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Estado de bienestar y la excusa de la globalización

6 Jun, 2011 - - @egocrata

Una de las constantes excusas de la derecha cuando hablan de recortar el estado de bienestar es el fantasma de la globalización. A grito de «en Polonia/ China / Sudán no pagan tantos impuestos» los serios e implacables ministros de economía hablan sobre competitividad, costes laborales y la invencible eficiencia oriental.

Como argumento, es algo que parece lógico y razonable. Nosotros tenemos lujos, otros países no los tienen. Para ellos producir es más barato, así que lo más lógico es rebajar nuestros costes eliminando todas esas cosas bonitas pero innecesarias que pagamos con impuestos. Hay voces dentro de la misma izquierda que gustan de poner cara seria y resignada, entonando eso de «cualquier tiempo pasado fue mejor«.  El pequeño problema, sin embargo, es que basta con mirar los datos durante dos minutos escasos para darse cuenta que esta historia realmente no se aguanta por ningún sitio.

Empecemos por lo básico. Si la globalización fuera realmente algo letal para los servicios públicos del estado del bienestar, lo natural sería que los países que más dependen del comercio exterior tienen una red de protección social más limitada, y un peso mucho menor del estado en la economía. Dentro de los países de la OCDE, el país con el gobierno más limitado, Estados Unidos, debería ser el que más importaciones recibe como porcentaje de su PIB, y viceversa. Pequeño problema: esto no es así. De hecho, los datos señalan casi exactamente lo contrario.

El volumen de comercio exterior en Estados Unidos era un 15,2% de su PIB. Esto puede que suene como una cifra considerable, hasta que la comparamos con la media europea (UE27): un 41%. El único país con un porcentaje remotamente similar a Estados Unidos es Japón, con un 17%. Otro país, por cierto, con un estado de bienestar relativamente limitado (Japón recauda un 29% del PIB; EUA está sobre un 24%). Si miramos país por país dentro de la la Unión Europea, son los países nórdicos los que más comercian y los que tienen un gasto público más elevado. El nivel de apertura al exterior está fuertemente correlacionado con el tamaño del sector público, así que uno diría que la globalización no parece ser ese obstáculo insalvable que muchos pretenden ver.

Si miramos los datos con más detalle, por cierto, vemos cosas aún más interesantes. La correlación entre gasto público y globalización no es nueva en absoluto; Suecia, Holanda, Dinamarca y familia han sido mucho más dependientes del sector exterior desde hace tiempo, y el gasto público ha ido creciendo en paralelo.

Por descontado, correlación no equivale a causalidad: no podemos decir de forma inequívoca que el estado de bienestar nace como reacción a la globalización. La hipótesis clásica (y antigua – el debate lleva dando vueltas desde hace una buena temporada) era que el estado de bienestar nace como una reacción a los riesgos del comercio exterior. Los políticos saben que abrir la economía es bueno para el crecimiento y bienestar general, pero también son conscientes que genera ganadores y perdedores. Las empresas que son competitivos y pueden exportar ganarán mucho dinero, mientras que aquellos que están en sectores ineficientes de la economía perderán ingresos. Aunque en agregado se creará más riqueza, es necesario crear una red de protección social para compensar a los perdedores, y permitir que la economía se especialice en lo que hace bien sin demasiados problemas sociales.

Cuando intentas traducir este argumento a un modelo estadístico, sin embargo, los números no salen tan limpios. Hay una cantidad descomunal de literatura sobre esta tema en los libros, con legiones de autores torturando números intentando buscar una explicación. Por una variedad de motivos técnicos que no vienen al caso (empezando por el hecho que todo parece correlacionar con todo lo demás de un modo u otro) es difícil decir si el estado de bienestar es un pacto para compensar a perdedores, una reacción de los perdedores y la desindustrialización, un efecto partidista (la izquierda es más propensa a bajar aranceles, parece), o el resultado del crecimiento económico por sí mismo. El hecho que libre comercio y crecimiento económico también correlaciona, sin embargo, dice bastante de lo complicado del problema.

Aún así, los datos son bastante claros: es perfectamente posible tener un estado de bienestar potente y ser una economía extraordinariamente abierta al exterior. De igual modo, no hay nada que indique que el tamaño del estado tenga una influencia en el nivel de crecimiento. Más allá de eso: no hay nada que indique que tener impuestos elevados y servicios públicos sólidos te haga cada vez menos competitivo; los datos señalan que muchos países con estados de bienestar potente se han «globalizado» más en los últimos años, y lo han hecho sin perder calidad de vida.

