Economía & Hispania.

Aceptando lo inevitable (I)

10 Feb, 2010 - - @egocrata

De un tiempo a esta parte, el discurso de un buen sector de la izquierda en España se puede resumir en dos mensajes bastante burdos. El primero, que se tiene que cambiar el modelo productivo, pero sin cambiar nada de nuestro modelo social. El segundo, que España no es Grecia y que todo este griterio y pánico en los mercados es una conspiración internacional de los gnomos de Zurich.

Ambas posturas son erróneas, y es hora que empecemos a dejarnos de excusas. Es cierto que tenemos que cambiar nuestro modelo productivo; lo que no podemos pretender, sin embargo, es que este cambio es algo fácil, sencillo y que no exige cambios en profundidad. El mercado laboral es sólo una parte de estos cambios (probablemente la más importante), pero no se reducen a ello.

¿Estoy hablando de recortar derechos sociales? Si y no. Si entendemos por derechos sociales el status quo en España, sí, hablo de recortarlos – en algunos casos, brutalmente. Creo que el sistema de indemnización por despido actual es una barbaridad absurda, una máquina de crear ineficiencia increíble, por ejemplo. Es una máquina de crear empresarios aversos al riesgo y amantes del pelotazo, ya que crear algo a largo plazo con este sistema es algo imposible. El problema, sin embargo, es que es muy, muy discutible decir que lo que tenemos ahora es algo remotamente parecido a un derecho social, y más cuando todas esas «protecciones» nos han traído un 20% de paro.

Recordad, por una vez, de dónde salen estas instituciones sagradas que tanto defiende cierta izquierda. El mercado laboral español, sin ir más lejos, es un descendiente directo del Fuero del Trabajo de tiempos franquistas, y de su desarrollo legislativo posterior.

El establecimiento de una indemnización de despido por parte del empresario basada en la antigüedad del trabajador es, de hecho, una política increíblemente conservadora. Es una privatización de un derecho social; el estado está delegando a la empresa parte del seguro de desempleo. Es una medida tremendamente antiigualitaria; crea trabajadores de primera, aquellos que llevan más tiempo en la empresa (y han demostrado lealtad al patrón), y trabajadores de segunda, que reciben menos protección. Y por descontado, es una medida que segmenta a la clase obrera en dos grupos bien diferenciados: los insiders, trabajadores de clase media que tienen contrato y protección, y los outsiders, trabajadores temporales que tienen como máxima aspiración entrar en el cortijo privado de privilegios adquiridos que tienen los trabajadores de primera. ¿Derechos sociales? Estáis de broma.

Un derecho social en el mercado laboral es algo bastante distinto.  La no discriminación es un derecho;  que el mérito y esfuerzo sea lo único importante, sin importar edad, raza, género o años de antigüedad en la empresa. Las políticas activas de empleo son un derecho;  si un trabajador tiene la mala suerte de «caer» en un sector obsoleto, que el estado le ayude a reengancharse. Un seguro de desempleo sólido es un derecho; que un trabajador sepa que si pierde su empleo el estado le garantizará unos ingresos decentes mientras busca otra cosa. La seguridad en el trabajo es un derecho. Las pensiones de incapacidad, las bajas por enfermedad y maternidad, las ayudas para compatibilizar familia y trabajo, eso son derechos. ¿Tener un mercado en que unos trabajadores tienen mucha más protección que otros? Eso le gustaba a Franco, no a alguien que pretenda ser socialdemócrata.

No es una cuestión de empresarios incompetentes. La economía española es como es porque así es como la hemos legislado, no porque el país esté lleno de españoles. Si todos somos tan burros que nadie tiene la más remota idea sobre cómo montar una empresa, lo que tenemos es una infraraza de tercera – la solución a nuestros problemas no es pasar reformas, sino importar Übermensch alemanes para que nos dominen como nos merecemos. Si queremos que nuestras empresas sean parecidas a las suizas, alemanas, holandesas o danesas, lo que debemos hacer es adaptar sus instituciones, no pretender que nuestro fantoche tardofranquista sea una aproximación razonable a lo que hacen nuestros vecinos.

Por descontado, no podemos obviar que nuestra economía es distinta. Alemania puede permitirse el lujo de rebajar el número de horas de sus empresas punteras, por el mero hecho que la caída de sus exportaciones es coyuntural. Cuando la economía mundial «vuelve», la industria germana sigue siendo la más competitiva del mundo. España no tiene el mismo tejido empresarial, así que tiene que pensar en cómo promover empresas flexibles, innovadoras y competitivas – algo más parecido al modelo holandés, danés o (cielos) británico.

Aunque parezca mentira por todo lo que me repito, el coste del despido no es el único tema a resolver. El mercado laboral español tiene una cantidad increíble de rigideces absurdas, que van desde el número de notarios al hecho que todo ajuste de plantilla tenga que pasar por el (gloriosamente ineficaz) sistema judicial. Simplificar el número de contratos, hacer los convenios colectivos mucho más flexibles (ahora mismo parecen el Gosplan), reducir la dualidad galopante del mercado de trabajo (las estadísticas ahora mismo tienen a veces poco sentido; el coste medio de despido, por ejemplo oculta el hecho que la mayoría de despidos vienen de contratos basura), permitir que las empresas tengan más capacidad de decidir sus políticas de personal, todo eso es también crucial.

¿Son cambios dolorosos? A estas alturas, creo que no – el paro ya es tan alto que no puede ir a peor. Los salarios reales llevan estancados más de una década en España; el sistema actual no ha protegido ni eso. La reacción de algunos es, mal que les pese, un pánico irracional a cambiar un status quo catastrófico, buscando excusas variadas para echarle la culpa a todo menos lo que tienen delante de sus narices.


