Estados Unidos es de los pocos países del mundo (el otro es Francia) en que el patriotismo no es visto con ciertos reparos. Los americanos no tienen el horrible sentido de culpa de los alemanes, el regionalismo belga o italiano o el sentido de estar haciendo el ridículo de los británicos. El patriotismo forma parte del discurso cívico, de la misma vida política americana.

Eso no quiere decir, sin embargo, que el patriotismo americano sea algo uniforme o monolítico. Dentro de las proclamas americanas de amor al terruño hay una cierta tensión, un cierto conflicto entre dos ideas de lo que los americanos consideran ser patriótico. La división sigue vágamente el contorno de liberales / progresistas y conservadores desde el punto de vista político, pero no en un sentido estricto; las dos visiones están representadas en ambos partidos, a veces de forma un tanto esquizofrénica. Ambos tienen cierto parecido con la idea de patriotismo constitucional que he mencionado alguna vez, pero con importantes matices.

El patriotismo «liberal» americano ve la historia de Estados Unidos como un camino, un avance constante hacia algo mejor. La revolución americana, la guerra de indepencia, la constitución, el Bill of Rights, todo ello son grandes saltos adelante, gestas de una América que es el faro que ilumina al mundo desde la colina, marcando el sendero. La Guerra Civil y el final de la esclavitud, la Sociedad de Naciones, el New Deal, la victoria contra los nazis y la URSS, todo ello son hitos en este camino hacia un futuro mejor.

Los «liberales» (repito, no es una distinción perfecta) parten de la idea implícita que Estados Unidos no es perfecto. Saben que América comete errores, y que el avance nunca será fácil o inmediato. El verdadero patriotismo, para ellos, es trabajar en conseguir a more perfect union, una frase recurrente en discursos y proclamas en la historia política americana: un país cada vez mejor, guía incansable para el resto del mundo.

El patriotismo «conservador» tiene un punto de partida bastante distinto: los ideales de los padres fundadores son la verdadera esencia de Estados Unidos, y lo que hacen este país único. Life, liberty and the pursuit of happiness (vida, libertad y búsqueda de la felicidad) son las bases del sueño americano, lo que realmente les distingue del mundo y convierte en guía. América debe buscar de forma incesante como profundizar el sueño de los fundadores, siendo el foco de libertad en el mundo.

Para los conservadores, la constitución es a veces poco menos que la verdad divina revelada (el idiota de Glenn Beck, de hecho, defiende esa postura), el texto que es base de la fortaleza del país. Los ideales constitucionales han hecho de Estados Unidos el país más rico, justo y poderoso de la tierra. El verdadero patriotismo es defenderla, y exportar esos ideales – a veces al estilo napoleónico.

En la política americana uno encuentra los dos patriotismos en los dos partidos, aunque a veces se mezclen. Reagan era conservador, pero su retórica a veces cruzaba al otro lado; Clinton era liberal, pero normalmente no hablaba con este sentido de progreso inevitable. Las dos ideas no son estrictamente contradictorias, pero tienen un cierto conflicto latente – y la política americana, en gran medida, es la historia de estas dos visiones.

Este fin de semana en España hemos visto la enésima repetición de nuestros conflictos identitarios de siempre en la manifestación del sábado. El nacionalismo catalán hablaba de patriotismo, aunque viniendo de un lugar completamente distinto que lo descrito arriba: Cataluña no es un camino o una idea, sino un sentimiento. La protesta no fue sobre el contenido estricto de la sentencia del Constitucional (sentencia que, insisto, objetivamente no cambia prácticamente nada), sino sobre la sensación que a los catalanes, como colectivo, no los respetan.

Mi problema con el nacionalismo catalán estos días no es que pidan más competencias o quieran ser independientes; mi problema es por qué piden estas cosas. El tener un poder judicial semidependiente tiene un efecto básicamente nulo sobre la vida del 99% de los catalanes; que eso sea «la voluntad de Cataluña» es secundario, si no me explican qué narices buscan con ello.

Esto, sin embargo, es algo menor comparado con el problema de fondo – España realmente no sabe lo que hace. Los catalanes nunca no han oído de Madrid qué quieren ser de mayor; el discurso imperante se ha movido entre las vagas promesas de «Federalismo» (a efectos prácticos, es como decir «concierto de arpa») o una especie de Gran España en que nadie se discute con nadie y las autonomías son una especie de accidente histórico. El cabreo periférico tiene (bastante) irracionalismo, pero no está del todo injustificado; los catalanes estamos en España, estupendo, pero nadie nunca se ha dignado a explicarnos a qué coño jugamos.

Si fuera cosa mía (y la verdad, hacer psicoterapia nacional no es realmente algo que creo sea demasiado importante, con un 20% de paro), yo del PSOE intentaría adoptar de forma decidida algo parecido al patriotismo liberal americano, con retoques consirables. España no es realmente un sitio que podamos justificar nuestra existencia a base de identidades, porque la verdad, no tenemos una (y soy catalán, corcho), pero sí podemos hablar de progreso, avance, de construir un país mejor construyendo sobre el punto de partida de la transición.

Por descontado, no pocos nacionalistas catalanes los enviarán a la mierda igual – al fin y al cabo, hay gente que se mueve por otras idea. Pero catalanes y vascos tendrán, por una vez, una explicación sobre por qué queremos que sigan en esta cada de locos. Aunque sea para ganar mundiales(*), vamos. Eso sería un primer paso.

(*): Nota de rivalidad regional: cuando en la selección Clemente se llevaba montones de vascos, no ganábamos una mierda. Cuando llenamos la selección de catalanes (sean nativos o «postizos» salidos de la Masia), entonces sí que ganamos cosas. ¿Queda claro qué región es la locomotora de España?. Vale. Ahí queda.


36 comentarios

  1. Alex dice:

    Estados Unidos es de los pocos países del mundo (el otro es Francia) en que el patriotismo no es visto con ciertos reparos.

