El artículo de ayer de Cives sobre regulación bancaria es muy interesante, pero creo que llega a conclusiones erróneas. Desde un punto de vista púramente técnico, es cierto que una normativa draconiana sobre el sistema bancario es equivalente a un impuesto sobre esas mismas entidades. Lo que no es del todo cierto, sin embargo, es que la elección entre uno u otro sistema es completamente irrelevante; desde un punto de vista de diseño institucional, un impuesto es probablemente mejor.

Esto es así por dos motivos. El primero, y más obvio, es que un impuesto es políticamente mucho más fácil de defender, y mucho menos sutil que un complicado andamiaje de normas y leyes. En un mundo donde los reguladores están llenos de seres humanos propensos a las tentaciones terrenales y captura regulatoria, los banqueros van a dedicar cantidades ingentes de tiempo, esfuerzo y dinero para debilitar todas esas protecciones, y la mayoría de votantes realmente no entenderán que demonios pasa. Un impuesto contra los malvados banqueros, sin embargo, es mucho más fácil de defender, ya que es tan sutil como una cachiporra. La regulación garrula del sistema bancario, insisto, es una buena idea.

El segundo motivo es un poco más sutil, y es algo que políticos y economistas olvidamos a menudo: los seres humanos no somos completamente racionales al hablar de temas de justicia.

Mi ejemplo favorito es un experimento clásico en teoría de la acción colectiva, el juego del ultimátum. La estructura es muy sencilla: dos jugadores tienen que repartirse una determinada cantidad de dinero, pero sólo uno de ellos tiene capacidad de decisión. El juego tiene dos pasos; en el primero, el «decisor» hace una oferta de reparto, sin ninguna limitación sobre como distribuir los recursos. En el segundo paso, el segundo jugador (llamémosle «votante») puede aceptar la oferta, haciendo el reparto oficial y con ambos recibiendo la parte que les toca, o vetarla, haciendo que nadie reciba nada.

En un mundo de agentes estrictamente racionales, el «decisor» haría siempre un reparto 99-1, o algo en esa escala. Por mucho que sólo ofrezca migajas a su «votante», este siempre estará mejor recibiendo sobras que quedándose sin nada. Cuando se replica este juego en laboratorio con jugadores reales, sin embargo, los resultados son bastante distintos; lejos de aceptar cualquier migaja, los «votantes» parecen vetar cualquier oferta por debajo del 30%. El porcentaje exacto de rechazo varia de forma considerable de una cultura a otra (los mongoles, por ejemplo, parecen ofrecer siempre 50-50), pero la exigencia de un cierto equilibrio en el reparto aparece de forma consistente en todas partes.  Los seres humanos, lejes de aceptar cualquier solución, parecen exigir por defecto un cierto nivel de justicia implícito, y están dispuestos a castigar a los que no lo ofrezcan incluso a costa de hacerse daño a sí mismos.

Traducido al mundo de la regulación financiera o los rescates bancarios, los políticos deben tener en mente que no basta controlar el crimen o limitar la corrupción: es necesario hacer la penalización explícita y clara. Cuando los votantes griegos protestan contra los planes de austeridad a pesar que un fracaso sería muchísimo más doloroso hay mucho de esto: ante una distribución desigual de un determinado programa, prefieren inmolarse a darle una satisfacción a los que imponen las reformas.

Un impuesto sobre los bancos, igual que «fusilar» banqueros, tiene la virtud que no sólo es fácil de entender, si no que además permite parecer (¡y ser!) más justo.  No hace mucho alguien circulaba la idea de crear el tipo penal de «homicidio bancario» por este motivo, para hacer que los (inevitables) rescates financieros cuando algo sale espantosamante mal sean mucho más digeribles por los votantes. Lo cierto es que creo que sería una buena idea – en gran medida porque yo también soy uno de los cavernícolas de racionalidad limitada que rechazarían según que repartos en un ultimátum.


14 comentarios

  1. cives dice:

    «un mundo donde los reguladores están llenos de seres humanos propensos a las tentaciones terrenales y captura regulatoria, los banqueros van a dedicar cantidades ingentes de tiempo, esfuerzo y dinero para debilitar todas esas protecciones»

    A ver, hay algo importante: uno tiene que tratar las dos cosas de forma simétrica. Puedes comparar un impuesto aplicado por tecnócratas con un requisito de regulación aplicado por tecnócratas o un impuesto aplicado por políticos con una regulación aplicada por políticos.