39 comentarios

  1. Zitron dice:

    Es siempre un placer (aunque deprimente, la verdad sea dicha), leerte. Sin embargo, y aunque compro la idea de aceptar la reforma laboral, especialmente de darle un toque progresista, se me escapa realmente que sea la causa fundamental de nuestros problemas economicos. Tenemos tambien, por ejemplo, nuestra obsesion nacional por comprar la casa y permanecer alli (un tema que tambien tratas). Seria interesante que alguien intentara dar un analisis cuantitativo para asignar el paro a distintas fuentes del problema (contratos, mercado inmobiliario, calidad de los managers locales, y otras que no se). Se me ocurre algo a lo Krugman, un modelito sencillo con un par de variables, que aun simplificando permita entenderlo todo mejor.

    En este sentido, personalmente me gusta que el gobierno actual lleva un tiempo hablando (claro, que no haciendo, segun se mire) de eliminar la deduccion de intereses por la hipoteca y promover el alquiler. Su ministerio de la vivienda es tan util en teoria como inutil en la practica.

  2. “No es una cuestión de empresarios incompetentes. La economía española es como es porque así es como la hemos legislado, no porque el país esté lleno de españoles”

    ¿Y porqué se ha legislado así y no del modo sueco-inglés-alemán? Debería haber algo más de espacio para la Sociología/Historia a la hora de hablar de estas cosas, y no sólo para tachar de franquista al que no está con nosotros…también la Seguridad Social es un desarrollo de cosas que había en el franquismo, si nos ponemos por esas.

    Vamos, que el orígen de las cosas da igual: lo importante es si son justas y eficientes hoy. En eso hay que centrarse, no en buscar Gnomos de Zurich o criptofranquistas.

  3. Alatriste dice:

    Estoy 100% de acuerdo, pero suprimirlo ¿Es politicamente factible? A la vista del histerismo de la reacción que han provocado dos medidas que en pura lógica deberían haber sido inatacables, como el aumento gradual de la edad *máxima* de jubilación a los 67 años y del periodo de tiempo empleado para el cómputo de la pensión, lo dudo mucho…

    En ese aspecto debo decir que no me ha sorprendido nada la reacción de IU y de ERC, y poco la de los sindicatos, pero me ha resultado muy deprimente la de otros que de la noche a la mañana pasaron a atacar a gritos lo que defendían la víspera (aunque en voz baja…) En fin, que solo imaginar las reacciones que hubiera provocado una reforma radical resulta muy poco agradable.

    Creo que ya hace mucho que discutimos ese tema, y se cumple lo que decíamos entonces: que sí, que se introducirían reformas pero solo parciales, nada profundo, y que aún así se haría con muchísimas dificultades.

  4. Demócrito dice:

    Sencillamente perfecto. Hago unas miles de copias y a cada español embrutecido por años de tardofranquismo se lo regalo, especialmente si es votante del PSOE. A ver si entendemos de una repajolera vez qué significa socialdemocracia.

  5. Manuel dice:

    Creo que lo que dices es muy sensato. Otra cosa, como te han dicho antes, es que sea factible llevar a la práctica ese tipo de medidas en este momento. Este momento es una crisis en la que (simplifico) muchos trabajadores están pagando los platos rotos de excesos cometidos por otros actores del sistema económico, que miran hacia otro lado.

    Luego es comprensible (somos humanos) que cosas como las que dices no tengan de entrada buena aceptación. La gente está muy susceptible.

    La paradoja del tema es que si el gobierno impulsa esas medidas, seguramente necesarias, el resultado puede ser que lo echen del poder los mismos trabajadores que, con un gobierno del PP, muy posiblemente verían empeorar su situación (solo hace falta oir a Rajoy o Mas, en la línea de abaratar el despido pero sin hablar nada de mejorar las prestaciones por desempleo). En fin, nadie dijo que gobernar fuera fácil.

  6. Batelglass dice:

    Muy interesante análisis, pero.. Desde mi posición de trabajador que ha padecido el sindicasto vertical, el franquismo y los inocuos sindicatos contemporáneos… Tengo que decir que, puede que los cuarentaicinco dias de indemnización para los despidos improcedentes sean una rémora para la greación de empresas y de puestos de trabajo.. Pero hay que tener en cuanta la idiosincracia del empresariado español.. Oigan, no se le puede dejar «en las manos» el destino de los trabajadores en un país, donde cuando al patrono no le salen las cuentas, lo primera solución que se les ocurre, el echar a la calle al aprendiz y al guarda de la empresa.. en vez de razonar de donde proceden los verdaderos fallos …
    En cuanto al blindaje de los puestos de trabajo.. yo creo que tienen una solución muy fácil.. Si un tió es un absentista, o está abusando de las bajas por enfermedad .. que se haga una ley para que la empresa una vez demostrado que dicho indivíduo, está sangrando a la empresa o no comple con un mínimo rendimiento.. pues que se permita echarle a calle, sin indemnización.. Así és, de fácil.

  7. citoyen dice:

    Lo más terrible de todo esto es que si el gobierno termina haciéndolo, parecerá de nuevo que está concediendo gobernar como un gobierno de derechas porque «no queda otra» o es inevitable y que todo esto es incompatible con ser de izquierdas. Es la misma historia de siempre de gobiernos a la defensiva, excusándose por gobernar de forma realista cuando es la única forma de gobernar.

    La historia de los gnomos de Zurich no es más que otra de esta. La reforma de las pensiones también. «Nos obligan desde fuera, pero a nosotros nos gustaría hacer otra cosa». Es como si estuviera hablando a críos en lugar de a ciudadanos

  8. Jose R. dice:

    Roger:

    Cargarle el 20% de desempleo al sistema de indemnizaciones es un non-sequitur como la copa de un pino, pero vamos… si quieres creértelo eres libre. Que forme parte del problema que ha creado una alta temporalidad sí, que sea la causa de destrucción del empleo, es algo más cuestionable, pero no lo único.

    Por otro lado, vuelves a obviar la sociología, parecía que los que te comentamos el post te indicamos que obviar los factores socioculturales es obviar una parte importante. Galbraith o Keynes te golpearían con un palo hasta molerte las costillas por hacerlo.

