Ciencia recreativa

Deficit e instituciones

7 Jul, 2011 -

Cuando los economistas miramos los datos de déficit y deuda, siempre tendemos a preguntarnos ¿por qué hay países con una mayor tendencia a endeudarse que otros? En este tipo de casos, esperamos que los tipos del departamento de políticas hayan elaborado alguna teoría decente para explicar el comportamiento presupuestario de los gobiernos y después de encuentros y desencuentros, lo cierto es que tenemos una serie de hipótesis interesantes para explicarlo.

Una explicación que en general encaja bastante bien con los datos tiene que ver con lo que se llama el “common pool problem” o la “tragedia de los comunes” en el proceso presupuestario. Cuando un gobierno quiere aprobar un presupuesto, se enfrenta a una situación dónde hay muchos grupos interesados en gastar y, sin embargo, cada uno de esos grupos solo soporta una parte del coste que supone ese gasto. La idea es más o menos la misma que cuando se va a cenar en grupo y la cuenta tiende a hincharse porque cada cual pide platos más caros que si comiera solo: cada euro adicional que yo decido gastar, se traduce en 1/N euros más que tengo que pagar (dónde N es el número de participantes). Es fácil darse cuenta de que cuanto más fragmentado esté el grupo, más gasto se decidirá.

A la hora de decidir colectivamente, es decir por votación, un presupuesto, esto se ve agudizado por el fenómeno del “logrolling” o “intercambio de favores”. Cuando en un grupo distintos individuos quieren favorecer distintas partidas de gasto, lo que suele ocurrir es que yo acepto votar a favor de tu partida si tu votas a favor de la mía; como cada uno de nosotros solo soporta una pequeña parte del coste adicional de cada partida, al final el lado del gasto del presupuesto tiende a hincharse y lo hace tanto más como mayor sea el número de personas que deciden.

He hablado de fragmentación, ¿pero fragmentación en qué?. El fenómeno se da a muchos niveles. Los grupos de presión/sectores de la opinión pública son muchos e intentan influir sobre los partidos políticos. Los parlamentos que no tienen mayorías sólidas tienen el mismo problema: cada partido representa a distintos sectores (agricultores, trabajadores, ecologistas, etc…) que desean que se gaste en lo suyo. Esto es, Italia no es uno de los países con peor comportamiento fiscal por casualidad. Finalmente, el mismo problema se produce en el seno del propio gobierno: cada ministro quiere gastar en lo suyo, que es lo que le produce popularidad, le da poder, etc…

Pero esto no responde a la pregunta del principio. Si el problema de los comunes existe en todos sitios ¿qué explica que unos países se comporten fiscalmente mejor que otros? La respuesta tiene que ver como casi siempre con las instituciones, que es precisamente lo que me ha recordado el último post de mi compañero de bitácora. La explicación la dan Von Hagen y sus coautores en una serie de papers y concretamente en un libro fantástico

Un forma de solucionar el sesgo hacia el déficit es en los sistemas proporcionales, con muchos partidos, que los partidos que forman parte de la coalición que apoya al gobierno firmen un acuerdo dónde limitan el déficit en el que pueden incurrir y las partidas máximas de gasto al principio de la legislatura. La idea es que el pacto condicione la estabilidad del gobierno y con esto nadie se pasa del límite.

En los sistemas con mayorías fuertes, dónde el problema de los comunes se produce dentro del propio gobierno, la solución pasa por dar un papel más importante al ministro de hacienda –que es, leyendo a mi compañero de bitácora, de donde me ha venido la idea de escribir este post. El gobierno de hacienda es ese gran guardián de la ortodoxia presupuestaria que impide que la gente se pase con el gasto. Pero en condiciones normales, en el consejo de ministros el ministro de hacienda se ve en minoría a la hora de votar. Para solucionarlo, lo que se hace es dar a este ministro cierta capacidad para vetar las decisiones en el consejo (nombrarlo vicepresidente, por ejemplo).

De forma más general, una forma de solucionar el problema consiste en poner límites constitucionales al déficit que se puede correr. Es una forma un poco brutal de solucionarlo, y por eso personalmente me gusta más la idea de adoptar un consejo de política fiscal: una institución más o menos aislada del proceso político que determine cuál es el límite de déficit que se puede correr sin poner en peligro la sostenibilidad.

