Ganó Tomás Gómez. Las primarias de Madrid son historia, y por lo que leo por ahí fuera, la blogosfera progresista está feliz y contenta con todo lo sucedido. Es un poco temprano para sacar conclusiones sólidas (no tenemos encuestas postelectorales, no sabemos qué verá el electorado a medio plazo), así que creo que es hora de ponerme mi sombrero de cínico aguafiestas y repasar todo lo que estas primarias no han sido, y qué podermos esperar de este resultado. Por partes.

«Gómez gana a Zapatero en Madrid»

Empiezo por lo obvio – uno de esos titulares increíblemente idiotas que la prensa española no se cansa de utilizar. Dejando de lado la obviedad que Trinidad Jiménez no es un avatar del Presidente del Gobierno, es imposible decir a estas alturas la motivación de los votantes a partir de un resultado.

Lo digo cada vez que hay elecciones: el voto como instrumento de opinión es algo bastante limitado. Cuando un militante decide por un candidato puede tener miles de motivaciones distintas, que van desde un rencor cerval a injerencias desde Moncloa al eterno agradecimiento  a su jefe de agrupación por ese piso de protección oficial que le dieron a su sobrina. El hecho que Tomás Gómez haya ganado es el agregado de mil motivaciones distintas, y es imposible atribuirlo únicamente a un presunto odio anti-ZP. Especialmente en un electorado tan pequeño (18.000 militantes es realmente un partido minúsculo), y en partido político donde la vieja ley de hierro de la oligarquía es tan fuerte.

Las primarias debilitan a Zapatero

La causalidad, en este caso, va en sentido contrario: el PSOE tiene primarias porque Zapatero esta debilitado. Como digo cada vez que un partido se lía a tortas, un político/ candidato / líder es tan fuerte como lo sean sus expectativas electorales. Gómez se atreve a plantar cara al Presidente del Gobierno porque el PSOE está a catorce puntos en las encuestas, no por un vago amor y aprecio por la federación más disfuncional del partido. Hace tres años, con la economía a todo tren y Zapatero por delante en todas las encuestas, nadie ni se planteó toserle cuando desde Moncloa se entró a saco en la reestructuración del PSM.

Las disputas internas en un partido político son un efecto secundario de la debilidad del líder, no son la causa. Nadie se lanza a la yugular del tipo que está ganando elecciones (y colocando a medio partido en cargos) – sólo intentas cargarte al jefe cuando parece que con él no vamos a ninguna parte.  No, no creo que Zapatero sea el candidato el 2012. Lo llevo diciendo desde hace tiempo.

Las primarias favorecen al PSM electoralmente:

En dos palabras, probablemente no. Hay muchos estudios sobre el tema; lo que vemos en la mayoría de caso es que los votantes confunden la democracia interna con el faccionalismo (siendo benévolos) o intuyen que detrás de esa democracia interna lo que hay es una somanta de palos de impresión (más realista), y son más reacios a votar al candidato, no menos.

Recordad, los votantes no siguen las primarias. Los votantes, de hecho, no tienen ni idea qué narices estaban haciendo en el PSM. Sólo oirán que la ministra de Sanidad ha hecho el ridículo (qué novedad), que Zapatero se ha llevado una torta (qué novedad) y que un tipo llamado Gonzalo Tomás o Tomás González (o algo así) está a tortas con el presidente y ha ganado un premio. Si en las primarias se hubiera discutido sobre algo en concreto o hubieran hecho algo tan complicado como un debate (¡imaginad!) es posible que un porcentaje pequeño pero no trivial del electorado hubiera visto algo, pero lo que tenemos es una oportunidad desperdiciada.

En las próximas semanas veremos lo siguiente. Primero un par de encuestas en las que Tomás Gómez saca un resultado estupendo, merced de salir en la tele durante un par de días con el cartel de ganador. Esto sucede en todas las primarias, y los periodistas siempre, siempre, siempre lo malinterpretan («el efecto Borrell») pero acostumbra a durar relativamente poco. A medio plazo las encuestas acostumbran a volver donde estaban antes, básicamente siguiendo la vieja regla de «los votantes echan la culpa al partido que manda».  En Madrid, es Zapatero. Y sí, los votantes están equivocados, pero es igual.