    Sí, yo también estoy de acuerdo en cambiarlo, pero en la dirección de la reforma laboral del 2006: pactado, con cada paso hacia una dirección de la flexibilidad se sume otro en la seguridad, y en momentos en que se comience a tener espectativas para crear empleo.

  9. rojobilbao dice:

    Te dejas un dato importante: los liberados sindicales, deben desaparecer y los sindicatos financiarse con cargo a sus afiliados. El sindicalismo español destruye más que ayuda.

  10. Alatriste dice:

    José, el caso es que

    1. Mucho antes de la crisis, cuando la economía mundial iba tan bien que había quien soltaba como si tal cosa que los ciclos económicos eran cosa del pasado, España también tenía el doble de paro que los demás, un nivel que los vecinos solo han alcanzado, como suele decirse en ciertos medios, «en plena crisis». Cierto que una parte es fraude puro y duro, pero ni mucho menos se reduce todo a eso.

    2. Qué carajo, España tenía practicamente un 10% de paro al mismo tiempo que importaba más millones de trabajadores extranjeros que todo el resto de Europa junto. El sistema es disfuncional de arriba abajo, y el tema no viene ni de este gobierno ni del anterior ni del otro. Viene de muy, muy atrás, de cuando en una economía cerrada a cal y canto el general del bigotito hacía lo que le venía en gana, como fijar los alquileres para siempre (¿os acordáis de los pisos de renta antigua?) o atar con cadenas a trabajador con empresario para mal de ambos…

  11. citoyen dice:

    «Galbraith o Keynes te golpearían con un palo hasta molerte las costillas por hacerlo.»

    La notoriedad de Galbraith se debe a que en su tiempo libre era periodista, no economista.

    Keynes ¿dónde habla de sociología? Keynes es parte de la tradición marshalliana de la que parte y de la que termina siendo disidente por razones totalmente distintas de su falta de «institucionalismo». Tengo que escribir un día de estos sobre la equivalencia que suele hacerse entre Keynes= economía heterdoxa= izquierdismo. Tiene párrafos abiertamente burgueses (http://sci.tech-archive.net/Archive/sci.econ/2006-04/msg00007.html) y vagamente antisemita.

  12. Roger Senserrich dice:

    Gracias por los comentarios. Algunas notas.

    Zitron: creo que por «Nada es Gratis» tienen esas cosas. Mira alguno de los enlaces.

    Terapeuta: por descontado que la historia importa; el sistema que tenemos es un descendiente del populismo facista de los años 40. España tuvo la desgracia de tener una dictadura, y su herencia (sumada a un irracional aprecio por el status quo) nos ha traído aquí. La seguridad social no es precisamente un sistema perfecto, por cierto; tiene un sesgo marcadamente conservador / Bismarckiano.

    Alatriste, Manuel: no sé si políticamente factible o no. Lo único que sé es que ni lo han intentado :-S.

    Battlegas: el problema si haces eso es que estás judicializando aún más el sistema actual – algo que crea rigideces y encarece todo.

    Jose: lo que dice Alatriste vale :-).

  13. Demócrito dice:

    Lo que yo no veo por ningún lado es que la sociología quite la razón a Egócrata. La idiosincrasia, llamémoslo así, del empresariado español surge por adaptación a un medio que prima ciertas conductas mediante incentivos. Sí, habrá rasgos culturales heredados que distorsionen, pero éstos no sobreviven mucho a un entramado institucional que canalice adecuadamente los incentivos a los que responden los agentes.

    Pongamos un ejemplo: un rasgo «cultural» de España en 1970 era ser natalista a tope, teníamos tasas de fecundidad del orden del 2.5. Todo cristo tenía y quería hijos. Ahora estamos entre los de más baja natalidad y como mucho queremos una parejita. ¿Cambio de opinión? Mis cojones, incentivos: entrada de la mujer en el mercado laboral (removiendo los obstáculos legales y funcionales para ello, aunque aún falta), libre uso de anticonceptivos, alargamiento de la vida no productiva de los hijos, subida del coste de la vivienda, matrimonio y natalidad pospuestas, mercado de trabajo injusto e ineficaz, etc. Las «arraigadas» ideas católicas natalistas no aguantaron una década. Los rasgos culturales ideológicos son flexibles, adaptables. Y si no lo son, se olvidan. En cambio la fuerza de la gravedad es conocida por su tozudez.

    Los empresarios, los trabajadores, los políticos, hasta los sindicalistas españoles cambiarían su conducta si se encontraran inmersos en un medio que no les perdonara las cagadas y les premiara los aciertos, así de sencillo. Y el que no lo hiciera sufriría selección adversa y se quedaría sin empresa, sin trabajo o sin sillón y ya no jodería más.

  14. […] Pero, por lo que leo, es muy posible que Watson se haya reencarnado en Roger. […]

  15. Jose R. dice:

    Citoyen:

    «¿dónde habla de sociología?»

    ¿En toda su teoría de los movimientos irracionales de las crisis? Bueno, nuestro bienamado Krugman también tiene en cuenta la sociología… si te sirve (de hecho la utiliza hasta Hayek).

    Alatriste:

    Lo cuál indica que el rango 11-20% de desempleo que es el que está destruyéndose ahora no tiene que ver con los costes de despido… Si ahora hay que parar la sangría no lo soluciona reducir los costes de despido ahora mismo. Si queremos afrontar más que ese 10% el 30% de temporalidad sí que tendrás que ir a ello.

    Por cierto, ¿olvidamos que hay un contrato indefinido ya existente y acordado en la etapa de Aznar de 33 días y que casi nadie ha utilizado?.

    Cosas veredes amigo Sancho.

  16. citoyen dice:

    Hombre, si por «sociología» entiendes cualquier cosa que se aleje mínimamente del comportamiento inteligente, autointeresado y con información perfecta tienes un concepto un poco amplio de lo que es «sociología» que engloba prácticamente todo y desde luego no es específicamente keynesiano; engloba todo el análisis económico de preguerra y el 90% de posguerra. El intento de reconstrucción de keynes que han hecho Akerlof y Shiller en el librito este nuevo como un precursor de la economía behaviourista es un ejercicio intelectual interesante como reconstrucción, pero muestra una falta de cultura histórica considerable (teniendo en cuenta quienes son).

