Ha sido una larga espera, pero al fin, ayer por la tarde Rajoy desveló los nombres de quienes serán los ministros en su nuevo gobierno. Algunos eran seguros desde hace tiempo, como es el caso del de Soraya Sáenz de Santamaría, que será Vicepresidenta, Ministra de la Presidencia y Portavoz del Gobierno (sin duda, quien cargará con toda la responsabilidad en el ejecutivo). Otros tenían todas las apuestas a su favor, aunque no estaba tan claro cuál sería el cargo que desempeñarían. Es el caso de Cristóbal Montoro, que finalmente ha repetido como Ministro de Hacienda, ahora fusionado con Administraciones Públicas; o el de Arias Cañete, que ha repetido como Ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente; o Alberto Ruiz Gallardón, que finalmente será Ministro de Justicia; también el de José Manuel Soria, que ha sido nombrado
Ministro de Industria, Comercio y Turismo. Curiosamente, Ana Pastor, a quienes todos apuntaban como Ministra de Sanidad, al final ha sido designada Ministra de Fomento, dejando las competencias sobre política social en manos de Ana Mato. A ellos se añaden otros nombres, que aunque no habían sido objeto de tanta especulación no por ello eran en buena medida conocidos. Así ha sucedido con J. M. García-Margallo en Exteriores, Jorge Fernández Díaz en Interior, Pedro Moresnés en Defensa, José Ignacio Wert en Educación o Fátima Báñez en Empleo. De forma sorprendente, Esteban González-Pons ha quedado fuera de la lista, y aunque las razones de este hecho no están del todo claras, hay quien le augura ya un cargo de importancia dentro de su partido.
Por último, dadas las circunstancias no puede más que destacarse el nombramiento de Luis de Guindos como Ministro de Economía. Será el segundo hombre fuerte del gobierno junto a S. Sáenz de Santamaría, y junto con Montoro y Soria, será el encargado de emprender el programa de reformas del nuevo gobierno. En total, 13 ministros de los cuales 4 son mujeres, aspecto este último que ha sido criticado tanto como la desaparición de Cultura y Ciencia como carteras independientes por el PSOE nada más hacerse público el nuevo gobierno.
A pesar de que nos encontramos frente a muchas caras conocidas, aún es algo pronto para hacer valoraciones, sobre todo teniendo presente que todavía no conocemos quienes serán los nuevos Secretarios de Estado. Para eso tendremos que esperar un poco más. En cualquier caso, la tertulia de Politikon de fin de año está a la vuelta de la esquina, así que al menos podéis estar seguros de que no escatiremos en especulaciones. Os esperamos allí. Y por supuesto, deseamos suerte a todos los nuevos ministros. La van a necesitar.
Y alguien, ¡oh, cielos!, ¿puede explicar en qué se diferenciarán las carteras de economía y hacienda?
Gracias de antebrazo…
@Heathcliff,
Pues aunque todavía no conocemos el organigrama definitivo de los ministerios (lo irán desgranando en los próximos días), en principio todo apunta a que el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas que dirigirá Cristóbal Montoro, como el título ya apunta, se configurará a partir de la suma del anterior Ministerio de Administraciones Públicas más la antigua Secretaría de Estado de Hacienda y Presupuestos. Y entre sus funciones posiblemente destaquen la elaboración de los presupuestos, la supervisión de la administración tributaria y la coordinación de las delegaciones de gobierno, por citar algunas.
Por otra parte, el Ministerio de Economía en el que estará Luis De Guindos, salvo sorpresa, se constituirá a partir de la antigua Secretaría de Estado de Economía, que entre otras funciones, tenía a su cargo el Instituto Nacional de Estadística, la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, la Dirección General del Tesoro y Política Financiera, el Instituto de Crédito Oficial, etc. por citar algunos.
No obstante, si tuviera que asignarle algún papel en el nuevo gobierno, me atrevería a decir que bien podría haberse denominado «Ministerio de Reformas», dado que es de esperar que De Guindos sea la cara delante de las reformas estructurales más importantes que tomará el nuevo gobierno, así como el encargado de presentarlas y explicarlas de cara a la galería. Seguramente también juegue un papel destacado a la hora de coordinar los otros ministerios de índole económica (Hacienda, Industria y quizá también dicha faceta en Fomento y Servicios Sociales). Me gustaron las palabras de un comentarista que ilustró la división de papeles económicos calificando a Montoro como el que «ajustará» y a De Guindos como el que «estimulará». Si de verdad van en esa línea, puede que no esté del todo mal planteado.
A decir verdad, desde la entrada en la Unión Europea y la creación de la moneda común, el Ministerio de Economía, como tal, ha perdido buena parte de sus atribuciones (piénsese sólamente en lo que representaban las competencias sobre la política arancelaria y tributaria); de ahí que por esa razón no resultase nada traumático fusionarlo con el de Hacienda. En cualquier caso, y aunque es cierto que hay determinadas competencias lo suficientemente diferenciadas como para que puedan constituirse como carteras independientes, no descartaría que en buena medida la configuración correspondiese a cierto reparto de poder entre los ahora ministros. De hecho, yo pensaba que en aras de esa pretendida austeridad pregonada por Rajoy, la cartera de Industria se integraría con la de Economía. Al final no ha sido así.
Muchas gracias, Ramón.
Me ha quedado clarísimo.
Una versión moderna del poli bueno y el poli malo, con todos los matices, por supuesto…
🙂