Uno de los grandes culpables de la crisis financiera del 2008 fueron las agencias de calificación. Es un hecho indiscutible; Moody´s, S&P y Fitch se hartaron de clavar triple-As a toda derivada que les pasara por delante, no importa lo horrilantemente arriesgada que fuera. Cuando la hipotecas basura empezaron a saltar por los aires, todos esos CDOs cargaditos de deuda horrible implosionaron, a menudo meses después que la agencia de calificación de turno hubiera dicho que eran insumergibles.

Desde entonces muchas voces (servidor incluído) han lanzado la idea de crear una agencia de calificación pública. Las agencias privadas se ganan la vida cobrando a los bancos para puntuar sus criaturitas financieras, así que trabajan duro para hacerlos felices. Si tuvieramos un ente público, evitaríamos este conflicto de interés, al menos en teoría.

Aunque la idea sobre el papel suena bien, Bidatzi el otro día recordaba en los comentarios un contraejemplo relevante: la entrada de Grecia en el euro. A estas alturas creo que es relativamente obvio que los griegos nunca deberían haberse incorporado a la moneda única; sus cuentas públicas eran una ficción a principios de la década pasada, y la cosa sólo fue a peor con el paso de los años. Grecia no es ahora mismo un estado moderno, y desde luego, no lo era hace diez años. Era algo que todo el mundo que hubiera visitado Atenas más de diez minutos sabía de sobras; todas las clasificaciones internacionales de corrupción, eficiencia burocrática y trenes circulando a la hora dejaban bastante claro que los números del país eran completamente ficticios.

¿Qué hizo la agencia de calificación de cuentas públicas europeas, el eurostat? Se tragó todas esas ficciones con patatas. Para ser más preciso, es bastante probable que los burócratas en Bruselas vieran los números, rompieran a carcajadas y empezaran a escribir un informe diciendo que lo de Grecia era una broma de mal gusto. Unas horas y unas cuantas llamadas telefónicas después, sin embargo, los funcionarios probablemente decidieron que esa oferta de  ir a contar cabras a los Monegros y/o cadáveres en Afanistán no era lo suyo, y decidieron que quizás los números no eran tan malos, y que el gobierno griego había mostrado una clara intención de reformar su sistema administrativo.

Dicho en otras palabras: aunque una agencia de calificación pública suena como una idea excelente, eso no quiere decir que sea inmune a influencias, presiones y demás problemas a los que se enfrenta cualquier agencia reguladora estatal. La hipotética «Moody´s pública», de hecho, tendría dos clases de problemas. Por un lado, lo visto en eurostat: los políticos siguen teniendo incentivos para presionar a los reguladores cuando les conviene, y siempre tienen instrumentos para hacerlo. La autoridad de una agencia de esta clase tiene su origen en legislación; por mucho que los políticos prometan crear un muro de que no puedan saltar para evitar injerencias, es relativamente difícil creerselo. Es una versión regulatoria de la paradoja de Dios creando una piedra inamovible, y no es fácilmente solucionable.

El otro punto a tener en cuenta es algo que vimos una y otra vez antes de la crisis financiera, y que seguro veremos de nuevo: regulatory capture, o «captura de los reguladores». En ocasiones (de hecho, patéticamente a menudo) las agencias que deben vigilar un determinado sector de la economía empiezan a colaborar un poco demasiado con sus regulados. En vez de vigilarles, intentan asegurarse que el sector «funciona bien»,entendido como dejar que los bancos ganen montones de dinero y nadie les moleste demasiado. No hace falta ser un genio para entender que los regulados van a trabajar muy duro para que esto suceda, haciendo cosas como contratar a antiguos reguladores y legisladores como asesores (pagándoles el triple), sin ir más lejos. Esto se puede solventar en parte dando pensiones a ex-burócratas y ex-políticos, pero es realmente difícil de evitar.

Resumiendo: ¿es una agencia de calificación pública una buena idea? Probablemente sí. En vista del «éxito» de las privadas, no lo puede hacer mucho peor. ¿Es una solución mágica? Ni de broma. Los políticos y burócratas son seres humanos igualmente, y siguen siendo vulnerables a ser cooptados por sus «clientes» aunque trabajen en el sector público. Cuando pido que la regulación del sistema financiero tiene que ser tan sutil como una cachiporra y de un garrulismo bien poco elegante es por esto; quiero que sea a prueba de idiotas y/o reguladores.