    ¿en qué obvia entonces este post la sociología? Al contrario, a mí me parece que sugiere razones de por qué la gente es de una determinada manera y no de otra. No me parece demasiado aventurado sugerir que las instituciones del mercado laboral tengan un impacto sobre la visión que la gente tiene de ellas, sobre la formación que adquiere la gente, etc,… Quiero decir, la gente en España era mucho menos demócrata antes de que hubiera democracia y el argumento de obviar el contexto sociológico es igualmente válido. A mí lo de los empresarios incultos me parece harina del mismo costal que la revolución pendiente.

  17. Demócrito dice:

    Jose:

    Dices: «Lo cuál indica que el rango 11-20% de desempleo que es el que está destruyéndose ahora no tiene que ver con los costes de despido…»
    Desde luego que sí, porque en su mayoría son temporales con despido casi gratuito. De hecho los costes de despido en España son ridículamente bajos… porque los paga siempre el mismo 30% de personas. Algo que incentiva al empresario a no complicarse la existencia y echar a los parias, que para eso están.

    Te voy a contar algo: mi prima es gerente de una PYME y ha llevado a cabo un ERE. Este le ha permitido reducir las horas de trabajo de cada trabajador y así no ha tenido que despedir a nadie. Me ha dicho que ha sido una pesadilla administrativa, que le habría resultado muchísimo más rápido (por tanto rentable) y sencillo echar a tres o cuatro chavales que llevan poco a la calle. Si un gerente no tiene los conocimientos, paciencia y cojones de mi prima (que se enfrentó al dueño) adivina qué opción elegiría. El sistema actual incentiva a destruir puestos de trabajo y no buscar alternativas.

    Además, una cosa es reducir la plantilla y otra volver a contratar una vez lo peor ya ha pasado. Si queremos facilitar la creación de empleo es aconsejable, entre otras muchas cosas, abaratar (no sólo en dinero) el factor trabajo. Y esto son sumas y restas, oiga, no tiene más misterio.

    Esto no significa que haya que reducir el coste del despido a los que ya están bien instalados. Eso ni es legal ni es pausible, así que tranquilo que tendréis una buena base electoral de privilegiados apoyando el status quo laboral por muchos años. Tampoco significa necesariamente una pérdida de protección para los que entren en el mercado laboral una vez cambiadas las reglas. De hecho seguro que consiguen más que la que da un contrato temporal actualmente, o sea cero. Claro que, si en vez del PSOE la hace el PP quizá se corten menos y sean más tacaños a la hora de socializar la protección. A eso nos exponemos.

    Por cierto, lo del contrato de 33 días me dice un pajarito ( http://www.fedeablogs.net/economia/?p=2627 ) que no sirve de nada y por eso no se utiliza. ¿Por qué? Por lo de siempre, porque es un parche: tiene múltiples exclusiones y adolece de otro de los problemas que los sindicatos no quieren tocar: llevar a cabo un despido es una pesadilla legal si no quieres pagar los 45 días anuales de rigor para olvidarte de juicios. Así que te dejas de mandangas, haces un contrato normal, despides con 45 días y hasta otra.

    Pero vamos, entiendo perfectamente que dados los éxitos alcanzados por nuestro mercado laboral (20% de paro, 30% de temporalidad hasta hace nada, productividad tercermundista, nula adaptación a los cambios, formación continua inexistente, etc, etc.) lo consideréis una de las maravillas de la humanidad y querráis meterlo en una urna para que nunca cambie.

  18. Jose R. dice:

    «Si un gerente no tiene los conocimientos, paciencia y cojones de mi prima»

    O una sección sindical tocando los cojones para evitar despidos (te recuerdo que la mayoría de ERE donde había organización sindical fuerte en la empresa han sido temporales o de reducción de jornada).

    «otra volver a contratar una vez lo peor ya ha pasado»

    Es que aún no ha pasado lo peor, y ahí está la gracia. Si planteas la reforma laboral cuando comienzas a generar un mínimo empleo ok. Actualmente los números que cuentan los sindicatos esto no se dará hasta final de este año COMO MUY PRONTO. Y la recuperación de verdad hasta el 2015. Si la reforma la haces cuando la espectativa de futuros empleos es horrenda y con una previsión de ingresos del estado futuros la reforma que sale de la negociación será mala. Si lo haces cuando la espectativa de empleo comienza a ser un pelín buena, y con perspectivas de tener mejores ingresos el estado, será mejor. Yo discrepo el momento.

    «así que tranquilo que tendréis una buena base electoral de privilegiados apoyando el status quo laboral por muchos años»

    Es curioso, no sé que base electoral hablas. Si es la de mi partido, es problema de él, si es la de mi sindicato, el aumento más alto de afiliación en los últimos 5 años ha sido en menores de 30 años, trabajadores autónomos, mujeres e inmigrantes. No precisamente los que ahora gozan de esos contratos de 45 días por año trabajado. Que de hecho no se pagan, la media en este país por despedir un indefinido ronda los 22 días en este 2009. Alegas ajustes económicos y es un procedente de 20 días.

    «lo consideréis una de las maravillas de la humanidad y querráis meterlo en una urna para que nunca cambie.»

    No lo considero una maravilla, los primeros en hablar de flexiseguridad no fueron los liberales, ni el actual gobierno, sinó ui!! los sindicatos. Y la única reforma laboral que redujo un poco la temporalidad sin destruir empleo ha sido la del 2006, pactada en buenas condiciones. ¿Que tendrían que haberse hecho cada dos años pasos en ese sentido?, sí, claro… desde el 2004, 2006 y 2008 a lo mejor estaríamos hablando de un mercado laboral algo mejor. Pero eso requería pempis €€€ y electoralmente ha molado (y tal vez era socialmente más necesario) aumentar las pensiones.

