El sistema laboral español se basa en la misteriosa creencia que los jueces saben absolutamente de todo. Cuando un trabajador pierde su trabajo, el ordenamiento legal que regula los contratos laborales fuerza en no pocas ocasiones a que el empresario tenga que explicarse ante los tribunales, intentando explicarle a un tipo con toga por qué ha decidido prescindir de alguien. Necesita una buena razón, un buen motivo, no sea que el juez se mosquee y decida que merece ser castigado por la arrogante temeridad de romper un contrato indefinido e inmortal.

Lo que esta clase de arreglos dejan de lado es el hecho que la destrucción de empleo no es nada excepcional – de hecho, es algo que sucede constantemente en todas partes, sin que las regulaciones laborales puedan evitarlo. Un día laborable cualquiera en un año con crecimiento más o menos normal, Estados Unidos destruye 90.000 puestos de trabajo; Francia unos 10.000; España unos 7.000. Cada día, sin descanso, la economía envía miles de personas al paro. En un año, un 15% de los puestos de trabajo de Estados Unidos, Francia y España han sido volatilizados, destruidos, aniquilados, desparecidos.

¿Por qué no sube el paro entonces? Básicamente porque en condiciones normales, la economía americana crea algo más de 90.000 puestos de trabajo; Francia, más de 10.000; España más de 7.000. En doce meses, las economías de estos tres países (de hecho, las economías de la inmensa mayoría de países desarrollados) tiene algo más de un 15% de puestos de trabajo nuevos, recién salidos del horno.

Cuando se habla del mercado de trabajo, la mayoría de comentaristas tienden a describirlo como un sitio relativamente estático. En la economía hay X empleos, el crecimiento económico añade Y, o la recesión destruye Z – la gente que está trabajando, mientras tanto, se queda donde está sin irse a ningún sitio. Tenemos que proteger lo que tenemos y justificar todo lo que pasa, tratando de evitar cualquier cambio. Las cifras de arriba, sin embargo, señalan que lo que sucede es bastante más complicado y mucho más desordenado.

El capitalismo se basa en un principio muy sencillo: la destrucción creativa. En un mercado tenemos siempre un montón de gente probando cosas a todo trapo – a veces absurdas, a veces increíblemente brillantes, a veces ambiciosas, a veces proyectos de vuelo gallináceo. Como el mundo está lleno de personas totalmente incapaces de atarse los cordones de los zapatos sin ayuda externa, es bastante inevitable que un número considerable de experimentos se estrellen cada año. Del mismo modo, hay una proporción considerable de kamikazes que saltan al ruedo cada día, arreglándoselas a veces para ganar algo de dinero. El mercado laboral básicamente refleja esta verdad tan simple: cada año muchos negocios fracasan, y muchos negocios crecen.

Cuando hablamos de regular el mercado laboral, es importante tener en mente que lo que tenemos entre manos es una cosa increíblemente volátil. La economía de un país avanzado básicamente es destruida hasta sus cimientos y reconstruida completamente cada seis años, con millones de agentes económicos cambiando lo que hacen y probando cosas nuevas de forma constante. Esta constante renovación, de hecho, es algo bueno para la economía, ya que las empresas que sobreviven son, casi inevitablemente, mejores que las que se quedan atrás – y los trabajadores, casi inevitablemente, estarán encantados de trasladarse a un negocio mejor.

Es por eso que no podemos regular el mercado laboral como algo estático e inamovible – la misma competencia entre empresas asegura que no sea así. Un puesto de trabajo es, de hecho, algo bastante efímero en la inmensa mayoría de los casos. Es por eso que debemos centrarnos en proteger al trabajador, no a su puesto de trabajo, y dejarnos de absurdos mecanismos de blindaje que sólo hacen que asegurar que los perdedores sean los recién llegados. Una de las grandes virtudes del modelo austríaco que (espero) el gobierno impulse es que acepta sin reparos el hecho que todo el mundo va a ser despedido o buscará cambiar de empresa alguna vez en su vida – de hecho, esto fue uno de los motivos que llevo a los austríacos a adoptar este sistema.