¿Por qué sucede esto? En parte es por algo que comentaba no hace mucho, hablando de la falacia del crecimiento a bajo precio. Explicar por qué Alemania, Holanda o Suecia tienen empresas que pueden competir internacionalmente a pesar de ser sitios «caros», sin embargo, exige una explicación un poco más detallada. Lo dejamos para mañana.

Una pista, sin embargo: hablamos de empresas compitiendo, no países.

Y sí, escribí algo muy parecido a esto hace cinco años. Entiendo que hay gente que no me lleva leyendo desde entonces.


13 comentarios

  1. Alex Rayón dice:

    Excelente Roger, muy de acuerdo con lo que cuentas.

    Al hilo de lo que cuentas, no sé si has visto la serie The ascent of money (supongo que sí).
    En su 4º capítulo cuenta algunos de los aspectos que has citado, sobre todo en cómo el Estado del Bienestar nació para hacer frente a los riesgos, la inseguridad, ya que los seguros privados no daban para todos.

    Aunque ese capítulo tiene mucho para debatir (sobre todo en cuanto al éxito del golpe de Pinochet para la prosperidad posterior), es interesante cómo cuenta las tesis originales de Beveridge iniciales, que coinciden un poco con lo que cuentas: crecimiento y estado del bienestar, claro que son compatibles.

    De hecho, y aunque esto lo saco un poco más a valoración personal, creo que crecimiento es más sostenible si tienes una «red de seguridad» (llamémoslo Seguridad Social si queréis) por detrás, aunque muchos crean que tanta zanahoria es «mala».

    Saludos.

  2. Carlos Jerez dice:

    ¿Existe alguna relación entre países con éxito económico además de dependencia con el comercio exterior y la flexibilidad de su sector productivo? Es una relación que veo lógica pero se que la realidad puede acabar con ella.

  3. mictter dice:

    Viendo los porcentajes de comercio exterior de los países que citas, supongo que también estarán muy relacionados con el tamaño del país: USA dispone de muchísimos recursos agrícolas, mineros, industriales, etc. mientras que Suecia tiene que importar casi todo lo que come, y especializarse en algo para poder pagarlo (antes eran la madera, el cobre y el hierro; ahora, excavadoras y estaciones base).

    ¿Tienes a mano alguna serie que de algún modo corrija los % de comercio exterior según el tamaño del país?

    Otro comentario: ¿cuál es el porcentaje de comercio extra-UE de los países europeos que mencionas?. Aun sin ser comercio totalmente interior, los intercambios entre países de la Unión Europea posiblemente sean una categoría aparte…

  4. Zhurrer dice:

    Muy buen articulo Roger, y los que enlazas, aun mejores.

    Sin embargo, me bailan los numeros. En el articulo de Antras en NeG del otro dia se hablaba de que Espanna tenia una cuoto de exportaciones del 2% de su PIB. Por mucho que la balanza de pagos este desequilibrada, de ese 2% a casi el 40% que se habla de media en la UE me parece demasiado.

  5. Kartoffel dice:

    @Zhurrer, no son la misma estadística: el artículo de Pol Antràs hablaba de que «la cuota de mercado de las exportaciones españolas en el comercio mundial se mantuvo estable alrededor del 2 por ciento ente 2000 y 2008» (el denominador es el volumen mundial de comercio) y aquí hablamos del peso de las exportaciones/importaciones en el PIB (el denominador es el PIB nacional)

  6. […] Estado de bienestar y la excusa de la derecha de la globalización politikon.es/materiasgrises/2011/06/06/estado-de-bienesta…  por kirov hace 3 segundos […]

  7. Zhurrer dice:

    Sip, gracias por la correccion, me he releido el articulo y efectivamente es como tu dices. De todas formas tenia un estudio del BBVA sobre el estado de nuestra economia y creo recordar que las cifras eran menores, pero bueno, a ver si lo encuentro y lo comparto.