17 comentarios

  1. Ian Curtis dice:

    http://www.elcato.org/desregulen-las-agencias-de-calificacion

    Incentivos. No es eso lo que decís siempre? Pues no, no lo decís siempre.

  2. […] Cuando el árbitro se duerme politikon.es/materiasgrises/2011/06/29/cuando-el-arbitro-…  por kopra hace 3 segundos […]

  3. Bidatzi dice:

    Hola, gracias. Gracias.

    Me gustaría añadir un par de apuntes a este asunto.

    El primero es que en el merecido chorreo que se merecen las CRAs por su estelar papelón calificando RBMS, CDOs, squared CDOs, synthetic CDOs y otros frankensteins que solo pueden ocurrírsele a neoyorkinos neuróticos, habría que añadir un factor adicional al monumental y obvio conflicto de intereses: el fraude. Me explico: es evidente que si te paga el emisor de un producto, hay una presión directa para producir una opinión que satisfaga a éste. Y puede ocurrir, y por tanto ocurrirá, que esa presión sea más fuerte que la presión, más indirecta, para mantener la reputación de la agencia como un ente que emite opiniones sólidas.

    Pero ¿y qué pasó con quienes no tenían delante ese conflicto? Apunto a un lugar concreto: las aseguradoras que emitieron pólizas sobre esas securities. Algunos ya no están, como la estúpida AIG a la que se la llevó por delante, irónicamente, su pérdida de la triple A (esto hizo que AIG debiera aportar ENORMES cantidades de reservas a los contratos de CDS que había emitido, de las que estaba exenta inicialmente solo gracias a su calificación crediticia). Pero hay más aseguradoras y más instrumentos que los CDS. Los bonos asegurados existen de toda la vida.

    Y algunas de las aseguradoras de bonos se metieron en el jardín (en bendito momento, piensan ahora) de asegurar esos bodrios de RBMS y demás. Lo interesante, ya estamos llegando, es que algunas de ellas han sobrevivido. AMBAC y MBIA* me vienen a la cabeza. Y estas aseguradoras están muy próximas a conseguir indemnizaciones gigantescas de los bancos emisores porque está quedando más que acreditado que mintieron como bellacos en las descripciones que facilitaban a las aseguradoras sobre «qué narices es esto que quiere usted asegurar?».

    Resulta bastante plausible pensar que lo mismo que los CountryWide, Wachovia, Washington Mutual y demás forajidos (eso que muchos ahora llaman «Wall Street») mentían a las aseguradoras de forma sistemática, hacían lo propio con las agencias de calificación (que sí, que encima tenían un incentivo para no poner en duda la información).

    El segundo apunte es que pienso que hay que tomar otro enfoque con las agencias. Lo que hace falta no es crear una agencia angelical libre de todo posible conflicto (tarea imposible por las razones que excelentemente glosas en tu artículo). Lo que hace falta es que las agencias importen mucho menos.

    Debería llamar la atención de algunos, que suelen ser de los que más vociferan por lo público, el hecho de que es la regulación (y la PEREZA) pública, la que hace que las agencias tengan la relevancia que tienen. Se utiliza la OPINIÓN (eso es legalmente lo que emiten) de las agencias para cosas como tasas de descuento de los activos en el balance según las diferentes normativas financieras; se utiliza la calificación de las agencias para acotar en qué sí, y en qué no, pueden participar determinados inversores institucionales; etc.

    ¿Por qué? Ese poder no lo han logrado las agencias de forma torticera ni oscura. Ese poder se les ha dado porque proporcionaban una información sintética muy cómoda y habitualmente válida (al menos en términos cualitativos). Pero no está escrito que eso deba ser así para siempre.

    Resulta que un montón de regulaciones bienintencionadas (no hay de otras!) que perseguían proteger al ciudadano de los grandes vaivenes financieros (que su plan de pensiones no compre bonos basura, que la empresa cotizada de turno no presente una valoración arbitraria y falta de sus activos financieros en balance…) acaban generando unos perversos incentivos que contribuyen a este desastre de hoy.

    Así que para los inversores propongo: oiga, pague USTED por las opiniones de expertos que quiera conocer respecto a la solvencia de las inversiones que se le ofrecen. La agencia Egan Jones, una de las diez NRSRO reconocidas por la SEC, funciona con ese modelo y no les va nada mal.