    Es realmente complicado defender, en mi opinión, que un regulador independiente (en españa esto lo lleva el BdE) es más fácil de capturar que un gobierno que legisla sobre impuestos; pero si fuera cierto, lo único que hay que hacer es delegar la supervisión bancaria a los políticos que aplicarían el impuesto para que lo apliquen con la misma dureza

  2. cives dice:

    El argumento de lo políticamente vendible que es algo me parece válido, con una salvedad: hay que dejar bien claro que lo estamos haciendo únicamente porque la gente es estúpida o ignorante y no entiende que ambas medidas son equivalentes (es decir, no hay ninguna de las dos que sea «más justa»).

    Personalmente, esto es lo que me da más miedo de una medida de este tipo. La regulación bancaria es percibido como algo técnico y que se presta poco a la demagogia. Un impuesto sobre los bancos, en cambio, es probable que no sea percibido como una forma de gravar algo tan esotérico como el riesgo sistémico, que es de hecho igual de técnico que la regulación macroprudencial, sino como una suerte de vendetta contra el capitalismo. El resultado es que el tipo de gravamen sobre los bancos es bastante más probable que sea excesivo (o demasiado poco en un país como EUA dónde los capitalistas eran el nuevo superhombre) en comparación con los requisitos de capital.

  3. Maese Alcofribas dice:

    Me centro en el tema del “castigo” a los banqueros (comentarios de Alnair en el anterior post de Cives) y no en la equivalencia impuesto-regulación (comentarios de Demócrito)

    Alnair plantea que el capitán se hunda con el barco. Que asuma los riesgos de sus acciones. Si sus acciones han llevado la ruina a un montón de gente, él también debe ir a la ruina. Estoy plenamente de acuerdo

    Detrás hay dos justificaciones. Una ética, sobre lo que es justo: el banquero realiza una actividad que, de facto, le reporta unos ingresos que le permiten vivir (hasta el final de sus días) muy por encima del nivel de vida que consideramos digno (sí, seguro que podemos alcanzar un consenso rápido sobre lo que es tener un nivel de vida digno, que no incluye tener piscina ni Porsche). Bien, esa actividad también redunda en beneficio de la sociedad, en forma de ingresos al estado mediante impuestos, y salud financiera del sistema. No problem, pues. Todos contentos, salvo los comunistas. O sea, no problem

    Si el banquero realiza mal su actividad, por incompetencia, negligencia o avaricia temeraria, la sociedad recibe un directo a la mandíbula. Ausencia de crédito, paro, etc, lo que hemos visto con la crisis. Un montón de gente con el agua al cuello, en situaciones realmente desesperadas. Sin embargo, el banquero sigue con su nivel de vida, presente y futuro, altísimo y garantizado.

    ¿Aquellos que piensan que esta situación es obscena son irracionales, envidiosos vengativos, ignorantes del sentido de la justicia que está bien establecido mediante teorías formales definidas por expertos? Pues bien, me uno al cavernicolismo irracional. Aviso a los expertos de la justicia racional de que no nos bajaremos del burro ni a tiros. No pedimos pena de muerte, pedimos embargos a tutti plen

    Cives contesta a Alnair, remitiéndole al post de la pena de muerte para los banqueros, donde desde la primera línea despacha la justificación ética calificándola de “vendetta”. Así, ya estamos descalificados los que consideramos que no se trata de venganza sino de justicia, ya somos unos maoístas envidiosos actuando injustamente contra los banqueros. Problema arreglado. Por otra parte, en términos de eficiencia económica, que es donde se centrará él (y yo, abajo), la medida sería insuficiente. La réplica “¿y qué tiene eso que ver? hablo de justicia, no de eficiencia” ya esta de antemano refutada: no somos justos, sino maoístas vengativos.

