idas de olla

Deporte, negocios y bancarrotas

22 Mar, 2011 - - @egocrata

Hablando el otro día con Geógrafo (sigue vivo – no os preocupéis), acabamos hablando de deporte – y más concretamente, sobre su gestión económica. Es bien sabido que los equipos profesionales en España son, con muy, muy contadas excepciones, una forma excelente de quemar dinero. La mayoría de clubes de fútbol y baloncesto malviven a base de créditos un tanto dudosillos (uno de los múltiples usos de las cajas de ahorros estos últimos años), ayudas públicas más o menos encubiertas, formas de impago creativas o la intervención «amigable» de algún rico potentado. Ganar dinero, lo que se dice ganar dinero, no lo hace nadie.

Esto es un tanto desconcertante. Pongamos, por ejemplo, un equipo como el Juventut de Badalona, el símbolo de una ciudad que adora el baloncesto. Jordi Villacampa declaraba el otro día que ningún equipo puede ganar más de cinco millones de euros – señalando que, por este motivo, es un engocio básicamente insostenible. Badalona, sin embargo, es una ciudad de 220.000 habitantes; para cubrir un presupuesto de ese tamaño, estamos hablando de conseguir sacar 22 euros al año por habitante – una cifra no especialmente descabellada, especialmente si el club quiere trabajar en serio.

Pongamos unos cuantos ejemplos. Para empezar, el Joventut tiene un pabellón estupendo con capacidad para 12.500 personas. Cada vez que hay partido, el coste de abrir el chiringuito es básicamente el mismo si tienes 3.000 espectadores que si tienes 10.000. Para el equipo, es básicamente indiferente vender 1.000 entradas a 50 euros que 10.000 a cinco; cualquier cosa para llenar asientos. Desde el punto de vista de ingresos, sin embargo, la segunda opción es mucho mejor – especialmente si no dejas traer comida de fuera, llenas el recinto de chiringuitos, y (mucho pedir) te dejan vender cerveza. La mayoría de equipos americanos siguen este modelo; lo primero es tener el estadio lleno, lo segundo es asegurar que una vez dentro te gastas el dinero en tantas tonterías como sea posible. Camisetas, bufandas, gorras, vasos conmemorativos, decenas de opciones distintas para comprar comida, y (sobre todo) a un precio lo suficiente razonable como para que todo el mundo lo tome como parte de la experiencia. Con
la cantidad de partidos que juega la Penya en casa, estoy seguro que están dejando dinero sobre lia mesa.

Algo que también me parece bastante incomprensible (especialmente en la liga de fútbol) es la extraña alergia de muchos equipos a que sus aficionados los vean jugar. No es sólo cosa de estadios medio vacios y entradas caras, es la extraña insistencia en tener tantos partidos codificados como sea posible. Sé de sobras que los únicos equipos en España que tienen tirón mediático serio son los dos grandes, pero algunos pequeños parecen estar trabajando extraordinariamente duro para conseguir que nadie les preste atención. Los equipos americanos acostumbran a tener todos sus partidos en televisión en su mercado local, casi sin excepción, y lo hacen casi siempre en un canal por cable regional (en España sería una TDT autonómica) que es propiedad, está participado por la propia entidad o ha pagado con gusto por la emisión. Incluso en mercados pequeños, un deporte con la cantidad de pausas como el baloncesto puede generar un cantidad de dinero por publicidad considerable. Y sí, la LFP se debería resignar a
tener fútbol con interrupciones publicitarias.

Para evitar que esta emisión constante de partidos reduzca el número de espectadores en los estadios, los equipos americanos en la NFL acostumbran a tener otra estrategia: si no llenan, el partido no se emite por televisión. Esto les da un incentivo enorme en intentar llenar el estadio (si no llenan, no cobran por esa publicidad), y hace que curren en serio para aumentar la afición. Los estadios en Estados Unidos trabajan muy duro para ser tan atractivos para familias como sea posible; hay especiales para niños, actividades infantiles, y una actitud abierta, respetuosa y muy centrada en hacer que cualquiera, desde el aficionado más machaca al turista europeo más perdido.

