No, no voy a escribir demasiado, y no, no estoy en huelga. Aparte que sería un poco absurdo hacerla aquí en Estados Unidos (donde se las toman bastante a mal, todo sea dicho), no creo que esta huelga general esté justificada o tenga el más mínimo sentido.

España tiene un problema en su mercado laboral. Cuando un país de la OCDE va bien, su tasa de paro ronda el 5-6%. Cuando un país de la OCDE normalito se enfrenta a la peor recesión desde los años treinta, el paro se dispara hacia un drámatico 10-12%, y la sociedad entera se lleva las manos a la cabeza, aterrados ante todas esas vidas malgastadas. En España, mientras tanto, a un 10% de paro le llamamos «una era de prosperidad si precedentes» y nuestras recesiones se meten en tasas del 20% sin problemas, sea antes o después del euro.

Uno puede pretender que la culpa es del «modelo productivo» o la clase empresarial. Uno puede buscar justificaciones culturales, institucionales o extrañas cábalas sobre como los contratos en España son más flexibles que nadie y nadie es realmente indefinido. Uno puede echarle la culpa al BCE, los bancos, las cajas de ahorros o los omnipresentes Gnomos de Zurich. Lo que os plazca. Lo que está claro es que el mercado laboral es una auténtica catástrofe que hemos sido incapaces de arreglar en los últimos treinta años.

Hay algo obvio sobre nuestro mercado laboral: nuestro experimento de costes de despido altísimos para trabajadores indefinidos y contratos basura para los temporales no lo tiene nadie más. Nadie protege a los insiders con este celo medieval y esas protecciones barrocas llenas de jueces y abogados, y nadie deja a los outsiders tirados con la misma saña que nosotros. De nuestros vecinos sabemos también que aquellos países con mercados duales similares (Francia siendo ejemplo claro, aunque protegen menos a los indefinidos que nosotros, pero no protegen más a los temporales) tienen patologías parecidas a las españolas, pero proporcionalmente menos críticas. El paro juvenil es más alto que la media de la OCDE, la dualidad del mercado laboral más marcada, el desempleo en general es mayor.

De entre todas las explicaciones posibles sobre el desastre español, la surrealista regulación del mercado de trabajo debe tener peso, y más contando que nunca nadie se ha atrevido a cambiarla en serio.

¿Qué alternativas tenemos? Aumentar los costes de despido para todos es directamente absurdo; echad un vistazo al aspecto que tenía el mercado laboral en los ochenta, antes que los socialistas hicieran una reforma laboral a medias y crearan los contratos temporales. Reformar la clase empresarial es pura retórica idiota; los empresarios quieren ganar dinero y  responden a incentivos, y si tenemos la economía que tenemos es porque el mercado laboral que tenemos hace que el sol y el ladrillo sean los negocios más rentablesCambiar el modelo productivo es, de hecho, cambiar la regulación del mercado laboral. Forzar la banca a dar créditos no cambiará nada; nuestro desempleo era vergonzoso incluso en plena burbuja crediticia.

No, la reforma laboral no creará empleo directamente. Los puestos de trabajo no los crean las leyes; los crean la demanda y la inversión. Lo que si hará esta reforma es que en España por una vez invertir en chabolas y chiringuitos de playa dejará de ser algo cuatro veces menos arriesgado que hacer otra cosa, porque por el riesgo comparativo de contratar indefinidos será muchísimo menor. Eso hará que un porcentaje adicional nada desdeñable de negocios no basados en nuestros fetiches económicos de los últimos veinte años aparezca. No sólo eso, hará que un porcentaje adicional de estos negocios no fracase debido a baja moral, contratos temporales constantes o un par de despidos insostenibles al pasar una mala racha.

A corto plazo, este efecto es pequeño; apenas lo notaremos. El Plan E fue más efectivo creando empleo. Según pasen meses y años, sin embargo, el tejido empresarial en España empezará a cambiar; ideas que antes no eran rentables o eran demasiado arriesgadas lo serán ahora, y pequeños negocios sin grandes aspiraciones podrán sobrevir más fácilmente. Hay más negocios rentables en más sectores. La tasa estructural de desempleo empezará a bajar suavemente, y con ello subirán los salarios.

