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Departamento de muertes prematuras

25 Ene, 2010 - - @egocrata

No tengo demasiado tiempo para elaborar en detalle, pero me parece que es necesario comentar un par de cosas ante los increíblemente confusos artículos del País sobre Obama de este fin de semana. Primero, es una tontería decir que Obama abandona su agenda de cambio – más que nada, porque la administración sigue con los mismos proyectos sobre la mesa. El problema es el Congreso, y más concretamente, el absurdamente antimayoritario Senado y el hecho que se necesiten 60 votos para hacer casi cualquier cosa. Los demócratas, aún con sus ingentes reservas de cobardía, han estado moviendo legislación poco a poco; el problema es que el partido republicano no quiere hacer absolutamente nada.

El artículo que se lleva un premio es este, por eso, preguntándose si aún queda presidencia. El tono es como si Obama fuera un presidente ampliamente odiado, con tasas de aprobación zapateriles en su casillero; la realidad, sin embargo, es mucho más tranquila, con Obama en un 49-45. No son números fantásticos, pero es donde estaba Reagan a estas alturas, con un nivel de desempleo parecido. Los demócratas están haciendo un ruido increíble en sus ataques de pánico, pero el presidente está, dentro de lo que cabe, en una situación bastante aceptable.

¿Qué tenemos que esperar esta semana? Dos cosas. Primero, parece que los demócratas están entrando en razón, y puede que hagan algo sobre reforma de la sanidad. Nada en concreto, pero están moviéndose en la dirección adecuada. Aún lo veo complicado, pero menos que ayer; ha pasado de un 20 a un 30%. Segundo, el miércoles el discurso sobre el estado de la Unión, evento televisado en directo por todas las cadenas. Obama tiene una oportunidad magnífica de poner las cosas claras y marcar la agenda. Veremos que dice.

Por cierto, una nota: el discurso del presidente parece que sea de cara a la opinión pública, pero no lo es. Como sucede en España, lo que marca si tu discurso es un éxito o un fracaso es la reacción de la prensa y opinadores profesionales, y como esta afecta a esa tropa de legisladores acomplejados que viven en el Congreso. Aún sin 60 senadores, hay maneras de aprobar legislación (como el método de reconciliación en el Senado, para leyes que afecten gasto y recaudación – con 51 basta), así que Obama aún tiene su margen de maniobra.

Es una semana importante. No empecemos a decir bobadas sobre funerales políticos porque alguien ha tenido una mala semana; si no, mirad cuántas veces he dado a Rajoy por muerto este último año y veréis por qué digo esto.


2 comentarios

  1. […] i de promotor del circ mediàtic i que a més en molts casos no té cap vergonya, ni oposició, en la seva tasca de desinformar. […]

  2. A Antonio Caño y al resto de la corresponsalía de El País se les está yendo el santo al cielo cada vez más. Pena, porque durante 2008 no lo hicieron mal…

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