de las ocho horas» y la evolución histórica de los ritmos de sueño. El año pasado escribí una reseña del libro de Roger Ekirch aquí en Politikon.
Siempre había oído que la primera ciudad en disponer de un sistema de alumbrado había sido Granada durante su época de máximo esplendor. Me sorprende no encontrar referencias.
Sobre lo de Granada, pues no me extrañaría nada. Teniendo en cuenta que Córdoba, Granada o Bagdad eran ciudades que en su momento estaban siglos por delante de las de la Europa cristiana, sería lo normal. El libro de Ekirch no habla del mundo islámico, me imagino que porque para empezar el desarrollo de la historia social en todo ese ámbito no es para tirar cohetes. Sobre todo si tenemos en cuenta que se basa primordialmente en fuentes como diarios personales, crónicas de las ciudades, literatura burguesa, etc.
De hecho, se centra en Europa del norte y la América anglosajona y le presta muy poca atención a Iberia y el Mediterráneo, aparte de algunas cosas de Italia. Ya digo en el post, por ejemplo, lo que me extraña que ni siquiera mencione el motín de Esquilache.
Mmmm…supongo que no me queda más que creérmelo, pero tengo mis reservas.
Si interpretamos a un niño pequeño como un estado próximo al natural, he de decir que esto no se cumple.
Mi hija (y por lo que comento con otras personas con niños, sucede con todos) ha seguido la siguiente evolución:
1: Recién nacida – unos meses: ritmo de sueño totalmente anárquico, intervalos cortos
2: Con dos meses dormía del tirón 6 horas por la noche
3: Progresivamente fue tendiendo a un horario más regular: dormir más horas por la noche, y 3 siestas durante el día (mañana, medio día, tarde)
4: Con su propio ritmo suprimió la de la tarde y un poco más adelante la de la mañana, quedándose sólo con una siesta a
medio día y dormir por la noche.
Todo esto sin influencia paterna, por lo menos consciente, ni intento de ningún tipo por educar. De hecho durmió en cama de sus padres hasta más de 10 meses, y os puedo asegurar que nadie la obligaba a dormir del tirón, ni se despertaba a mitad de la noche a partir de los 2-3 meses.
Empezó a ir a la guardería cuando ya estaba en el punto 4 a los 8 meses.
Vamos, que yo he presenciado el paso natural de dormir intervalos de dos horas a dormir del tirón toda la noche.
[…] las expectativas de barbarie, autoritarismo y exotismo ibéricos de mis anfitriones. Como sabéis, me interesa el asunto de la evolución histórica de los ritmos de sueño y vigilia, y su relación con la […]
Siempre había oído que la primera ciudad en disponer de un sistema de alumbrado había sido Granada durante su época de máximo esplendor. Me sorprende no encontrar referencias.
La entrada que citas, muy buena, por cierto.
Sobre lo de Granada, pues no me extrañaría nada. Teniendo en cuenta que Córdoba, Granada o Bagdad eran ciudades que en su momento estaban siglos por delante de las de la Europa cristiana, sería lo normal. El libro de Ekirch no habla del mundo islámico, me imagino que porque para empezar el desarrollo de la historia social en todo ese ámbito no es para tirar cohetes. Sobre todo si tenemos en cuenta que se basa primordialmente en fuentes como diarios personales, crónicas de las ciudades, literatura burguesa, etc.
De hecho, se centra en Europa del norte y la América anglosajona y le presta muy poca atención a Iberia y el Mediterráneo, aparte de algunas cosas de Italia. Ya digo en el post, por ejemplo, lo que me extraña que ni siquiera mencione el motín de Esquilache.
Iba a citar este artículo. Es muy curioso que patrones de comportamiento como este sean culturales.
Mmmm…supongo que no me queda más que creérmelo, pero tengo mis reservas.
Si interpretamos a un niño pequeño como un estado próximo al natural, he de decir que esto no se cumple.
Mi hija (y por lo que comento con otras personas con niños, sucede con todos) ha seguido la siguiente evolución:
1: Recién nacida – unos meses: ritmo de sueño totalmente anárquico, intervalos cortos
2: Con dos meses dormía del tirón 6 horas por la noche
3: Progresivamente fue tendiendo a un horario más regular: dormir más horas por la noche, y 3 siestas durante el día (mañana, medio día, tarde)
4: Con su propio ritmo suprimió la de la tarde y un poco más adelante la de la mañana, quedándose sólo con una siesta a
medio día y dormir por la noche.
Todo esto sin influencia paterna, por lo menos consciente, ni intento de ningún tipo por educar. De hecho durmió en cama de sus padres hasta más de 10 meses, y os puedo asegurar que nadie la obligaba a dormir del tirón, ni se despertaba a mitad de la noche a partir de los 2-3 meses.
Empezó a ir a la guardería cuando ya estaba en el punto 4 a los 8 meses.
Vamos, que yo he presenciado el paso natural de dormir intervalos de dos horas a dormir del tirón toda la noche.
[…] las expectativas de barbarie, autoritarismo y exotismo ibéricos de mis anfitriones. Como sabéis, me interesa el asunto de la evolución histórica de los ritmos de sueño y vigilia, y su relación con la […]