    China! ¿O no cuenta? ¿Y Argentina o México no cuentan? Yo es por dar ideas 🙂

  2. Y Austria, donde no conocen el sentimiento de culpa… los tíos…

  3. Cristina dice:

    Otros patriotas, los noruegos, el dia nacional se vuelven completamente locos e inundan todo de banderitas (aunque el resto del anyo tp es raro verlas), y desfiles, y y y… Son 4 gatos pero ese dia parecen muchos mas… 😛

  4. citoyen dice:

    Lo de Francia es bastante discutible, compa.

  5. Marc Fargas dice:

    «Mi problema con el nacionalismo catalán estos días (…) no me explican qué narices buscan con ello.»

    Bueno, si tazas una hoja de ruta hacia la independencia supongo que en algún punto del camino pondrás «aumentar el auto gobierno, recuperando competencias de Estado» vendría a ser un «allanar el camino para hacer más sencilla la proclamación de un Estado independiente». Vamos, digo yo. ¿No es eso lo que hacía Pujol? ir recuperando las competencias una a una y poco a poco.

    Para mi el fallo ha sido intentar ganar más auto gobierno a golpe de Estatut y haciendo ruido. Había que hacerlo con sigilo para que nadie proteste, vamos, como se ha ido haciendo siempre.

  6. Lole dice:

    «La protesta no fue sobre el contenido estricto de la sentencia del Constitucional (sentencia que, insisto, objetivamente no cambia prácticamente nada), sino sobre la sensación que a los catalanes, como colectivo, no los respetan.»

    Eso huele a victimismo. El texto revisado por el TC fue cocinado en el parlamento catalán. Si no fueron capaces de redactarlo (por completo) conforme a la Constitución, que luego no se quejen.

  7. Lole dice:

    Por cierto Roger: la publicidad que tienes en el margen derecho del blog ¿la escogiste tú?

  8. Roger Senserrich dice:

    Es Google Ads – es automática. Si ves cosas raras, es culpa tuya :-P.

  9. Berengario dice:

    Para construir un «país» mejor, sacrificando intereses «particulares» en nombre de los «generales» y aprovechando «nuestras» bondades, habrá que instalar en el consciente prepolítico (o simplemente ideológico) las nociones que permitan identificarse con ese conjunto y no con cualesquiera otros. Sí, ya sé: el statu quo, pero ¿el nacionalismo liberal progresista no se basa justamente en romperlo?

  10. Rodaimos dice:

    Estoy bastante de acuerdo con tu entrada. El problema es que aquí tenemos «nacionalismo», no «patriotismo». Es el «no queremos ser españoles», o «España no debe fracturarse», y cosas así que en definitiva no tienen ningún impacto real en la vida de lla gente a parte del tema lingüístico. Para mi algo que no tiene ningún impacto sobre la forma de vida de la población y sin embargo cabrea y enfrenta a la gente es algo que sigo sin entender. Y eso que yo también soy catalán. Pero no lo entiendo. A veces pienso que es como si me faltara una mano o algo así, que me impide ponerme en el lugar de los nacionalistas :/

  11. Rosa Sogues dice:

    Pues ya estoy aqui; mira Roger si no ho vols entendra és què tens un problema.La manifestació és un CABREO GENERAL PER TOT i nosaltres,què sempra ..sempra em estat moderats ja estem fins els nasos.Tienes como siempre las entradas de que vamos de víctimas y que no hacemos las cosas bien ,jolines que políticos mas tontos que tenemos.Tu Padre dice que no sabes hacer números «con el dinero que hemos gastado en colegios «vamos haber ,900 autocares con 60 plazas son 54.000 mil ,el resto pues eso que no sabes hacer números.Molta… molta gent , molta més de 10 camps del Barça.

  12. Lole dice:

    «Es Google Ads – es automática. Si ves cosas raras, es culpa tuya :-P»

    Hombre, que sí te creo. Pero me hace gracia que aleatoriamente te hayan asignado esa publicidad. Ni hecho a posta para joder.

  13. Roger Senserrich dice:

    Rosa:

    1. A l’article no entro ni surto en el números de la manifestació.

    2. L´article no va sobre victimisme, sino como Madrid ha sigut incapaç de donar mai un bon motiu als catalans per quedar-se, més ellà de jugar contra el Madrid dos cops a l´any a la lliga. El debat és un altra.

  14. Rosa Sogues dice:

    D’acord ,no tinguem un problema familiar;carai què contundent.

  15. Ian Curtis dice:

    Motivo para quedarse? Hay que ir dando a todo el mundo un motivo para quedarse, para que se sientan queridos? A los riojanos también? A los de Lugo? Y a los de mi calle también? Mira que si los de mi calle estimamos que no se nos respeta…

    Tu Padre dice que no sabes hacer números “con el dinero que hemos gastado en colegios “
    Mítico.

  16. perico dice:

    ¿A qué viene lo de Clemente?

    ¿A que Puyol metió un gol de “raza” como decían por ahí?

    ¿Es el Barça la locomotora de España?

    Así nos va

  17. Roger Senserrich dice:

    Alguien no tiene sentido del humor, veo…

  18. Ian Curtis dice:

    A qué viene, eh!!? Eh! Eh? Dilo!! jeje

    PS: A qué!!!

  19. Rubia de Bote dice:

    Como madrileña casada con catalana y con cinco años de residencia en Barcelona, aunque hace años ya que volví; querría hacer algunas puntualizaciones probablemente erróneas, de las cuales seré yo responsable en exclusiva y en cualquier caso será mi opinión personal (ventajas de ser de una región donde se da por supuesto que si dos personas piensan lo mismo, es que al menos una de ellas es idiota).

    1: Madrid es una ciudad. No va a dar respuesta alguna porque no tiene boquita, sino calles, casas, flores, boñiguitas…esas cosas de las ciudades. No sirve que ahora alguien diga que los catalanes tienen costumbre de llamar a sí al gobierno democrático que tanto trabajo y unos cuantos muertos nos costó conseguir a los españoles demócratas. Uno puede tener en su casa el capricho de llamar «fémur» al cúbito, pero si se lo rompe, mejor será que el médico oiga llamar a las cosas por su nombre. Huele a que alguien quiere desentenderse de responsabilidades para lanzarse a la desestabilización de las instituciones democráticas.