    Ah.. sobre la sociología, me remito al comentario que hice en un post hace unos días en este blog. No repetiré argumentos hasta la saciedad. A los aspectos sociológicos me refiero cuando para un empresario asume que es más barato no gastar en prevención de riesgos y arriesgarse a pagar una indemnización o que le chapen la empresa si hay una inspección. A la sociología me refiero a las infracciones al derecho laboral que hay A PATADAS en este país que depende de los inspectores laborales pero también en otros países con una inspección más paupérrima se están dando. La sociología indica que en EEUU violar los derechos sindicales es igual de sancionado que en España pero que se hace por la sencilla razón que a igual delito los jueces los consideran menores (a pesar de estar igualmente sancionados). Y la sociología indica que a pesar de tener fuertes sanciones para los empresarios que incumplen la LPRL en España, se sigue sin respetar por pensar que se cuesta menos.

    La sociología también explica porqué el trabajador español asume irregularidades en su situación (parte cobra en negro, trabaja más allá de su horario sin cobrar, casi nadie denuncia una situación de abuso) que no asumiría un francés. LA prueba está que a igualdad de derecho laboral y sanciones, en Andalucía las violaciones al derecho laboral sean más altas por cada 1000 trabajadores que en Catalunya, o que el uso de los EPI en ciertos sectores sea imposible que no sea así (Industria) y otros donde cuesta un montón implantar (Construcción), descartando los efectos de empresas pequeñas o grandes (comparando pequeñas industrias del metal con pequeñas empresas de la construcción).

    La sociología del trabajo es clave para entender como instituciones del mercado laboral tienen más o menos papel o más o menos capacidad de acción. Los bajos niveles de sindicación en España sólo se entienden desde la perspectiva histórica y sociológica. No son peores que los sindicatos italianos, de hecho son mejores, bastante mejores, y son los únicos que crecen en una perspectiva de 30 años, pero obviamos que los factores culturales tienen mucho que influir. Los factores sociológicos explican porqué el sector de los informáticos y los periodisttas, a pesar de qeu a priori tienen más capacidades de negociación individual son más explotados que el de los trabajadores del comercio y sus contratos son más basura (o son más falsos autónomos). La sociología explica porqué hay sectores «profesionales» que les toman el pelo como a chinos y les cuesta sindicarse. Porqué hasta los monitores de comedor o los de esplai tienen mejores condiciones laborales que los redactores de la SER.

    Si obvias la sociología que evidentemente muestra también las adaptaciones a las instituciones, pero es evidente que las instituciones tambie´n son reflejo de la sociedad y los valores culturales de esta y de los subgrupos sociales, te quedas con media foto.

  19. citoyen dice:

    No sé, Jose, no me convence. Mi impresión es que nada de lo que indicas -digo impresión porque citas una lista de ejemplos, y no termino de ver por dónde va tu argumento en cada caso- se excluye ni en el análisis económico ni en el análisis concreto de Roger y aún así, tiendo a pensar que exageras este tipo de factores- en los que, repito, se puede pensar como estructuras de incentivos. Es probable que la diferencia en el nivel de sindicación, por ejemplo, no se explique sólo en función de la regulación de la negociación colectiva, pero creo que nadie dejara de apostar a que el nivel de sindicación aumentará drásticamente si mañana los convenios dejan de tener eficacia general automática. Mira brasil http://www.lorem-ipsum.es/blogs/laleydelagravedad/2010/02/democracia-y-capitalismo.html

    Ni Roger (creo) ni yo pensamos que los factores sociológicos por usar tu término carezcan de impacto. Lo que nos parece criticable es que se haya convertido en una coartada para estar de contra de cualquier cambio, que no se contemple que son cosas susceptibles de evolucionar y que a veces no hace falta buscarle tantos pies al gato.

  20. Jose R. dice:

    «pero creo que nadie dejara de apostar a que el nivel de sindicación aumentará drásticamente si mañana los convenios dejan de tener eficacia general automática.»

    Tengo una tesina (y te amenazo con ella) que indica todo lo contrario amigo Citoyen. Y eso es CIENCIA colega.

  21. Demócrito dice:

    Lo siento Jose, pero tengo algunas experiencias feas en la lucha sindical que me hacen creer muy poco eso que comentas de que la sección sindical va a luchar por los temporales y otros parias. Lo hará si los instalados consideran que no afecta a sus intereses. No vi yo de eso mientras estuve sindicado, desde luego. Mi prima, por cierto, se tuvo que poner CONTRA los sindicados que tenían más antigüedad porque no querían recortar las horas, ya que sabían que no les iban a largar (todo esto en petit comité, claro, luego no se atrevieron a llevarle la contraria ante toda la plantilla)

    Pero más allá de anécdotas, no comprendo vuestro temor a que se implanten medidas de abaratamiento del despido si éstas no pueden ser retroactivas. No dudo de que a muchos empresarios les gustaría echar a unos cuantos jarrones Ming, pero éstos van a seguir siéndolo haya reforma o no la haya. Y soy el primero que entiendo que un tipo que lleva treinta años en una empresa y que no sabe hacer la o con un canuto tenga miedo de que le echen y de no encontrar nada. También soy el primero en preferir que conserve su puesto porque si no no va a volver al mercado laboral nunca jamás. Pero también entiendo que son estos señores los que forman el núcleo estable y movilizable de los sindicatos, porque son los que más tienen que perder, y que lógicamente hagan primar sus intereses. Lo que no voy a hacer es creerme que los sindicatos defienden el bien común y son ecuánimes porque ni mi experiencia, ni la historia, ni mis conocimientos se concilian con esa idea. Los sindicatos son organizaciones que buscan poder para
    preservar su existencia, los intereses de sus miembros y los de aquellos que los apoyan, como cualqier otra organización política (en el amplio sentido de la palabra) y no vamos a engañarnos a estas alturas.