Por cierto, una nota final. Si los mecanismos de protección laboral no afectan el porcentaje de puestos de trabajo creados y destruidos, ¿qué efecto tienen? La respuesta es muy sencilla: cambia el porcentaje de trabajadores que abandonan un puesto de trabajo por un motivo u otro. En Estados Unidos, la gente sale de su empleo por voluntad propia un 54% de ocasiones; en Francia, un 20%. Un 40% de americanos salen por despido, en Francia un 8%. El resto de franceses pierden su trabajo por que se les acaba su contrato temporal, un 53%.

Ahora adivinad a qué país se parece más España, y qué sistema produce una reasignación de recursos productivos más eficiente y racional. Me parece que no debo decir más.

Fuentes: un librito que me ha regalado Citoyen – «The Natural Survival of Work», de Pierre Cahuc y André Zylberberg. Muy recomendable. Gracias, macho.


25 comentarios

  1. […] un comentario mio en meneame donde decian cosas amables sobre el ultimo post de Roger respondiendo a la pregunta. ¿qué entiendes tú por […]

  2. Josei dice:

    2 apuntes offtópicos:

    a) Por esta entrada vas a tener otra vez trollismo ultraizquierdoso llamándote neoliberal comeniños.

    b)»Me parece que no debo decir más.» Con esta frase me has recordado mazo la imitación de Schuster en Crackòvia: «No hase falta desir nada masss!»

    Y sólo he dado offtopics básicamente porque estoy 100% de acuerdo con la entrada.

    Volviendo a parafrasear a Schuster «No hase falta desir nada masss!».

  3. Vicente dice:

    Muy bonito el mercado laboral dinámico que usted expone. Sin embargo ¿de dónde sacamos tiempo para formarnos para otro empleo? Porque, si hay hijos (y tiene que haberlos por narices) lo tenemos crudo. Sí, podemos hacerlo, pero también podemos morir de Karoshi.
    Sobre el papel, estas cosas están muy bien, pero vivirlas puede ser muy duro.

  4. Tito el Elfo dice:

    Es un pequeño secreto, pero estos programas de reciclaje para adultos no acostumbran a servir de mucho. Es mejor aprender en el trabajo constantemente.

    Y si alguien los necesita entre curros, para algo tenemos el subsidio del paro.

  5. Livia dice:

    Uno de los problemas es que si cambias de trabajo tienes que explicar por qué, así que en caso de despido ni te cuento (ahí la gente miente directamente)
    Es una estupidez pero está «mal visto» incluso si cambias porque te pagan más y es que… ¿trabajar por dinero? ¡qué ordinario!
    Mientras sigamos con la mentalidad de trabajo para toda la vida = seguridad por un lado y los trabajadores deben amar a la empresa por lel otro no se dinamizará el mercado en la vida.
    Y por si no entra ninguno: ¡neoliberal comeniños! já

  6. otro estúpido dice:

    Suena bien, Roger, pero…

    … hay quien dice que cómo te vas a formar para obtener un nuevo empleo, y en el caso español no le falta razón: los empresarios no suelen respetar los horarios de los trabajadores (o te quedas, o a la p*t* calle). Por otra parte, eso de formarse al tiempo que trabajas, depende: si trabajas haciendo, por ejemplo, software, éso es lo que se espera de ti, pero si trabajas de caramarero, una vez que has adquirido destreza, poco puedes progresar.

    … la destrucción creativa puede que funcione bien, desde el punto de vista del empleo, en economías en las que el tan manido I+D+i tiene un peso importante, y todos sabemos que no es ése el caso de España.

    … de lo que en realidad hablas es de empleabilidad, más que de puestos de trabajo. Créeme, estoy de acuerdo contigo, pero la empleabilidad implica que el trabajador ponga de su parte, y eso en la España actual no la veo. Al igual que tú, también me resisto a ese fatalismo de que «los españoles somos así», y que si lo somos, es por la demencial legislación que tenemos. Ahora bien, lo que no se puede esperar es que cambiemos la legislación y los españoles cambiemos: yo diría que habría que esperar una generación. Largo me lo fiais, y más con los politicastros que tenemos.

  7. Jaime dice:

    Lo que no termino de entender, desde un punto incluso teorico, es el hecho de que nuestro trabajo «tiene» que estar ahi excepto por algo gordo, y debemos tener una «causa objetiva» de despido…
    Es decir, al empleado nadie le pregunta si tiene una buena razon para irse (en el caso de que cambie de trabajo) Dice que se pira y en 15 dias se larga, y ya puede su jefe patalear, llorar desconsoladamente o poner una demanda.

