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Primarias 2012 (II): el circo de primavera

20 Abr, 2011 - - @egocrata

Las primarias republicanas ya están en marcha, y como es costumbre, han empezado bastante extrañas. En las últimas semanas hemos tenido un lento goteo de candidatos anunciando que se preparan para la carrera presidencial, y como casi siempre a estas alturas, las primeras encuestas han dado resultados más bien ridículos. Lo explicaré, digamos, en un sólo titular: «Trump takes the lead«.

Sí, ese Trump. Donald Trump, el magnate inmobiliario bocazas de peinado inexplicable que envía sus compañías a la bancarrota de vez en cuando (lleva tres o cuatro) es el candidato preferido de los votantes republicanos a estas alturas. Estas encuestas han generado un coro de comentarios sarcásticos en círculos demócratas («confirmado: los tea partiers están majaras») y un poco disimulado ataque de pánico en las élites conservadoras, perfectamente conscientes que enviar a Trump a la urnas es un suicidio electoral de primer orden:

El gráfico, por cierto, es realmente curioso: los candidatos en el furgón de cola (excluyendo a Pawlenty – más sobre él en un momento) son, de lejos, los que más cobertura mediática están recibiendo. Gingrich fue líder de los republicanos en el Congreso en los noventa, y es un tipo que tiene reputación de ser un pensador original y profundo entre muchos periodistas (no lo es). Lo que se les olvida, sin embargo, es que el tipo dejó su cargo siendo increíblemente impopular tras perder todas sus guerras con Clinton, es de un arrogante inaguantable, y se divorció de su mujer cuando estaba en el hospital con cáncer. Dos veces. La segunda vez, mientras lideraba la carga republicana por el caso Lewinsky.

Los otros dos, es también algo conocido. Sarah Palin es adorada por lo medios por su capacidad por de generar titulares a base de decir tonterías, pero es realmente impopular con el electorado en general. La campaña presidencial en el 2008 dejó relativamente claro que es una idiota peligrosa, y los americanos parecen no haberlo olvidado. Ella, desde luego, no parece haber cambiado en absoluto. Donald Trump es… bueno, Donald Trump. Un tipo que tiene un reality show en televisión, aparece en Comedy Central de vez en cuando y es capaz de meterse en polémicas mediáticas con Rossie O´Donnell puede que sea entretenido, pero no es material presidencial. Y eso sin hablar de su capacidad de enviar a la bancarrota su negocio familiar (su fortuna es heredada) varias veces.

Por descontado, esto a los votantes republicanos no parece importarles demasiado. Aunque ni Gingrich ni Palin están sacando buenos números en las encuestas pre-primarias, Trump sí que está recogiendo apoyos. Esto no es necesariamente porque se hayan vuelto majaras, sino por algo mucho más sencillo: de todos los candidatos, es el más famoso y el más desconocido en cuanto a posiciones e ideas políticas.

Gingrich, Palin, Romney, Huckabee y demás son malos conocidos; políticos que llevan una temporada dando vueltas, tienen sus ideas y han tenido un montón de tiempo para que los militantes descubran qué piensan. Todos ellos tienen sus pegas, y todos ya llevan un descuento importante en el precio de salida. Trump, sin embargo, no es así; es famoso, reconocible y tiene un venazo populista bastante Jesús Gil que vende bastante bien. Por encima de eso, aún no le ha criticado nadie, o al menos no políticamente; es un famoso y punto. Cuando empiecen las primarias en serio y Trump empiece a llevarse tortas de todo el mundo (si se presenta – no lo ha confirmado), quedará bastante claro que el tipo es cretino egocéntrico enloquecido que ha cambiado de opinión más veces que nadie (no hace mucho defendía sanidad pública universal a la canadiense, sin ir más lejos) su apoyo caerá en picado.

Quedan, entonces, el resto de candidatos… y aunque parezca mentira, aún no tenemos demasiadas candidaturas confirmadas al 100%. La lista parcial la tenéis aquí, y como siempre hay algunos pirados estupendos que no irán a ningún sitio (*). Lo cierto es que quedan muchos nombres aún por confirmar, así que no quiero hacer una lista de candidatos hasta que no estén las cosas un poco más claras. De la lista de arriba, por cierto, sólo Huckabee, Bachman y Pawlenty han (medio) confirmado que serán candidatos; lo que preguntan los medios en las encuestas es siempre un poco rarito.

Un miniperfil de cada candidato, y sus expectativas, en el próximo artículo. Lo que debería quedar claro a estas alturas es que las encuestas, ahora mismo, tienen bien poco que decir. La viabilidad de un candidato es algo un poco más sutil y complicado. Lo explicamos mañana.

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(*): mi tarado preferido, de lejos, es Jimmy McMillan, del The Rent is Too Damn High Party (partido del «el alquiler es demasido caro, joder», en traducción libre). Sus intervenciones el año pasado en el debate para gobernador de Nueva York (era candidato) fueron absolutamente épicas. Y no, no le voto ni Dios. Y no, nadie sabe qué porras hacia en el debate.


Sin comentarios

  1. Francisco dice:

    ¿Qué hay de Ron Paul?

  2. […] varios meses de dudas y un pequeño interludio de idiotez Trump-iana, el partido republicano parece empezar a tener una lista de candidatos a presidente más o menos […]

  3. […] que aparecen como líderes en las encuestas solo para implosionar semanas después. Recordad los días de gloria de Donald Trump, la extraña ascensión e inevitable caída de Michele Bachmann, la larga y […]

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