americanadas & Primary Colors

Primary Colors (XXXII): armas nucleares y super PACs

9 Ene, 2012 - - @egocrata

Las primarias de New Hampshire son este martes, y los candidatos están trabajando duro para hacer tanto ruido como sea posible. Este fin de semana tuvimos dos debates, uno el sábado por la noche y otro domingo por la mañana, con los candidatos atizándose de lo lindo en el segundo. No es cosa de diferencias políticas serias (el partido republicano es sorprendentemente homogéneo estos días) sino en temas puramente personales, hablando de historiales, personalidad y convicciones.

Esta campaña tiene algo que me ha sorprendido: hay algunos candidatos que realmente parecen detestarse . Newt Gingrich no es que tenga divergencias políticas con Mitt Romney, sino que parece tener una extraña animadversión por el ex-gobernador; los anuncios en su contra en Iowa le han dolido en serio. El último debate tuvo un intercambio fascinante, con Newt exigiendo a Romney que denunciara las «falsedades» (no lo eran) de esa publicidad.

Lo más interesante, sin embargo, no fue tanto la tirria que parece tenerle Gingrich a sus rivales, sino la respuesta de Romney: aunque los anuncios están hechos por gente que solía trabajar para él y que le apoya, la PAC (political action committee) que paga por ellos es independiente y está fuera de su control. Es una respuesta cínica, por supuesto; la ley reza que eso es lo que debe ser, aunque nadie se lo crea. Desde que el Supremo eliminó las restricciones en el gasto en campañas políticas de grupos «independientes», el gasto de terceros ha irrumpido con una fuerza descomunal, y estas primarias no ha sido menos.

Romney ahora mismo tiene una impresionante red de super-PACs estos días gastando dinero a espuertas con anuncios televisivos favorables, ciertamente, pero este no es el único problema. Lo preocupante es que muchas de ellas no declaran quién está financiándolas, ya que sus donantes les dan dinero usando actores interpuestos (ONGs, compañías ficticias) de forma perfectamente legal. En teoría lo hacen a su bola, sin hablar con la campaña del candidato, pero si alguien se cree que los candidatos no saben quién les está ayudando más vale que deje de creer en hadas.

Lo divertido de todo esto, por cierto, es que un candidato puede tener inyecciones de recursos tremendas casi de improvisto. Gingrich no es el único conservador que parece tener manía a Mitt Romney; Sheldon Adelson, un  propietario de casinos multimillonario amigo suyo comparte tiene sentimientos parecidos. En vista que Romney es inalcanzable en New Hampshire, Adelson va a gastarse cinco millones de dólares de su bolsillo en Carolina del Sur en anuncios contra el gobernador, incluyendo un documental de media hora de duración explicando todo lo malo y horrible que fue en sus días en Wall Street.

Dejando de lado lo deliciosamente surrealista que es ver a Gingrich soltando leña a un rival llamándole capitalista desalmado (el GOP adora a los capitalistas desalmados), esta clase de «intervenciones» pueden hacer la hasta ahora fácil campaña de Romney algo mucho más desapacible. Gingrich no es la clase de persona que tenga el futuro de partido en mente si este no incluye su gloria personal en algún lado, y ahora parece que tiene a alguien que le quiere pagar las gracias.

Por mucho que Romney sea a todos los efectos el único candidato remotamente viable para el partido en unas presidenciales, su situación no deja de ser vulnerable en las primarias, donde es líder sólo porque el voto del ala conservadora del partido está desperdigado entre tres o cuatro inútiles (Santorum, Gingrich y Perry, principalmente). Si esta querencia por alguien-que-no-es-Mitt se consolida en algún candidato por pura eliminación (caídos Cain y Bachmann es cosa de tiempo que desaparezca alguien más) Romney puede encontrarse en la situación de haber ganado todas las batallas pero ir camino de perder la guerra. Iowa eliminó a Bachmann; New Hampshire, Carolina del Sur y Florida pueden servir para eliminar a otros dos, unificando todo el dinero anti-Romney en un solo oponente.

Si estas fueran unas elecciones normales diría que Romney lo tiene complicado a medio plazo. Sin embargo, sigo pensando que acabará por ganar, aunque sea tarde mal y a rastras, por el mero hecho que es el menos malo de los candidatos. Santorum es un freak; Gingrich es un cretino; Rick Perry tiene tendencia a olvidar cosas; Ron Paul tiene demasiadas ideas extrañas. Si algún conservador medio decente se hubiera presentado (Paul Ryan, Eric Cantor, Chris Christie, el abuelo de los Simpson) en vez de esta colección de iluminados, quizás hubiera batalla. Ahora mismo sigo sin verla.

En fin, cosas que fijarse en New Hampshire: no quien gana las primarias, sino quién queda segundo. Veremos.


3 comentarios

  1. Jorge dice:

    Roger, tengo curiosidad por saber algo de Christie. Estuvo presionado para presentarse, y al final no lo hizo (parece que se reserva para 2016). Por lo visto apoya a Romney, ha estado en alguno de sus mitines. Pude ser un buen apoyo para ganar base conservadora «sensata»?

  2. moreino dice:

    clap clap clap. Muy grande lo del abuelo de los Simpsoms. Tengo una curiosidad. ¿cuánto dinero disponible tiene Rommey sólo en primarias (aprox.)?

  3. ramon dice:

    gran article!!

Comments are closed.