La inyección de capital de ayer parece otro de esos casos en que el sector público viene al rescate del sistema financiero privado. La realidad, sin embargo, es un poco más complicada, en gran medida porque el rescate no es provocado por incompetencia de los bancos, sino de los repetidos errores de los políticos de la eurozona.

La secuencia de hechos es conocida. Hace algo más de una década, los líderes europeos crean una moneda única con una serie de errores de base. El principal, y más grave, fue creerse que cuando los políticos de las economías más pobres del continente empezaran a disfrutar de los mismos tipos de interés que sus vecinos más ricos (y mejore gobernados) del norte, estos tomarían la decisión unilateral de no utilizar ese dinero (casi) gratis para ponerse las botas. Cuando a finales del 2008 el mundo descubrió atónito que oh cielos resulta que media Europa se había pasado una década sin hacer nada de provecho, metiéndonos en el pollo épico en el que estamos ahora.

Ahora, con varios países de la eurozona ahogados de deuda, los bancos europeos se han encontrado que nadie se fía de ellos. Del mismo modo que allá el 2008 el sistema financiero mundial se paralizó ante el miedo que alguien que te había prometido dinero tuviera demasiadas hipotecas basura y desapareciera dejándote seco, hoy medio sistema financiero anda temeroso que alguno de sus colegas esté hasta las cejas de deuda pública dudosa. El problema, sin embargo, no es únicamente la deuda griega (que supongo todo el mundo da ya por perdida), sino la sospecha (completamente justificada) que un impago griego puede acabar produciendo una serie de pánicos bancarios que hagan insolventes varios estados europeos.

El mecanismo es bastante simple. Supongamos que Grecia declara un impago incontrolando, creando la catástrofe que describe Luís Garicano por NeG. La bancarrota dejaría un agujero descomunal en las cuentas de unos cuantos bancos franceses y alemanes, forzando un caro rescate o nacionalización, y creando efectos colaterales parecidos en otros países vulnerables. Recordad, no podemos dejar quebrar un banco: cuando eso sucede, el dinero de los clientes desaparece. El gobierno va a tener que poner recursos sea con un rescate  o sea con una intervención vía fondo de garantía de depósitos (el dinero está asegurado vía una tasa bancaria). Cualquier agujero financiero lo suficiente grande como para hundir un banco significa que los contribuyentes pasan por caja de un modo u otro. Es por eso que los bancos están regulados, y es por eso que jugar a meter países en bancarrota es una mala idea, ya que hacen que toda tu bonita regulación no valga una mierda.

Cuando se disipe el humo de todos estos desastres, las pérdidas crean un peligroso precedente para otro países de la eurozona en problemas.  Sus cuentas pierden credibilidad a marchas forzadas, ya que han tenido que rescatar algún banco, primero, ahora todo el mundo sabe que un país de la eurozona puede implosionar y abandonar la moneda (volatilizando sus bancos con ello), segundo, y sus vecinos del norte tienen menos dinero para rescatarte, tercero.

Ahora mismo, todo el mundo da por hecho que Grecia se va a tomar por saco, así que hay temores serios que esto suceda. Anticipando el desastre, nadie quiere prestar dinero a los bancos, ya que todo el mundo teme un impago. Como resultado, tenemos a bancos franceses que sólo necesitarían ser rescatados si Grecia se la pega sufriendo una huída de capital preventiva en previsión que eso suceda. Sin capital, no hay banco, así que Francia estaba a dos pasos de tener que salvar a  su sistema financiero por haber dado préstamos estúpidos a Grecia, dado que el gobierno griego ahora mismo estar con ganar de saltar del puente. Si no fuera fuente de un sufrimiento económico atroz, sería casi admirable en su absurdo: políticos irresponsables griegos amenazan bancos irresponsables franceses, y lo que lleva al gobierno francés a dar dinero a Grecia para que este pague a sus bancos.

Para salir del atolladero Europa tiene que tomar un montón de decisiones. Esto incluye tanto soluciones a largo plazo (excelente artículo de George Soros, por cierto), como también a corto (para evitar que Grecia, Portugal e Italia se queden sin dinero ahora mismo) y es aquí donde teníamos el problema.

De planes a largo hemos hablado, y Merkel incluso parece entender que algo hay que hacer.  Lo preocupante es que nadie parecía dispuesto as hacer las cosas que necesitamos ahora mismo  para que podamos sobrevivir hasta el día en que el mítico sistema-equivalente-a-eurobono exista, y con elecciones a la vista en media Europa, no hay nadie con ganas de meterse en ese berenjenal. Habitualmente, este es uno de los motivos por los que en condiciones normales la FDIC (fondo de garantía de depósitos en EUA) y el banco central son independientes, pudiendo actuar en pánicos y emergencias sin perder la calma o temer por su futuro electoral. En Europa, sin embargo, los primeros son nacionales, así que si actúan sólo empeoran el pánico a mala deuda, y el segundo está lleno de sociópatas, o al menos lo estaba hasta hoy, cuando han decidido ayudar a los bancos en riesgo.

