Este fin de semana, un poco porque no tenía gran cosa que hacer, cogimos el coche y nos fuimos a pasar el día a Gettysburg, Pennsylvania. Son 550 Km, dando un poco de rodeo para evitar tráfico; bajamos el viernes por la tarde, dormimos en un motel, turisteamos el sábado y volvimos por la noche. Uno sabe que lleva demasiado tiempo en Estados Unidos cuando meterse 1200 Km en dos días es algo relajado, pero vamos.

No hace falta que recuerde a nadie por qué Gettysburg es importante: en julio 1863, la Unión infligió una derrota clave al ejército confederado, marcando el principio del fin de la guerra civil. Es, según el viejo dicho, the high-water mark of the Confederacy, el punto más alto del Sur en esa guerra. Aunque el conflicto se alargó casi dos años más, Gettysburg es la batalla; el momento simbólico, la victoria que cuenta.

El valor mitológico de la batalla hizo que, casi inmediatamente, el lugar fuera preservado. En noviembre de 1863 el norte abrió un cementerio militar en memoria de sus caídos; fue ese día que Lincoln pronunció su discurso más recordado (los escolares americanos tienen que aprenderlo de memoría, aún hoy). Veteranos y familiares de los soldados empezaron a llenar el campo de batalla de monumentos a sus caídos; las colinas, riscos y campos de Gettysburg están cubiertos de obeliscos, placas y estatuas de todos los tamaños.

El campo de batalla es hoy, en gran parte, un parque nacional federal. La mayor parte de los terrenos son propiedad pública, con unas cuántas zonas en manos privadas, sea como viviendas, sea como negocios para turistas. Si hay algo que Estados Unidos se toma muy en serio, y gestionan muy, muy bien, son sus parques nacionales, y Gettysburg no es una excepción.

Para empezar, el centro de visitantes, recientemente renovado, es un museo fantástico. El edificio es grandote y bastante feo, pero está muy bien escondido; es completamente invisible desde cualquier lugar del campo de batalla. Las zonas donde se combatió en 1863 están muy bien marcadas, perfectamente cuidadas y cuidadosamente preservadas, tratando que todo tenga el mismo aspecto que tenía a mediados del XIX. En todas partes hay park rangers listos para contestar cualquier pregunta que puedas tener, encantados de explicarte qué regimientos se liaron a tortas en cada sitio y qué pequeñas diferencias existen entre ese risco hoy y hace 150 años.  Los caminos y carreteras están impecables, bien cuidados, limpios. Es una gozada; todo marca respeto, aprecio por la historia, tradición.

Y después están los frikis, claro. No sé si conoceréis a algún aficionado machaca a batallitas napoleónicas. Bueno, el campo de batalla en Gettysburg está repleto de su equivalente americano. Allí donde pares escucharás animados debates sobre qué sucedió exactamente en cada momento durante la batalla, siempre con un grado de detalle obsesivo. Hay gente de todo el país, cada uno buscando lo que hizo el regimiento de su terruño o repasando una y otra vez las líneas de tiro en Little Round Top y comparando con lo que han leído en siete libros.

Lo más sorprendente, sin embargo, es la actitud que tienen hacia los dos bandos en el conflicto. La guerra civil americana es bastante única en el sentido que tiene buenos y malos, al menos para un observador europeo; el sur era esclavista, retrógrado, racista, mientras que el norte defendía libertad, igualdad. Al visitar el museo te recuerdan qué era la Confederación (y su costumbre de enviar a los negros libres que encontraban a su paso hacia el sur, como esclavos), pero fuera la cosa cambia. Hay monumentos dedicados a ambos bandos; las tiendas de recuerdos venden uniformes, ositos de peluche y cacharros de ambos bandos, y el tono es respetuoso, dando una cierta equivalencia.

Hace varios años que vivo en Estados Unidos, y es algo que aún hoy no acabo de entender. El norte era el bando virtuoso, y fue el bando ganador. El sur era la región pobre, agrícola, antimoderna, racista, y fue devastado por la guerra. Al hablar de la Guerra Civil, sin embargo, a veces uno tiene la sensación que es el sur el que «marca» cómo se habla sobre el conflicto – el tono de nostalgia, de dos mundos en conflicto, con un sur gentil y caballeroso que desapareció en 1865. Si los Nacionales hubieran perdido la Guerra Civil, uno no se imagina un monumento en algún lugar de Belchite marcando el lugar donde «casi» ganaron la guerra; En Gettysburg, sin embargo, hay varios bien grandes. Sí, es una guerra más antigua, y sí, no queda nadie vivo de esos días, pero aún así sorprende.

¿De dónde viene esta actitud? Es complicado explicarlo, pero tiene mucho que ver con las política del resentimiento y los años de racismo institucional en el sur tras la guerra. Durante décadas, políticos abiertamente racistas se dedicaron a discriminar con saña en todo el sur, manteniendo un poderoso bloque de votos en Washington. El movimiento de los derechos civiles en los sesenta cambió la retórica, pero no según que actitudes. El partido del resentimiento ya no eran los demócratas, sino los republicanos, que construyeron su hegemonía a base de cultivar esos viejos odios. El sur quizás perdió la guerra, pero siempre fue crucial para ganar elecciones – así que sus políticos controlaban la agenda.

Por lo que sé, la nostalgia sureña actual no es ni de lejos tan acusada como era hace tan sólo veinte años. Aun así, es curioso ver como un país tan aparentemente sólido, tan patriótico, tan centrado como Estados Unidos sigue teniendo rencores y tensiones, ocultos tras la cortinas. El país ha cambiado, y los muertos no tiene el mismo poder sobre el mundo de los vivos de antaño. Pero ahí siguen.

Nota al margen: el discurso de Gettysburg, por cierto, es un ejemplo de libro de lo que llamaba «patriotismo liberal» hace unos meses. Leedlo de nuevo, o mejor, escuchadlo recitado por una buena voz. Es un texto extraordinario, y casi imposible de traducir bien; tiene una cadencia muy difícil de replicar. Se parece mucho, muchísimo en estructura a la Oración Fúnebre de Pericles, que Lincoln conocía bien.


6 comentarios

  1. carloss dice:

    Muy interesante, como siempre. Enhorabuena.
    Pero… en julio 1863, la Unión infligió una derrota clave..

  2. (…)la Unión infligió una derrota clave al ejército confederado

    Por lo demás, interesante visita.

  3. Roger Senserrich dice:

    Me gustan las N….

  4. Rosa Sogues dice:

    M’agradat molt. M’ha picat la curiositat i entrat a mirar què explicavan a Google i» sorpresa «ja el teu enllaç .Un peto

  5. Muy interesante, si.

    ¿Es cierto lo que dicen de los buitres que cambiaron sus hábitos en la zona despues de la sangrienta batalla?

  6. […] Paseando por Gettysburg http://www.lorem-ipsum.es/blogs/materiasgrises/2010/08/paseando-por…  por amio1 el 18:09 UTC publicado el 18:09 UTC […]

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