Mi artículo / ida de la olla de ayer sobre la (des)movilización social de los jóvenes generó una cantidad de comentarios considerable, algo que me sorprendió un poco. No sé si es que hay un cabreo latente en la gente de nuestra generación o si me las arreglé para hacer que algunos se sintieran insultados, pero lo cierto es que hubo bastante discusión.

En vista del debate, supongamos (que es mucho suponer), que en vista de la catastrófica situación de los jóvenes y de la apatía general, algunos deciden que se han hartado y que es hora de empezar a hacer ruido. Toca organizarse un poco, buscar a otros y empezar a salir a la calle. Vamos a crear un movimiento social. La pregunta es ¿cómo la hacemos?

Bueno, la respuesta es un poco complicada. La movilización social no es algo necesariamente demasiado difícil; uno no necesita conocimientos especiales o una formación universitaria especializada. No es física nuclear, vaya; nada de élites dospuntoceristas. Eso no quiere decir que sea fácil, sin embargo; organizar una actividad social es algo que requiere mucho esfuerzo, muchas horas de trabajo, muchísima paciencia y (en algunos casos) un cierto talento natural.

Para empezar, debemos partir de la idea que no hay una estrategia ideal, o una serie de tácticas infalibles para hacer ruido de forma efectiva. Hay algunos temas que por mucho que uno se esfuerce es poco probable que llegue a ningún sitio («¡queremos que se acelere la liberalización del mercado ferroviario!» no es un lema que mueva a las masas a la acción, me temo), simple y llanamente, y hay veces que tácticas que han funcionado muy bien en un sitio son espectacularmente inefectivas en otra parte. Hay veces que habla primero con la gente equivocada (o alguien que nadie traga), y eso te revienta todo un evento, sin que puedas hacer nada. Es un arte, no una ciencia.

Lo primero, sin embargo, es empezar por lo fácil. La idea no es abrir una página en internet o crear un grupo en Facebook proclamando la buena nueva; eso es perder el tiempo. Si tenemos suerte y nos leen, lo que tendremos será un puñado de individuos desperdigados por medio mundo que puede estén convencidos por tu brillante argumento, pero que no tendrán ganas de hacer gran cosa aparte de dejar un comentario. Si la idea es crear trolls en la red quizás eso baste, pero si pedimos movilización social, la mayoría de lectores mirarán por la ventana, pensarán que en su pueblo están más sólos que la una, y se quedarán en casa.

El primer paso, por lo tanto, no es proclamar la buena nueva – el primer paso es conocer a gente. Un organizador no empieza con un mensaje, sino con una conversación; la idea es buscar a otros (sean individuos o grupos) que quieran hacer algo. Cuando tu idea es algo relativamente normal (salvar un bosque, digamos) buscar un grupo de gente preocupada y buscar apoyos de otros grupos es algo relativamente sencillo. Si la idea es más obtusa o más ambiciosa (que se atiendan las demandas de los jóvenes) siempre será cuestión de ser un poco más creativo.

En ambos casos, sin embargo, organizar tiene poco de tecnología y redes sociales desencadenadas, y mucho de llamar por teléfono a montones de gente, escribir montones de correos electrónicos y encontrarte con hordas de tipos que no conoces de nada. Internet, la tecnología, es una ayuda tremenda en el sentido que hace muchísimo más fácil comunicarse,  pero la clave sigue siendo las horas de contactos y conversaciones y no tanto la maquinita que utilizamos. Este es uno de los motivos, por cierto, por los que soy un organizador bastante mediocre- esto de buscar a desconocidos y pedirles que me hagan caso se me da bastante mal en el mundo real. No es algo difícil, pero no todo el mundo sabe hacerlo bien.