Nota: NO estoy de vacaciones.


Sin comentarios

  1. Unoquepasa dice:

    Me da la sensación de que te gusta en exceso todo lo tecnócrata, ¿me equivoco?

  2. cives dice:

    Te equivocas en que me gusta en exceso

  3. Gulliver dice:

    Está muy bien el libro Testigos de FEDEA. Tiene entrevistas a una buena muestra de gente que ha sido algo en la economía española. En la entrevista a Solbes afirma éste, “Me las vi y me las deseé para tener un superávit mínimo, cuando hoy es evidente que tenía que haber sido de 4 o 5 puntos porque los ingresos que estábamos recibiendo eran cíclicos, noestructurales”.

    En la primera parte del reinado de Zapatero parece que a Solbes le tocaba hacer el papel del malvado que no quería que los niños pudiesen ir al dentista. Mi pregunta es, ¿cómo se aplica lo que has contado a España? ¿Hay votación en el consejo de ministros o el presidente tiene la última palabra? ¿Tenía Solbes veto como «ministro de hacienda» o como vicepresidente?

    Por cierto, tú y tu compañero de bitácora hacéis muy buenos posts. Me alegro de que estés de vacaciones y tengas más tiempo para escribir.

  4. Cives dice:

    Puf, tendría que mirártelo.

    Una parte de esto es bastante informal la «auctoritas» que tenga el ministro de finanzas en el gobierno y el feeling que tenga con el presidente del gobierno.

    Von Hagen Hallerberg y el otro del libro construyen sin embargo indicadores más o menos objetivos para medir estas cosas. Creo recordar (tendría que mirarlo) que españa no puntuaba excesivamente mal.

  5. […] Deficit e instituciones politikon.es/materiasgrises/2011/07/07/658/  por Javert hace 2 segundos […]

  6. nop dice:

    Enlazando con otras entradas del blog donde asignais mayor visión a largo plazo a entidades funcinariales sobre entidades politicas, ¿tendría sentido un ministerio de economía y hacienda sin ministro y con poder de veto sobre el consejo de ministros?

    Tal y como entiendo el ministerio de hacienda se encarga de recaudar los máximos impuestos posibles y de evitar que los otros ministerios gasten lo que él ha recaudado (ambas cosas juegan en contra de los intereses del resto del gobierno). Su puesto a corto plazo muchas veces depende de que no haga bien su trabajo; si hay un aumento de la recaudación de impuestos importante en muy corto tiempo , la popularidad del gobierno caerá y el ministro estará en la calle, también, si en una epoca de bonanza no consiente en aumentar el gasto, la popularidad del gobierno no subira lo suficiente para mantenerle en el puesto. Por eso pienso que ahora los ministerios de económia y hacienda tienen unos incentivos perversos. ¿Qué pensais?

  7. Cives dice:

    Pues que depende como delimites las competencias y sobre todo que la presión fiscal no es un asunto puramente técnico, sino que tiene que tener algún respaldo político.

    Me explico: una cosa es fijar unos márgenes dentro de los cuáles la política fiscal es sostenible, otra muy distinta decir cuantos impuestos tiene que pagar la gente y cuanto pueden gastar otros.

  8. Unoquepasa dice:

    Las democracias nacieron como un intento de los burgueses por tener el control del dinero, la historia de la Europa medieval es un tira y afloja entre reyes y capitalistas por el control de las rentas del Estado y tras lograr que ese control se expanda a toda la sociedad, ¿vamos a arrebatárselo y entregárselo a un grupo de burócratas?

    No lo veo. Quizá es que soy un optimista trasnochado.

  9. Carlos Jerez dice:

    Realmente interesante y encima escrito poco antes de lo que parece una práctica habitual de intercambio de favores que acaba de denunciar el PNV: http://www.youtube.com/watch?v=08cJiM9QRAI

  10. […] le remito al paper de Alesina y Perotti que tengo aquí que es un review del tema o a este post que […]

  11. […] otra parte, las instituciones de los países podrían ser sostenibles, no debería de haber déficit. Para ello la clase política […]

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