Ciencia recreativa

Sobre inflación y no panaceas

30 May, 2011 -

Mi compañero de bitácora me pedía esta mañana que escribiera algo sobre el tema de si una inflación moderada en la Eurozona sería o no una solución mágica para la Eurozona. Como expliqué en otro post, es probable que pueda ser parte solución.

La idea es en principio simple. Simplificando, el problema de la Eurozona, pasado y actual es el siguiente. Mientras que los países del centro han ido ganando competitividad (y por tanto han exportado más e importado menos) los países de la periferia han sufrido el desarrollo contrario. Como los países de la periferia hemos importado más de lo que exportábamos porque los productos del extranjero era más competitivos, esto se ha traducido en un endeudamiento progresivo (uno solo puede gastar más de lo que produce, cuando pide prestado). Luego hay dos problemas: uno de competitividad y otro de endeudamiento.

Para ambos, la inflación juega un papel como solución. Para ganar competitividad, España tendría que hacer que sus precios (y sus salarios) relativos a los de Alemania bajaran. Aunque no hay nada que lo impida a priori, hacer que los precios bajen -es decir, que haya deflación- es muy complicado y convencer a los trabajadores para que acepten rebajas en sus salarios nominales es algo bastante doloroso. Por tanto, para que los precios españoles bajen en relación con los Alemanes, lo que tiene que ocurrir es que los españoles crezcan poco o nada y los alemanes lo hagan más que los nuestros.

Para el endeudamiento ocurre algo similar. Si la inflación aumenta pero las deudas siguen fijas nominalmente, su valor real cae. Mirad el ejemplo. Suponed que en una isla solo hay dos bienes y dos individuos. Uno de los bienes es el «dinero», que son conchas y solo sirve para pagar. Otro de los bienes son los cocos. Supongamos que 100 conchas pueden comprar hoy 10 cocos. Yo te presto hoy 50 conchas que debes devolverme mañana. Sin embargo, si mañana hay el doble de conchas y los mismos cocos en la isla, es probable que 100 conchas ya no puedan comprar 10, sino 5 cocos. Pero yo te sigo debiendo 50 conchas, así que en la práctica tendré que renunciar solo a lo que equivalente a 2,5 cocos. En otras palabras, la inflación redistribuye de acreedores a deudores. En una situación en que un país tiene un endeudamiento externo considerable, la inflación es una forma de reducir ese endeudamiento sin tener que recurrir al procedimiento engorroso de las insolvencias y las liquidaciones.

Si la inflación en la Eurozona es mayor, y nosotros seguimos metidos en la crisis, es probable qeu nuestra i nflación sea menor que la media. Esto es algo que replicaría el efecto de lo que hacíamos cuando devaluábamos nuestra moneda. Por un lado, ganábamos competitividad ya que el tipo de cambio variaba los precios relativos. Por otro, los alemanes que nos habían prestado un montón de dinero, veían como las pesetas que les debíamos se traducían en menos marcos que antes.

Me he molestado en describir el mecanismo detrás de esto para que quede claro lo que estamos haciendo: la inflación en la Eurozona es un juego en el que unos ganan y otros pierden. Estaríamos dejando de pagar nuestras deudas de forma ordenada, por un lado, y estimulando nuestra demanda con una desinflación competitiva a golpe de gasto extranjero. Ahora vamos con los inconvenientes.

El primero es de factibilidad política. Como es un juego en el que unos pierden y otros ganan, es improbable que los que pierden los acepten de buen grado. De hecho, si uno piensa en la política de Alemania desde el principio de la crisis ha sido precisamente la de evitar que haya impagos: quieren que les devuelvan hasta el último Euro. Como se va a forzar esto es algo que está por ver; pero no es difícil entenderles: yo personalmente entiendo perfectamente que Merkel defienda a sus ahorradores contra lo que es en la práctica un impago y también entiendo perfectamente que se niegue a perder competitividad cuando su economía está justo saliendo de la recesión. Entre tanto, el BCE tiene un mandato excepcionalmente claro que la condición de su independencia: mantener la inflación por debajo del 2%. Cambiarlo requerirá en cualquier caso el acuerdo de Alemania y saltárselo sería simplemente ilegal.

En segundo lugar, está por ver que el invento pudiera funcionar. Esto supone que los países de la periferia aceptaran que sus salarios se quedaran estancados mientras que sus IPC subirían. ¿Como es esto? Pues porque el IPC en una economía abierta incluye bienes extranjeros. Los coches Renault, las televisiones Philips y demás pasarían a ser más caras que antes y esa presión probablemente se transmitiría a los salarios para mantener su poder adquisitivo constante. Obviamente, mientras que los sindicatos no empiecen a dar muestras de entender como afecta a la economía lo que hacen es complicado ver que si quiera valiera la pena.

