Una nota adicional muy breve sobre los rescates en la eurozona. En el artículo de ayer mencionaba que muchos políticos no entendieron que el euro obligaba a los estados a portarse bien si no querían evitar cierta clase de problemas. Vale la pena recordar, sin embargo, que pretender que saber eso bastaría para evitar que algunos países se comportaran de forma irresponsable era un tanto ingenuo.
Tanto Citoyen como yo hemos escrito sobre esto un poco. El diseño de la eurozona es notoriamente torpe, en gran medida debido a la misma dinámica de negociación dentro de la Unión. Por descontado, es bastante posible que el invento no fuera una buena idea; el pobre sistema de instituciones asociadas, sin embargo, deja al BCE (y a Merkel) con un opciones muy, muy limitadas para controlar a los países díscolos.
Dicho en otras palabras: sí, Griegos, Irlandeses, Portugueses y Españoles se portaron mal. El problema, sin embargo, es que tenían todos los incentivos del mundo para que eso fuera fácil, divertido y políticamente estupendo para sus dirigentes nacionales. Darle tipos de interés negativos durante una década a un político es como darle un lanzallamas a un pirómano. Estaban llamando al mal tiempo.
Yo no sé si te acuerdas de cuando las cosas iban bien y nosotros andábamos por la blogosfera ya. El ambiente que se respiraba en el debate era «Joder, con lo bien que nos va, qué vamos a hacer con tanto dinero». Se bajaban los impuestos; se favorecía la compra de vivienda. Teníamos problemas de gente rica. Cuando Solbes salía pidiendo moderación salarial porque no parábamos de perder competitividad, todos se le echaron encima diciendo que dónde ibamos con este falso gobierno de izquierdas.
mira este artículo http://voxeu.org/index.php?q=node/4999
[…] la crisis del euro. La respuesta más lógica en este caso es de nuevo una idea de izquierdas – más Europa, más instituciones europeas, un mecanismo de ajuste continental que permita solucionar […]