    No termino de ver el porque se debe amparar a alguien en un trabajo cuando no es bienvenido y, despues de todo, esta costando dinero a su jefe… Igual que pienso que, si no se esta a gusto en un trabajo, hay que empezar a preparar las maletas para irse lo antes posible…

    Personalmente estoy muy a favor de soluciones que has propuesto, que al final lo que se basan es en el despido libre (entendido como libertad para poder despedir libremente), PERO con una red social detras que soporte a la gente que va al paro. El GRAN drama no es que te despidan. El GRAN drama es no encontrar trabajo en un tiempo razonable, o no poder comer mientras tanto…
    Lo que tenemos ahora es un engendro que fomenta comportamientos estupidos a corto y largo plazo, la inmmovilidad sin sentido y la toma de decisiones opuesta a lo que dicta la logica…

    Curiosamente, parece que sociologicamente en Espanna hay una aversion bestial al concepto de cambiar de trabajo, y todavia peor al hecho de que tu jefe pueda despedirte o al hecho de buscar. Esta tremendamente arraigado el tema de «el contrato fijo», e incluso todos conocemos historias sobre pulsos entre jefe y empleado para ver quien cede antes y «gana» bien porque el empleado se va, biien porque el jefe le echa… No se, no va con mi forma de entender la vida…

  8. otro estúpido dice:

    Añado que otra objección que pongo es que en España la formación ofrecida a la gente en paro poco o nada tiene que ver con lo que demanda el mercado laboral. De esto mi experiencia personal y yo podemos dar fé.

  9. Rodaimos dice:

    Mi comentario era tan largo que te he contestado en mi blog >-)

  10. Jaime dice:

    @otro estúpido

    El tema de la formación DEBE ser responsabilidad de cada uno, otra cosa es que te ayuden, pero, independientemente en el trabajo en el que uno esté, creo que, o bien pone uno de su parte, o es complicado progresar.
    Creo que se puede aprender en cualquier empleo, para un camarero puede ser aprender un idioma o aprender a hacer cócteles. O, incluso, aprender para ser otra cosa.

    En eso creo que tenemos un problema social en España, que no tengo demasiado claro si es así en otros sitios (creo que en los USA menos, que me corriga Roger), y es el tema de «reinventarse», cambiar de carrera profesional o dedicarse a otra cosa. Parece que si eres camarero a los 30, ya tienes que ser camarero toda tu vida y que no eres capaz de aprender nada más ni de cambiar de carrera. Todo lo más, pasar a gestionar el bar…

    Eso se junta tabién con la mala percepción que hay de cualquier trabajador que pase de 45 años, que parece que son ya poco menos que trastos inservibles :-O Pero bueno, eso ya daría para un post más…

  11. […] Roger y yo creemos que los trekis deberian ser internados en campos de concentracion y minas de sal cuando la sociedad alcance un grado mayor de perfeccion y que Star Wars, por el contrario, es el camino a seguir. Creemos que la filosofia geek ha aportado a la civilizacion mas que cualquier cosmovision anterior y en mi caso, incluso, no me molesta en absoluto fantasear con utopias donde la raza humana sea sustituida por Iteradores tecnologicamente mejorados. […]

  12. J.E dice:

    Yo lo único que echo en falta es más.
    Como ya comente en mi blog, el tema de la reforma laboral, si bien indispensable para el manido cambio de modelo productivo, no basta por sí solo.

    Entiendo que el Gobierno quiera empezar por ahí porque se trata de una reforma de efectos casi automáticos, pero dejar un sistema laboral basado en el despido libre con una clase empresarial a la ferranesca (sin cambiar los incentivos que ayuda a crear a los ferranes) es como darle una pistola a un mono.

    O dicho de otro modo, el verdadero miedo no es la reforma en sí, sino que al Gobierno se le acabe la gasolina antes de emprender otras reformas, con lo que la cosa se quedaría en una peligrosa incompletitud.

  13. […] unos días, Senserrich escribió sobre por qué destruir empleo es bueno. En realidad, sobre lo que escribió es por qué la economía es más un proceso que una […]

  14. Vicente dice:

    ¿Tiene usted un mínimo sentido de responsabilidad? ¿No sabe usted que éste es un blog con muchos seguidores que pueden dar por bueno mucho de lo que usted dice por considerar que sabe mucho más que ellos? Imagino que es usted joven, con toda la vida por delante. Imagínese que usted se ve afectado, con cerca de 40 años, por una enfermedad que le impide desarrollar su actividad laboral. ¿Cree que una persona de esa edad puede formarse en algo nuevo y, sin experiencia, ser contratado?
    Por favor, tenga cuidado con lo que aquí escribe.