Cuando hablamos de mercado laboral tenemos que recordar dos cosas. Primero, no protegemos empresas, protegemos a los trabajadores. Subvencionar negocios moribundos es, casi invariablemente, una mala idea. Segundo, protegemos individuos, no puestos de trabajo. Es mucho mejor dejar que alguien pierda su trabajo y dejar que un estado de bienestar potente amortigüe la caída a forzar una empresa a cargar con el lastre de un trabajador que no sirve a base de protecciones ridículas.

La reforma laboral elimina parte de estas protecciones ridículas (no las suficientes). El gobierno, mientras tanto, ha dejado intactas o incluso reforzado en la medida de lo posible (no hay dinero para mucho) las políticas activas de empleo, los subsidios para parados de larga duración y (en la primera legislatura) el estado de bienestar, con la ley de dependencia. Es cierto, no somos Holanda o Dinamarca, pero hemos dado pasos en esa dirección, sin prisa pero sin pausa, en cada gobierno socialista.

¿Es la reforma laboral perfecta? No, es demasiado tímida, y llega 25 años tarde, como mínimo. ¿Hay alternativas mejores? Sí, a patadas. ¿Es una mejora sobre lo que tenemos ahora? Sí, es una mejora gigantesca, y sí, va a hacer las cosas mucho más fáciles a millones de trabajadores con contratos temporales o que están en el paro ahora mismo, sin tocar una coma de los contratos en vigor. Mal que nos pese, esta reforma nos acerca a Dinamarca, Holanda, Alemania o Francia. Ir a la huelga es un error tremendo.


19 comentarios

  1. yo dice:

    Pase lo que pase, la derecha celebrará hoy un «»»»»»»¿éxito?»»»»». Si la huelga triunfa, será una derrota del Gobierno. Si la huelga fracasa, será una derrota aún peor, la del sindicalismo y con ella los derechos de los trabajadores. ¿Te podrán meter el puro capitalista por el c-u-l-o siempre que quieran? ¡¡¡¡Aún estas a tiempo!!!!!

  2. Josei dice:

    Es que no te leen, Roger. ¡Me declaro en huelga de bitácoras hasta que todo el país te lea!

  3. Maceiras dice:

    ¿Y qué pasa cuando lo que hay que proteger es la mínima dignidad de las condiciones de trabajo, y no el puesto en sí?

    Hay una parte de la masa laboral de este país que tiene derechos (antigüedad, pagas de beneficios, días de vacaciones, días libres por enfermedades de familiar, cobrar las horas extras, esos detalles que marcan la diferencia entre un trabajo digno y un régimen de esclavitud maquillado) que los trabajadores más jóvenes de las mismas empresas no tienen porque se han ido eliminando según aumentaba la oferta de mano de obra cualificada excedente, y por tanto barata.

    ¿Cuántos de esos puestos de trabajo de calidad seguirán existiendo cuando se empiece a renovar la plantilla (sin aumentar en uno sólo los puestos) a golpe de «despido objetivo»? ¿Beneficia ese movimiento al mercado de trabajo?

    Para cuando la supuesta creación de empleo de esta reforma cobarde y mal enfilada* llegue a compensar el brutal excedente de mano de obra que empuja las condiciones a la baja no quedará nadie que trabaje menos de 50 horas, el Estatuto de los Trabajadores habrá muerto y tendremos un sistema tipo USA en que ni las vacaciones están garantizadas.

    *No hacía falta una reforma, sino construir de arriba a abajo un nuevo sistema laboral que ofrezca protección y condiciones dignas al trabajador suavizando/difiriendo el coste para el empresario (sistema austriaco, por ejemplo).

  4. […] Por qué esta huelga general es una tontería tremenda que no debe ser secundada http://www.lorem-ipsum.es/blogs/materiasgrises/2010/09/una-huelg…  por juan el 10:00 UTC publicado el 10:00 UTC […]