¿Qué narices le decimos a toda esta gente? Depende. Mi estrategia favorita (recordad, no soy un genio en esto) es empezar intentando montar un acto o evento moderadamente ambicioso y no demasiado conflictivo. Por aquí Connecticut (que es un estado tamaño sello) montábamos debates de candidatos para el senado y cámara de representantes estatal – es una buena excusa. En España se podrían intentar traer un político a un coloquio, organizar una visita al parlamento autonómico, montar un acto con cierto tirón mediático o alguna protesta creativa (visita de falsos banqueros y marqueses al parlamento, o un desfile de los tapones estrella de la generación tapón – algo así). Es mejor empezar con algo que contribuya a crear una coalición con todos implicados, y que de allí surjan ideas – recordad, empezamos con una conversación; el origen de toda revolución está en un grupo de colegas pillando una taja en un bar.

De acuerdo, tenemos un grupo de gente más o menos motivada que ha montado un par de cosas, tiene una agenda, y… ¿ahora qué? La idea, por descontado, es no quedarse ahí, sino seguir avanzando. Nuestro pequeño movimiento social, con suerte, no es algo nacido del vacio; es hora de empezar a buscar a gente parecida en otros sitios. Cuando comentaba que poner una página en internet era perder el tiempo no era del todo preciso – no es una herramienta (demasiado) útil para movilizar a gran escala, pero es increíblemente eficiente para coordinarse y compartir ideas con otros grupos fuera de tu radio de acción.

Pero sobre eso hablaremos en la siguiente entrega, si hay interés y ganas. Queda hablar de mensajes, cómo coordinarse, qué podemos hacer para ser más efectivos, qué clase de movilización social es más influyente (nota: a veces menos es más – ya veremos) y por qué no me tenéis que hacer demasiado caso ya que de hecho ni siquiera vivo en España.

La pregunta es, ¿queréis más?


26 comentarios

  1. Ian Curtis dice:

    Yo creo que lo de gurú te lo estás creyendo claramente jaja

  2. trimegisto dice:

    Por partes:

    Espero que no te ofenda, Roger, pero se nota que que tienes buena intención al poner encima de la mesa este tema 😛

    He releido los comentarios del anterior post y si, es soprendente la cantidad y la rabia que destilan y ahora, cinismos a un lado, tambien en varios de ellos se percibe uno de los problemas de fondo que tenemos los activistas para movilizar a la gente. Algunas reflexiones de por que y como superarlo.

    En primer lugar, luchamos contra la conviccion, muy arraigada en mucha gente, de que no se consigue nada. Esto es sencillamente falso, pero la mayor parte de la poblacion habla de lo que conoce o de lo que espera y en su vida no han visto manifestaciones, en primera persona, que funcionen, o han visto protestas sin motivo o con argumentos poco claros (cuanto menos). Quiza yo he tenido suerte, tanto participando de movimientos que han conseguido exitos (movimiento LGTB) como en actividades de otros, pero aunque evidentemente es muy dificil arrastrar a la gente y movlizarla, se puede. Cuando participas en la organizacion de una mani que arrastra 20000 personas o asistes a un parlamento a la aprobacion de una ley historica (matrimonio en España), ves que potencia tienen los movimientos sociales.

    En segundo lugar, de protestar, la protesta no se puede articular en funcion de que «nos falta trabajo». Como alguien apuntó, no se puede pedir que se genere algo que nadie sabe como generar. Pero seguro que si hay reivindicaciones, claras, contundentes, e implementables legalmente, que se pueden reivindicar, que vayan en la linea de abrir el mercado laboral a los jovenes. En esto hay que tener mucho cuidado: han de ser reivindicaciones sencillas y fácilmente percibibles por el colectivo como beneficiosas, hay que huir de «el sistema es malo» y cosas asi. Un ejemplo (a vuela pluma) seria pedir la transformacion de los contratos temporales en jóvenes a indefinidos, la obligatoriedad de contratar un % de jóvenes en las empresas o algo similar, habria que pensarlo. Pero tiene que ser claro y dicotómico, no puede aceptar terminos medios: ser o no ser. Los terminos tienen que plantearse como batallas, claros y contundentes, pero tambien posibles, en positivo y constructivos. Esto es algo en lo que fallan la mayor
    parte de movimientos sociales, ej: Bolonia (mensaje en negativo y que no proponia alternativas claras). O el sindicalismo actual que muchas veces, por responsabilidad institucional, pierde llegada a la poblacion al participar en negociaciones.

