Albert Esplugas enlaza un artículo espantoso sobre propuestas alternativas conservadoras a la (muy conservadora) reforma sanitaria de Obama. Vale la pena rebatirlas, porque son un ejemplo de lo mal que se ha enfocado el debate desde la derecha americana:

1. Cut costs by preventing runaway malpractice lawsuits.

Suena muy bien, pero el efecto es marginal – la CBO estima un ahorro de 111.000 millones dólares al año, en un sector que mueve 2,26 trillones de dólares. Decir que soluciona problemas es un mito – hay estados, como Texas, que tienen limites sobre este tema, y sus costes no han disminuido en absoluto.

2. Cut costs by allowing Americans to buy insurance across state lines.

Suena estupendo, y es una idea fantástica. Tan buena, de hecho, que la reforma aprobaba el mes pasado incluye este cambio, con ciertas regulaciones. Para evitar que las aseguradoras busquen establecerse en el estado con la regulación más favorable (regulación basura, vamos) como sucede con bancos y tarjetas de crédito, los estados tienen que ponerse de acuerdo entre ellos para permitirlo (relativamente sencillo; los estados colaboran a menudo) y cumpliendo con una regulación de mínimos federal.
3. Cut costs by allowing lower premiums for healthier lifestyles.

Suena muy bonito – tanto, que las aseguradoras ya lo hacen en cuanto pueden. Si tienes sobrepeso o fumas, te cobran más. Muchas te pagan gimnasios y programas de comida sana para reducir riesgos. ¿Efecto sobre los costes del sistema sanitario? Prácticamente cero.
4. Increase access to health insurance by ending the unfair tax on the uninsured (and self-insured), giving them a tax-break similar to that which is already available to those with employer-provided insurance.

Suena estupendo, ¿verdad? La reforma de Obama de hecho hace algo parecido: da subvenciones (que es lo mismo que decir «desgravación fiscal») a todo aquel que esté por debajo de 400% del umbral de pobreza para comprar seguro médico. Si la ley cuesta dinero es básicamente por este motivo, y no otro.

Y sí, una desgravación fiscal es gasto público. Darte dinero o no cobrartelo tiene un efecto final idéntico en el bolsillo de los implicados – la diferencia es que la subvención es más eficiente y genera menos distorsiones en el sistema fiscal.
5. Provide further help for those who are uninsured and have expensive preexisting conditions, by increasing federal support for state-run or state-organized high-risk pools.

Varios estados tienen esta clase de sistemas. Son un desastre. Básicamente lo que estamos haciendo es hacer que el gobierno subvencione el seguro de todos los pacientes horriblemente caros de asegurar, que están concentrados en un mismo grupo. Cuando en un seguro sólo tienes gente horriblemente cara, las primas son horriblemente altas – y el precio se sale de la escala.

El mandato individual y la obligatoriedad de contratar seguro sirven para evitar esta problema, distribuyendo los riesgos en un grupo mayor. En ambos casos la sociedad en general pagará por los enfermos crónicos – si los concentramos todos en un sólo grupo, via impuestos y subvenciones, si los repartimos, vía primas a seguros privados. Ahora decidme qué modelo es más estatalista.

6. Convert some federal funds into block grants to states, and reallocate the savings resulting from reducing the number of uninsured.

Contabilidad – en vez de pagos automáticos a los estados, pagos condicionados – suponiendo que los puntos de arriba funcionen, cosa que no acaban de hacerlo.

7. Implement additional reforms from the House Republican health bill.

Es un secreto bien guardado, pero la mayoría de cambios están en la ley aprobada por Obama: usar historiales informáticos, promover cuentas de ahorro de salud, regular el mercado individual y de grupos pequeños… Son cosas importantes, y por eso están en la jodida ley.

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La estimación de costes es, por cierto, igual de increíble. Decir que dar una desgravación fiscal es gratis es ridículo. Proponer que la desgravación en el mercado individual sea equivalente a la del mercado «colectivo» (de empresa) quiere decir que el gobierno federal dejará de ingresar, como mínimo, 120.000 millones de dólares al año. Si a eso le sumamos los créditos que ofrece este plan «alternativo» (80.000 millones) y los costes de subvencionar enfermos crónicos (34.000, y eso es una cifra horriblemente optimista), nos vamos a los 234.000 millones al año. La reforma de Obama cuesta, cuando esté a todo tren (a partir del 2014) 180.000 millones al año, cubriendo más gente y haciéndolo de forma mucho más eficaz.

Si lo mejor que puede ofrecer el pensamiento conservador es un panfleto de vaguedades, recortes fiscales horrorosamente caros, desregulación y falta de criterio en cómo aumentar la cobertura (el plan alternativo seguiría dejando muchísima gente sin seguro, y dejaría a las aseguradoras teniendo total libertad para echarte cuando te pones enfermo) con una anexo de contabilidad deficiente, apaga y vámonos. Es menosestadismo puro, sin nada más que ofrecer.