    Vayamos a los términos prácticos. La otra justificación de Alnair es que si hay un castigo, los banqueros se cortarán un poco en el riesgo que asumen. Sabemos que esto es insuficiente, y de hecho la pena de muerte no elimina los asesinatos. Cives viene a decir que “lo importante es evitar que haya armas nucleares, actuar ex-ante». Vale, estoy deacuerdo. Pero su razonamiento continua tácitamente: «si no podemos evitar que haya armas nucleares, cosa probable, no vale la pena castigar al que las utiliza, pues el daño ya está hecho”. Pues sí, el daño ya está hecho, pero remito a los párrafos anteriores

    Pero Cives dice además que podría ser contraproducente, que esa medida podría atraer a banqueros más arriesgados. Hombre, hay que ser conscientes de que existen las verdades contra-intuitivas. Pero este hecho y el glamour asociado a él (“soy lo suficientemente inteligente como para hacer un juicio de la realidad no secuestrado por lo intuitivo, al contrario que el ciudadano medio, básicamente lerdo”) no debe llevarnos al extremo contrario de aceptar como verdades contra-intuitivas lo que no son más que gilipolleces contra-intuitivas. El código penal no elimina los asesinatos, pero tampoco los incentiva. Penalizar a los banqueros con embargos masivos no eliminará la avaricia temeraria, pero tampoco la incentivará.

    Lo que más me intriga de todo esto, es por qué Cives considera que los castigos a los banqueros son venganza y no justicia

  4. cives dice:

    «Lo que más me intriga de todo esto, es por qué Cives considera que los castigos a los banqueros son venganza y no justicia»

    Justicia es lo que uno encuentra teorizado en libros como estos: http://www.amazon.com/Theories-Distributive-Justice-John-Roemer/dp/0674879201/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1310551429&sr=8-1
    http://www.amazon.com/Justice-Whats-Right-Thing-Do/dp/B0045Y1JSE/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1310551450&sr=8-1
    http://www.amazon.com/Contemporary-Political-Philosophy-Will-Kymlicka/dp/0198782748/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1310551496&sr=8-1

    al menos en sus formas civilizadas y se caracteriza, en general, por ser evaluada en el contexto de un sistema social en su conjunto (no en el caso por caso). Es cierto que requieren pensar un poco en ello y haber leído algunos cientos de páginas y no solo basarse en las tripas.

    La justicia del código de Hammurabi basada en la retribución del malvados me resulta un poco primaria y solo me parece defendible cuando resulta que es eficiente a nivel de incentivos. En este caso, resulta que no lo era.

  5. Kantor dice:

    Todas estas películas sobre «los banqueros» son o desinformadas o maliciosas.

    Porque en primer lugar, si nos lo vamos a tomar en serio, y legislar en normbre de estos principios habrá que definir quienes son.

    Si el criterio es la propiedad:

    Botin tiene un 5% de las acciones del Santander. ¿Es él el unico banquero del Santander? ¿Son los que tienen más del 1% del banco? Mi tio con sus pocos miles de euros en acciones del banco es «banquero»?

    O se trata de quienes están representados en los organos de dirección, con independencia de su posesión de acciones del banco?

    Hasta que no se defina bien quien es un «banquero», suspendo mi juicio sobre su responsabilidad.

    En cuanto alguien defina legalmente «banquero», yo le comento como evitar la definición, manteniendo el control y los derechos sobre los flujos de caja. Apuesto a que se hacerlo, y se mucho menos que los que se dedican a eso «full time».

    Por lo demás ¿quienes quieren castigar a los «banqueros» directamente (que deberan definir las condiciones que convierten a uno en banquero), estan en contra de la responsabilidad limitada en todos los casos y para todos los negocios?

    Supongo que tambíen estarán en contra de la responsabilidad limitada en los contratos de deuda (si no es así, los banqueros ya se encargaran de convertirse en acreedores en renta fija), digo yo, y por tanto creeran en el reestablecimiento de la prisión por deudas, que al fin y al cabo es lo que se propone para los «banqueros». No vaya a ser que el banquero vaya a la carcel al no poder responder a sus obligaciones, y los morosos que son la causa de su propia insolvencia se queden hasta con la prenda de sus créditos…

    Todos los argumentos con pretensiones legislativas que incluyan la palabra «banquero» son inmediatamente sospechosos.

    Lo unico que diferencia a la banca del resto de las empresas es el acceso privilegiado al crédito del Banco Central. Si eso es lo que se considera injusto, entonces, lo que hay que pedir es el reestablecimiento de la banca libre con patrón oro, que dejaría al banco como una empresa más, en particular, sin regulación ni supervisión alguna.