Traducido a efectos prácticos, eso quiere decir que hay equipos como los Red Sox, que llevan más de 600 partidos seguidos llenando el estadio hasta la bandera. Ir al campo es francamente divertido, y lo es porque trabajan como locos para asegurar que así sea. Y no es cosa de mercados pequeños o grandes (el área metropolitana de Boston es parecida a la de Barcelona); Green Bay, un equipo de la NFL de una ciudad minúscula (100.000 habitantes), pero lleva llenando el estadio cada semana desde 1960. Y no exagero.

¿Quiere decir esto que el Valladolid debería tener un presupuesto de cien millones de dólares al año (el presupuesto de los Packers)? Obviamente, no; el potencial de ingresos de los equipos españoles es más limitado. Aún así, siempre he tenido la sensación que los equipos españoles están dejando mucho dinero sobre la mesa – y harían bien intentado ser un poco más creativos buscando fuentes de ingresos y tratando de ser más cercanos a los aficionados.


Sin comentarios

  1. Jose R. dice:

    Me alegro que los equipos deportivos españoles se dejen dinero en la mesa, estamos dedicando un % del PIB a algo que genera bien pocas externalidades positivas y pocos beneficios sociales y apenas económicos (los equipos tienen una sobredimensión de suelos muuuuuy altos y muy pocos trabajadores por unidad de facturación y genera un ínfimo I+D y productividad)

  2. Undry dice:

    Hola

    Si tenemos en cuenta que la mayor parte de los presidentes del fúmbol español (que es como se pronuncia entre estos ejemplares) son constructores y conocido su gusto por la innovación y los cambios … como que jodido lo veo.

    Saludos

  3. Jimmy Page dice:

    Pues los clubes parecen estar dispuestos a ir a la huelga para prohibir el futbol en abierto.

  4. Roger Senserrich dice:

    Jose, innovación es innovación :-). Un equipo de fútbol competente genera muchas externalidades positivas: no depende de las cajas, ofrece entretenimiento a bajo precio (excedente del consumidor alto), hace que el barrio donde está el estadio sea más vibrante y…

    Vale, de acuerdo, no es gran cosa. Pero si vas a tenerlo, mejor que sea eficiente, ¿no? 🙂

  5. Jorge dice:

    Supongo que la mala gestion tiene mucho que ver con la minima profesionalizacion de los clubes. Piensa que muchos de sus directivos son ex-deportistas, que (sin querer faltar al respeto, sin generalizar, etc) no destacan por su capacidad intelectual o su formacion economica.

  6. […] Deporte, negocios y bancarrotas politikon.es/materiasgrises/2011/03/22/deporte-negocios-y…  por amromero hace 2 segundos […]

  7. Javier dice:

    También sucede que sus clientes más habituales y fiables son con frecuencia gente violenta, que evita ese público familiar. Y por miedo a perder a los ultrassur, boixos nois, celtarras, etc. se pierden un público más amplio.

    Necesitan hacer el mismo cambio que hicieron los casinos de las vegas cuando dejaron lo sórdido por lo familiar. Y al igual que en ese caso, el cambio empieza por limpiar de mafiosos la gerencia.

  8. ShAkEr dice:

    El problema es la existencia de 2 clubes como el Real Madrid CF y el FC Barcelona que compiten en desigualdad de condiciones y dinamitan el mercado (con ingresos que no son generados directamente sino regalados a fondo perdido por 2 clubes de fútbol, o por cajas de ahorros con el cuerpo rumboso); Los 5 millones de los que habla Villacampa no corresponden al presupuesto del equipo únicamente, una parte importante de ellos se la lleva la deuda que tiene el Joventut generada durante la época en que se arriesgó para competir de tú a tú con los grandes, que pierden 20 millones de euros cada temporada sin despeinarse.