    En tercer lugar, insisto. ES cierto que nuestra generacion ha sido cuidadosamente desmovilizada, principalmente, por las alternativas de ocio y consumo, que han apartado a nuestra generacion de la politica y el activismo. La gente que tiene como objetivo vital comprarse el siguiente par de zapatillas y que jamas han participado en movimientos sociales o politica son, con razon, inmovilista, pues piensan que nada puede funcionar. De ahi mi critica inicial a la xbox+botellon+Seriesyonkis. Para movilizar a toda esta gente, lo que funciona es buscar elementos comunes, indentitarios, que nos unan a todos. HAblar de «generacion» «x» (inventemonos una marca chula), buscar elementos culturales alrededor de los que construir un discurso, generemos una explicacion de por que estamos como estamos y propongamos una solucion, discursivamente, en la que las personas puedan participar, haciendo algo, aunque sea poco. Y seamos ambiciosos.

    Cuarto, no creo que internet funcione como herramienta de generacion de l movimiento social. En mi experiencia, inet es un lugar lleno de discursos y de opiniones y, por tanto, donde es muy facil trollear, decir «eso no se puede», «eso es una mierda» y un largo etc. Solo la construccion de algo real, en la calle, que no dependa de las opiniones de los trolls, puede lograr lanzar algo. Y si, al final se requiere un grupo de gente que se implique y se mueva. Lo ideal seria que las juventudes de algun partido/asociaciones de estudiantes/Consejos de la juventud/ juventudes de un sindicato tomasen la inciativa y que la gente se implicase con ellos. En la practica, esas estructuras suelen estar ya tomadas o generan desconfianza. No veo yo a ni a JS liderando una critica al gobierno ni a la gente apuntandose a una actividad de JS masivamente. Lo mismo para los «frentes de masas» de los señores comunistas o Troskistas como el SE o las «asambleas» absolutamente espontaneas (jajaja) antibolonia. De hacerse algo,
    habria, pienso yo, que crear algo nuevo de cero, con todo lo que ello implica, y habria que tener cuidado en no estar escorados ideologicamente (excesivamente) hacia ningun lado, mas alla del cambio. Otro de los fallos del movimiento anti bolonia era, precisamente, ese: o eras alternativo antisistema o no cabias en el asunto.

    Mi recomendacion? 4 o 5 personas, que se vean fisicamente, que esten de acuerdo, que se muevan bien (contactos y recursos), y a ser posible de diferentes tendencias politicas (ya seria la leche) pueden generar una base, un nombre, una marca, un protodiscurso y unas revindicaciones. De ahi, intentar que las organizaciones existentes apoyen pero que no fagociten el movimento social naciente.

    Por poderse se puede. Si prende la mecha, la energia generada haria el resto y estariamos ante una reaccion en cadena, pero hay que echarle horas y curro. Pero se puede. Se que si no lo has visto en primera persona no te lo vas a creer pero yo lo he visto y se puede.

    ¡un saludin!

  3. Marc Fargas dice:

    «el origen de toda revolución está en un grupo de colegas pillando una taja en un bar.»

    Ahí está el problema, hoy en día, ese colectivo concreto pilla la taja en una acera/playa/monte, pero la pilla hasta tal punto que ya no pueden revolucionarse (en ese punto ya no dan ni para atarse los zapatos). De ahí que las autoridades sean tan permisivas con el Botellón: ¡mientras beben no se revolucionan!

    Fuera coñas: QUEREMOS MÁS!!! Aunque solo sea para hacerte escribir un poco 😛

  4. citoyen dice:

    Sé que esto os va a parecer una estupidez, peroyo el grueso del problema lo veo en una falta de agenda.