    Y para los contables propongo: que las valoraciones de activos financieros en el balance (hasta el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea recurre a las agencias para la valoración!) se basen en calificaciones emitidas por una agencia en la que el cliente del servicio sea un intermediario (público?, puede ser). Es decir, si para que el Banco de Santander pueda calcular su core capital, necesita saber si sus bonos de, digamos, General Electric, son AAA o si debe descontarlos por ser AB-, haya un intermediario independiente que sea el que pague por las calificaciones. No las paga GE, no las paga, directamente, el Santander. El intermediario podría ser la propia autoridad del mercado, una fundación a la que los inversores institucionales hagan contribuciones ponderadas o alguna otra fórmula.

    * Full disclosure: soy accionista de MBIA.

    Un saludo.

  4. Bidatzi dice:

    Jajajaja, para el que piense que era un optimista con eso de que les vamos a sacar indemnizaciones a los bancos por el fraude en las cédulas. Recién salido del horno!

    http://www.bloomberg.com/news/2011-06-29/bofa-reaches-8-5-billion-settlement-on-soured-mortgages-with-bondholders.html

    Bank of America Corp. (BAC), the biggest U.S. bank, agreed to pay $8.5 billion to resolve claims over soured mortgages after bondholders including BlackRock Inc. (BLK) demanded refunds.

    Countrywide [que fue absorbida por BoA] ranked as the top issuer of the securities in 2005, 2006 and 2007, when the worst-performing debt was created, according to Inside MBS & ABS, a newsletter.

    Bond insurer MBIA Inc., in suing Bank of America and Countrywide over $21 billion of mortgage securities in New York State Supreme Court, said its reviews had found that 91 percent of defaulted or delinquent loans had “material discrepancies from underwriting guidelines,” such as borrower incomes, credit scores or debt-to-income ratios.

  5. Arredro dice:

    Pero el fraude de Grecia no se debe tanto a la impericia del Eurostat, como a la improbidad del agente que contrató Grecia para maquillar las cuentas -y que ganó cientos de millones de euros con el trabajo-. Esto es, Goldman Sachs.

    Porqué la balanza se inclinó hacia el fraude griego se podría explicar comparando los recursos de los que disponía Goldman, y los de Eurostat.

    Una agencia de calificación pública, y europea tendría otro problema principal, como ya han apuntado mucha gente: la falta de credibilidad.
    Lo que no deja de ser paradójico a la luz del desempeño de las americanas.

  6. Bidatzi dice:

    Arredro: discrepo.

    ¿Cuál es la magnitud de deuda que Grecia «escondió» a efectos de las reglas de contabilidad de Eurostat? ¿Cuál es la magnitud total del desastre? No hay color.

    Goldman le apañó en 2002 a Grecia un par de currency swaps (US$) por valor de mil millones de € porque la ESTÚPIDA normativa de Eurostat (impericia, si lo prefieres) los excluía a efectos contables.

    Y en absoluto se trataba de improbidad por parte de GS. Se trataba de conocer la normativa (MAL HECHA) de Eurostat. Los currency swaps ni fueron secretos, ni eran ilegales, ni se le ocultaba nada a Eurostat con ellos. Esas operaciones salieron publicadas (2003!) en revistas europeas del sector y nadie tenía ningún inconveniente con ellas. Todo el mundo sabía para qué eran.

    Eurostat podría haber modificado su normativa a los 5 minutos si hubieran estado atentos a hacer bien su puñetero trabajo.

    Por cierto, muchas otras entidades públicas han recurrido a currency swaps muy caros EXCLUSIVAMENTE como instrumento que escapa a las reglas que Eurostat utiliza. El ayuntamiento de Milán y muchos otros de Italia, por ejemplo. Y no es GS el único que te estructura una permuta cambiaria a medida para ese propósito. Esto que lo sabe desde hace 8 años cualquier tonto como yo con un navegador web ¿no lo podría atajar Eurostat?