    2. El gobierno decide algunas cosas, no otras. Esto es de Perogrullo, pero es lo que hay. El gobierno actual, como casi todos desde hace muchos años, es un gobierno de coalición condicionado (demasiado condicionado) por los nacionalistas y sus decisiones son consensuadas en beneficio de Cataluña y claro perjuicio de otras regiones. Que eso no salga en los periódicos catalanes no es responsabilidad del resto de los españoles, porque es muy obvio. La composición del TC también es responsabilidad conjunta. Que la reforma del Senado (no sabemos si podría haberse hecho la cosa de otra manera de ser funcional el Senado) lleve años paralizada por los partidos catalanes también tiene algún responsable que no es el demonio Madrid, ni la pérfida Andalucía, ni la malvada Extremadura.

    3. No suele verse entre las gentes de Madrid que se le diga a los adultos qué tienen que hacer con su vida y en qué cosas tienen que creer. Eso se lo dicen a los niños sus papás. A los adultos se les exige responsabilidad. Por eso se les llama adultos y se les mete en la cárcel o se les multa si se saltan la ley a la torera. Si no te gusta la ley, dice la democracia, cámbiala, pero no te la saltes. Si tus propuestas no tienen mayoría y no se cambia, te jodes y te lo curras para convencer más la proxima vez que lo propongas. Mientras, entre gentes civilizadas y demócratas, la ley de todos es más sagrada que las religiones particulares. El nacionalismo, por si no lo había comentado nadie, es una religión.

    4.No hay una definición válida y universal de nacionalismo. Hay varias creencias en torno a ese concepto, ninguna muy importante, aunque todas las feroces son de derechas. Es muy grave que desde una región se quiera imponer a todo un pais un solo concepto de nación como si fuera el único posible. Que la gente se rebele no es sorprendente.

    5.»Madrid», es decir, los madrileños, no van a proponer nada en bloque. Por educación (es decir, por respeto) elemental y porque cada uno es de su padre y de su madre. En Madrid también viven catalanes. Incluso hay algún desinformado que cree que apoyar un estatuto ridículamente mal redactado y profundamente de derechas es de izquierdas.

    6. La nación española existe por dos razones fundamentales: la historia y la ley. La historia no puede cambiarse, al menos entre personas decentes y medianamente ilustradas. Ya sabemos que la ultraderecha es muy aficionada al revisionismo histórico, pero no es ni debe ser ésa nuestra postura.
    La ley, en democracia, se cambia por los métodos que prevé la propia ley. Si alguien da en pegarle voces a la oreja del león de las Cortes en lugar de redactar correctamente una propuesta de ley y, en consecuencia, no se hace caso de sus exigencias, la culpa no es de los andaluces partidarios del P.E.R., ni del anchoísta Revilla, ni de la quiosquera de Sol. La culpa es de los mismos que fueron a gritarle a la estatua del león, así que si algún catalán se cabrea por lo mal (según algunos) que ha salido lo del estatut, tendría que gritarle a Montilla y compañía y a nadie más.

    7. Por desgracia para la democracia y la economía de España, lo del estatut, debido al apoyo del cateto-ultraderechista partido PSC al cateto-derechista partido PSOE, ha salido bien para sus partidarios. Como siempre, lo pagaremos muy caro los demócratas, sobre todo los de izquierda. Eso de que se ha echado por tierra es mentira. Ha salido adelante la aberración de que una región decida cómo deben gobernarse otras 16 más dos ciudades autónomas, saltandose la ley y amenazando a instituciones del estado con una desvergüenza absoluta y una actitud de matón de barrio bajo que pone los pelos de punta. El espectáculo de la manifestación y las declaraciones de políticos es degradante para los propios catalanes. Lo único que no se ha dado por bueno es la tontadita de la «nación» y una imposición lingüística. Lo uno sería como imponer la religión X a todos los ciudadanos de España y lo otro es contrario a la declaración de los derechos humanos.

    8. Si los catalanes se reúnen libremente, en un ambiente de respeto a las opiniones de todos ( esto último, si no ha cambiado mucho esa región desde que yo me fui es imposible allí) y deciden que quieren ser una nación a partir de ahora y se ponen a tramitar esos cambios, no creo que a la gente de la calle, al menos a la que yo conozco, le importe gran cosa. Los insultos racistas, sí, como es lógico, cabrean a la gente.

    9. La democracia existe, entre otras cosas, para contrastar opiniones diferentes en parlamentos, senados, periódicos y otros sitios o instrumentos que ustedes todos conocen. Para ello, se ha llegado a la convención, entre otras convenciones, de llamar derecha a ciertas creencias y propuestas e izquierda a ciertas otras. No ayuda nada al entendimiento que en ciertas regiones se respete esa forma de llamar a las cosas y en otras se invente una terminología diferente y caprichosa. No estoy hablando de castellano o catalán o vasco o aranés, sino de que en cualquier parte del mundo al imponer ciertas cosas en nombre de la tradición, al creer que ciertas personas tiene más derecho que otras en razón de su nacimiento, a defender los privilegios de la oligarquía por encima de los derechos de los ciudadanos a prosperar, o al estar en contra del reparto de rentas extraídas a los ricos para beneficio de los más desfavorecidos, a todo eso, se le llama ser de derechas.
    En España es legal ser de derechas, es más, aunque las encuestas declaran siempre que la mayoría de los españoles son de centro-izquierda, la estupidez de los partidos políticos hace casi inviable cualquier propuesta medianamente de izquierdas. ¿A qué viene fingir que todo eso es de izquierdas? ¿qué sentido tiene que un partido teóricamente de izquierdas tenga un comportamiento tan derechoso?

    En fin, esta es mi exposición. No de la verdad, que eso es muy discutible, sino de una opinión.

  20. Josei dice:

    Topicazos y mas topicazos. Mentiras y mas mentiras. Por mi como si estas casada con una de Zimbabwe, porque eso no justifica, ni da mas derechos, ni te da la razon.

