Repasando los comentarios de mi último artículo, una de las cosas que más me han sorprendido es el convencimiento de muchos que el fin del crecimiento económico está a la vuelta de la esquina, ya que estamos a punto, a punto de quedarnos sin recursos naturales. El petroleo se acaba, los precios suben, y la maquinaria de la civilización se detendrá sin remedio.
Es un relato sencillo, casi convincente. Los recursos se acaban – cuando no quede nada, se acabó la producción. La economía es construir cacharros, al fin y al cabo; no hay nada que hacer sin materias primas. El problema, sin embargo, es que esta clase de explicaciones son extraordinariamente simplistas, y realmente dejan de lado todo lo que sabemos sobre evolución tecnológica y desarrollo económico.
Tomemos el petróleo. Sospechamos (¿sabemos?) que estamos relativamente cerca de lo que se ha venido a llamar peak oil, el momento en que el coste de extraer el crudo restante empieza a subir. Todos los depósitos «fáciles» de perforar han sido ya explotados; a partir de ahora estamos empezando a sacar petróleo de todos esos yacimientos que dimos como imposibles hace unos años.
Dado que extraer ese petróleo adicional es cada vez más complicado, la oferta de petróleo es cada vez más inelástica – aunque los precios suban, es cada vez más difícil responder con más producción. Esto hace que a poco que la economía mundial crezca un poco por encima de lo que sacamos de los pozos, los precios se disparen – y según China, India, Brasil y familia crecen, estaremos cada vez más a menudo por encima del límite de producción práctico, y tendremos el barril por encima de $100.
No nos engañemos, el petróleo es una materia prima importante. Los hidrocarburos son, como siempre me recuerda Bidatzi, una forma extraordinariamente práctica de «almacenar» energía. La gasolina es una substancia casi mágica: fácil de transportar, estable, ligera y que genera una burrada de energía cuando la haces explotar de forma controlada. Gracias a estas propiedades podemos crear plantas de potencia ligeras, eficaces y potentes para automoción, generadores gigantescos fáciles de alimentar para electricidad o enormes motores para impulsar barcos. Es realmente un chollo, y nos ha hecho la vida muy sencilla en los últimos 100 años.
Si el precio del petróleo sube, sin embargo, los motores de combustión interna siguen teniendo la mismas ventajas, pero pasan a tener un pequeño gran inconveniente: son mucho más caros de operar. Esto hace que otras alternativas que hasta ahora no eran competitivas ya que eran poco prácticas pasen a ser mucho más atractivas – los motores de gas natural (mucho más abundante), por ejemplo, ahora son una alternativa viable. Sí, es más complicado de transportar, pero es mucho más barato. Vale la pena probarlo.
La búsqueda de alternativas, por descontado, no se queda ahí. El carbón, por ejemplo, vuelve a ser atractivo, especialmente si los usuarios no cargan con el coste de las emisiones (es por eso que debemos poner un impuesto sobre emisiones, por cierto). El gas natural, mucho más limpio y barato, pasa a ser una alternativa decente. Si los precios suben suficiente (y estamos gravando externalidades), es muy probable que llegue un momento en el que incluso los aún muy ineficientes paneles solares puedan competir.
Más allá de eso, el petróleo caro crea un incentivo gigantesco para los ingenieros de medio mundo para buscar alternativas de forma frenética. Ya sea mediante la invención de alguna tecnología maravillosa, la capacidad de sacar más rendimiento donde parecía que no quedaba nada, ya sea mediante quijotescas recuperaciones de tecnología retro (¡quiero mis locomotoras a vapor!), cualquier forma de transportar energía que cueste menos que $100 el barril pasa a ser aceptable. Es muy posible, como señala Kantor, que no encontremos nada que sea tan eficaz como la gasolina, pero ya creo que lo intentaremos.
El resultado a medio-largo plazo puede que sea un mundo donde el petróleo sólo se utiliza en aquellos medios de transporte que no pueden utilizar otra cosa (vuelos intercontinentales) y en automóviles de lujo, los vehículos privados utilizan una combinación de varias tecnologías (gas, eléctrico, pedales, lo que sea) y donde el transporte público tiene un peso mucho más importante que hasta ahora. Los países con mayor densidad de población tendrán costes de transición menores, pero en general nos acabaríamos adaptando – la única diferencia es que gastaremos más dinero en transporte que lo que gastábamos hasta ahora.