  8. lopezsanchez dice:

    Interesante, como siempre.
    Salvando muchísimo las distancias, me ha recordado a este artículo de Natalia Fernández a propósito de un libro de Pirenne: http://elarte.coop/un-tiempo-para-los-pies-polvorientos/
    Y es que hay toda una serie de lugares comunes tradicionales que hemos venido mamando los que nos llamamos de izquierdas que necesitan una clara revisión. Cosas como que si eres de izquierda debes estar en contra del comercio mundial y el consumo.
    Con respecto a tu cierre, has dado en el clavo: apenas tenemos empresas competitivas. Desde hace bastantes años, cuando todavía atábamos perros con longaniza, a menudo comentaba con un par de amigos que estábamos condenados a irnos a la mierda irremisiblemente como país. ¿Por qué? Porque mirando a mi generación (ando por la media trentena) no encuentraba más que talento desperdiciado: prácticamente toda la gente talentosa que conozco de mi generación había acabado saliéndose del sistema. Unos habían optado por emigrar y otros por opositar, todos ellos hartos de toparse con un sistema empresarial negado para la gestión del capital humano.
    Tras años de acumulación de contratos por obra y sin vacaciones, de horarios absolutamente incompatibles con ninguna vida, de sueldos justitos sin visos de mejorar a largo plazo, de amenzas cíclicas de ERE y sin posibilidad de carrera profesional alguna dentro de la empresa, he ido viendo cómo poco a poco los mejores de mi generación han ido desertando. Emigrar u opositar. Un país no puede permitirse esa sangría. Miro a mi alrededor y puedo contar con los dedos de una mano cuánta gente con talento y expediente académico brillante queda trabajando en España para la empresa privada.
    Las empresas deben ser competitivas pero para ello es esencial que exista promoción horizontal, que se potencie la carrera profesional dentro de la empresa y que dejemos de entender la gestión empresarial como aquello a lo que se accede haciendo un MBA donde no se aprende gran cosa pero se hacen contactos.

  9. Como bien dices, Roger, la asociación no se establece solo con el Estado del bienestar, sino con la pujanza económica sin la cual este no es viable. las cifras sobre la internacionalización de los países de la OCDE no deja vislumbrar un modelo único y parece depender bastante de condiciones específicas de cada país. También resultaría interesante comprobar cómo ha evolucionado el gasto público en ayudas sociales durante esos años.

    El palo y la zanahoria viene del «socialismo de Estado» ideado por Bismarck para cohesionar un país a la vez viejo y nuevo, con tremendas desigualdades y un potencial de crecimiento inmenso. Perfeccionado y «estandarizado» en la última posguerra mundial ante la catatonización productiva y el miedo al comunismo, habiéndose aplicado en contextos muy diferentes desde entonces. Desde luego, atendiendo a tu avance sobre el articulo de mañana, no estamos en los, a pesar de todo, felices ochenta: somos adultos y hay que buscarse un lugar en el mundo; aun a riesgo de perjudicar a algún compatriota.

  10. maois dice:

    Estos países, Alemania Suecia, Holanda… Tienen ventajas competitivas en tecnología e innovación que hacen que tengan productos únicos y diferenciados y no solo de consumo sino especialmente bienes de equipo. Si quieres poner una fábrica de papel, de celulosa, una siderurgia, la mayoría de los equipos los fabrican estos países o Estados Unidos. Además con poca competencia y mucho margen. No es como vender naranjas, turismo coches de gama baja, poco margen, poco salario poca recaudación poco estado de bienestar.

  11. Cómo liberal frustrado, para mí las preguntas son mucho más básicas.

    ¿Puede mantenerse un Estado del bienestar con una economía globalizada? Creo que sí.

    Puede mantenerse un Estado del Bienestar sin una economía globalizada? Me temo que no.

    En España, ¿tenemos lo primero o lo segundo? Pues creo que lo segundo, a juzgar por lo mal que nos va en el comercio exterior y los pocos idiomas que hablamos (español, y mal). Los norteamericanos tampoco es que hablen muchos idiomas, pero al menos producen mucho.

    Estaría muy bien aplicar todo esto al paro español.

  12. […] En tercer lugar, como no puedes fingir ser productivo utilizando trampas monetarias, es necesario hacer todo lo posible para que tu economía sea flexible. Esto quiere decir que los salarios puedan ajustarse rápido a cambios externos, las empresas tengan capacidad de adaptarse igual de rápido, las buenas ideas puedan ser adoptadas con facilidad y sin estúpidas barreras a la competencia, etcétera, etcétera, etcétera. Todas esas medidas que contribuyen a aumentar la productividad de la economía, y que en contra de lo que dicen por ahí fuera, no tienen nada que ver con bajar salarios. […]

  13. […] europea es perfectamente capaz de generar crecimiento económico. El estado de bienestar puede ser adaptado y reforzado en un mundo globalizado. La izquierda puede pasar reformas responsables, sensatas y potentes que […]

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