    Si la respuesta es no, te lo pongo más fácil: Goldman Sachs CONSULTÓ con Eurostat ANTES de efectuar los swaps y no les dijeron pío. Ahora la excusa más sólida que son capaces de poner es «GRECIA no nos consultó!»

    http://www.risk.net/risk-magazine/news/1593054/corrigan-goldman-sachs-consulted-eurostat-greece-currency-swaps

  7. Arredro dice:

    http://www.nytimes.com/2010/02/14/business/global/14debt.html?pagewanted=1

    Es mucho más que la Currency Swaps, ¿no?
    Yo discrepo sobre la responsabilidad de Eurostat en un contexto cada vez más desregulado, desustanciando la propia autoridad de la agencia.

    Que Goldman, o cualquier otro, hicieran el requerimiento burocrático de preguntar, cuando dedican una cantidad brutal de gente a explotar lagunas legales y saben perfectamente de que la maniobra no es «ilegal», a mí al menos me suena a manoletina con la que burrearnos…

  8. Bidatzi dice:

    Arredro: en ese enlace no viene más. El NYT habla de «billions» a secas porque suena mucho más llamativo que si dicen 2.2billion.

    El resto, lo de la infraestructura, la ocultación de gasto sanitario… Grecia se apaña genial para mentir sin que tengan que ayudarle los pijos de GS.

    Vamos a ver, por supuesto que Grecia engañó en muchísimo más que en la cuantía de los 2 currency swaps con GS. Pero decir que el engaño masivo (tan masivo que no es creible que Eurostat y la UE no lo conocieran) se debe a las maniobras de GS, es echarle la culpa al empdedrado.

    Eurostat tragó porque se le dijo que tragara. No son subnormales, pero son obedientes.

    Pero lo de GS como malo de James Bond es siempre tan romántico y encaja tan bien en la narrativa de mercados malos frente a políticos buenos que la mayoría no se resiste a que los datos estropeen una buena historia con malos y buenos.

  9. Arredro dice:

    No digo que Goldman sea el culpable, o que lo sea ese ente al que apelamos con miedo reverencial, Wall Street, pero sí que no podemos olvidar que ha sido el brazo ejecutor en última instancia.

    Me queda la duda de si los políticos que desregularon todo lo que pudieron, en EEUU y en Europa, o los imprudentes políticos griegos que hipotecaron el futuro de sus compatriotas, eran autónomos e independientes en sus decisiones.

    El artículo del NYT no abunda en cifras, pero si es vox populi que Grecia maquilló sus cuentas para cumplir los criterios de convergencia con la CEE, me parece que cifrar en 1000 millones de euros su colaboración con Goldman -o JP Morgan-, es quedarse muy corto.

  10. Javi dice:

    Me pregunto si ayudaría que las agencias de calificación arriesguen algo mas que su reputación, ya que a nivel mundial somos rehenes de unas pocas y da igual la reputación que tengan. Me refiero a regular espantosas y crueles multas por ser peores que calificar las cosas al azar, tanto para arriba como para abajo.

  11. Gulliver dice:

    No se si Eurostat tuvo tanta responsabilidad por haber dado el visto bueno a las cuentas griegas. En algún sitio he leído que es un organismo que fue emasculado porque los sospechosos habituales, Alemania, Francia y demás, que no querían que Eurostat metiese sus narices en la máquina de hacer salchichas, digo contabilidad. La idea es que los países miembros se encargan de hacer las estadísticas y Eurostat de revisarlas y aprobarlas. De ese modo solo pueden mirar si las cuentas son internamente coherentes, no si están basadas en algo real.

    Claro que la idea podía ser buena para Alemania, pero a lo mejor no lo era tanto para Grecia.

    En cuanto a los organismos públicos, son muy manipulables cuando dependen directamente del ministro de turno, pero no lo son tanto cuando son agencias independientes. Algunas instituciones funcionan bien, por ejemplo el BCE.

  12. Bidatzi dice:

    Arredro: Por supuesto que Grecia engañó. Lo que yo digo no es lo contrario. Digo que la parte principal, esencial, masiva del engaño la hicieron solitos. Y que el resto de Europa LO SABÍA.

    Las cuantías de los 2 currency swaps de 2001 y 2002 son conocidas, las puedes consultar. Son de aprox. 1100 millones cada una.

    La desregulación malvada y todo eso está muy bien, pero aquí quienes mintieron como criminales fueron ministros, presidentes y organismos públicos. Y otros ministros, presidentes y organismos públicos decidieron hacer como que las cifras eran buenas.