    Si eso es lo que se propone, me parece arriesgado, pero moralmente superior. ¿es eso? ¿o más bien todo es un desahogo? ¿o simplemente de lo que se trata es de eliminar a los empresarios en general (empezando por estos, por comodidad demagógica) para disfrutar de las conocidas mieles del sistema cubano?

  6. Roger Senserrich dice:

    Kantor:

    La idea es que el gestor que se carga un banco (no hace falta que sea propietario; Dick Fuld apenas tenía acciones de Lehman) se lleve una bonita paliza / carcel si envía su entidad camino del barranco y tiene que ser rescatada.

    A efectos prácticos, es una ley que por el bien de todos nunca debería aplicarse; tener un sistema bien regulado y no implosionante es más barato. Pero tener esa espada de Damocles (y un castigo ejemplar de vez en cuando) harían el sistema más estable y menos abierto a críticas populistas.

  7. cives dice:

    Roger, igual me equivoco, pero me da la impresión de que no contestas a la pregunta de Kantor.

    «En cuanto alguien defina legalmente “banquero”, yo le comento como evitar la definición, manteniendo el control y los derechos sobre los flujos de caja. Apuesto a que se hacerlo, y se mucho menos que los que se dedican a eso “full time”.»

    A lo que te arriesgas haciendo pender una responsabilidad muy grande sobre alguien, es a que estas se hagan por persona interpuesta aunque retengas el control. Quiero decir, la responsabilidad limitada se inventó por una buena razón

  8. Kantor dice:

    Roger, propongo que en línea con tu propuesta cambiemos el nombre de CEO por el de «chivo expiatorio».

    Sospecho que Botin escogerá como cargo el de «Consultor Ejecutivo», y dejará a algún tipo ambicioso de clase media, obscenamente bien pagado el cargo de «chivo expiatorio».

    Todos estos intentos de «depurar responsabilidades» parten de la idea de que la crisis es culpa de la gestión de los bancos.

    En primer lugar es al menos es igual de culpa de la gestión de los prestatarios, incluyendo a grandes prestatarios como los contructores, y otros más pequeños como los hipotecados. En segundo lugar, las crisis financieras son fenómenos emergentes que ninguna entidad puede evitar por separado.

    Mira, al final si lo que queremos es castigar a los bancos, yo empezaría por simplemente cumplir la ley, y cuando un banco no sea solvente, intervenirlo y liquidarlo.

    La realidad es que ni siquiera ese mínimo se cumple, y andamos con estas payasadas, que obviamente son para consumo externo.

    Fijate tú: por la mañana Rubalcaba amenazaba con un impuesto a la banca, y por la tarde ZP se indignaba por la posibilidad de que los inversores privados perdiesen dinero en el rescate de Grecia.

  9. Roger Senserrich dice:

    Kantor:

    ¡Es que son para consumo externo! El artículo no va sobre cómo hacer un sistema regulatorio más efectivo desde un punto de vista técnico. Es sobre cómo hacer las regulaciones más efectivas desde un punto de vista político.

    El electorado en general está perfectamente dispuesto a cortarse una pierna si con ello hacen daño a una clase política / financiera / gnómica que les ofrece un reparto injusto. Es algo que debemos tener en cuenta al diseñar regulaciones: el sistema no sólo debe ser eficiente, eficaz, etcétera, sino que además debe dar una señal de proporcionalidad clara.

    Y oye, el uso de chivos expiatorios tiene un largo historial de éxito :-).

  10. Zhurrer dice:

    Kantor, ¿estás diciendo que como es complicado atribuir responsabilidades debemos optar por no penalizar ciertas conductas?

    Sinceramente no se que responder ante eso. Es como si los juicios de Nuremberg nunca se hubiesen celebrado porque era complicado o imposible atribuir responsabilidades concretas a los condenados.

    Y si Kantor, ya sabemos que los bancos son tan propiedad mía como de Botín (sic) y tiene la misma responsabilidad un promotor inmobiliario que aquellos que diseñaban, vendían, aseguraban y calificaban basura como si fuera coltán.

  11. Zhurrer dice:

    Los comentarios y posts de Kantor me recuerdan ineludiblemente a los de Rallo, aquel que decía en Mayo hará ya más de un año:

    «Los especuladores vienen a salvarnos»

    Que se lo digan a los griegos.