    Desde donde yo recuerdo, todas las protestas estudiantiles´/jóvenes han sido por estupideces o con propuestas vagas, absurdas o simplemente inexistentes. Desde las manifestaciones «por una vivienda digna» (cuál era la agenda de esa gente?) hasta el rollo antibolonia (cielos! van a poner la universidad al servicio del mercado,… ¡laboral!) hasta lo de manifestarse «contra la precariedad laboral». No sé, qué va a ser lo próximo, manifestarse contra el SIDA¿? Hasta dónde yo sé, uno se manifiesta para que las autoridades hagan algo que pueden hacer, no para que quede claro lo mal que lo está uno pasando.

  5. Jose R. dice:

    Citoyen, las manis «por lo mal que uno lo está pasando» suelen ser el germen para ir a por cosas más concretas. La cuestión es que para llegar a una fase de madurez en el mensaje y de evolución de los que organizan estos saraos se requiere compromisos que van más allá de los 2 meses que dura el cipostio juvenil de turno. Y ese es el problema, es difícil que la peña esté movilizada por algo (no quiere decir en la puta calle pero sí comprometida) durante algo que dure más de un par de semanas o dos meses si me apuras.

    Es de «esto es una mierda» cuando puedes pasar a «este trozo de mierda me lo está dando este de al lado y voy a obligarle a quedeje de dármelo» que consigues concretar algo más. Lo de la vivienda digna creo que es lo que más se parece a un movimiento de algo más duración y con una agenda concreta.

  6. Basilio dice:

    Me encantan los tags de esta entrada.
    He dicho.

  7. Cristina dice:

    Queremos mas 🙂

  8. trimegisto dice:

    Jose y Citoyen a ver. En efecto, Citoyen tien razon en que faltan reivindicaciones concreta y claras, pero Jose tiene razon en que la protesta por la situacion es un primer paso o incluso es necesaria en general.

    Por ejemplo, todos los años se protesta el 1 de diciembre contra el SIDA, con concentraciones y actos de todo tipo, para recordar que el problema esta vivo todavia. Esto no quita que CESIDA, por ejemplo, tenga reivindicaciones muy concretas y claras (ej, pago de las operaciones de lipodistrofia).

    La cuestion, analizandola desde el punto de vista estrategico, es que un movimietno social tiene mucha mas llegada y arranque cuanto mas facil es de explicar su reivindicacion, pero se sostiene en el tiempo cuanto mas coherente y practicable es la solucion que proponen.

    Lo que conozco de 1ª mano, el matrimonio para todos, es un ejemplo de reivindicacion que ejerce de poderoso banderin de enganche (todo el colectivo LGTB y gran parte de las personas no LGTB estaban de acuerdo) y no solo eso, la revindicacion no es una marcianada o algo impracticable. ES algo que se puede aprobar en el parlamento, algo razonable, que se puede explicar discursivamente sin falacias, algo que puede aunar defensa de valores con la logica. Encontrar una reivindicacion expresada de manera clara asi, no es facil. El colectivo LGTB, siguiendo con el ejemplo, tiene un monton de desiguadades, pero no se hacen visibles ni se pueden solucionar con una ley facilmente.

    Con el tema del emplejo juvenil, igual. Hay que encontrar, estrategicamente, la reivindicacion concreta, la exigencia, practicable, util, razonable y explicable en una frase. Una frase. Si la gente de la calle no puede entenderla a la primera, no tendra exito.

    Asi pues, lo dicho. Reinvindicaciones con tiron emotivo pero solidez argumental, que arranquen y se mantengan. No es facil, pero creo que hay base de gente que lo apoyaria.

  9. patito dice:

    ¿Y porqué los jóvenes? ¿Que coño tienen los jóvenes para recibir un trato especial?

    El hecho es que los que están empleados actualmente, a pesar de su supuestamente baja productividad, se bastan para atender el consumo de la sociedad española.

    Nos predican sin cesar que el futuro está en la competitividad y en aumentar la productividad, es decir será necesaria aún menos gente.

    ¿Me queréis aclarar a quien concretamente hay que poner en la calle para dar empleo a los jóvenes?