  5. Jose dice:

    Con la reforma laboral puede ser causa de despido ‘mejoras’ de la empresa y no hace falta ni que tenga pérdidas.
    Sólo se mira la huelga en el sentido de parar la reforma laboral y algunos recortes, si sólo se mira así eso es un ERROR TREMENDO. Principalmente la gran utilidad que le veo a la huelga (y yo soy de manifestaciones generales) es el efecto concienciador en temas como: reafirmar que las cosas van mal, de que ‘quién no llora no mama’ y de que podemos estar unidos, si consigue despertar un poco a la gente (a la que toca) eso ya es un tremendo avance. Porque cuando la gente empieza a preguntarse si debería hacer algo, entonces le viene a la cabeza todo aquello de que «no vamos a conseguir nada mira cuando se ha luchado para volver a llegar aquí», «yo no puedo hacer nada, no soy nada para poder cambiar algo por pequeño que sea», etc… y entonces la gran mayoría ya se para y vuelve a la rutina del día a día sin preocuparse de la situación, problemas y futuro.
    A veces la gente no piensa que lo que importa no es ganar sino «luchar», si el espiritu de la continuidad se apaga entonces tranquilo que llegaràs en la situación justo antes de conseguir haber ganado algo. Igualmente siempre hay cosas en las que ganar, no lo olvides.
    (también las que perder claro está)

  6. jmsa dice:

    ¿Mejora? No te lo crees ni harto de vino. Dices que es una tontería reformar al empresario español, pero es lo primero que hay que hacer. No me puedes comparar al empresario medio alemán con el empresario medio español. Allí se contrata gente cualificada con un buen suelo, aquí se aprovecha la mínima para tener gente sin contrato, pagándole lo mínimo bajo cuerda. Si se lo pones fácil para tener contratados becarios tras becarios, casi esclavos lo van a hacer. Si les facilitas el despido por un parece que vamos a ganar menos, lo van a hacer; si les facilitas la amenaza al trabajador con perder el trabajo porque me toques los huevos, lo van a hacer…

  7. citoyen dice:

    «se han ido eliminando según aumentaba la oferta de mano de obra cualificada excedente, y por tanto barata.»

    Claro, es mucho mejor mantener esos puestos de trabajo tan maravillosos y tener un veinte por ciento de gente sin ningún puesto de trabajo en absoluto. Porque «exceso de oferta de mano de obra» es la definición económica de «paro». Es un argumento recurrente de los sindicatos pero estaría bien que los que lo sosteneis lo dijeráis claramente: estáis en contra de reducir el paro si eso implica reducir los salarios.

  8. manel dice:

    Siempre, siempre, siempre cuando hay problemas económicos la pagan los de abajo. Y resulta que cuando se ponen en huelga no es el momento, no sirve para nada, o incluso que hay que garantizar el derecho al trabajo.

    Bien, quiero que garanticen el derecho al trabajo de todos los parados de este país. Y que pongan policías a garantizarlo.

    Siempre es un buen momento para hacer huelga, faltaría más. Porque hay razones y a la vista están.

    Y si sirve para algo, sirve para mostrar el descontento con la situación donde nos han metido no el «mercado» sino personas con nombres y apellidos que han especulado, que han explotado, mentido y llenado sus cuentas de dinero.

    Siempre he pensando que no existe mayor ciego que el que no quiere ver. Y tu texto refleja esa ceguera.

    Quien lucha puede perder, pero quien se queda de brazos caídos, ese nunca ganará nada.

    Salud!

  9. J dice:

    «que marcan la diferencia entre un trabajo digno y un régimen de esclavitud maquillado»

    Guau, tío, si Catón levantase la cabeza. Cuánto humorista involuntario hay suelto por ahí.

  10. […] de los “indefinidos” y los “temporales”, lo explica de maravilla el blog Materias Grises. << Certificado de penales […]

  11. […] Sería absurdo no reconocer que el mercado laboral español tiene un problema, se ha demostrado antiguo e ineficaz y no hacer nada no es la solución. Como se señala acertadamente en Materias grises […]

  12. Javier dice:

    Me quedo con lo de que «Es mucho mejor dejar que alguien pierda su trabajo y dejar que un estado de bienestar potente amortigüe la caída a forzar una empresa a cargar con el lastre de un trabajador que no sirve a base de protecciones ridículas». Visto así, podría ser aceptable la cosa. Pero el problema es que no hay, ni va a haber, ni se quiere que haya un «estado de bienestar potente». Y ese es el problema, el problema de verdad y el problema de fondo. Un estado de bienestar ciertamente potente y garantizado, aligeraría ciertamente mucho las inquinas que le tiene la gente al aligeramiento dela contratación laboral, en eso puedo estar de acuerdo, sí.