    Por otra parte hay que unirle a esto la existencia de un sindicato de jugadores que impone cupos xenófobos de jugadores nacionales que llenan la competición de medianías que se dedican básicamente a agitar toallas mientras los jugadores nacionales que puedan destacar un poco y con los que se pueda identificar la afición son acaparados por los 4 grandes de manera sistemática (véase los casos de Ricky Rubio y Carlos Suárez, procedentes de las 2 canteras más prolíficas de España y que terminaron como no podría ser de otra forma jugando para un equipo de fútbol)

    A todo esto hay que unirle que en realidad el baloncesto importa bien poco en España y en realidad el fútbol tampoco, aquí lo que importa es el Madrid-Barça, el resto importa tirando a poco y más si es «fútbol de canastos». No sé si ahora mismo los equipos de ACB cobran por las retransmisiones televisivas pero en todo caso sería cantidades mínimas ya que las televisiones no quieren baloncesto, las audiencias son muy bajas y nisiquiera les compensan los costes de producción; los mercados de un equipo de baloncesto son tan reducidos que los espectadores a los que les pueda interesar un equipo (excepto las 2 secciones de los equipos de fútbol) no lo ven por la tele porque ya están en el campo.

    No es justo comparar una competición española con otra americana cuando aquí se siguen meramente criterios del interés del personal (y al personal le interesan únicamente 2 equipos) mientras en USA todo lo controla la liga buscando criterios de maximizar el espectáculo, viniendo éste dado por una competición lo más igualada posible con mecanismos como un reparto más equitativo de los derechos de audiencia televisivos, los drafts y los techos salariales.

  9. futurman dice:

    Siempre he pensado que la liga estaba mal gestionada…

    Por porner un ejemplo: el Deportivo de a Coruña, si pusiese entradas a 10 euros para socios y a 20 para los demas y hubiese un concierto antes del partido y en el descanso alguna clase de espectaculo…no venderian todas las entradas? aunque jugasen contra Osasuna.

  10. […] sido publicar un artículo diciendo que los clubes tienen que cambiar de modelo de negocio y dejar de obcecarse por un modelo de televisión de pago, y parece que los malditos se han […]

  11. Raúl S. dice:

    Creo haber leído en algún sitio que los dueños de las franquicias de beisbol, por ejemplo, están siempre lloriqueando para que cada dos por tres les hagan nuevos (y carísimos) estadios, bajo la amenaza de llevarse la franquicia a otro sitio. Estadios, claro, que serán construidos con no poco dinero público…¿eso es cierto?

  12. Roger Senserrich dice:

    Si, es cierto. Y los políticos pican (casi) siempre.

  13. Javier dice:

    Estoy medio a favor medio en contra de lo que has escrito aquí. De acuerdo en que hay que cambiar el negocio, pero creo que te olvidas de algo fundamental entre el fútbol y el beisbol o el fútbol americano. La duración de un partido de fútbol está limita a 45+15+45 minutos en el que la gente sólo puede despegarse del partido 15 minutos. El fútbol americano y el beisbol son perfectos para vender cosas dentro del campo porque hay constantes interrupciones y facilita que la gente se levante y vaya al chiringuito (además de que nunca sabes exactamente cuando van a terminar).

    Si ya sé que ahi gente vendiendo comida directamente a los asientos de los espectadores, pero te olvidas de la tradicional racanería española y de que la gente se llevará el bocadillo de casa y se lo meteran en la ropa interior si hace falta para evitar que se lo quiten a la entrada.

    El modelo de negocio en el estadio debería cambiar, una solución va por empezar a igualar los equipos pero entonces te enfrentas a tener una serie de mediocres que no sirven para nada fuera de sus fronteras como en Alemania (salvo el Bayern casi todos los equipos son más bien penosos). ¿Crees que iríamos a ver una serie de equipos más bien malos de forma regular sólo porque es barato ir al estadio?

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