  10. […] y aunar esfuerzos entre gente que ya tiene ganas de hacer cosas y de moverse por una causa. ¡Leed a Egocrata, maldita sea! Categorias: Haciendo amigos, creando redes – Madrid – Partido Socialista Obrero Español (PSOE) […]

  11. asmodeus dice:

    Al margen de la archicomentada dualidad del mercado laboral español, si el volumen total de trabajos ofertados está actualmente muy por debajo de la demanda, si el problema es esencialmente económico, estructural… ¿qué solucionaría que los jóvenes manifestaran a gritos y de forma visible su descontento? Es más, ¿la baja ocupación de los jóvenes es realmente el problema más grave del desempleo? Sí, a largo plazo quizás se notará una falta de profesionalidad en varios sectores, pero ¿ahora mismo es lo prioritario?

    Vale que son los principales perjudicados en cuanto colectivo en porcentaje de parados, pero no creo que sean los principales perjudicados (con excepciones, claro) en cuanto a la gravedad de las consecuencias que les suponga una situación de desempleo. El porcentaje de parados mayores de 40 es bastante menor, pero intuyo que una situación de desempleo a esas edades tiene mucho peores consecuencias, e incluso peor solución a medio plazo (Otra vez con excepciones). Igual barro para casa, que con 35 ya empiezo a ir viendo las orejas al lobo.

    En cuanto a lo de en base a qué articular la posible movilización, yo sigo sin verlo nada claro, de verdad que no se me ocurre «la reivindicacion concreta, la exigencia, practicable, útil, razonable y explicable en una frase», como dice trimegisto más arriba. No digo que no exista, sólo que a mi no se me ocurre ninguna.

    Y bueno, no me resisto a soltar la demagogia barata basada en la experiencia personal: hay mucho acomodado a esas edades, pero mucho. Yo con veinte, en plena crisis del 93-95, me emancipé con una mano delante y otra detrás, y me tocó tragar con muchos infratrabajos para poder comer todos los días y pagarme una habitación donde dormir. Me río yo de lo que ahora entienden por explotación. Trabajos que no veo yo aceptando ni de coña a muchos veinteañeros de ahora. Pero con esfuerzo, constancia y esa cosa que los ancianos llamaban sacrificio, o algo así, se puede llegar ser un profesional en empleos cualificados. De programador, por ejemplo.

    Yo lo hice, otros lo hicieron, ellos también lo pueden hacer. Con menos dificultades, de hecho. Quizás la situación actual es peor ahora que hace 15 años, y tiene mala pinta a largo plazo, pero las circunstancias personales en general (otra vez más con excepciones, claro) de veinteañeros actuales no son para nada malas: la mayoría tienen cubiertas sus necesidades básicas, eso ya es un colchón cojonudo del que partir y que amortigua cualquier posible caída. Pero claro, ¿qué diría la buenorra de Martita si me ve limpiando los baños del Carrefour un sábado por la noche cuando va al cine con sus amigas? El problema de emanciparse a los veintitantos no es que sea imposible, que no lo es ni de lejos, es que si lo haces inmediatamente bajas de categoría social, y eso no gusta. Igual el problema es más de mentalidad general que de otra cosa.

    Vaya rollo que he soltado :S

  12. Lole dice:

    Coincido más o menos con Asmodeus.
    Si no recuerdo mal (y corregidme, por favor, si hace falta), en la crisis de los 90 paso más o menos lo mismo: tasas muy altas de paro que afectaron especialmente a los más jóvenes. Y entonces el mercado ya era dual.
    ¿No sería recomendable para tener una mejor visión del asunto analizar primero cómo discurrieron las cosas entonces? Porque tampoco hubo movilización.
    ¿Es la que padeció aquella crisis la generación Tapón de la que ahora padece la actual?
    ¿Se repite la historia?

  13. Burke dice:

    Volvemos alo de antes.

    No le deis más vueltas, esto no es como pedir que se legalice el matrimonio homosexual, eso es algo que puede entender hasta el más retarded, matrimonio homosexual, sí o no, opine, hoyga.