Yo de Tomás Gómez me presentaría a las elecciones pretendiendo que soy el candidato del SPD y que a Zapatero no le conozco de nada, la verdad. A lo mejor cuela.

Las primarias, una buena idea:

Las primarias son un sistema sencillo, rápido y elegante de decidir el liderazgo de un partido político. Una forma magnífica de mostrar al mundo quiénes somos, una oportunidad constante que decía Ignacio Urquizu el otro día. La leche, vamos. Necesitamos más de ellas.

Pequeño problema: no funcionan bien.

No lo digo yo, por cierto. Lo dicen los partidos políticos en todas las democracias parlamentarias europeas. Si repasamos todas las formaciones políticas en los grandes países del continente, las primarias son algo que vemos muy, muy de vez en cuando, y donde lo vemos acostumbra a ser en partidos con tendencias suicidas bien conocidas (el partido socialista francés y como se llame la izquierda italiana esta semana). El partido más furiosamente democrático del continente, los verdes alemanes, empezaron a cambiar su funcionamiento interno (permitiendo que diputados entraran en la ejecutiva) a la que entraron en el gobierno.

El motivo es bastante simple, y se deriva de lo que hemos visto arriba: el poder interno de un líder político en una democracia parlamentaria depende de su capacidad de ganar votos fuera del partido, no dentro de él. Lo que un militante quiere no es tener el mejor líder de la oposición posible, si no un líder que pueda ganar elecciones para implementar su agenda. El resultado de las primarias escoge un ganador dentro del partido, pero no te compra un campeón electoral. De hecho, dependiendo de la cordura (o falta de esta) de tus militantes, puede que te escojan perdedores demasiado a menudo.

Por añadido, los votantes son miopes, pero no exactamente tontos. Saben que un partido sólo recurre a las primarias cuando está metido en problemas serios. Recordad que nadie en su sano juicio se opone al líder de un partido cuando las cosas van bien – si hay conflicto, es obvio que van mal, y por tanto, no vale fiarse de nadie salido de esa casa de locos. Tiene bastante de profecia autocumplida, pero es lo que hay.

Ahora todos a una, como en las primarias americanas

Lo siento, Sr. Cotarelo, pero el partido demócrata americano no es un buen ejemplo. Más bien lo contrario. En palabras de Will Rogers, «I am not a member of any organized party — I am a Democrat.» (no soy miembro de un partido organizado – soy demócrata). No hay partido que se dedique a liarse a cacharrazos con más sadismo (y entusiasmo) que este manicomio conocido educadamente como partido demócrata. Y lo digo en serio.

A medio/largo plazo

Lo que repite José Rodriguez a menudo, y comentaba también Jorge Galindo esta semana: Tomás Gómez es un candidato viable el 2015, no 2011. La clave para llegar a ningún sitios en elecciones de segundo orden (esto es, no «a la Moncloa») es tener paciencia, que los votantes te conozcan. Eso quiere decir perder y no irte, o no ser un tipo lanzado en paracaídas un año antes de la elecciones.

Eso no quita que Gómez me convenza demasiado a cinco años vista, por descontado. Alguien que ha sido capaz de ser totalmente invisible durante tres años es perfectamente capaz de volver a la oscuridad en un par de meses.  Si me hubieran preguntado hace tres meses quién era el líder del PSM no estoy seguro que hubiera acertado, y eso que había escrito sobre él cuando salió elegido. Nada de lo que he visto durante estas primarias me hace pensar que esto pueda cambiar en el futuro. Ser popular con las bases es muy distinto a ganarse el electorado, especialmente en un partido tan cerrado en si mismo y oligárquico como es el PSM.

Porras, qué artículo más negativo. Lo siento, pero me temo que prefiero ser realista.


17 comentarios

  1. jasev dice:

    Una vez más, Zapatero la ha cagado. Lo bueno es que no creo que esto lo debilite más, porque es difícil estar más débil de lo que está ahora.

