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"Los economistas nos engañaron sobre el Euro y lo demás"

1 Jul, 2011 -

Algunos gobiernos de los estados miembros del Euro parecen no haber aprendido como gestionar las políticas macroeconómicas en la nueva situación con una unión económica y monetaria. Algunos de ellos se comportan como si todavía estuvieran gestionando su economía dentro de sus propios marcos monetarios y económicos. En casos en los que la falta competitividad se ha vuelto claramente insostenible en comparación con la de otros países, estos gobiernos no parecen haberse dado cuenta de que los ajustes ya no pueden hacer a través de variaciones en los tipos de cambio de sus monedas. Ahora solo pueden hacerse a través de cambios en los costes.

José Manuel González Páramo, entrevista con David Marsh (recogida en «The Euro: the politics of the new global currency»), Julio de 2007


Sin comentarios

  1. Gulliver dice:

    «Back in the ’90s, people who were present told me that staff members at the European Commission were initially instructed to prepare reports on the costs and benefits of a single currency — but that after their superiors got a look at some preliminary work, those instructions were altered: they were told to prepare reports just on the benefits. To be fair, when I’ve told that story to others who were senior officials at the time, they’ve disputed that — but whoever’s version is right, the fact that some people were making such a claim captures the spirit of the time. »

    Krugman, «Can Europe be saved?»

  2. cives dice:

    Bueno, el «tema» es que Gonzalez Páramo dijo esto como miembro del BCE y probablemente pensando en España.

  3. Gulliver dice:

    El mayor problema de la unión monetaria es que no es un mecanismo robusto a prueba de idiotas. Al contrario, parece que su funcionamiento depende de la buena voluntad y las virtudes, de todos y cada uno de los gobernantes de los países miembros. Basta que uno o dos países, no necesariamente grandes, se duerman en los laureles, para que el castillo de naipes entero se tambalee.

  4. Cives dice:

    En teoría no. En teoría tenemos un pacto de estabilidad presupuestaria y una agenda de reformas y ahora tenemos también un pacto po r el que nos comprometemos a mantener la competitividad a niveles razonables. El problema es cuando uno tiene a un montón de gente denunciando esas cosas como engendro neoliberales malvados.

  5. Gulliver dice:

    En teoría la UE iba a ser «la economía del conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, antes del 2010, capaz de un crecimiento económico duradero acompañado por una mejora cuantitativa y cualitativa del empleo y una mayor cohesión social». Pero la teoría no es lo mismo que la práctica.

    El pacto de estabilidad presupuestaria aparentemente no es a prueba de estados que se lo saltan a la torera y luego se dan el beneplácito a sí mismos, como ocurrió con Alemania y Francia, ni a prueba de contabilidad creativa como la de Grecia.

    En cuanto a la agenda de reformas que hubiesen evitado que España, Portugal e Irlanda hubiesen caído en el hoyo, ¿dónde estaba? ¿No te referirás a la agenda de Lisboa?

    No solo es un problema de gentes aferrándose a lo que creen que son derechos de los trabajadores, que por cierto se hace muy poca pedagogía desde el poder para que esa percepción cambie. Hay un problema de diseño institucional robusto. Los problemas de una unión monetaria eran bien conocidos antes del euro, pero en lugar de acompañarlo de políticas y reformas de obligado cumplimiento que lo hubiesen hecho más viable, se dejó el destino de la nave a los vientos y a la buena voluntad de los navegantes. Parecía que con cumplir con una serie de variables macroeconómicas a la entrada (o pretender que se cumplían) ya era suficiente.

  6. Cives dice:

    A ver, nada es «a prueba de que la gente encargada de cumplirlo no lo cumpla»

    Estoy completamente de acuerdo en que el mecanismo del «Método abierto de Coordinación», puramente intergubernamental y demasiado basado en el voluntarismo que presidía la Unión monetaria era ingenuo. En 2007 yo escribí un paper para una asignatura diciendo exactamente esto.

    Pero criticar esto es criticar la filosofía de fondo que era que determinados aspectos eran demasiado sensibles políticamente hablando y debían tener la legitimidad democrática de los Estados miembros. Es importante darse cuenta de que la Comisión no ganará nunca un pulso político contra el Consejo en circunstancias normales. Es decir, estamos, al menos en parte, criticando la capacidad de los estados individuales para tomar sus propias decisiones y de las opiniones públicas para vigilar a sus gobernantes.

    Como digo en el artículo, ponerse a decir que la gente (y en este caso las democracias) hacen cosas estúpidas me parece totalmente legítimo. Pero en general, es políticamente muy incorrecto sugerir que hay que limitar la capacidad de decisión (de la gente o de las democracias).

  7. Gulliver dice:

    Hay una esquizofrenia de fondo en el proyecto europeo. Se quiere obtener mucho con pocas concesiones por parte de los estados. Se quieren prestaciones de estado federal (por ejemplo el BCE), con la libertad de acción que da un tratado internacional.

    O uno o lo otro. O se limitan las ambiciones, y el Reino Unido creo que es el que mejor ha entendido esa filosofía, o se apuesta a lo grande perdiendo cotas de soberanía.

  8. […] y os sintáis engañados, recordad que sabíamos perfectamente dónde nos metíamos: aquí y aquí. Desde luego, los sindicatos lo sabían […]

  9. Manuel dice:

    Ya hemos entendido las epxlicaciones y más o menos estamos de acuerdo (creemos por lo menos), pero aquí el problema no es que si uno no sigue las reglas le vaya mal, el problema es que algunos si quieren no siguen las reglas y les va BIEN porque mandan, si no queréis entender eso, pues estaremos dándole vueltas a lo mismo por los siglos de los siglos.

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