Uno de los episodios más gloriosos en The West Wing gira alrededor de las discusiones dentro de la Casa Blanca tras un par de derrotas políticas serias. El equipo del presidente está desmoralizado; se ven inefectivos, incapaces de pasar reformas reales en el país. No les cuesta demasiado darse cuenta que gran parte del problema parte de su propia timidez: no han sido capaces de utilizar y mostrar las virtudes de su (imposiblemente perfecto) presidente. Es hora de «Dejar que Bartlet sea Bartlet» – actuar decididamente, con el presidente tirando del carro.

Me parece que en la Casa Blanca alguien ha estado viendo The West Wing estos días: el mensaje es claramente «dejar que Obama sea Obama». Todo empezo con el ya legendario turno de preguntas del presidente con los republicanos en Baltimore, una de las mejores discusiones políticas en décadas en Estados Unidos. Obama estuvo extraordinario, ganando el debate con una facilidad apabullante.

Para resolver el debate de la sanidad (y empujar a su partido en el Congreso a aprobar una reforma de una puñetera vez), Obama va a intentar hacer algo parecido a finales de este mes. La idea es celebrar una «cumbre» sobre sanidad televisada con miembros de ambos partidos; un debate abierto con luz y taquígrafos pidiendo ideas y discutiendo cambios para aprobar la ley.

Por descontado, es un debate con las cartas marcadas: la reforma propuesta en el Senado tiene ya de hecho un montón de ideas republicanas; es un plan muy moderado, prácticamente conservador. Uno de los grandes problemas que ha sufrido la reforma es que los demócratas (y los medios) han sido incapaces de explicar sus contenidos; forzando a los republicanos a discutir el fondo (y no esconderse detrás de un púlpito o micrófono amigo en Fox y decir todas las burradas que quieran) es una táctica brillante. El presidente puede ejercer de presidente (Bartlet, de nuevo), arbitrando un debate al que los republicanos no pueden renunciar a participar.

¿Funcionará? Eso espero. Es una táctica muy ambiciosa, casi peliculera. Los medios americanos adoran esta clase de bobadas, sin embargo; no me extrañaría que se lo tragaran pero bien. El presidente está tomando un riesgo serio – veremos si funciona. Por cierto, ¿alguien tomando notas en España?


3 comentarios

  1. citoyen dice:

    Pero tú te acuerdas de como fue el debate zapatero Rajoy para las elecciones? A veces me sorprende tu idealismo.

  2. mcalerom dice:

    Recuerdo otro capítulo de no-sé-qué temporada en el que la analista de estadísticas sorda que contratan de vez en cuando les explica que ciertos resultados no significaban que el pueblo pidiese menos reforma, sino más reforma.

    No conozco a los usanianos como tú, pero ¿no piensas que si la gente no se ha movilizado más o no ha prestado más su apoyo es porque quieren ‘más reforma’ y no ‘menos reforma’?

    Por cierto, West Wing es mi serie favorita de siempre.

  3. Mario dice:

    Creo que se escribe Bartlet. Blasfemo.

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