    Para retocar la deuda a efectos de Eurostat no hace falta Goldman ni capitalistas malvados desreguladores. Te vale Zapatero en 2011 como ejemplo? La titulización de la deuda correspondiente al déficit de tarifa eléctrica es una maniobra financiera (conocida por TODO el mundo) que permite no computar (actualmente) esa cuantía en los datos de deuda pública según Eurostat. Y no nos ha hecho falta Goldman, ni Bush, ni Madoff. De momento estamos titulizando 7mil millones. El triple que las dichosas permutas de Goldman en Grecia. Y si Eurostat nos deja, seguiremos hasta camino de los 20mil en pocos años. ¿Cómo lo ves?

  13. Bidatzi dice:

    Vamos, es que no hay que irse muy lejos para ver la laxitud de Eurostat. Basta echar un vistazo a lo que el Banco de España considera que es la deuda pública del Reino de España según su propio criterio y compararlo con la cifra de Eurostat.

    Alguno se lleva un susto.

  14. Bidatzi dice:

    Gulliver: claro que las estadísticas las hace cada país, pero con criterios homogéneos que fija Eurostat. Algunos datos se generan solo para ellos y el gobierno ni los publica de forma habitual. Por ejemplo, España envía la serie mensual de desempleo desestacionalizada a Eurostat, pero aquí el gobierno publica el dato sin ajustar la estacionalidad, aunque lo tienen en el cajón.

    La cuestión es, como bien señalas, que en la fábrica de salchichas todos saben qué cuela y que no. España consiguió durante bastante tiempo que cosas como el metro de Madrid o las inversiones de AENA no se computen por Eurostat como deuda pública. Debe ser la desregulación malvada que nos impulsa y se adueña de nuestros actos.

  15. Arredro dice:

    Bidatzi, no has respondido a la duda que me quedaba. ¿Los presidentes, ministros y políticos que mintieron lo hicieron independientemente, sin ningún tipo de incentivo, ni la intercesión de ninguna institución, empresa, o lo que sea?

    Parece que piensas que la desregulación no ha tenido nada que ver en todo lo que está sucediendo, lo importante, parece ser, son los organismos públicos mentirosos.
    Yo no soy para nada un experto como pareces serlo tú -y hago esta afirmación sin atisbo de sarcasmo, al contrario que tú-. Lo único que sé al respecto es lo que le he leído a Krugman, Stiglitz, Bill Mitchell, Ezra Klein, etc, etc, que están muy lejos de caricaturizarla en sus análisis. Muy al contrario.

  16. Bidatzi dice:

    Arredro: el sarcasmo siempre lo uso con propósito humorístico/jocoso. Te pido disculpas si ha resultado hiriente.

    No pienso que en «todo lo que está pasando» en general, solo sean culpables los políticos y los organismos públicos. ¿Pero específicamente en lo de Grecia? Fundamentalmente sí. No sé por qué resulta inconcebible que los políticos puedan ser negligentes / incompetetentes / descarados sin que haya detrás un poder oscuro que mueve los hilos. La historia está llena. No hay ningún filtro estupendo que solo envía malvados e inútiles temerarios a la banca y a los competentes patriotas y prudentes a la cosa pública.

    Yo puedo entender que los políticos de la UE (el Comisario del ramo era Solbes) tuvieran BUENA intención al decidir que se podían obviar las trolas griegas porque era mejor para el futuro de la UE que estuvieran en el Euro, que al fin y al cabo era una economía pequeña cuyas distorsiones no impactarían al mastodonte que es la zona Euro… pero la buena intención no es excusa para eludir la realidad de lo que ha ocurrido.

    Los países, sus gobiernos, se han embarcado en deudas insostenibles de vez en cuando durante siglos y siglos. Así que no, no creo que sea ningún celo desregulador de una quincena de años (ó dos) el causante de que un país poco serio se vaya a la bancarrota.

  17. Someone dice:

    Yo creo que tanto si la agencia es pública como privada lo importante es que se siga manteniendo la responsabilidad individual de los empleados dentro de las agencias. Y luego, para combinar incentivos y salario no sé como podría hacerse sino es haciéndolo con una retribución con «lags» sobre rendimiento pasado.

    Otra forma podría ser anonimizar las evaluaciones y llevar a cabo varios análisis individuales de manera que los más cercanos a la media fuesen más remunerados… En fin, es dificil y más como para una discusión de blog xD

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