    Nadie se queja de los madrilenyos, sino del gobierno central que, casualidad de casualidades, esta en Madrid.

    Y ya lo de meter a todos los catalanes en el saco de la xenofobia y el no respeto a los demas es de traca. Pero bueno, de trolls hay para todos los colores.

    P.D.: Sigo con el teclado franchute, ergo, no hay acentos cerrados mas que en la e.

  21. Javier dice:

    Esa manía de decir que según que cosas no afectan a la gente es una estupidez, y perdonad el lenguaje. Por varios motivos:

    – La identidad de cada uno, incluida la cultural, en la que se incluye el ámbito social en el que te reconoces, ni es una estupidez ni es un capricho. Somos así, todos. Si en vez de hablar de identidad cultural hablásemos de identidad sexual, por ejemplo, nadie lo discutiría. La identidad es importante, y tan falta de respeto es cagarse en lo que eres, catalán (si es el caso), como cagarse en tus gustos, en tu forma de ver la vida o en tus apetencias sexuales. Tan insultante es lo uno como lo otro. Y sobre todo cuando quien lo hace se exhibe desde una supuesta superioridad disfrazada de «internacionalismo», «mundialismo» o simplemente españolismo.

    – Los temas que se discuten en Cataluña no son identitarios, sino políticos, en todos los sentidos. Hay algunos sobre la identidad, pero la discusión del Estatut no es identitaria, sino política, en el sentido más amplio. El Estatut es una herramienta que nos damos, un marco político, para poder progresar tanto individualmente como como sociedad. Del Estatut depende el tener una buena financiación, el tener unos servicios públicos u otros, el tener un modelo propio, que nos parezca más adecuado a las características de nuestra sociedad, en vez de un modelo común que pueden muchas veces perjudicarnos (no hay peor trato que tratar como iguales a quienes no lo son). Si los catalanes tenemos una cultura propia, unos intereses divergentes con los del conjunto del estado o una manera de hacer política propia (no sé si mejor o peor, eso es otra cuestión), pretender que seamos igual que los demás no es sólo una estupidez, sino una agresión. No se trata de ser mejores o peores que nadie, pero sí es cierto que no
    todos somos iguales, ni tenemos los mismos intereses. Si a nivel personal se hace perfectamente evidente para todos, a nivel social también debería serlo, y de hecho así lo hacemos cuando separamos España de cualquier otro ente político, como Marruecos, Francia o los USA.

    – Que alguien diga que estos temas «no interesan a la gente» es ya obsceno, teniendo en cuenta el 1.100.000 personas, según la policía (según los organizadores más), que salimos a la calle para decir BASTA el sábado pasado. Si una cuestión como el Estatut y las relaciones Cataluña-España es capaz de provocar la mayor movilización ciudadana de la historia de Cataluña, es que evidentemente interesa a los catalanes.

    – Que no hay claridad en las propuestas tampoco es cierto. España es tremendamente clara: aquí mando yo y no me toques los cojones. Sólo admite el chantage (en el parlamento) como sistema de descentralización, y tenemos estatutos vigentes desde el 79 (el vasco o el anterior catalán) que aún tienen buena parte sin cumplir, tras más de 30 años. Con respecto a la parte catalana, aquí siempre hemos hablado claro también. El problema es que la actitud pactista y concilidadora con la que se ha llevado este tema hasta ahora no sólo no es entendida por el resto del país, sino que es considerada sibilina y genera rechazo y desconfianza. Se entiende mejor el problema vasco que el catalán, por España. La pedagogía de Pujol o el desarrollo del Estatut han demostrado que unas ideas concretas que se presentaban no es que fueran claras o no, sino que eran rechazadas de plano.

    – Se está formando una propuesta claramente independentista en Cataluña, como una opción de futuro, no como una de pasado, donde se prioriza el valor de ciudadanía sobre el de nación cultural. Las consultas independentistas abren el censo a inmigrantes y mayores de 16 años sabiendo que eso perjudica el índice de participación (pues son sectores menos participativos que la media) porque creen que todos somos ciudadanos catalanes, independientemente de donde se haya nacido. El independentismo que está apareciendo ahora es una propuesta de solución a una situación literalmente kafkana (un laberinto sin salida) que cierra la puerta no ya sólo al federalismo, sino también a un autonomismo bien entendido.

    Finalmente, me gustaría decir que la resolución del TC, por mucho que sea del 5%, es devastadora para los intereses de los catalanes. A uno le pueden cortar el 5% de su cuerpo, pero si ese 5% es un brazo no es lo mismo que si es la cabeza. En el caso del Estatut, el recorte ha sido de la cabeza. Básicamente, la sentencia se puede resumir en dos conceptos:

    – Cataluña, entendida como los ciudadanos catalanes y sus instituciones, no es sujeto de derecho, y no puede participar democráticamente como tal en España. Eso invalida toda negociación/trato bilateral Cataluña-Estado.

    – Las instituciones catalanas no son estado, sino que están supeditadas a éste. Cualquier decisión del Estado está por encima de cualquier legislación propia, incluyendo el propio Estatut. Literalmente (como pone en la sentencia), en cualquier conflicto de competencias el Estado tiene la última palabra.

    Con estas dos premisas se cargan absolutamente no ya un posible federalismo, sino el mismo sistema autonómico, que queda como una mera descentralización adminstrativa en la que las automonías legislan en aquello que el Estado les deja, y que éste puede cambiar de opinión cuando le parezca. Es decir, que no hay autonomía.

    Si esta es la vía que se nos ofrece a los catalanes, cada vez tenemos más claro cuál es la salida más realista a esta situación…

  22. Francisco dice:

    Javier

    Dices que acusan de que «estos temas “no interesan a la gente”», bien, ¿en qué puntos concretos del estatut y de la sentencia (que no se habían leído el sábado) tienen discordancias el 1.100.000 de personas con el TC?

    Verás, a ese 1.100.000 el estatut, su redacción, las leyes que contiene, los cambios, las consecuencias, las controversias, los motivos, las opciones, etc.. no les importan, no les importan una mierda porque ese 1.100.000 ni se leyó el estatut en su día, ni sabe si los cambios tienen consecuencias, ni cuales, ni los motivos jurídicos o políticos.