  12. Maese Alcofribas dice:

    Cives

    Me has retrotraído a algunas discusiones con Albert Esplugas donde él respondía a mis comentarios con toneladas de lecturas que me ayudarían a comprender lo que es justo

    “Justicia es lo que uno encuentra teorizado en libros…”

    ¿En los de Rawls o en los de Nozick? Rawls me cae de puta madre y Nozick cual patada en la entrepierna, pero básicamente por la coincidencia o no de los contenidos de sus tripas con los de las mías, pues resulta bastante patético a esta alturas de la evolución humana el intento de ambos de justificar racionalmente lo que sus respectivas tripas les reclaman. Yo, iluso de mí, pensaba que siglo y pico después de Nietzsche ya habíamos asumido que la primera función de la filosofía moral era la de divertimento intelectual, y la segunda la de papel higiénico. Pero parece que Nietzsche es visceralmente (de tripa) inasumible

    Lo que hay en esos libros son teorías de la justicia. La justicia, como el amor, sólo tiene existencia real en el “caso a caso”. Entiendo que tus tripas en particular te reclaman sobre todas las cosas el diseño o el hallazgo de un sistema ético formal absolutamente consistente, y te digo que prefiero priorizar la búsqueda del equilibrio entre responsabilidad y sufrimiento, y ya me dedicaré después a ver como reduzco las incoherencias derivadas de esta metodología cuando la aplique a muchos casos. Al contrario que en el sentido literal de la expresión, respeto más al chulo (las tripas) que a la puta (la razón). No sólo con las tripas, por supuesto, pero siempre con las tripas

    ¿Desatará esta última frase disonancias cognitivas y motivaciones homeostáticas? ¿vendrá alguien de otro blog a etiquetarme de cavernícola? ¿Cuánto cuesta la fama?

    Kantor

    Doy por hecho, sin ironía, que te sobra capacidad intelectual para diseñar un escaqueo para el Botín de turno. Ya sabemos que hecha la ley, hecha la trampa, y que hay tramposos muy inteligentes. De la misma forma, seguro que te sobra inteligencia para diseñar una buena ley que minimice lo máximo posible la probabilidad de escaquearse. Pero tus tripas están a otra cosa. Lo respeto. No respeto a la gente para los que «auto-crítica» representa una sección periodística sobre el mundo del motor

    Aquel con un sueldo no muy boyante y que pidió una hipoteca que luego no pudo pagar recibió el castigo de (además del inherente a quedarse sin trabajo, causa del impago) quedarse sin casa, de perder lo que ya había devuelto y de seguir debiéndole un dineral al banco que le costará estar pagando (cuando consiga trabajo) un buen trecho de su vida (la única que hay, según nos dice la razón). La limitación de la responsabilidad en este caso debe referirse a que no le empalamos en la plaza pública

    ¿Qué castigo recibió el gestor del banco, según tú igual de responsable que el anterior? ¿puedes ponerme algún ejemplo concreto, a ver si aprendo y me dejo de payasadas y de pedir desahogos?

    ¿una revolución violenta es un fenómeno emergente que ninguno de los individuos que la protagonizan puede evitar por separado?

  13. Kantor dice:

    «¿Qué castigo recibió el gestor del banco, según tú igual de responsable que el anterior? ¿puedes ponerme algún ejemplo concreto, a ver si aprendo y me dejo de payasadas y de pedir desahogos?»

    ¿El gestor? El gestor no es nadie. Es un secretario.Los propietarios han perdido una parte importante del valor de las entidades. Que es lo que tienen que perder.

    Además, toda esta historia de inventar sistemas de micro-gestión y de castigos personales, olvida que el mismo Estado que parece que va a hacer eso, luego no se atreve
    a al menos liquidar las entidades más claramente insolventes. Por ejemplo, en el Reino Unido, los bancos peores se vendieron (p.ej a Botin). Aquí no hay dios que liquide una caja de ahorros.

    Cuando utilizas conceptos como «banquero»
    es cuando deslegitimas tu discurso. Los bancos son empresas. Tienen responsabilidad limitada, pero si están por debajo de su margen de solvencia, se las puede liquidar. Los accionistas tienen responsabilidad limitada, y solo tienen que perder el valor integro de su capital. Pero es que ni eso se permite.