    Por cierto, dices: «el aumento más alto de afiliación en los últimos 5 años ha sido en menores de 30 años, trabajadores autónomos, mujeres e inmigrantes.»
    Nos ha jodío, como que la nueva contratación en los últimos cinco años, y en los últimos diez, ha sido sobre todo temporal. En 2006, cuando estábamos en la puta Champions League de la economía según el sonrisas, la tasa de contratos temporales era del 66% entre los jóvenes. Pero el core de los sindicatos es; numéricamente, en influencia y en capacidad de movilización; el de indefinidos con unos cuantos años de contrato a la espalda.

    «Alegas ajustes económicos y es un procedente de 20 días.» Para lo que tienes que montar un cirio administrativo-judicial que no entra en la sacristía. O eso, o pactas con los sindicatos. Si no quieres líos, tienes que soltar 45.

    Respecto a lo de la «sociología» ya te ha respondido Citoyen, pero yo tembién tengo algo que comentar. Todos los ejemplos que pones son en buena medida efectos de instituciones disfuncionales, no de que el español, el andaluz o el congoleño sean así. El trabajador español acepta peores condiciones, irregularidad y otras putadas porque la tasa de paro dobla o más que dobla la media europea en los buenos y en los malos tiempos, así que ya sabemos lo que hay. La economía sumergida campa a sus anchas porque tenemos una productividad de mierda, elevados costes laborales unitarios e impuestos sobre el trabajo desproporcionados. Y esto es culpa de un sistema productivo disfuncional, no de que el español sea un señor moreno, bajito y con bigote que siempre está de mal humor porque cree que folla poco.

    Por ejemplo, etto que dices «Ls prueba está que a igualdad de derecho laboral y sanciones, en Andalucía las violaciones al derecho laboral sean más altas por cada 1000 trabajadores que en Catalunya» supone olvidar que la eficiencia de las inspecciones y los efectos de las redes clientelares, por ejemplo, cambian mucho dependiendo de la región. Los empresarios que no respetan la legislación (los delincuentes en general) no temen demasiado las penas exorbitadas, sino que les pillen y les hagan sufrir un proceso rápido y determinante (leéte las últimas entradas de Terapeuta respecto al endurecimiento de las penas). Dada la desastrosa situación del sistema judicial en este país, un empresario tiene un elevado número de posibilidades de salir no muy malparado por sus guarradas si se lo monta bien.

    Dices: «Los factores sociológicos explican porqué el sector de los informáticos y los periodistas, a pesar de que a priori tienen más capacidades de negociación individual son más explotados que el de los trabajadores del comercio y sus contratos son más basura (o son más falsos autónomos)»
    Claro que lo explica, porque es la función de la sociología, pero no lo explica (no debe) gracias a rasgos culturales esencialistas y otras matracas. Hablemos de informática, por ejemplo. Los sueldos bajos y las birriosas condiciones se explican por diversos factores: somos un país con escasa inversión privada en investigación y desarrollo, que por tanto necesita de poca gente puntera y muchísimas empresas se arreglan con un «tuercas». Se explica porque la titulación universitaria oficial de informática no cubre ni de coña los requerimientos de las empresas, así que el intrusismo profesional es rampante. Los puestos de técnico informático se cubrían con cualquiera que se hiciera unos cursos y con becarios o FPII, así que la informática se ha visto asaltada por numerosos trabajadores de otras áreas con formación limitada pero fácilmente accesible, y el empresario tiene donde elegir. En cambio, allá donde son necesarios conocimientos específicos y verdadera profesionalidad los sueldos son altos y las
    condiciones buenas (entre un certificado CISCO CNNA y un CNNP puede haber diferencias del triple o cuádrupe de sueldo, pero tampoco hay muchos puestos que exijan CNNP).

    O sea, que nada de obviar la sociología, pero es que la sociología explica mucho mejor las cosas en función de sistemas dinámicos de incentivos generados por estructuras y agentes, cuya configuración responde antes a factores tecnológicos, demográficos o productivos que a vagos rasgos culturales e ideológicos. La historia influye, claro está, pero sólo si entendemos como historia al proceso evolutivo por el que estas estructuras van cambiando a lo largo del tiempo.

    P.S: obviamente, me niego a considerar sociología a cualquier corriente que se relacione con el estrucuralismo, postestructuralismo, postmodernidad, escuela de Francfort, hermenéuticas variadas, dialéctica, cualquier idealismo cognitivo y otras mierdas de esas.

  22. Jose R. dice:

    «Pero también entiendo que son estos señores los que forman el núcleo estable y movilizable de los sindicatos»

    Seguimos con los mitos… tengo una tesina que dice lo contrario amigo demócrito, por no hablar que conozco lo que se cuece dentro y quienes son los dirigentes. En la actual ejecutiva de la UGT de Catalunya tenemos 8 de los 13 miembros menores de 40 años (y te aseguro que mandan). La bolsa más grande de afiliación de los últimos años nos vienen de menores de 35 años, de mujeres e inmigrantes. Tenemos sectores donde somos mayoritarios como el comercio donde casi todo son mujeres y con contratos temporales.

    Si quieres alegar que es donde más ha aumentado el empleo te saco a colación lo siguiente: cuando los jóvenes, las mujeres (no tan jóvenes)temporales y los inmigrantes (También temporales) representan más del 40% de la afiliación actual, ¿me puedes decir si tienen o no peso? Cuando 8 directivos nacionales de 13 tienen menos de 40 años, con puestos de dirección clave (secretaria institucional, comunicación y portavoz, programas o acción sindical [la que marca las líneas a negociar generales en la NC]), ¿me puedes decir que todo es por los trabajadores indefinidos de más de 20 años?. La mayoría de nuestros afiliados nuevos, que son francamente, una parte significativa de los afiliados (hemos doblado afiliación en pocos años) tienen jobs tenures de 3 o 4 años, ¿me puedes decir que intereses defendemos?.

    «O eso, o pactas con los sindicatos.»

    …será por ello que la media de indemnización a los indefinidos en el 2009 haya sido de 22 días…

    Y te vuelvo a decir, la objección que se tiene es que ahora sin creación de empleo la reforma laboral tendrá efecto 0, y que ahora sin creación de empleo y con perspectiva de déficit fiscal galopante el tipo de mercado laboral se acercará más al de UK que al de Dinamarca.

