viejecitos

Subvencionar oficios penibles ¿está justificado?

27 Ene, 2011 -

Para que el acuerdo de las pensiones ya está más o menos cerrado. Aún falta por ver los detalles, pero parece que no vamos a tener un reedición de la reforma laboral y por fin vamos a tener algo que se parezca a una reforma razonable. Hasta que no haya leído algo más sobre el tema no quiero, sin embargo, evaluarla más en profundidad, así que me voy a limitar a plantear un tema que por lo visto va a incluir: los waivers para la profesiones especialmente penibles.

El argumento popular para que la gente que trabaja, digamos, en la industria del metal, se jubile antes que los profesores de universidad es que el trabajo en la industria del metal es mucho más duro como para que lo ejerza un anciano, mientras que un profesor de universidad puede en principio seguir dando clase hasta los 70 años. ¿Parece evidente verdad? Bueno, pues en mi opinión es varios órdenes de magnitud más complicado.

Los sistemas de pensiones cumplen, grosso modo, dos funciones: la de suavizar el consumo a lo largo del ciclo vital y redistribuir renta. Si la gente fuera racional y tomara en cuenta con sus acciones presentes el futuro, calcularía más o menos el número de años que va a vivir y ahorraría (invirtiendo el dinero en algo; casas, acciones, bonos, oro) y consumiría en su vejez lo ahorrado. El problema de suavización del consumo se resolvería solo y sería suficiente con tener un sistema de transferencias (eg. renta básica o un impuesto negativo sobre la renta) para redistribuir renta. El problema es que la gente no es completamente racional y, en particular tiende a a) Desconocer su esperanza de vida b) Subestimar sus necesidades futuras (miopía). Esta es la principal razón para tener un sistema de ahorro obligatorio (pensiones públicas).

Como punto de partida, suponed que la gente elige racionalmente un plan: cuantos años pasa educándose, cuantos pasa trabajando y cuando deja de trabajar. Cuando digo «elegir racionalmente», empleo el término elegir en el sentido científico, no común del término. No se trata de que el resultado de la elección sea «digno» o éticamente aceptable; cuando la gente elige entre lo malo y lo peor todavía está eligiendo. Esto nos va a permitir separar el problema económico del distributivo.

Pues bien, si la gente eligiera un plan vital de forma racional, elegiría su profesión de acuerdo con, entre otros factores, el tiempo que va a pasar trabajando en ella, las condiciones de trabajo y los años que le van a quedar de jubilación. ¿Qué ocurre si en esta situación el sector público establece un subsidio- pensad que jubilarse antes es como si el sector público pagara a la gente por no trabajar los últimos años de su vida- por trabajar en un sector concreto? A priori, lo que ocurriría es que ese sector pasaría a ser relativamente más atractivo a otros para los trabajadores y eso haría aumentar la oferta de trabajo -más gente dispuesta a trabajar por el mismo salario pagado por el empleador. Los costes de ese sector serían menores y el sector atraería recursos de forma más barata. Lo que intento señalar es que bajo los supuestos anteriores, mediante las derogaciones para los trabajos penibles, estamos subvencionando indirectamente los sectores donde el trabajo es penible en detrimento de otros.

¿Existe entonces alguna justificación para los «waivers»? Bajo los supuestos anteriores la respuesta es claramente no. Pero modificando los supuestos, es posible encontrar alguna justificación hipotética. La primera tiene que ver con la esperanza de vida. Como es obvio, el saldo neto entre el contribuyente del sistema de pensiones y la seguridad social depende de su esperanza de vida ya que determina el tiempo que va a estar jubilado. Así, para que el sistema sea actuarialmente justo (es decir, que el saldo sea aproximadamente cero y el sistema de pensiones replique un plan privado), dejando todo lo demás constante, la pensión percibida debe ser tanto menor como mayor sea la esperanza de vida. En este sentido, tiene sentido que si las llamadas profesiones penibles tienen una menor esperanza de vida, puedan jubilarse antes. Naturalmente, esto es algo que necesita ser analizado caso por caso y no presumido universalmente.