    Hay que plantearse si para 2012 el PSOE debe presentar a Zapatero a las generales para que se coma él solito la aplastante derrota que se ha ganado a pulso o si presentan a otro para tener al menos una oportunidad (sólo si la economía se recupera, que lo dudo); si optan por lo segundo, deberían plantearse dimitir a Zapatero y que el próximo candidato asuma la presidencia (suponiendo que puedan reunir apoyos en el parlamento, que está complicado).

  2. citoyen dice:

    «En dos palabras, probablemente no»

    ¡Urquizu decía que sí el otro día en un artículo del País!!?

  3. En Murcia ha habido un debate y mejor que no se hubiera dado.

  4. […] Lunes, 4 Octubre 2010 por Geógrafo Subjetivo Tomás Gómez ha ganado las elecciones primarias dentro del Partido Socialista de Madrid. Si bien es cierto que los criterios y motivaciones que pueden llevar a alguien ha votar una opción son múltiples, no es menos cierto que la interpretación unánime de la prensa haya hecho que motivaciones y criterios se reduzcan a uno: la derrota de Zapatero dentro de su propio partido. Y eso es lo que queda. […]

  5. Alatriste dice:

    Hombre, coincido en lo de que conseguir que nadie te conozca despues de tres años en el cargo no es como para pensar que el tipo es el nuevo Obama… mas bien todo lo contrario. Tiendo a pensar que antes no tenía ninguna oportunidad y ahora tiene una.

    Solo una.

    Lo que sigo pensando es que las autonómicas de Madrid son una oportunidad de oro para UPyD y Rosa Díez. No me gusta, pero mi cerebro me dice que entre todos se lo están poniendo en bandeja y que a poco que sepan evitar errores clamorosos pueden conseguir muy buen resultado.

  6. […] esta pelea como un David contra Goliat.” Roger Senserrich en su blog Materias grises ve debilidad en el PSOE: “Las disputas internas en un partido político son un efecto secundario de la debilidad del […]

  7. Emilio dice:

    La mejor opción que puede tomar el PSOE de cara a las elecciones de 2012, y me atrevo a decir que casi la única, es presentar de candidato a Alfredo Pérez Rubalcaba. Por dos razones: Rubalcaba es un hombre muy bien valorado por la opinión pública (y por los votantes del PSOE) y con la credibilidad intacta (lo que es fundamental) a pesar de estar en un gobierno a la deriva. El hecho de que no esté gestionando un ministerio del área económica, además de estar haciendo una buena labor en Interior, le está ayudando. Por otra parte, en una situación actual de desprestigio generalizado de los líderes políticos y de los partidos, creo que hay mucha gente que puede ver en Rubalcaba a alguien con una capacidad enorme de coger el toro por los cuernos y marcar un rumbo conocido para este país, ante la desorientación general que tenemos con Zapatero y con Rajoy. Los votantes del PSOE están deseando tener una cara que les inspire confianza para poder salir del alertagamiento y la apatía.
    Pienso sinceramente que es así. Espero que en el PSOE se den cuenta.

  8. La pregunta es si esto sirve para que Tomás Gómez consiga 1,3-1,5 millones de votos. O si la suma PSM/IU es 1,6-1,8.

  9. Pedro Herrero dice:

    ¡Vamos hombre! Lo interesante es como queda la configuración interna del PSOE después de esto. Lo que se estaban jugando no era el gobierno de Madrid. Hablar de candidatos más o menos fotogénicos y teorías sobre castigo electoral a las disputas internas, con un 20% de paro y subiendo, con unos presupuestos que paralizan la mitad de la obra pública en España es hablar del color del barco mientras por el casco entra una tromba de agua.
    La cosa está muy cruda para quien aspire a continuar (Blanco y compañía). Pacto PNV-ZP a costa del PSE. Pierde las primarias de Madrid, con lo que se quedan sin el puerto refugio que era Trini. La anécdota de Extremadura. Probablemente perderá Cataluña. Y los resultados de las locales y autonómicas…

    Que nadie cuente cuentos sobre que todo esto iba de ganar en Madrid con una teórica triple alianza. Lo que importaba era el juego de fuerzas internas resultante. Y ahora Gomez confencionará las listas y ¡A laminar!. Y tras el sacrificio de Montilla, a ver que equilibrios se forman en la guerra del PSC, que el gobierno desgasta pero salir de él… Empieza la travesía en el desierto.