    Hacer una reivindicación en este aspecto es sencillo, hay una minoría organizada ya previamente y tiene la suficiente cohesión como para funcionar como lobby. Además plantean algo sencillo, la gente puede estar o no de acuerdo, pero todo el mundo lo comprende y puede posicionarse.

    Los jóvenes ni son una minoría organizada, ni tienen capacidad de presión (un 40% de paro y un 50% de trabajos de mala calidad tampoco permiter invertir mucho tiempo o dinero en organizar nada), ni el mensaje es sencillo.

    No puedes ir por ahí hablando del paro como un problema de mal funcionamiento del mercado laboral o de un marco institucional equivocado, porque no te hace caso ni dios la gente en general no lo entiende, los interesados incluídos (por no hablar de que un porcentaje significativo va a tener unos sesgos ideológicos respecto al tema que no vienen al caso) y los que lo entiendan probablemente tengan la suficiente formación como para estar deseando pasar a tener un contrato fijo y esperar que la barrera de entrada que supone eso le aleje de la horda de temporales que quieren ocupar ese puesto.

    Por no hablar de otros grupos, estos sí, bien organizados y con capacidad de presión, básicamente los que articulan la defensa de sus intereses a través de los sindicatos contra los que es inútil hacer nada, los jóvenes, por muy organizados que estén, no van a poder echarle un pulso a los trabajadores de mediana edad y empleo fijo (que verían amenazada su posición con este tipo de reformas), porque esos sí que hacen fuerza electoral, sindical, económica, etc.

  14. Ian Curtis dice:

    No, por Dios, no te metas con los sindicatos, que viene José R.!!

    Por cierto, ahora que me viene a la mente: en inglés ya se tiene que decir unions, porque no quiero decir a qué suena syndicates….

  15. d dice:

    Lo de la generación tapón podría ser un buén banderín de enganche. Desde el momento en que hay contratos temporales la protección a los empleados fijos es a costa de los temporales. Todos sabemos que hay gente improductiva a quién nunca van a echar por haber acumulado una indemnización; en esencia viven de las rentas. Claro que también hay lo opuesto. Se podría exigir la abolición o limitación de los contratos temporales, o que los temporales tengan representación en los sindicatos y una serie de derechos que no tienen. También habria que exigir que se obligue a que los becarios coticen a las SS. Perseguir a los falsos autónomos, etc…

  16. nada dice:

    Exagerando un poco, el síndrome del animal doméstico.
    Sus llamamientos al levantamiento juvenil, no es más que visión ebria de la situación. Pues, según creo recordar en esta crisis pudimos ver cosas como para montar una revolución, sin llegar a ser violenta si con cierto movimientos. ¿Jóvenes dice? Lamentable, ¿acaso los padres y familiares no son solidarios para con sus hijos, nietos…?
    ¿Se acuerda del socialismo para ricos y pena capital para el resto?
    Parece olvidar los privilegios de los bancos, crear dinero y obligaciones de la nada. Sometiendo al sistema a su dinámica de explotación. Inflación, …, etc.

    ¿Ha visto usted gente quemando bancos y persiguiendo políticos? No , ¿por qué?
    Por la misma razón que muchos jóvenes, y no tan jóvenes no toman cartas en el asunto. Están/estamos siendo estafados a través de la ignorancia.

    «Es bien sabido que la gente del país no entiende nuestro sistema bancario y monetario porque si lo hicieran creo que habría una revolución antes de pasado mañana.». Henry Ford.

    “El banco se beneficia del interés de todos los dineros que él crea de la nada.” – William Paterson, fundador del Banco de Inglaterra, 1694.

    Friedrich A. von Hayek
    «Mientras más planifica el estado más difícil le resulta a los individuos planificar»

    Thomas Jefferson
    «Donde la prensa es libre, y todo hombre es capaz de leer, todo está salvado».

    Abraham Lincoln
    «Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento».

