Siguiendo con lo dicho el otro día, por cierto,  algunas noticias no precisamente tranquilizadoras sobre la posibilidad no precisamente remota que los republicanos no suban el límite de la deuda, provocando una bancarrota del gobierno federal americano y apocalipsis financiero.

• a. Los demócratas han ofrecido un ajuste fiscal compuesto por un 80% de recortes, 20% de subida de impuestos. Esto ya de por sí es algo bastante horrible (¿por qué no ofrecen un sacrificio de un becerro en el altar de Rush Limbaugh, ya puestos?), pero no es suficiente conservador para los republicanos. Mitch McConnell ha dicho que no.
• b. McConnell, de hecho, está diciendo que bipartidismo es hacer lo que los republicanos quieren, y nada más que eso. No parece tener las más mínimas ganas de llegar a un acuerdo.
• c. En este contexto, los intelectuales que son la voz de las bases más radicales del partido parecen haber perdido completamente en norte. Subir impuestos es traición. Votar a favor de aumentar el límite de deuda es motivo de excomunión inmediata.

Cierto, puede que sean tácticas negociadoras. El problema es que según se acerca la fecha límite (dos de agosto) los mercados empezarán prestar atención a esta gente, y empezarán a ponerse nerviosos. No creo que la sangre llegue al río (incluso el partido republicano es lo suficiente cuerto como para votar en contra del apocalipsis), pero no estoy tranquilo.