    Todo eso se la pela, han salido porque sus políticos les han dicho que deben salir, les han dicho que «el pueblo catalán» ha sido agredido, vamos, como en «La Catedral del Mar» cuando el rey llamaba a los catalanes a defender al pueblo y se iban a por las armas, porque alguien les atacaba. Si era porque el rey de turno tenía un mosqueo con su primo rey de otro sitio daba lo mismo, uno coge las armas y sale a repartir leña.

    No digo que dentro de ese 1.100.000 no haya gente informada, digamos ¿100.000? Es mucha gente informada, en Madrid no hay 100.000 tíos informados te lo aseguro, os doy una ventaja en el dato.

    Así pues, con tus cifras y mi explicación podemos inferir que 1.000.000 de personas se manifestó sin saber porqué, que les da lo mismo el porqué y que se la pela todo pero sale a manifestarse cuando se lo dicen.

    Yo también comienzo a creer que hay una salida realista, ¿podemos opinar de como nos divorciamos o en las condiciones del divorcio también hay que respetar el «derecho a decidir» de una parte?

    No, ya, las condiciones también las poneis vosotros, los demás a respetar y callar que sabéis bien lo que hacéis y porque.

    [Comentario claramente provocador, parte del mismo o todo él puede ser una trollada sin sentido más allá de pretender, sin fortuna posiblemente, hacer ver las cosas de otro modo]

  23. Ian Curtis dice:

    Felicidades al nacionalismo catalán. Es evidente lo conseguido, a tenor de los comentarios: insuflar ignorancia supina y victimismo en las mentes de los ciudadanos de su región, que es el objetivo buscado. Llaman federalismo a confederalismo chusco, ignoran el concepto de soberanía nacional (que debe de ser algo muy facha que inventó Franco). Un cordobés se planta en su catalanismo frente al Estado (graciosísimo, porque él es Estado: es el representante del Estado en su comunidad autónoma), y un leonés pasa del tema. Bueno, no pasa, dice que lo va a arreglar. Y no sé qué es peor, que sea verdad o que sea mentira. Parece mentira, ya que no puede saltar a la torera lo que el órgano constitucional le dice, como nadie puede hacerlo (principio de legalidad; buscadlo en Google, catetos de la barretina, que será la primera vez que oís hablar de él), pero aterra pensar que ZP pueda hallar una manera. Porque no va a ser limpia. Porque no va a ser legal. Pero es tontería divagar, es
    una simple huida hacia adelante del más nefasto presidente democrático de España de la historia. Como siempre. Como desde que lleva en política. Y le sale. Estamos en España: hay muchos españoles. Mira en Cataluña todos los españoles que hay: votan a Montilla (!). Votaban a Ibarretxe en el País Vasco (!!). Bono. Gallardón. Etc. Coño, mira lo de Camps. Españoles todos los que les votan.

    Cualquier decisión del Estado está por encima de cualquier legislación propia, incluyendo el propio Estatut.

    Pero qué dices. Por qué, antes de escribir peroratas, no os informais un mínimo? El TC no es una «decisión del Estado». Es el órgano constitucional encargado de velar por la constitucionalidad de las leyes. El Estatut es una ley (orgánica). El TC lo revisa, y elimina lo considerado sobrante. Hala, ya sabes algo más.

    Pero el TC está politizado!!!!!!!! Sí. De hecho se nota en la sentencia. Ha dejado pasar una cantidad de cosas que te cagas, que con magistrados pendientes de la legalidad, y no de politiqueos, no se hubieran dejado pasar.

  24. Javier dice:

    Fancisco, había casi más gente en la manifestación del sábado que votantes tienen todos los partidos políticos en las elecciones ne Cataluña. Además, la convocatoria fue hecha no por los políticos, sino por una asociación de ámbito civil, el Omnium Cultural, junto con 1600 entidades civiles que se adhirieron. Los políticos se subieron al carro posteriormente, y arrastraron la manifestación (no sé si estáis al tanto con lo del lema) hasta hartar a la gente. En la manifestación a los políticos catalanes se les abucheó de manera brutal, a todos. De hecho no llegaron a hacer todo el recorrido, sino sólo una pequeña parte debido al clima que se respiraba en la manifestación con respecto a ellos.

    En definitiva, que aquí no somos borregos que nos llaman los políticos y nosotros saltamos como un resorte. De hecho, los políticos en Cataluña están perdiendo el tren de su sociedad, y cada vez hay más distancia entre la sociedad y la política.

    Y sí, la gente tiene claro qué es el estatut. Es seguro que no se lo han leído de cabo a rabo, pero también tienen una idea de que el Estatut no es un capricho identitario, sino un marco legal para solucionar dos problemas que nos llevan acompañando desde siempre: el encaje de Cataluña en España y el derecho a decidir por nosotros mismos. El Estatut era un texto legal que establecía claramente qué aspectos eran estatales y cuales autonómicos, y daba herramientas a los catalanes para poder llevar una vida mejor, por ejemplo, con un mejor financiamiento. Bilndaba las competencias que le corresponden en exclusiva a la Generalitat para que no pueda desde el gobierno de Madrid cercenar dichas legislaciones. En defintiva, establecían un marco de derecho sobre el que construir una Cataluña como parte de España. Todo eso se ha perdido con los sucesivos cepillados y ocn la sentencia del TC.

    Sinceramente, la gente que cree saber por inspiración divina lo que pensaban o las motivaciones de los 1.100.000 personas que salieron a la calle el sábado o es un manipulador, o no tiene ni idea de lo que habla. Yo no sé lo que pensaban individualmente cada uno de ellos, es evidente, aunque estaba allí, pero sí que vi lo que decían las pancartas, y lo que gritaba la gente, y a lo que aplaudía y a lo que silvaba. Y allí había una indignación y un hartazgo que rebosaba por todas partes. No había ni una pancarta, fuera de las de los partidos (PSC i ICV) que reclamasen el Estatut. Las pancartas eran directamente por la independencia, las estalades eran omnipresentes y los gritos eran independentistas. Si bien es evidente que no todos los que fueron a protestar eran independentistas, sí que la atmósfera general iba en una única dirección, el soberanismo en mayor o menor grado, y muy por delante de los políticos catalanes, como estamos viendo estos días.