  13. Maceiras dice:

    @citoyen ¿Puedes explicarme cual es la mejora sustancial entre estar parado y tener un empleo en que trabajas todo el día a cambio de un dinero que no te llega para vivir? ¿Consideras que eso es una mejora del mercado laboral? Sigues sin poder pagarte un techo, sigues sin poder comer a diario sin ayuda, pero encima con 50 o 60 horas semanales ocupadas y no te quejes que tienes trabajo… Si eso es lo que buscas, si todo vale con tal de llamarlo «empleo», creo que en China encontrarás lo que buscas. El trabajo es un deber y un derecho, pero si no sirve para ganarse la vida…

    @J
    Entrar a las 8 y salir a las 22, sábados y a veces domingos incluidos, sin vacaciones, si pides un día por muerte de un familiar te vas a la calle, si te pones enfermo te vas a la calle (si es poco tiempo te descontamos el día del sueldo), si protestas te vas a la calle…
    Contrato de media jornada con 6-8 horas extras diarias obligatorias, si no estás dispuesta a hacerlas no me interesas, sumarás un sueldo de 650-700€ con las extras y las vacaciones incluidas.
    Esa es la situación de gente que conozco. ¿Encuentras la diferencia entre eso y la esclavitud? A mi me cuesta bastante.

  14. […] Una huelga equivocada – Roger Senserrich Hay algo obvio sobre nuestro mercado laboral: nuestro experimento de costes de despido altísimos para trabajadores indefinidos y contratos basura para los temporales no lo tiene nadie más. Nadie protege a los insiders con este celo medieval y esas protecciones barrocas llenas de jueces y abogados, y nadie deja a los outsiders tirados con la misma saña que nosotros. […]

  15. citoyen dice:

    «¿Puedes explicarme cual es la mejora sustancial entre estar parado y tener un empleo en que trabajas todo el día a cambio de un dinero que no te llega para vivir?»

    En que, aparte de que tu ejemplo está bastante retorcido para la comparación, en uno tienes una renta y posiblemente alguna perspectiva de mejorar, en el otro no tienes renta y ninguna perspectiva de mejorar. A menos, claro, que asumas que cuando estás parado alguien paga un subsidio de desempleo que se financia con,… ¿?

  16. J dice:

    «¿Encuentras la diferencia entre eso y la esclavitud? A mi me cuesta bastante.»

    Mira, la esclavitud es otra cosa. Podéis banalizar lo que queráis, pero encima no pretendáis cargaros de razón, que estamos hablando de cosas serias. Y, desde luego, si la diferencia entre esclavitud y libertad/dignidad/ bla bla son 20 días de indemnización, tenéis una idea de libertad, por decirlo de alguna forma, un poco alpargatera. Por cierto, la dignidad y la libertad de los cuatro millones y pico que este mercado laboral tan maravilloso e intocable deja fuera, ¿dónde queda exactamente?

  17. Esther Ramir dice:

    Por cierto, la dignidad y la libertad de los cuatro millones y pico que este mercado laboral tan maravilloso e intocable deja fuera, ¿dónde queda exactamente?

    Exacto, «J». Por no hablar que esos cuatro millones y pico constituyen un «ejército de reserva» que genera una fuerte demanda de empleo, la cual sí acaba favoreciendo, más que ninguna ley, los abusos de los que se queja el compañero.

    Y eso es lo que muchos no ven: que son los millones de parados que buscan empleo los que hacen que quienes lo poseen resulten cada vez más prescindibles.

  18. Julia dice:

    Roger: Sí, que muy bien…pero que esto es España. El empresario hoy está frotándose las manos y yo sigo con mi contrato de 780€ netos. Ahora eso sí: con mi licenciatura, mis cursos Post-grado, Ah! e idiomas (auténtico, no de pacotilla) .No tengo Master porque no puedo pagármelo.
    En mi sector, no hay trabajo -o eso me dicen los empresarios-, y tiran trabajedores temporales, becarios y para más INRI, de voluntarios. Claro está, todos ellos de usar y tirar . Yo por mi parte sigo cumpliendo años: de los 30 a los 40 nada ha mejorado en lo laboral. Mi caso, desgraciadamente, no es aislado.
    Tu me dirás.

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