La segunda tiene que ver con lo que los economista llamamos «elasticidad de la oferta de trabajo«, es decir, la sensibilidad de las elecciones individuales a este subsidio. Supongamos que la oferta de trabajo fuera totalmente inelástica (insensible) a las variaciones en las condiciones de jubilación. La gente simplemente no toma en cuenta las condiciones de jubilación a la hora de trabajar en un sector: sigue exigiendo el mismo salario, por las mismas horas, aunque la jubilación sea a los 25 o a los 75 años. En este caso extremo, el único efecto de establecer una derogación sería el de redistribuir renta (pensad siempre en el tiempo de jubilación como «renta») de trabajadores de otros sectores a trabajadores de este sector. En este sentido, sería aceptable establecer derogaciones si a) La oferta de trabajo de esos sectores es relativamente inelástica y b) Los trabajadores de esos sectores son particularmente pobres. c) Todos la mayor parte de los pobres de la sociedad están ubicados en esos sectores

¿Por qué puede ser inelástica respecto de la renta en la vejez la oferta de trabajo? Un buen justificante es la miopía: la gente cree que podrá seguir trabajando en su vejez o no tiene toda la información que debería para elegir trabajo, de forma que hay un exceso de oferta. Sin embargo, si uno piensa en esto así, lo que deberíamos hacer es, sí, permitir una jubilación anticipada pero también aumentar las contribuciones en esas profesiones para que la gente tome en cuenta el verdadero coste de su elección.

El problema es, claro, si suponemos que lo que queremos es redistribuir renta a la gente pobre que tiene trabajos penibles. No obstante, el enfoque «ad hoc» es arguably una forma de juntar churras con merinas. Técnicamente, sería mejor redistribuir con un instrumento universal dedicado focalizado en reducir la desigualdad y la pobreza (de nuevo, impuesto negativo, renta básica, etc…) que con un enfoque sectorial porque generalmente el punto c) (que la mayor parte de los pobres tengan trabajos penibles) es algo que no se cumple.

Termino con dos cosas. Primero, cuando salga la lista de derogaciones, lo que debemos hacer es mirarlas con lupa y ver si, efectivamente, cumple en cada uno de los casos alguna de las justificaciones que ofrezco. No basta con que el trabajo sea «penible» que es un término de origen más poético que otra cosa. Segundo, todo esto (la estimación de elasticidades, la esperanza de vida por profesiones, la pobreza por profesiones, etc…) debe analizarse con datos.


Sin comentarios

  1. Miguel dice:

    Otra cosa que muchos nos tememos es que, por ejemplo, dentro del capítulo «minería», además de picadores y barreneros, entren los oficinistas, comerciales, etc de las empresas relacionadas con.

    Como no pongan buenos controles, será un caso más en que la permisividad al fraude destroce una medida que en principio no tendría por qué ser mala.

  2. Javier dice:

    ¿Donde dices «oferta de trabajo» quieres decir demanda, no? Sería la oferta de mano de obra, vaya.

    En general por «oferta de trabajo» se entiende «oferta de puestos de trabajo, de empleos». Puede ser lioso.

  3. Josei dice:

    Pues hablando de la reforma que aun no quieres hablar, ahora resulta que para saber la cuantía de la pensión, ya no son los últimos 15, sino los últimos 25, por lo que seguimos en las mismas, desamparando todos esos trabajadores que los hechan a la calle a los 55.

    Yo lo que pido es que si se sabe que eso pasa, y que el gobierno no quiere hacer ninguna reforma laboral para mitigar eso, pues que las pensiones se reformen en consecuencia.

  4. Hass dice:

    @Josei, si te hechan [sic] a los 55 (y se supone que no eres capaz de encontrar nada hasta los 65) pasaría lo siguiente según la cantidad de años:

    – contando 15 años sólo cotizas durante el 33% del tiempo (5 de los 15 años)

    – contando 25 años cotizas el 60% del tiempo (15 de los 25 años)

    Supongo que le quedará mejor pensión al que ha cotizado el 60% que al que ha cotizado el 33%.

    Con lo cual sería justo al contrario de lo que indicas y el cambio mejoraría esa situación.

    Aunque igual me estoy colando mucho…

  5. Cives dice:

    El que posee el trabajo es el trabajador y es el que lo ofrece a cambio de una remuneración. No sé, es una convención de economistas: el que paga/compra es el demandante y el que vende el oferente.