Entre tanto, el problema de fondo es que conseguir una inflación estable del 4% es complicado y es algo que no sabemos demasiado bien como se hace. No existe nada mágico en mantener inflaciones del 2% estables , pero no conocemos ningún país que haya conseguido mantener una inflación creíblemente estable en 10% o 7%. Lo importante, realmente, en la inflación, es que sea estable y razonablemente baja aunque positiva. Y sin embargo, desviarse de lo que tenemos podría tener un coste en credibilidad considerable. Ganar credibilidad es complicado y costoso y perderla es realmente fácil. Hay mucha gente que tiene dudas, en mi opinión muy razonables, sobre que valga la pena.


Sin comentarios

  1. perico dice:

    [Este comentario ha sido eliminado porque Perico es obviamente un cretino y no se esfuerza ni un poquito en disimularlo o al menos parecer gracioso]

  2. Carlos Jerez dice:

    Interesante pero políticamente inviable. Por cierto, centrándonos en el empleo, toda Europa tiene un problema con el mismo y necesita una reducción de costes laborales en relación a su productividad. Nosotros tenemos un mayor problema de empleo, pero no somos los únicos, y la experiencia de la crisis del petróleo del 73, es que somos muy malos moderando salarios.

  3. Cives dice:

    «es que somos muy malos moderando salarios.»

    A ver, esto es algo que hay que poner entre comillas. En los 70 los salarios se descontrolaron, por un lado, porque acabábamos de salir del franquismo y había una voluntad de «recuperar el terreno perdido». Por otro lado, también estaba el factor moderador de que «había que salir de esta porque la alternativa era volver a la dictadura». Con esto quiero decir que la situación no es exactamente comparable

    En lo que si es trasladable la experiencia es en que tenemos más o menos las mismas isntituciones de negociación colectiva que entonces (en realidad, si mal no recuerdo, tenemos peores instituciones, porque están más concentradas a nivel sectorial y menos al nacional).

  4. Javier dice:

    Existe un riesgo, además de lo explicado en este artículo. Y es que una alta inflación no acabe estimulando el desarrollo en absoluto.

    Es un fenómeno que ha sido muy frecuente en la España de los siglos XIX y XX. España tuvo un patrón fiduciario de facto de forma muy temprana**. Esto, junto con los déficits crónicos en nuestra balanza comercial (hy cosas que aquí no pasan de moda) llevó a varias depreciaciones muy severas. Estas depreciaciones no estimularon el crecimiento porque estuvieron seguidas de políticas de austeridad drásticas que tuvieron efectos depresivos.

    Vistos los problemas que tiene ya la deuda pública española, no es descabellado que podríamos repetir este fenómeno.

    ** Seguíamos un patrón bimetálico y la plata se devaluó mucho, tanto que expulsó a la moneda acuñada en oro (Gresham) y el valor de la plata contenida en una moneda era menor que el de la moneda en sí: En la práctica, moneda fiduciaria.

  5. Gulliver dice:

    “es un juego en el que unos pierden y otros ganan”

    No estoy seguro de que sea así. Los bancos alemanes, y por tanto los propios depositarios y contribuyentes alemanes, se pueden beneficiar y mucho si se evitan o suavizan las reestructuraciones de deuda de países con problemas de déficit y crecimiento que todos conocemos. Una reestructuración de deuda griega sería una catástrofe, pero si son España o Italia los agraciados, entonces sería un cataclismo de proporciones cósmicas. Los alemanes podrían salir ganando, en lugar de perder, si con un ligero sacrificio inicial logran evitar males mayores.

    Lo mismo se puede decir del BCE. Puede que cambiar el objetivo de inflación suponga un ligero riesgo de pérdida de credibilidad. En realidad creo que es bastante asumible teniendo en cuenta que la Reserva Federal tiene objetivos más flexibles y no pierde la credibilidad por ello. Pero lo que supondría un auténtico dolor de cabeza para el BCE es que algunos países reestructuren su deuda, parte de la cual forma parte de los activos del propio BCE, y que el BCE se vea en la tesitura de prestar dinero a bancos griegos (o irlandeses, o portugueses, o españoles) que presentan birriosos bonos de su país como aval o ningunear a Grecia y otros países y que no tengan más remedio que salir del euro. Eso sí que sería una gran pérdida de credibilidad para el euro y para el BCE.