Esta clase de adaptación no se limita al sector energético, por descontado. Si el precio de las tierras raras se dispara, seremos mucho más agresivos reciclando, buscaremos materiales alternativos o intentaremos encontrar nuevos yacimientos. Haremos algo parecido con otros recursos. Sobre alimentación, el porcentaje de población mundial que sufre hambrunas ha caído en picado en los últimos años – y hay aún mucho margen de mejora en los niveles de producción.
Es probable que en los próximos años veamos cambios en cómo hacemos las cosas. Actividades que antes eran baratas y accesibles dejaran de serlo, mientras que otras bajaran de precio dramáticamente. Del mismo modo que hace cien años la mano de obra era suficiente barata como para permitir a las clases medias contratar criadas (algo ahora impensable), de aquí cincuenta años puede que veamos un coche de gasolina como vemos comprarse un velero – un cacharro caro, obsoleto y lujuso para ratos de ocio, pero no un medio de transporte práctico. ¿Será la transición fácil? No necesariamente. Pero esta clase de evolución, esta clase de cambios, los llevamos haciendo de forma constante desde el inicio de la revolución industrial. El futuro es complicado, siempre lo es. Pero no es una pesadilla estilo Mad Max.
Como residente que fui en ese caos de ciudad llamada Delhi, tengo que decir que los motores CNG (gas natural comprimido) son realmente ruidosos y molestos. Por supuesto que eso es una eventualidad que se acabará superando… pero es realmente horrendo.
Eso sí, barato tenía que ser. Una carrera en rickshaw de unos 10 km solía costar alrededor de 80 céntimos (50 rupias al cambio de 2010, si uno regatea apropiadamente).
Y sí. Si en eso tardaba unos 15 minutos (es Delhi, no pidas peras al olmo), puedes hacer cuentas de cuánto gana un conductor de rickshaw al día y retirarte a un rincón a llorar.
[…] This post was mentioned on Twitter by Egocrata, Politikon.es. Politikon.es said: En el blog: Petroleo, escasez y el fin de la era dorada http://bit.ly/hS6yua […]
Ah, la ocasión perfecta para sacarte a ti, pirao de los trenes, este tema:
Respecto al carbón, se han desarrollado muy poco sus usos energéticos fuera de grandes centrales y distribución ferroviaria o nula (o sea, tener la central en boca de mina). Pero lo cierto es que se intentó:
Hace algunas pocas décadas, se desarrollaron tecnologías para transportar el carbón por «oleoductos», pulverizándolo y mezclándolo con agua al 50%. Funcionaba muy bien y era MUY barato de transportar. ¿El problema? antes o después tu oleoducto tendrá que atravesar una vía de tren y los señores dueños de la vía, que se forran transportando carbón, estarán ehm… encantados de darte el permiso para cruzar 🙂
Hasta podríamos trabajar con carbón renovable! recomiendo un Googleo intensivo entorno a «biochar».
Para despistados, lo de antes son ganas de estirar la goma 🙂
El gas natural me parece una cosa super-estupendísima. Arde limpio y bien, con la menor proporción de CO2 por Julio de todos los hidrocarburos y encima es abundantísimo. ¿Cómo de abundante? Mucho.
http://en.wikipedia.org/wiki/Methane_clathrate#Reservoir_size
Mucho mucho.
[…] Petróleo, escasez y el fin de la era dorada politikon.es/materiasgrises/2011/02/11/petroleo-escasez-y… por chemikyn hace 3 segundos […]
Que yo sepa el gas natural es menos abundante que el petróleo; lo que pasa es que el gas+petróleo es suficientemente abundante para mantener el sistema de transporte en marcha bastantes años.
http://www.lorem-ipsum.es/blogs/equilibriosocial/2010/11/gas-petroleo-el-escenario-de-sustitucion/
No creo en una transición tranquila. En el documental «Collapse» (una referencia obligada en el tema de Peak Oil) se hacen reflexiones interesantes sobre las consecuencias del fin del petroleo barato, y no es ni mucho menos cosa de transporte (agricultura, plásticos, electricidad)
Recomiendo el análisis de la gráfica de población mundial desde el inicio del uso de los combustibles fósiles. Crece exponencialmente desde ese momento…El petroleo supone una modo de vida que va más allá de los coches o de los aviones. Supone que podemos comprar una cerveza fabricada con ingredientes de 15 países distintos a un precio ridículo. O que las patatas de China llegan al supermercado de Barcelona a un precio razonable.
En sistemas tan complejos como la economía globalizada, la variación de pequeñas variables tiene efectos enormes. Y esta no es una variables precisamente «pequeña».