    Por un lado queremos castigar a los banqueros, incluso inventando leyes retroactivas, pero por otro los medios legales y probados de resolución bancaria (intervención y liquidación, o absorción forzosa) no se aplican.

    Por la mañana nos quejamos de que los bancos no quieren prestar, y por la tarde les exigimos margenes de solvencia más altos, que es una forma de exigirles que contraigan el crédito (salvo el que va a parar al Tesoro). Queremos que no socialicen sus pérdidas, pero luego, no pueden tomar pérdidas en la deuda pública griega.

    Lo que realmente hay debajo de esto es lo que marca la historia de la relación entre bancos y Estado desde el principio de la Edad Moderna. Que el Estado necesita del sector bancario para ocultar sus verguenzas fiscales, y la banca les deja dinero a cambio de cobrárselo con privilegios futuros.

    La relación entre Banca y Estado es totalmente simbiótica. Por eso, si la gente fuese contra los privilegios de la banca (el acceso al crédito del banco central), yo me tomaría en serio algo de la retórica antibancaria.

    Pero no: se trata de romper aún más las salvaguardas legales, y empeorar las relaciones Banca-Estado, con más arbitrariedad del Estado, que al final solo se puede sostener con más privilegios para la Banca.

  14. Kantor dice:

    «Y si Kantor, ya sabemos que los bancos son tan propiedad mía como de Botín (sic) y tiene la misma responsabilidad un promotor inmobiliario que aquellos que diseñaban, vendían, aseguraban y calificaban basura como si fuera coltán.»

    Pues claro que sí. Los bancos no tienen una responsabilidad diferente respecto de la prudencia macroeconómica que cualquier otra empresa.

    Durante bastantes años supusieron que el crecimiento de la económía española continuaria, que los spreads con el resto del área del euro serían bajos, y que la vivienda no bajaría de valor.

    Estos supuestos tenían base empírica, y son los mismos con los que funcionaban la Reserva Federal, el ECB, el FMI, todos los ministerios de hacienda, y sobre todo, todas las agencias de regulación bancaria.

    Todas y cada una de esas instituciones públicas tienen más responsabilidad en la creación del consenso macroeconómico que los bancos.

    El presidente de tu Gobierno, y su ministro de hacienda, y el Gobernador del Banco Central tienen más obligación de acertar en esas cuestiones macroeconómicas que los bancos. Y todos fallaron.

    Así que todo el mundo estaba funcionando con un consenso equivocado. Los mas listos, como Botin se expusieron menos, y los mas tontos como varias cajas y algún banco mediano fueron especialmente entusiastas.

    Como lo fue Fernando Martin, o docenas de constructores, y millones de hipotecados.

    Los bancos no tienen especiales responsabilidades en predecir el ciclo. Precisamente por eso exigen garantias (reales y personales): porque saben perfectamente que no predicen el ciclo.

    Cuando veo a tanta gente pedir responsabilidades, siempre me pregunto si ya se han olvidado de 2006. Yo me tiré desde 2003 esperando un colapso del sector inmobiliario. Año tras año, la realidad me atizaba una hostia en los morros. Recuerdo cuando yo le decia a mi tio que esto iba a reventar, y el me respondio: «déjate de teorias y compra cuanto antes». Hacia principios de 2007, seguia sin entender nada, pero ya habia perdido la confianza en mi mismo. Desde luego, no compré ni nada parecido, pero me acuerdo de la sensación. Ahora todo Dios (casi seguro que en su mayor parte, los que decian que «siempre sube») pide responsabilidades, y mira la cosa como si fuese evidente, y como si les «hubiesen engañado». Pero los que de verdad lo vimos venir sabemos que lo unico evidente es que cada año la cagábamos.

    La banca ha pagado por sus errores, como todos los demás: los accionistas de la mayor parte de los bancos se han llevado una hostia morrocotuda. Las cajas tambien están machacadas, y se han visto obligadas a privatizaciones y fusiones. Claro, las constructoras han sufrido más, del mismo modo que muchas empresas exportadoras están en buena forma y han sufrido menos que los bancos.

    Intentar convertir un fenómeno emergente en un «morality plot» es absurdo. Y el anti-bancarismo actual es simplemente la misma actitud de la burbuja, en un escenario distinto.

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