    A todo eso, una manifestación de más de 1 millón de personas y sin un sólo incidente negativo digno de reseña.

    Así que si queréis menospreciar lo que piensan los catalanes y seguirlos tratando como si fueran menores de edad, vosotros mismos, pero no podéis estar más equivocados.

  25. Javier dice:

    Ian, la frase que comentas no hace referencia a lo que ha hecho el TC, aunque es evidente que el TC es Estado, pues es una de sus instituciones.

    Lo que yo he dicho es que el TC ha hecho una interpretación del Estatut que concluye lo que digo: que cualquier decisión del Estado (gobierno español) está por encima de las decisiones de los catalanes (gobierno catalán o estatut). En otras palabras, que podemos legislar sobre lo que queramos que nos diga el Estatut, que el gobierno central puede hacer una ley para tumbarlo y tiene todo el derecho del mundo.

    Eso echa por tierra el mismo concepto de autonomía. Sólo se es autónomo en lo que a mí no me importe. Cuando quiera, puedo legislar y cercenar esa autonomía. En otro contexto, puedes moverte, pero sólo dentro de la jaula. Y si la quiero hacer más pequeña, tengo todo el derecho del mundo.

    Eso es lo que ha interpretado el TC. Es una mina de profundidad para cualquier sentido de autogobierno, y deja el autonomismo en un mero sistema de delegación/descentralización. Vamos, que hablamos de regionalimo, no de autonomismo.

    Si eso es a lo que podemos aspirar como españoles, quizás sea hora de dejar de serlo.

  26. Ian Curtis dice:

    Pásame un enlace que diga eso y lo discutimos.

  27. Javier dice:

    Una anotación: cuando digo que los políticos «arrastraron la manifestación (no sé si estáis al tanto con lo del lema) hasta hartar a la gente» me refiero a arrastrarla por el suelo, maltratarla. Los políticos, en particular el PSC, intentaron forzar a Omnium a cambiar el lema de la manifestación. El espectáculo fue bochornoso. Dado que el lema «som una nació, tenim dret a decidir» se corresponde básicamente con la idea del Estatut, no había motivos para cambiarlo más allá de las ataduras del PSC al PSOE. El PSC empezó a pedir que se quitase el lema, que irían con una senyera (bandera catalana). Nadie lo entendía. Cuando vieron que estaban quedando en el más absoluto ridículo, entonces empezaron a decir que es que Omnium no quería manifestarse con la senyera, cosa que ya era para llorar de la pena que daba. Finalmente, consiguieron que Omium cambiase la pancarta principal poniendo una senyera entre las dos frases del lema para que los políticos fueran con una senyera delante y no
    el lema directamente.

    Todo este pollo se montó para evitar una foto de Montilla con el lema original, cosa que hubiera puesto al PSOE en una situación complicada en Madrid.

    El resultado, que la gente fue a la manifestación igual, a pesar del ridículo y bochorno de los políticos, pero bien se lo hizo notar en la misma, abucheándolos durante el tiempo que estuvieron en la manifestación.

    Muchos vivís confundidos. Pensáis que los políticos movilizan a los catalanes, que son independentistas (o algo así) y que hacen de ello su dircurso. Si bien es cierto que los políticos intentan capitalizar el tema, es en realidad la sociedad la que va por delante en estos asuntos (ni CIU ni PSC ni ICV son independentistas, ya no hablemos del PP o Ciutadans). De hecho esto es tan cierto que el propio PSC ha tenido que dar un perfil marcadamente catalanista, porque sus propias bases y votantes tienen un perfil mucho más catalanista de lo que parece.

    Los votos y el crecimiento del PSC en los últimos años no han ido vinculados a un giro al españolismo, sino todo lo contrario: cuando Maragall, claramente catalanista y con ideas federalistas (asimétricas), se presentó, la gente comenzó a votar de veras al PSC.

    Es como cuando el PSOE mira de crecer, que para asombro de todos lo intenta hacer por su derecha en vez de por su izquierda, lo que provoca la pérdida de votos por la izquierda y el que la gente más de derechas tampoco les vote, puesto que para eso ya tienen al auténtico, el PP. Al PSC le pasa algo así pero en clave catalanista. Se consuela pensando en los votos del Baix Llobregat sin darse cuenta que ese cupo ya está lleno, y su crecimiento no está por esa parte. Para colmo, al tener que marcar un perfil catalanista para contentar a parte de sus votantes, tampoco pueden capitalizar el voto netamente españolista. Desde luego lo tienen bien complicado.

  28. Javier dice:

    Ian, te paso un par de links. Uno es un artículo al respecto. El otro habla de la resolución de ERC en el Parlament sobre la sentencia del TC.

    En el primero:

    http://www.republica.es/2010/07/09/reconoce-al-estado-competencia-en-algunas-materias-exclusivas-de-cataluna/

    Se dice, literalmente:

    El apartado 2 del mismo artículo 110 dice: “El derecho catalán, en materia de las competencias exclusivas de la Generalitat, es el derecho aplicable en su territorio con preferencia sobre cualquier otro”. En la sentencia se explica que esa preferencia “no impide la aplicación del Derecho del Estado” y que la Constitución tiene “cláusulas de prevalencia y supletoriedad” que con el Estatut “no se ven menoscabadas”.

    Es párrafo extraido literalmente de la página 545 de la sentencia.

    Puedes leer todo el artículo. Lo que se viene a decir es que se reconocen competencias exclusivas para las autonomías (la catalana en este caso), pero que eso se ha de interpretar como «exclusivas» mientras el estado no diga lo contrario, pues esa exclusividad no ha de «menoscavar» la «prevalencia» del estado sobre las autonomías. Vamos, que hace una interpretación que desmonta el sentido de las autonomías, que consiste en que sobre aquello en lo que es competente, legisle como le parezca, siempre bajo el marco constitucional. Con esta interpretación, da igual si la ley autonómica es constitucional o no. Si el estado hace una ley y hay conflicto, por esta interpretación, la prevalencia y superioridad del estado garantiza que el conflicto se resuelva a favor de éste.