  6. perico dice:

    Después de la lamentable entrada de ayer, mister Roger, además de explicarnos los pormenores del sentido de la retribución de las pensiones, no da una charla sobre los oficios “penibles”.

    En su ejercidio de macarronería fascista, este catalán que todavía no sabe nada de María Moliner, y mucho menos de Joan Corominas, nos quiere dar clases de entelequia econonómica, mientras nos fabrica nuevos palabros con cargo de promoción sobre ese pseudo-jurista pretencioso autollamado Citoyen, por su odio a los franceses y sobretodo su revolución.

    Pero meando fuera de tiesto, y proclamando a lo alguacil franquista sus deseos de un nuevo cargo en el próximo engendro PP_PSOE, le mata la prisa de la competencia, y quita los harapos de burguesito de CIU, que la pela es la pela, en USA y en Ejpaña.

    Mírate con lupa el cerebelo, monsieur, y luego, íncala en tierra llana, a ver si te baja la espuma.

    Si estos niñatos, salidos, creídos e impresentables, nos quieren gobernar, campen ustedes por el sur estepario, que en el norte os váis a dar con un canto, de piedra, of course.

    Vendemañanas unidos, todos a PP por la pasta, que no habrá.

    XXX

  7. Cives dice:

    Perico, una diferencia entre Roger y yo, es que a mi me da tirando a igual caer bien a la gente y el tiempo que dedico a internet es escaso y valioso. Una implicación de esto es que mi política de comentarios es bastante más dura: tú me envías el comentario y si yo considero que aporta algo útil al debate, lo publico.

    Eso significa que como tengas los huevos de ponerme otro comentario como el anterior, te lo mando directamente a la papelera y en la siguiente te pongo como spam. Espero que te haya quedado claro.

    Gracias por tu atención, churri

  8. Epicuro dice:

    Cives, Perico es un chalado, pero tiene razón en una cosa: la palabra «penible» no existe en castellano, y hace daño leerla. Hay que escribir «penoso», o «arduo».

    Por lo demás, bastante de acuerdo. Las excepciones no basadas en datos (a ser posible individuales) son arbitrarias y por tanto inadmisibles. Y la redistribución de la renta hay que hacerla con criterios de renta o mejor aún con prestaciones universales.

    Un matiz: si una profesión disminuye de forma significativa la esperanza de vida, no creo que lo adecuado sea rebajar la edad de jubilación, sino regular horarios, medidas de seguridad, controles médicos… para que no lo haga. La salud no debería venderse por dinero.

  9. Alatriste dice:

    @Epicuro, eso suena muy bien en teoría, pero en la práctica ¿Cómo se aplica una limitación de horarios a un pescador que se pasa semanas en pleno Atlántico Norte o de qué le sirve un control médico a un minero del carbón que trabaja todo el día rodeado de un polvo que se filtra por todas partes?

    No es que sean 100% inútiles, pero si ciertas profesiones son mucho más penosas/arduas que la media es principalmente porque las medidas que funcionan bien en otros sectores no son igual de eficaces en ellas…

    @Miguel, aunque no lo dices con todas las letras da la impresión de que crees que esto es una novedad. No es así, los regímenes especiales de jubilación como el de los mineros de carbón existen desde hace muchos años.

    @Hass, no, no te estás colando. Quienes dicen que ampliar el periodo de cálculo de la pensión es recortarla asumen dos cosas. La primera, que el trabajador no se quedará en paro nunca en los últimos 15 años. La segunda, que su sueldo crecerá durante esos 15 años (trienios, trienios…).

    Pero en el mundo real, si un trabajador mayor se queda en paro no solo perderá tiempo de cotización, es que si encuentra trabajo es casi seguro que cobrará bastante menos que antes (y encima tendrá antigüedad cero en su nuevo empleo)

  10. seviC dice:

    Sobran opiniones de economistas más o menos del tres al cuarto y faltan cálculos actuariales razonados. ¿Será porque los economistas más o menos del tres al cuarto prefieren meterse en temas menos técnicos en los que pueden llenar con palabrería lo que no pueden demostrar con cifras?

Comments are closed.