Las autoridades madrileñas piden que porfiplís la gente no coja el coche esta semana, que si no la boina negra de la muerte nos ha a ahogar a todos. Muy bonito y muy buena voluntad, pero me sorprendería mucho que esta clase de peticiones consigan hacer gran cosa. A fin de cuentas, lo racional es esperar que el coche lo dejen en casa otros.

Es en días como hoy que me gusta desenterrar una de esas ideas que llevo repitiendo desde aproximadamente el s.XVI blogosféricamente hablando (agosto del 2006, de hecho): peajes, peajes, peajes. Tasas de congestión. Cobrar para entrar en el centro. Es útil, recaudas pasta, cobras por una externalidad negativa, reduces congestión y contribuye a reducir la contaminación.

Lo que recaudas, por descontado, lo usas para construir más trenes y transporte público. De nada.