«En sistemas tan complejos como la economía globalizada, la variación de pequeñas variables tiene efectos enormes»
Ah si? Esto lo dices porque eres realmente un experto en Control Óptimo y Sistemas Complejos?
Lo digo porque yo tengo un razonable conocimiento sobre el tema, y no se si tienes razón; tampoco digo que no la tengas, pero cada sistema es un mundo, y yo identifico algunos feedbacks desestabilizadores en el sistema global (especialmente a nivel geopolítico), pero también muchos feedbacks estabilizadores (especialmente en el campo económico).
Estoy de acuerdo en que el «plano sustitutorio» digamos, en el campo energético, es factible y no plantea DEMASIADOS problemas a medio y largo plazo.
El problema -y sin ser un agorero del cambio climático, el fin de la Humanidad y blablabla- que se me plantea, desde la ignorancia sobre todo, es, ¿qué pasa con los plásticos? Con reciclaje se puede, y claro, en una novela de Peter F. Hamilton pues todo suena muy guay, y hasta puede que funcione en Europa y Norteamérica, pero, ¿qué pasará con las miles de millones de toneladas de residuos de países en desarrollo como China e India?
No los veo muy por la labor del reciclaje. 😛
«¿qué pasa con los plásticos?»
Toda la química industrial consume menos del 10% de la producción de petróleo. Es el chocolate del loro. Además, aunque no soy un experto en química, el proceso de Fischer Tropsch genera productos de química industrial a partir de gas o carbón.
La gracia del petroleo es que es útil para una enorme variedad de cosas. No se duda de que existan sustitutos para la gran mayoría de ellas, la cuestión es que ninguno de esos sustitutos va a ser tan fácil y barato de producir.
El problema del transporte sin petróleo se solucionará probablemente en un par de décadas de investigación en baterías eléctricas y un aumento alocado de la producción eléctrica (energía nuclear sí, por favor), hasta entonces unos cuantos las pasarán canutas. Incluso podemos fabricar pseudoplásticos degradables, con componentes naturales, más caros, pero es habrá que embuchar.
Todo eso está muy bien, habrá dificultades pero es un bache superable. Lo que me pone los pelos de punta es la producción agrícola, la agricultura moderna es petroleo-dependiente en casi todas sus fases de producción, ya sea en el uso de abonos, plásticos y todo lo demás. Los costes van a crecer, y muchas tierras marginales no van a ser rentables sin una sustancial subida de los precios. Siempre pongo el ejemplo de España, la agricultura de este país (como la de todos) empezó de verdad a producir cantidades decentes de comida cuando se empezó a hacer uso del petróleo. El petróleo es la única cosa que permite la existencia de 7mil millones de humanos en este planeta.
Vuelta a lo mismo. Y cuanto petroleo usamos para la agricultura, descotando el que usamos en los tractores? Antes yo me preocuparía de los fosfatos.
Y todo esto dejando a parte Fischer Tropsch, y su capacidad de hidrocarburos sinteticos a partir de petróleo.
Hoy, el 32 aniversario del derrocamiento del Sha de Persia, ha caído Mubarak.
USA gasta 100.000 millones de dólares anuales en inteligencia y ni lo olieron.
El 25 de Junio, Hillary Clinton: «Our assessment is that the Egyptian government is stable and is looking for ways to respond to the legitimate needs and interests of the Egyptian people.»
¿Más de lo mismo?
Yo esperaba un speech condescendiente del politólogo.
El petróleo no tiene como único fin abastecer de hidrocarburos para el transporte. Su encarecimiento provocará un efecto inflacionista en cadena, especialmente sensible en la agricultura y el sector primario en general.
Tu conclusión final es correcta, desde mi punto de vista, porque se acerca a las tesis del decrecimiento: habrá que aprender a vivir con menos bienes y más tiempo. Less’s more.
Otro excelente post.
Por encima de 100$/barril mucjas cosas merecerán la pena. Por encima de 200$/barril, muchas más.
Una corrección:
automóbiles –> automóviles
Me sorprende la gente que propone lo nuclear como reemplazo del petróleo.
¿Es que el combustible nuclear es infinito?
Vamos, igual lo dicen porque en Marte o en los anillos de Saturno esperamos encontrar Uranio y/o Plutonio a patadas.
A mi me parece como la teoría de que el Petróleo se genera solo por presión en la subcorteza, charla de café entretenida.
[…] esto hará que paguemos más al llenar el depósito. No nos engañemos: esto seguirá sucediendo, nos guste o no. El petróleo no lo creamos mágicamente, y no es que nos quede demasiado. Más vale que empecemos […]