    (Jurl jurl) 🙂

  10. […] de esto. Lo he discutido también con Roger Senserrich. Él vuelve a decir hoy que las primarias no son tan buenas. Algunos de sus argumentos se refieren a si Tomás Gómez sale reforzado o no, sobre si estas […]

  11. Pau dice:

    Estoy con Obamaword. Las primarias puede que no sean «eficaces» en una máquina electoral, pero es que los ciudadanos nos merecemos partidos y no máquinas de poder político.
    Siempre que en la historia se pretendía un avance, se alegaba que era imposible, pero no siempre fue todo imposible.
    Dice el post que el sistema de primarias no funciona. ¿Y el sistema de aparatos actual?¿acaso funciona?.
    Lo importante no es solo el fin, ya que los medios forman parte de el.
    Las primarias son más justas y democráticas, ganar vendrá luego (y no me cabe duda que vendrá)

  12. citoyen dice:

    » ¿Y el sistema de aparatos actual?¿acaso funciona?.»

    ¿En comparación con qué?

    Estas discusiones son siempre un callejón sin salida porque siempre están conducidas por frikis de la política (ciudadanos hiperparticipativos con una visión idealizada del mundo) que creen que todo el mundo tiene los mismos intereses que ellos y que no son capaces de darse cuenta que una parte sustancial de los aparatos de cualquier plataforma de participación suele estar poblada de gente que no debería estar en ninguna sociedad decente si quiera a años luz de poder influir mínimamente en una decisión porque esa población es precisamente ellos.

  13. Pedro Herrero dice:

    En las primarias también hay aparato
    Lo único es que te exigen más esfuerzo interno, lo que no tiene porque ser negativo
    Y que si lo estás haciendo horrible te pueden mandar a casa

    ¿Si a ZP o a Rahoy le hiciesen unas primarias ahora repetirían?

    «Estas discusiones son siempre un callejón sin salida porque siempre están conducidas por frikis de la política (ciudadanos hiperparticipativos con una visión idealizada del mundo) que creen que todo el mundo tiene los mismos intereses que ellos y que no son capaces de darse cuenta que una parte sustancial de los aparatos de cualquier plataforma de participación suele estar poblada de gente que no debería estar en ninguna sociedad decente si quiera a años luz de poder influir mínimamente en una decisión porque esa población es precisamente ellos.»

    Awesome. Ni una coma.

    Pero de acuerdo. El frikardismo es poderoso en mi.

  14. Pau dice:

    Parece que no he sabido explicarme. Mi opinión de firki es que prefiero un partido con procedimientos que se acerquen la lo democrático a partidos «verticalistas».
    Por eso critico el sistema de poder piramidal sin participación alguna de la militancia de base (cuando existe) en comparación con listas abiertas y sistema de primarias.
    Al final es cuestión de confianza en la libertad de elección y el buen criterio de la gente, al menos a largo plazo.

  15. […] Postmortem: las primarias de Madrid http://www.lorem-ipsum.es/blogs/materiasgrises/2010/10/postmorte…  por Sbenkaike el 21:59 UTC publicado el 21:59 UTC […]

  16. citoyen dice:

    «Al final es cuestión de confianza en la libertad de elección y el buen criterio de la gente, al menos a largo plazo.»

    ¿Criterio de qué gente? ¿Libertad de elección de quién?

    Si te refieres a la de la militancia de base -de casi cualquier organización de pertenencia voluntaria, que son las que acaban pobladas por gente sectaria, ideologizada y con el realismo de una cucaracha o en su defecto por trepas- estoy completamente de acuerdo. La participación es algo que tiene costes, y la gente que está dispuesta a pagarlos no es generalmente la que tiene más criterio.

  17. […] del PSM han provocado un buen puñado de argumentos interesantes. Algunos buenos ejemplos: la postura más bien escéptica de Roger Senserrich, el “es mejor que nada” de Jordi Pérez-Colomé, o la visión altamente crítica de […]

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