No hay grandes novedades hoy, aparte de la (casi) confirmación que Berlusconi será al fin defenestrado. Así que en vista que tenemos cinco minutos de descanso hasta que Merkel o Sarkozy digan alguna estupidez aterradora, vale la pena hablar de estrategia. Más concretamente, cómo puede intervenir el BCE sin perder su orgullosa credibilidad de rectitud financiera.
El Economist tenía ayer un plan razonable: rescatar a España. Más concretamente, decir que el gobierno español ha hecho un trabajo admirable controlando el déficit, sus líderes han mostrado un grado de compromiso y responsabilidad admirable y el sistema político y la administración están ejecutando las medidas de forma eficaz, y que por tanto el temor de los mercados es injustificado. Con ello, el BCE se compromete a comprar deuda a destajo hasta que los tipos que paga España estén por debajo del 4%, y seguirá haciéndolo hasta la situación se normalice, siempre y cuando el país siga haciendo lo que debe y aprobando reformas.
Nota al margen, mirando a Italia: cuando el gobierno italiano haga sus deberes del mismo modo, el BCE los rescatará igual.
Michele Boldrin decía algo parecido en NeG, señalando (con razón) que la aserción que España «ha hecho los deberes» es un poco generosa. Es difícil decir si el BCE se apuntaría a una movida de este estilo. Aun así, es una salida; una buena opción. De las pocas que quedan, de hecho. Sin el Banco Central interviniendo, estamos perdidos.
Leí hace algunos dias a Boldrin y más bien el no está de acuerdo con esta postura. Afirma que las vistas al precipicio son lo único que están moviendo a los paises a hacer timidas reformas.
En caso de que el BCE se comprometa a algo, el peso de la responsabilidad pasa a ser suyo y los paises se quedan sin incentivos para hacer esas reformas.
De todas formas, los poderes económicos van a calzon quitado. Muchos se mofaban aquí cuando el movimiento 15-M afirmaba que los poderes económicos dominaban el mundo. Bueno, yo en esta semana ya he visto a dichos poderes cambiar presidentes de gobierno y sustituirlos por gente perteneciente a dichos poderes. A ver si es verdad que SB dimite y entra Monti o Tajani.
Me ha hecho recordar a la etapa en la que los romanos cambiaban reyezuelos a dedo en Asia Menor si estos no acababan los intereses de Roma.
Ayer se anunciaba que Alemania se está financiando prácticamente gratis por la crisis del resto de Europa a la que ellos se niegan a poner fin. El otro día publicaban en 5 días una gráfica que mostraba como desde el mismo primer año que el euro fue puesto en vigencia los balances por cuenta corriente de los PIGS se habían ido a la porra en detrimento de los alemanes…
La verdad es que esto de criminalizar a los paises Mediterráneos, la historia de la fiesta que hay que pagar y todo lo demás me empieza a cansar.
El otro día escuchaba por la radio el tan odiado por la Verdadera Izquierda, Xavier Sala i Martín, diciendo que él cree, que no asegura, que la estrategia de Merkel es precisamente poner a España e Italia al borde del precipicio adrede para obligarnos a pasar reformas sí o sí.
Por el tema ese del agosto pasado en que el BCE compró deuda italiana cuando mister Berlusconi decía que haría reformas, y acto seguido de esa compra, «Il Cavaliere» dijo que, como ya no había peligro, que las reformas las haría tu tía la del pueblo. Que Merkel no se fía ni un pelo de la seriedad mediterránea, vamos.
«la estrategia de Merkel es precisamente poner a España e Italia al borde del precipicio adrede para obligarnos a pasar reformas sí o sí»
Tiene una sobredosis de Teoria de Juegos.
La estrategia de Merkel es que si España e Italia no hacen reformas es mucho mejor que se despeñen. No hay ningun tira y afloja, ninguna estrategia. Para el nucleo de la UE no hay nada que negociar en este asunto salvo los plazos.
A mi lo que me sorprende es que el problema de Italia no haya saltado antes.
Alemania/BCE se sienten engañados por Italia (un par de veces según Michele Boldrin). No se fían, así que «tú ejecuta las reformas y yo te compro la deuda». La situación de España ahora es mejor, pero eso no es eterno. Están a la espera de cambio de gobierno y ver qué se hace entonces aquí. En ese sentido la estrategia 100 días a lo Roosevelt puede ser lo mejor. España debería aprovechar esa oportunidad de llevar la iniciativa. La prima de riesgo bajará entonces y será el ejemplo a imitar. Nos jugamos el coste de financiación.
El rumor de dos zonas y luego el desmentido a mi me suena a otra medida de presión para espabilar al personal.
Evidentemente la prima de riesgo es asesina, por las razones que sean. Pero el factor paro también puede ser otra espada de Damocles.
A mí 100 días me parecen muchos días.
Rajoy en estos momentos debe estar, por un lado, contentísimo porque por fin va a ganar y parece que además arrasando; por otro, acojonado de oír el telefono sonando a las 8.00 horas del 21N.
Esperemos que se ponga las pilas ya, si no toda España se va a convertir en una C-La Mancha gigante, si es que no está ya más o menos así.
Me llama también la atención como está funcionando el juego de «tú la llevas». Grecia y España deben estar agradecidas a Italia que estaba agazapada y de repente se ha situado al frente de la fila (la fila de recibir ostias como panes). Aparte del efecto contagio y todo eso, pero este juego es el juego de la confianza, y tener a Silvio todos los días en las portadas (bueno, esto parece que era algo que al milanés siempre le ha gustado) no debe ayudar mucho.
Noviembre, mes de vertigo. Papandreu hundido, Silvio KO y elecciones españolas el 20N (y aún queda una semana, «no se vayan todavía, aún hay más», que diría Super Ratón).