    En casi todos los puntos donde en el Estatut se habla de competencias exclusivas, el TC hace interpretación en este sentido, de manera que desactiva la «exclusividad» de dichas competencias.

    Naturalmente, las competencias exclusivas del estado son incuestionables.

    Por otro lado, el TC ha hecho una interpretación del Estatut no sólo basada en la Constitución, sino también en el entramado de leyes orgánicas vigentes, lo que provoca que cosas que per se no sean inconstitucionales, al haber legislado el estado sobre esas cuestiones, aunque en algunos casos ya estuviesen reconocidas como exclusivas en estatutos anteriores, el TC las da por inconstitucionales. Es por eso que se dice de «recuperar» legislativamente lo que el TC ha recortado: cambiando las leyes orgánicas que provocan esos aspectos en la sentencia.

    El otro artículo es el siguiente:

    http://www.elcorreo.com/agencias/20100716/mas-actualidad/politica/pide-congreso-declare-respeto-referendum_201007161540.html

    Extraigo un párrafo del artículo:

    «La sentencia deja para el Estado la tutela efectiva de la autonomía política de Cataluña, dejando claro en todos los casos que la última instancia es siempre el ámbito estatal, quien tiene la última palabra incluyendo los ámbitos exclusivos de la Generalitat», explica la resolución.

    En otros artículos hablan del caso de las competencias compartidas:

    http://www.lasprovincias.es/v/20100629/politica/constitucional-avala-estatut-pero-20100629.html

    «En el caso de las competencias compartidas entre la Generalitat y el Estado, niega al Gobierno catalán que tenga la última palabra si surgiese un conflicto de intereses.»

    lo que desactiva también las competencias compartidas, dado que el Estado puede «cambiar de opinión» cuando le plazca al respecto e invalidar leyes perfectamente válidas el día anterior, y elimina cualquier posibilidad negociadora por parte de la Generalitat, puesto que la última palabra siempre la tiene el Estado.

    El resto, será cuestión de leer la sentencia, que tiene sólo 800 y pico páginas, pero a bote pronto es lo que te digo: las competencias autonómicas exclusivas no lo son tanto (lo son mientras el estado no diga lo contrario) y las compartidas las decide el estado. ¿Dónde queda la autonomía, en todo esto?

  29. Ian Curtis dice:

    Esto es lo discutible, no?: Objeción ésta para la que ha de valer cuanto ya hemos dicho sobre el particular y, en especial, que esa “preferencia” del Derecho autonómico en materia de competencias exclusivas de la Generalitat no impide la aplicación del Derecho del Estado emanado en virtud de sus competencias concurrentes

    Sobre las compartidas no hay nada que hablar, la CE establece que, en caso de conflicto, son del Estado (149.3 CE). Ahí está el proceso de reforma constitucional, para quien lo quiera.

    Sobre las «exclusivas de la Generalitat», pues decir que se las puede llamar así, como al pulpo se le puede decir animal de compañía. Pero en ningún caso son exclusivas, en el mismo grado que las exclusivas del Estado (que sí son tales). No existe el concepto de competencias exclusivas de las comunidades autónomas en la CE. Lo recogen los estatutos, a los que les mola llamarlas así. Pues que las llamen así. Yo también puedo llamar Pedro a Manuel, pero no me puedo quejar si no responde cuando le llamo. Los estatutos recogen las competencias que desean ejercer, y si no son del Estado, las pueden ejercer. Pero eso no significa que sean exclusivas de ellas.

    En realidad, pues, las compartidas y las exclusivas de la comunidad son más similares de lo que parece. De hecho, constitucionalmente son las mismas. Es sólo el desarrollo posterior el que las ha definido, pero esto es el TC, no el Tribunal del Desarrollo Legislativo.

    Nada hay en Derecho que no tenga límite. En esto tampoco: el límite lo cita la sentencia. Esto no se opone a la autonomía, por cierto.

  30. Javier dice:

    Si en una relación entre dos partes la primera siempre tiene la última palabra, es evidente que la segunda no tiene mayor autonomía que la primera le quiera conceder, es decir, ninguna, puesto que está a la merced de esta primera.

    Es como decir que mi mujer tiene mucha autonomía porque no le prohibo salir de casa, pero que si quiero puedo hacerlo. Es evidente que mi mujer no tiene ninguna automonía real.

    La idea que tenemos la mayoría de catalanes con respecto al estado es simple:

    – Una constitución delimita lo que es válido o inválido en España, a nivel legislativo. La interpretación debe ser amplia, puesto que ese es el propósito de la ambiguedad del texto: dar cabida a un modelo autonómico de amplio abasto, como explicaban los padres de la constitución. En otras palabras, la Constitución es garantista, no restrictiva.

    – Una serie de instituciones nacionales, entre las que se encuentra el gobierno del estado, el parlamento y los gobiernos autonómicos y sus respectivos parlamentos. Todos siendo estado, todos al mismo nivel, pues son estado y todo regidos por una Constitución que delimita el papel de cada parte en la política nacional.

    – Se delimitan, según la legislación y la Constitución, una serie de competencias exclusivas y compartidas. En las exclusivas, el estado ni pincha ni corta, y es la autonomía la que debe responder en base a la Constitución, que es la norma suprema. Si se cumple con la constitución, siendo exclusivas de la autonomía, no tiene nada que decir el estado. En las compartidas, hay una delimitación de qué partes asume cada estamento público y se legisla en consonancia, de igual a igual, que por eso es compartido.

    Bajo la interpretación que ha hecho el tribunal constitucional actual de la propia Constitución, lo que tenemos es:

    – La Constitución es una norma «límite», totalmente restrictiva, especialmente en lo referente al papel de las autonomías en el estado. En vez de ser garante de derechos, se convierte en un corsé que limita, más allá de su propia interpretación flexible, la capacidad de autogobierno de las autonomías.