4 comentarios

  1. No estoy seguro de que hayas leído la «small bill» que estás criticando (y es solo una página!). Creo que has copiado los titulares de cada punto sin leer la explicación, sino no se explican varias de tus respuestas. Por ejemplo, dices que las aseguradoras ya ofrecen premiums rebajados a las personas con estilos de vida más saludables, pero el artículo subraya que el gobierno federal prohíbe un descuento superior al 20%. Dices que el Obamacare ya contempla que los americanos compren en el estado que sea, pero precisamente la razón que apuntas (cada estado elige donde pueden ir a comprar sus residentes) garantiza que la competencia va a estar muy restringida. Como argumentan aquí:

    liberals offer a pretty good reason for not allowing real interstate competition: It might mean that all of the healthiest people in a state will flock to buy barebones policies registered in states with lax regulations, leaving the state government to deal with the oldest and the sickest. Rather than acknowledge this deep difference, however, the president insists that he’s incorporated a Republican idea.

    En cuanto al punto 4, que es el más esencial de todos y es el que destacan, por ejemplo, Becker y Posner aquí, de lo que se trata es de que la gente pague más de su bolsillo y desincentivar (o, mejor, dejar de incentivar artificialmente) la contratación de seguros vía terceros (empresas) que es una de las razones por las que los costes de la sanidad en EEUU son tan elevados. Tu crítica se va por la tangente. Que en este contexto digas que «desgravar» es lo que distorsiona el sistema es el mundo al revés.

    En cuanto a lo que dices, de pasada, de que el Obamacare favorece las Health Saving Accounts, pues tampoco.

    En cuanto a los costes comentas: «decir que dar una desgravación fiscal es gratis es ridículo»

    Pero eso no es lo que pone en el artículo:

    «Increase in government spending: approximately $80 billion (for credits beyond taxes paid). Reduced revenues: approximately $120 billion (for refunds of taxes paid)»

    Y sí, este plan seguiría dejando a gente sin cubrir, pero teniendo en cuenta la reducción de costes y el punto 5, casi todos los no-asegurados lo serían porque son jóvenes y sanos, no porque no pueden permitírselo (véase Desglosando la cifra de los 45 millones).

    Una pregunta concreta, para que conste: ¿tú crees que el Obamacare va a reducir, aumentar o dejar igual los costes?

    Yo digo: aumentar. Precedente: Massachusetts.

    Un saludo

  2. Roger Senserrich dice:

    Lo he leído todo, no creas.

    1. La cuestión es, las aseguradoras pueden dar hasta un 20% de descuento… ¡y no lo hacen! Estoy comprando seguros por aquí estos días, creeme.

    2. No queremos que haya una carrera hacia la peor cobertura posible. Tendremos el estado de turno que dirá que un seguro no tiene que cubrir nada, y todas las aseguradoras estarán allí, abusando del favor. Sucede con el (horrendo) mercado de las tarjetas de crédito ahora, y no queremos que se repita.

    3. Todo el sistema de exchanges y la excise tax (por primera vez el gobierno federal gravará los seguros médicos de empresa) va en ese sentido – combinado con las subvenciones a gente con pocos ingresos. El plan de Obama hace exactamente lo que pides, racionalizar el mercado individual y desmantelar progresiva el sistema de empresa, y lo hace con menor coste anual que lo que propones – 180.000 millones contra 200.000. No sé de qué te quejas.

    4. Sobre las HSA, dependerá de las regulaciones posteriores estado a estado en los exchanges, en gran medida. Los estados conservadores se pueden poner las botas.

    5. Queremos cubrir los jóvenes y sanos – si sólo viejos y enfermos tienen seguro, tendremos una espiral de costes de inmediato. Es por eso que asegurarse es obligatorio.

    6. No es cuestión de disminuir costes – es que dejen de crecer al 8% anual. En MA la tasa de crecimiento ha sido menor que la media nacional en los últimos años – y eso que el plan no tiene apenas controles de costes, cosa que la ley Obama sí tiene. La verdad, me fío bastante más de la CBO que el Cato, y la CBO ha dicho que la ley ahorrará dinero.

    Nota: la CBO es MUY conservadora estimando ahorro – siempre toman peor escenario posible al dar una cifra.

  3. PitoPito dice:

    ¿Soy el único al que le parece que todo sería más sencillo un sistema sanitario a la europea? El sistema americano parece una especie de juegos malabares donde hay que estar todo el día haciendo equilibrios cuando tenemos una opción que funciona diez mil veces mejor: un sistema de seguridad social o un sistema beveridge.

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