Hace tres días, me dáis el artículo de José Rodríguez sobre el endurecimiento de las condiciones para recibir el subsidio de desempleo y probablemente le hubiera dado la razón. Uno no está parado porque quiere, al fin y al cabo; castigar a los más desfavorecidos no suena como una buena idea.

Hablando de políticas públicas, sin embargo, lo que suena bien no necesariamente es lo que funciona; hace falta mirar los datos. Este breve artículo de Bas van der Klaauw y Jan van Ours en Vox Publica analiza este aspecto de las prestaciones de desempleo, preguntándose si la amenaza de sufrir una penalización aumenta o disminuye el plazo de búsqueda de trabajo. Los autores también miran el lado contrario de esta ecuación, estudiando si dar incentivos positivos (mantener parte del subsidio de desempleo al empezar a trabajar) es efectivo o no.

El estudio, realizado en ese infierno del neoliberalismo y opresión del proletariado que es Holanda, da unos resultados bastante sorprendentes:

Table 1. Model simulation for the job-finding rate within two years after entering welfare (percentages)

Males Females
No bonuses and no sanction 62.5 48.9
Bonus but no sanction 62.9 49.9
No bonus but sanction after one year 65.4 54.9
Bonus and sanction after one year 65.9 56.2

Traducido a lenguaje pedestre: la diferencia entre dar bonificaciones y no darlas es básicamente nula (contradiciendo parcialmente, por cierto, el estudio sobre Suecia que enlazaba por aquí), mientras que la amenaza de sanciones parece acelerar el retorno al mercado laboral de forma significativa. El palo parece funcionar mejor que la zanahoria, básicamente.

Por descontado, el mercado laboral holandés es bastante más eficiente que el español (los costes de despido no están regulados, por ejemplo), creando un horror capitalista donde los proletarios se enfrentan a un devastador 5% de desempleo. Las instituciones del mercado laboral, estoy seguro, no tienen absolutamente nada que ver. Pero es un estudio curioso, que da que pensar – y aunque las sanciones en la nueva ley sigan siendo bastante estúpidas.

De todos modos es un estudio, no una certeza absoluta – hace falta repasar otros casos, y mirar si este fenómeno se repite en otros casos. El diseño de las sanciones y bonificaciones probablemente afecta a su efectividad, sin ir más lejos. Aún así, me parece que antes de decir que el subsidio de paro no crea incentivos extraños tenemos que mirar los datos con calma, y si vemos que sucede, asegurar que diseñamos medidas para minimizarlos.


7 comentarios

  1. Jordi P. dice:

    ¿Para analizar las condiciones laborales no se tiene que tener en cuenta el tipo de economía que tiene el país en cuestión? Es decir, ¿Lo que es cierto para Holanda lo es para el Reino de España?

    Lo pregunto sin ánimo de provocación. Si un mercado laboral como el español se basa en empleos de baja cualificación las medidas protectoras para el trabajador deberían ser mayores y los pactos individualizados sin coste de despido obligatorio menos eficientes. En una empresa tecnológica (por decir algo que conozco) despedir a un ingeniero eficiente es un trauma independientemente del coste de despido. En cambio despedir a una cajera de supermercado, un camarero de zona turística o un empleado de hotel es bastante menos traumático.

    Por otra parte también existen diferencias, supongo, en la cultura social y empresarial de cada país.

  2. andr dice:

    El problema de España es el inmovilismo existente con todo aquello que lleve la palabra «reforma» o «actualización», aunque sea necesaria

  3. Roger, por si te sirve para apoyar tu argumento, hace algún tiempo comenté un paper en el que precisamente se hablaba de las instituciones de negociación colectiva en Holanda (las cuales determinan la fijación salarial, entre otras cosas). En efecto, nada que ver. Puedes verlo aquí: http://cuasieconomista.blogspot.com/2010/06/el-modelo-de-negociacion-colectiva.html

  4. Tendrás que hacer tu propia búsqueda, pero la experiencia de Canadá con la reforma del sistema de paro en los años 80 quizá sería interesante. En el sentido de que el anterior casi premiaba la indolencia, y seguramente no hacía nada para promover el empleo, a lo mejor es relevante.

  5. Yo creo que en esta clase de temas habría que pensar en términos sociológicos:

    ¿Por qué voy a aceptar un empleo y por cuánto mientras cobre X sin hacer NADA o cobre X pudiendo añadir ingresos en negro?

    Esa es la gran pregunta, me temo.

  6. d dice:

    ^^

    No puedes reducirlo todo a esos términos supuestamente «sociológicos». Me parece bastante deshonesto.

    Pero es cierto que hay casos de abusos, como los profesores de academia, que son fijos discontinuos, van al paro en Junio y en Septiembre suelen ser obligados a trabajar en negro.

  7. […] Palos y zanahorias para salir del paro http://www.lorem-ipsum.es/blogs/materiasgrises/2010/08/palos-y-zana…  por Javert el 20:23 UTC publicado el 20:23 UTC […]

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