    – Las instituciones nacionales son superiores a las autonómicas, en el sentido de que tienen una preponderancia legislativa a las autonómicas, ya sean en competencias propias, compartidas o exclusivas de las autonomías. La constitución no es necesaria, en el sentido de que antes de ésta está el filtro de las insituciones nacionales: parlamento y gobierno de España, incluso en cometencias exclusivas. Esto supone que una ley autonómica en una competencia exclusiva de ésta ya no es necesariamente constitucional o no, sino que recibe el visto bueno de Madrid o no, cosa que no tiene nada que ver.

    – Hablar de competencias es hablar de nada, puesto que la última palabra es siempre de las instituciones de gobierno nacionales, no de la Constitución.

    Si es el caso, y siempre ha sido así, entonces nos han engañado durante 30 años con el bombo del estado autonómico, pero seguimos sin tener autonomía ninguna.

  31. Javier dice:

    Una aclaración: cuando digo que una ley autonómica en una competencia exclusiva de ésta «recibe el visto bueno de Madrid o no», no me refiero que para cada ley hay que pedir permiso, sino que si se quiere desde el parlamento o el gobierno español se puede tumbar dicha legislación, aunque sea perfectamente constitucional.

    Es básicamente lo del ejemplo: las mujeres durante el franquismo, que tenían mucha libertad si el marido quería, pero si éste no quería se acababa la libertad de golpe, lo que a efectos prácticos la invalidaba totalmente.

  32. Ian Curtis dice:

    Ya, pero es que el problema es que esto no es una interpretación, se ve bastante claro en la CE. No hay ninguna materia exclusiva de las autonomías, más allá de las indispensables (potestad de autoorganización, etc.; todo ese rollo). Que se reforme. De todas formas, no deberíais cejaros en eso, eso es la teoría. La práctica ha significado algo muy diferente: un régimen competencial autonómico bastante abultado (demasiado grande, a mi juicio, y mal hecho) al que sólo se le ponen límites de forma tímida cuando ya el despropósito es manifiesto, y nunca por parte del malvado Gobierno de Madrid, que es el que dices que tiene todo el poder para dar y quitar competencias (ahí tienes a ZP haciendo como que se puede saltar una STC), sino por parte de un TC con presiones acojonantes.

  33. Javier dice:

    Bueno, ya. Es que el tema de las autonomías se pensó expresamente para Cataluña, Euskadi y Galicia. Por eso se habla de nacionalidades y regiones. La idea original de los «padres» de la constitución era crear un mecanismo para que las zonas con unas marcadas reivincaciones de autogobierno tuviesen la capacidad de legislar por sí mismos. Era un modelo doble, donde se pensaba en 3 ó 4 autonomías y el resto, buena parte de la antigua corona de Castilla, regiones dependientes del Estado, que se arrogaba la representación de los culturalmente castellanos.

    Así pues, en origen, las únicas nacionalidades históricas eran esas.

    El problema vino a partir de dos procesos paralelos:

    – En Andalucía se promovió la creación de una nacionalidad histórica, utilizando una puerta trasera (basada en una interpretación tremendamente flexible) de la constitución para elevar el rango de Andalucía, que de hecho todavía no quedaba claro si sería 1 o 2 regiones. El PSOE hizo bandera de esto para ganar votos allí. Esto trastocó totalmente el sistema establecido incialmente por la constitución, pues permitía elevar a rango de nacionalidad histórica cualquier cosa, incluyendo comunidades con nula reinvindicación de autogobierno.

    – Desde el gobierno de finales de UCD se diseñó un modelo autonómico con 17 autonomías, muchas de ellas totalmente artificiales (Madrid, Cantabria, La Rioja, las dos castillas por separado), y con la ausencia expresa de otras que sí tendrían sentido (León) para diluir la capacidad de autogobierno de las nacionalidades históricas. Posteriormente, tras el golpe de Tejero, se redacta la LOAPA, una ley declarada mayormente inconstitucional (el TC de hoy respaldaría seguramente buena parte de esa misma ley) y que establece el «café para todos», otra forma aún más severa de diluir la idea original de las autonomías, a base de igualar «por lo bajo» las reivindicaciones autonómicas.

    El resultado es que ahora tenemos 17 autonomías donde con muchas menos hubiera sido suficiente. Pero lo más gracioso es que si fuera por los catalanes no habría ni la mitad. En esas circunstancias, tendríamos un sistema racional, donde las comunidades históricas tendrían su cuota de autogobierno y el resto viviría plenamente como españoles dependiendo de un gobierno central que los representa.

    Quienes han montado este tinglado son los sucesivos gobiernos de España, no los catalanes. Han sido las ansias de atar corto a Cataluña (y Euskadi), así como una especie de envidia «legislativa» la que ha llevado a la situación actual de 17 autonomías con amplais competencias en cosas que para nada les interesan, competencialmente hablando. ¿A qué vienen las televisiones autonómicas en Madrid o en Extremadura? TV3 se montó como un servicio público en catalán, la única televisión en catalán que tenemos, y para normalizar una lengua oficial en Cataluña. Lo mismo se puede decir de todo lo demás, como la educación, donde el hecho de tener dos lenguas oficiales en vez de 1, así como la necesidad de normalizar una lengua prohibida durante 40 años, y donde el analfabetismo en dicha lengua era próximo al 100%, hacían lógico y necesario que la gestión de ésta fuese autonómica en Cataluña, pero carcía de sentido en Madrid, Castilla-La Mancha, Cantabria, La Rijoja, Extremadura, Murcia, etc.

    Asi pues, en realidad de lo que te quejas es de que ha fallado no el jugueta catalán, ni siquiera el juguete constitucional, sino vuestro propio juguete creado expresamente para impedir el natural desarrollo constitucional.

    Y aquí estamos ahora, con una mayoría independentista en Cataluña, según las últimas encuestas de La Vanguardia (este domingo) o la UOC (otras daban empate técnico antes de la sentencia del constitucional)…

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