    Creo que todos podrían ganar con una mayor inflación. Pueden significa potencialidad, no certeza. Las cosas siempre pueden salir mal.

  6. Pedro Herrero dice:

    Duda, si sube la inflación en la zona, Alemania y sus cacharros exportados deberían poderse colocar mejor fuera de la UE. ¿No?

    Tan poco sería todo tan malo para un país con una balanza comercial que mete miedo.

    PD: Por pedir… sigo esperando por los posts sobre sindicatos Cives. Tengo algunas dudas sobre la conferencia de Blanchard.

  7. Gulliver dice:

    “El primero es de factibilidad política”

    Otra cosa es que sea políticamente viable, pero hay bastante potencial.

    La manera de intentar hacerlo viable sería un pacto entre los países deudores, países endeudados/poco competitivos y el BCE. Los países endeudados o los poco competitivos tendrían que hacer reformas que aumentasen las posibilidades de que el truco funcione, como límites pactados de déficit y reformas en los sistemas de negociación colectiva que ayuden a que los salarios crezcan menos que la inflación. Algunas de estas reformas tendrían que hacerse antes de que el BCE cambiase su objetivo de inflación como muestra de que van en serio. Desgraciadamente los free-riders podrían hacer descarrilar el acuerdo.

    En cuanto al BCE, su parte del pacto sería cambiar el objetivo de inflación al 4% por ejemplo. El mandato del BCE es mantener la inflación estable pero la inflación-objetivo la pone el propio BCE si no me equivoco, así que afortunadamente, porque eso sí sería más complicado, no habría que cambiar el mandato.

    Para que sea políticamente factible, Merkel por supuesto tendría que abandonar su discurso actual y convencer a los germanos de que una reestructuración en cadena de la deuda de países del euro no sería bueno para Alemania.

  8. cives dice:

    @gulliver

    «Los alemanes podrían salir ganando, en lugar de perder, si con un ligero sacrificio inicial logran evitar males mayores.»

    A ver, una de las cosas que intento ilustrar con el artículo es que un impago y generar inflación es, de alguna forma, algo bastante parecido. En la práctica es probable que la inflación sea un proceso más suave («smooth»), dónde no haya pánicos, ni fricciones en el proceso, pero desde el punto de vista redistributivo es más o menos equivalente.

  9. Carlos Jerez dice:

    Cives, por supuesto entiendo que se puede cambiar, pero cuando me refería a lo ser malos moderando salarios no quería decir solo los españoles, que somos especialmente malos, sino «en general» Europa. Lo digo por el hecho de que hasta hace poco en nuestro continente manteníamos un nivel de desempleo claramente superior al de EEUU, desde que se inició la crisis del petróleo que tan mal digerimos. Y aunque ahora estamos (Europa) a un nivel parecido, seguimos teniendo un desempleo medio superior al anterior de esa crisis y no se espera que volvamos al nivel de desempleo de hace 40 años.

    Creo que se ha hablado en muchos papers sobre si hay cierta inflexibilidad en los salarios reales. Si fuera así, nos quedaría salir vía productividad, pero mayormente se consigue a largo plazo por lo que no suele despertar el interés de los políticos (más allá de bonitos discursos). Mi pregunta es, ¿que han hecho los países más exitosos para salir de ese callejón político? ¿y como han podido convencer para que se dieran las reformas necesarias?. Se que no son preguntas fáciles de responder, pero se agradecería.

  10. […] supongo que tengo que leer de nuevo el artículo de Cives explicándome que la inflación no es una solución mágica, claro. Pero sigo sin verlo del […]

  11. rafael dice:

    En teoría, sería factible. Otra cosa es que se lograra.
    Pero en la práctica no es realizable tal y como está concebida la zona euro, con un BCE cuya consigna principal es mantener un control ferreo de los precios porque es lo que conviene a los alemanes, cuya economía, gracias a su productividad necesita menos que los demás países (entiéndase periféricos) la inflación para crecer.
    España necesita la inflación para crecer, porque su productividad es baja. Volvemos a lo de siempre: a un problema estructural, sistémico, de modelo productivo. Solamente un modelo productivo que te permita crecer gracias a los incrementos en productividad, te permite crecer con precios bajos. Y este no es el caso ni de España ni de Portugal ni de Grecia.

  12. […] Federal parece estar tomándoselo en serio. No esta claro que funcione (la magia no existe, como recuerda Cives), pero es algo que vale la pena […]

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