La intervención de los bancos centrales de ayer es una especie de intento de tranquilizar a todos los presentes asegurando que nadie se queda sin dinero para cuadrar sus pagos. Los bancos franceses habían perdido su acceso a préstamos en dólares, así que estaban empezando a tener que hacer acrobacias para poder operar. Para evitar que esto suceda, los bancos centrales han sacado la máquina de imprimir y recilcular billetes, dando préstamos a estos bancos ellos mismos, al menos por ahora. Como comenta Felix Salmon, esto es un parche con todas las letras: por mucho que se esfuercen, los temores sobre el sistema financiero europeo son ciertos, y la única manera de salir de esta espiral de desconfianza es arreglándolos. Aún así, lo que estamos viendo es, esencialmente, un «comprar deuda pública griega» camuflado; en vez de rescatar a los griegos el BCE da dinero a los bancos a los que Grecia tiene ahogados.

Me parece curioso, sin embargo, que esto no haya sucedido hasta que la Reserva Federal (un banco central mucho más flexible que el BCE) y las autoridades americanas han empezado a hablar de ello. No iré tan lejos como para decir que los americanos se han dado cuenta que a los europeos no se les puede dejar solos, pero casi.

En fin, un parche – una de las medidas a corto que Eichengreen suplicaba hace unos días, de hecho. Aplazamos el salto hacia el abismo unos días. Aún queda mucho, mucho que hacer.


12 comentarios

  1. […] Volviendo a rescatar bancos politikon.es/materiasgrises/2011/09/16/volviendo-a-rescat…  por kirov hace nada […]

  2. Zhurrer dice:

    Como sigamos en esta dinamica, preveo incluso Estado fallido helenico.

  3. JM dice:

    Buen artículo. Sólo una crítica: en una de las veces que ereescribiste el el sexto párrafo («Ahora mismo, todo el mundo (…)» dejaste varias frases inconexas o inacabadas 🙂

  4. Excelente análisis. Nos quedamos con la idea que nos interesa, que salvar el Euro (Europa) es posible, pero requiere de decisiones políticas de extraordinario calado. Y, lamentablemente, hasta que el amigo americano no viene a salvarnos, los europeos vivimos en la inopia. ¿Hasta cuándo?

  5. Alnair dice:

    Espero que Merkel y Sarkozy estén comprando deuda griega ya emitida con descuento por lo bajini.

    Sabiendo que tendrán que rescatar a Grecia para que retorne la deuda, al menos que una parte la hayan comprado a mitad de precio.

  6. Roger Senserrich dice:

    Menudo pollo armé cortando y pegando en el sexto párrafo. Corregido, espero que ahora se entienda mejor. :-).

  7. Manuel dice:

    Pues ya está, lo que siempre he dicho, la única solución es meter dinero a espuertas en el sistema, las decisiones políticas que se tomen o no , serán decisivas para la siguiente crisis no para esta, el agujero ya está hecho, no se puede dejar quebrar un país de la noche a la mañana y no tiene sentido pactar una salida controlada en un periodo de 4 ó 5 años, porque cuesta el mismo trabajo que sentar las bases para que esto no vuelva a repetirse. Nos da lo mismo lo que el resto del mundo piense de Europa, Europa es funcional por si mismo y ninguna inversión en el mundo funcionará mejor que en Europa porque a la misma vez aquí están los mejores consumidores, por no decir los únicos RAZONABLEMENTE HABLANDO (¿o se va a consumir CHINA a si misma con la precariedad social que tiene? ¿o los ciudadanos americanos que son miniempresas y no tienen ni para la hipoteca?-con 46millones de pobres en la espalda-). Aquí la única cosa que está en juego son las prestaciones sociales (si los políticos las quieren dejar a merced de los mercados y fundar los EEUU de EUROPA- y por supuesto si se lo permitimos-).

  8. Muchas gracias por el artículo, puesto que ayuda a comprender muchas cosas que a los profanos en este fregao internacional que tenemos se nos escapan cuando escuchamos la radio. Son muy didácticos tus posts, muy amenos de leer pero muy educativos. Me llama la atención que hoy el eurodiputado Vidal-Quadras ha escrito en su blog http://alejoresponde.com/2011/09/16/sedacion-letal/ afirmaciones muy similares a las tuyas (más sintéticas, tal vez), pero añadiendo una más que lamentable comparación entre los rescates helenos y los tratamientos paliativos a pacientes terminales, mencionando al doctor Montes. Lamentable, en mi opinión, pero digno de leerse solo para no caer en sus mismos errores dialécticos.

  9. Epicureo dice:

    Menuda barbaridad la del Vidal-Quadras.

    Una comparación más adecuada de la situación griega (y no sólo la griega) es la de un drogadicto al que los traficantes llevan años fiándole la droga. Ahora que está totalmente enganchado, le suben el precio y le amenazan con romperle las piernas si no paga. Y la UE le regatea la metadona hasta que no pague a los traficantes.

  10. […] por lo básico: una quiebra griega significa que Francia y Alemania van a tener un montón de bancos en problemas. Vamos a rescatar más bancos, eso es casi inevitable; la pregunta es cómo. Mi sensación es que […]

  11. […] más importante, de lejos, es la definición de la crisis. Como he mencionado alguna vez, la eurozona no es una crisis de deuda, sino que es una crisis bancaria. El problema no […]

  12. […] vez, de todos modos, parecen haberse dado cuenta que el problema central no es otro que los bancos. Es algo que he leído en un montón de sitios en los últimos dos años, pero el temor a tener que […]

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