  23. Tito el Elfo dice:

    Jose R. :

    Si esos son los nuevos afiliados, los representáis fatal. El paro en esos grupos es especialmente horripilante, y no hay nada de lo que dices que les favorezca a corto plazo.

    Hablar de medias de indemnización, por cierto, es jugar con cartas marcadas. Claro que la media es baja; las empresas sólo están echando a los nuevos. Los jarrones Ming son demasiado caros de despedir.

    El mercado laboral de UK, por cierto, es un puto lujo comparado con el nuestro: el paro está por debajo del 8%. ¿Dónde tengo que firmar?

  24. Jose R. dice:

    «medias de indemnización»

    DE LOS INDEFINIDOS!! Y no de días absolutos sinó relativos 22 días POR AÑO.

  25. citoyen dice:

    «Tengo una tesina (y te amenazo con ella) que indica todo lo contrario amigo Citoyen. Y eso es CIENCIA colega»

    Jose, ¿estás sugiriendo que la eficacia de los convenios colectivos no influye en las tasas de sindicación? Osea, que el hecho de que en Francia o España ser miembro de un sindicato no tenga ninguna ventaja-exagero-, solo desventajas no tiene nada que ver con que las tasas de sindicación sean bajas en comparación con digamos, Suecia? ¿Por qué se oponían los sindicatos ingleses a que se abolieran las clauses «closed shop»? Lo pregunto con curiosidad, de veras.

  26. Jose R. dice:

    Citoyen:

    La realidad es que a mí me salía que la variable «extensión de convenios» (tanto al sector como al no afiliado) era una variable positiva que explicaba la expansión del sindicalismo en aquellos lugares donde la tasa de partida era baja, en cambio no tenía repercusión allí donde la tasa de afiliación es alta.

    Hay algún que otro paper más sociológico y menos numérico que intenta explicarlo y se trata en el factor de percepción de utilidad. No de la afiliación individual sinó en el factor de utilidad genérica de los sindicatos y es el problema que tienen en UK.

    Cuando un sindicato tiene tasas de más del 50% como en Alemania o Suecia, y la NC defiende sobretodo a los afiliados (aunque no es extrictamente así, hay bases que tienen todos los trabajadores suecos y alemanes aunque no sean afiliados), en prácticamente todos los sectores hay convenio de sector sólido al cuál adscrivirse y el no afiliado percibe la utilidad versus el afiliado.

    El caso de UK o de EEUU, el problema radica que con tasas de afiliación bajas, no todas las empresas tienen convenio de este tipo y por tanto no hay incentivos ni percepción de utilidad para afiliarse a un sindicato allí donde no está presente. Por tanto hay un efecto bloqueo en la afiliación.

    En cambio las tasas de afiliación en países con ultractividad de convenios, en sectores donde no hay fuerte presencia sindical, el hecho de que haya una muy poca ya hace que comience a haber NC que beneficia al conjunto de trabajadores y el sindicato se percibe como una herramienta útil. Por tanto la capacidad de afiliar de un delegado sindical es más potente: puede vender gestión hecha y puede vender proyecto a hacer. Yo comparo los sindicatos británicos con los españoles en que ambos han tenido que remozarse mucho por dentro y afrontar el entrar en nuevos sectores para no decaer, en cambio el británico la TUC tiene un serio problema y es el bloqueo (hay factores también sociológicos que cuantifico que son los de la práctica empresarial de persecución sindical mediante empresas que se dedican sólo a eso) para entrar en nuevos sectores o en lugares donde están débiles.

    Por poner un ejemplo práctico, las empresas de lleure que son supercumbas casi nadie se ha sindicado en la vida, pero viene un sindicato consigue convencer a un colgado de que se sindique y monte una lista, este tío monta una lista y «pumba» ya está haciendo sindicalismo, consigue que un convenio del sector de al lado sirva de base de negociación del suyo y comiencen a aplicarse ciertas cláusulas, y así consigue prestigio, percepción de utilidad y consigue afiliar a compañeros. Eso la TUC no puede hacerlo. ¿Qué sentido tiene un convenio que sólo va a afectar al 5% de la plantilla de una empresa? ¿qué poder negociador tiene un sindicato que sólo tiene la legitimidad de las afiliaciones ya que no hay elecciones sindicales ya que los convenios sólo se aplican a los afiliados? Entran en la rueda de la autodestrucción permanente.

    En Suecia mola para los sindicatos porqué tienen garantizada la negociación colectiva hasta en la panederia Olafson, pero en UK no. En cambio en España mola la ultraactividad de los convenios en base a la democracia industrial (donde los trabajadores votan a sus delegados sindicales), porqué consiguen que los sindicatos sean útiles mucho más allá de su nivel de afiliación. E indirectamente esta utilidad es lo que les hace atractivos y creibles para ser afiliados.

    El 90% de los afiliados no saben ni los servicios que tienen ni los costes de estos, ni lo que se ahorran por ser afiliados. Lo hacen en base en algunos casos, pocos, identidad de clase, otros porqué creen que es una cláusula de protección, y otros y no es insignificante porqué perciben que apoyan un buen trabajo o pueden reforzar la capacidad de negociación de sus delegados.

    Esta sería la descripción micro, que he tenido que encontrar a posteriori, ya que mi hipótesis de partida era al revés, pero oh.. sorpresa no es así. Los números cantan otra cosa.

  27. Jose R. dice:

    Fíjate una cosa Citoyen, la afiliación en USA que partía de un decente 40% o en UK que la tenía sobre el 50% ha caído enteros. En USA andan languideciendo sobre el 12 o 13% y en UK 30% y bajando (aunque una ley del último gobierno de Blair les amplio ligeramente la extensión de la NC y curiosamente coincidió con un ligero repunte positivo de la afiliación). Estos países que practican la limitación del convenio al afiliado son los que más decaimiento de la afiliación están sintiendo en las 3 últimas décadas.