  15. Roger Senserrich dice:

    ¿En serio ese argumento? Siempre he defendido que es necesario tener un estado del bienestar potente para asegurar que esas cosas no sucedan. Ley de dependencia, ayudas (bien diseñadas) al empleo, etcétera. El estado tiene un papel.

  16. Vicente dice:

    Disculpe si he resultado agresivo.

    Es verdad que usted defiende el estado de bienestar, sin embargo, mi impresión es que se dedica a hacer «castillos en el aire» sin tener en cuenta la realidad a pie de calle.

    Como muy bien han apuntado antes, la formación como se imparte ahora dista mucho de ser efectiva (profesores indolentes, empresas cazasubvenciones que se limitan a llenar horas, etc.) fruto de la nefasta picardía española. No puede pretender cambiar todo eso a la vez, por lo que la reforma laboral que propone es bastante temeraria.

    Además, defiende usted un modelo en el que una persona de cierta edad que pierde su empleo, le quedará poco menos que hacer de portero o quedarse en el «limbo» del paro. ¿Cree que el estado del bienestar soportará tal cantidad de parados?

  17. J.E dice:

    @Vicente:
    Si nos ponemos así, también se podría hablar del pérfido sistema que tiene a licenciados en biología de cajeros en Mercadona por que las empresas que deberían contratar biólogos no pueden renovar personal.

    Como ve, si nos situamos en lo anecdotico podríamos revertir el argumento siempre. Pero si nos fijamos en el dato, el tapón de empleabilidad esta de 30 años hacia abajo, no de 40 años hacia arriba, y es por lo tanto el problema que hay que resolver… pero las prioridades las fija el dato, y el dato es que tenemos un grave problema de empleabilidad juvenil.

    Y que conste, como menciono en otro comentario de este mismo hilo, que quedarse solo en esta medida es bastante peligroso: la reforma laboral debe ser completada con otras medidas… pero eso no quita la necesidad de resolver este problema ahora.

    Obviamente, después de plantear la solución se debe complementar con medidas (Por ejemplo, conducentes a que la formación sea efectiva, lo que usted menciona es bastante cierto)

  18. Vicente dice:

    @J.E:

    La verdad, no logro ver la conexión de mi ejemplo con el suyo. ¿Anecdótico? ¿Tilda usted de «anécdota» a la gente mayor de 45 que se pueda quedar sin empleo por «renovar» (nunca mejor dicho) el personal?

    Coincido con usted en que se han de adoptar otras medidas, pero hacer todo esto ya «a las bravas», y sabiendo lo que hay, por no haberlo hecho antes de forma más paulatina, puede ser un desastre humano mayúsculo.

  19. […] que los dioses le sonríen a Egócrata. La contrarreforma laboral con abaratamiento del despido avanza, aunque sea lentamente, con ZP y su […]

  20. […] más o menos normal, estos cambios son difíciles, pero no son un cataclismo – forma parte de esa destrucción creativa del capitalismo. El paro sube un poco, algunos sectores pierden importancia, otros ganan peso, y el […]

  21. […] debe cubrir a los individuos mientras estan en paro hasta que encuentre otro trabajo. Si la movilidad laboral es algo productivo, el trabajo de “buscador de empleo” debe estar remunerado de acuerdo […]

  22. […] dato más importante, sin embargo, no es el hecho que muchas pequeñas empresas fracasen – la destrucción creativa tiene estas cosas. Lo que no podemos olvidar es que inmesa mayoría de negocios (y de […]

  23. […] de trabajo y la destrucción, dos procesos que tienen lugar de forma simultánea en un proceso de permanente reasignación de la mano de obra entre puestos de trabajo. Así, en lugar de cruzar dos curvas de oferta y demanda de trabajo sin entender demasiado bien […]

  24. […] está guiado por shocks sectoriales que crean y destruyen simultáneamente empleo creando una reasignación permanente de mano de obra. Es una dinámica, no solo normal, sino necesaria de cualquier proceso de producción. Es el […]

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