  17. Adrián dice:

    Buah, ya tienes comentaristas que citan a Hayek y todo, qué pasada =)

    Sí, queremos más. Me temo que nunca lo pondré en práctica, porque yo soy uno de esos jóvenes a los que el paro juvenil español no le va a afectar (básicamente, porque ya tengo asumido el exilio a países con mejores perspectivas), pero sigue siendo interesante.

    Hoy, en Bricomanía: fabrica tu propia revolución desde cero.

  18. Franesco dice:

    Gracias por las ideas que me han generado tu post. Alguna de ellas me servirá para nuestra e-CAMPAÑA en el PSM.

    http://mesabemal.blogia.com/2010/081501-la-e-campana-de-las-primarias-del-psm.php

    Saludos.

  19. […] de organizar, no hay coaliciones naturales, la agenda es una pesadilla de vender y básicamente no llegaremos a ninguna parte. Por otro, tenemos aquellos que dicen que manifestarse es básicamente un camino sin salida, ya que […]

  20. […] Movilización social 101 (I) http://www.lorem-ipsum.es/blogs/materiasgrises/2010/08/movilizacion…  por elhombrepancho el 17:37 UTC publicado el 17:37 UTC […]

  21. garlocuyo dice:

    Tenemos un problema muy grande que es la ignorancia política de los jóvenes. Les da igual TODO, desde los cambios en la enseñanza al cierre de bares, desde el recorte de las becas a las mafias de las puertas de las discotecas… Si esas cosas no les importan, que sos asuntos que les «afectan» directamente -al menos en su vida resuelta y cómoda de estudiante-, ¿cómo vamos a esperar que se muevan por el aumento del IRPF o por el consentimiento de nuestras autoridades -cuando no la aquiescencia de los ayuntamientos- de las prácticas especulativas que ponen el precio de la vivienda por las nubes, haciéndola inalcanzable para nuestras generaciones y provocando que España sea de los países del mundo con la natalidad más baja? Pero no, sigue habiendo fútbol todas las semanas, seguimos tragando la mierda que ponen en la tele por las tardes, mientras personajes impresentables salidos de lo más bajuno e inculto de nuestra sociedad se hacen de oro haciendo el payaso. Si eso no provoca una
    indignación generalizada que sirva de catalizador del inconformismo imprescindible para empezar a mover las cosas, ¿qué puede hacerlo? Se necesita en primer lugar una campaña de desintoxicación mediática, para erradicar la confusión inconsciente que han creado entre falsos conflictos culturales y/o territoriales, artificiosamente creados, bochornosos espectáculos deportivos y/o del lumpen mediático y declaraciones vacías y policorrectictas de nuestros políticos. Tienen entretenido al populacho. Pan y circo.
    En fin, se necesita unidad, espíritu crítico, inteligencia, y ganas de cambio a mejor, basado todo ello en la creencia de que realmente podemos cambiar el estatus actual. Para empezar coincido con los mensajes anteriores en qué es necesario ponerse de acuerdo en ¿por dónde empezamos? Lo cual no es incompatible con un mensaje general subyacente y que «identifique» como marca al colectivo, al movimiento o a lo que sea. De nada sirve, por ejemplo, manifestarse «por la vivienda digna» en lugar de hacerlo en todo el país exigiendo medidas CONCRETAS con las que empezar: impuesto a casas vacías, ayudas para la rehabilitación, sanciones para los que poseen viviendas históricas en los centros de las ciudades y que prefieren dejarlas que se caigan para construir unifamiliares, etc.
    ¿Cómo le damos forma a todo esto?

  22. garlocuyo dice:

    ¿por qué «desaparecen» algunos comentarios?

  23. Roger Senserrich dice:

    No desaparecen, es el filtro de moderación – es un poco demasiado estricto a veces. Normalmente lo veo rápido y lo apruebo según llega, pero hoy estaba en la carretera todo el día. Siento el retraso.

  24. […] problema concreto sobre el que se puede generar una narrativa con una importante carga emocional y articulada en torno a un objetivo claro pero no excesivamente […]

  25. […] problema concreto sobre el que se puede generar una narrativa con una importante carga emocional y articulada en torno a un objetivo claro pero no excesivamente […]

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