    En cambio la catastrófica España es la única que fehacientemente tiene un repunte sindical desde los años 80 en adelante indiscutible. Del 8 al 17% de 500.000 a 2.500.000 afiliados. De estar en pocos sectores a tener más hetereogeneidad. De no tener ningún trabajador atípico a tener cientos de miles de autónomos (y esto es por lo del Estatuto del Trabajador Autónomo y su capacidad de generar utilidad a un colectivo de trabajadores atípico). Y creo que básicamente se debe a dos factores:
    a) La modernización interna de los sindicatos. Que ni es completa, ni perfecta. Pero ha profesionalizado muchas funciones internas (técnicos, administrativos, comunicación, economistas, juristas, etc…) que son clave delegando a los liberados sindicales funciones directivas y de representación en la empresa y en el sector, ha penetrado en sectores esenciales (mujeres, nuevos sectores jamás sindicalizados, etc..) y ha alterado la forma de trabajar buscando sistemas que la empresa privada viene utilizando desde hace décadas (como una ventanilla única, p.ej.). Tal vez desde fuera cuesta percibir, y en los territorios más micro se notará menos (el ejemplo son mis compañeros de Canarias un verdadero desastre con patas), que en zonas que permiten una economía de escala.

    b) Sobretodo, sobretodo. La extensión de convenios a no afiliados. Eso los ha mantenido vivos. La democracia industrial y los comités de empresa han salvado el sindicalismo de clase, más que cualquier otra medida, subvención, ayuda, apoyo institucional o campaña de afiliación.

  28. Jose R. dice:

    Otra cosa Egócrata:

    Te comentaré que obvias una cosa, no TODO el mundo defiende la reducción de costes de despido (yo la defiendo pero no ahora, sinó a la hora de comenzar a crear empleo), igual que hay un manifiesto de los 100 y un Krugman, también hay un manifiesto de los 400 donde tb. hay economistas (que supongo tan inteligentes y serios como Citoyen, Egócrata e infinitamente más sabios que yo mismo). No intentes venderlo como la verdad qeu todo menos ZP y la izquierda radical defiende. Tus argumentos ya son sólidos de por sí para no utilizar la falacia «ad populum».

  29. Franesco dice:

    El problema de la economía española no es que haya muchos españoles, que también, sino muchos empresarios españoles: las multinacionales extranjeras siempre han pagado bien y han solido importar valores laborales progresistas (mejor trabajar para Opel o Microsoft que para Zara o El Corte Inglés); sólo ha empeorado la cosa cuando han pasado a llegar las franquicias, donde el «propietario» es ya un español, que suele tener un gen «franquista» dentro, lo cual no es culpa suya: el gen «liberal» o «progresista» murió o se exilió, en 1812 o 1939… De hecho, somos lo que ha podido nacer tras la victoria de la reacción.

  30. […] que cambiar el mercado laboral con urgencia. Hay otros mercados laborales posibles – todos menos injustos que este. No hablo sólo de eficiencia; algo que crea un 20% de desempleo es esencialmente injusto, […]

  31. […] falta ser economista, ni sociológo para saberlo. Y además, hay cosas que deben hacerse, de forma más o menos inevitable. Pienso sobre todo en la reforma laboral (alguna, la que sea) y la reforma de las […]

  32. […] y dejarnos de absurdos mecanismos de blindaje que sólo hacen que asegurar que los perdedores sean los recién llegados. Una de las grandes virtudes del modelo austríaco que (espero) el gobierno impulse es que acepta […]

  33. […] aludido, la mediocracia parece estar encantada en llamar a cualquier reforma un ataque a nuestros sagrados derechos franquistas, y el partido de la oposición es incapaz de dar algo remotamente parecido a una idea […]

  34. […] sí veríamos de cerca, el mercado laboral, no tiene ni siquiera por qué ser un recorte de “derechos” como los entienden algunos. Hay muchas alternativas mucho mejores a este absurdo arreglo que […]

  35. […] bueno el enemigo de lo perfecto. La reforma laboral del PP (que la habrá, no os engañéis – por mucho que el sistema actual sea de derechas) será mucho, mucho peor – todo flexibilidad, nada de mantener […]

  36. […] Club Lorem Ipsum :: Materias Grises » Archivo » Aceptando lo inevitable (I) – Otro texto de lectura muy recomendable. ¿Cómo es posible que la izquierda española defienda las leyes laborales instauradas durante el franquismo? (Y de paso añadios el blog, que es de lo más interesante). […]

  37. eulez dice:

    Pues mira que yo también estoy de acuerdo, y eso que apoyo la convocatoria, la huela, la manifa, etc.

    Está muy bien sacar a la luz el problema de fondo y lo que quieras, pero no es lo que hay en el mundo real. Estaría genial que se reformase todo para ser como Dinamarca. Yo estaría de acuerdo con el despido libre a cambio de eso y con una intervención en el mercado de la vivienda (casi todos saldríamos ganando).

    El problema, es lo que ocurre en la realidad, y es que los mismos de siempre son los que salen con la suya, consiguiendo beneficios para sus actividades y planes. Mientras, los que ven recortados derechos adquiridos (sean más o menos justos) no obtienen nada a cambio (no hay una reforma estilo Dinamarca), porque no creo que nadie excepto cuatro del gobierno se vaya a creer que esto vaya a generar empleo.

  38. Musashi dice:

    Que quiten la indemnizacion por despido y cuadrupliquen los salarios.
    La indemnización es una hucha donde se deja dinero para el caso de que el trabajador sea despedido improcedentemente . Si no lo es, el contratador se lo ahorra.
    Una medida mas efectiva: eliminar la subcontratación.
    Y el problema en España sí es el empresario muchas veces. Es quien decide. No olvidemos que los costes laborales en España, incluso con una indemnizacion de 45 dias, son menores que el puesto equivalente en un pais civilizado en Europa, ya que los salarios son bastante mas altos en terminos absolutos.
    Buen blog sobre el porque de los problemas de productividad en España: http://dealwithspmanagers.blogspot.com

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