Un comentario rápido sobre los dos atentados de estos días. Por muy aparatosos y dolorosos que sean, al final del día no cambian nada en absoluto: ETA ha perdido. No importa lo que los terroristas hagan, el estado no va a mover un dedo para contentarles. ETA no puede ni podrá nunca ejercer suficiente presión para ganar nada por las armas; no hay ningún escenario posible en que puedan forzar concesiones vía lucha armada. Lo único que es negociable es el armisticio – algo que los terroristas no entendieron en la última tregua.

Por tanto, no es cuestión de rasgarnos las vestiduras y proclamar que los vascos mutantes invencibles han resucitado, como decía Rosa Díez. Es hora de estar con las víctimas, dejar que la policía actúe, y básicamente ignorar a los asesinos – si quieren hablar, saben de sobras qué les toca.

Lo más triste de todo es que aún gente muera estos días, cuando la guerra de hecho ya ha terminado.


4 comentarios

  1. d dice:

    El problema es que en este país hay mucha gente que deriva su sustento emocional, o su ideología, de poder rasgarse las vestiduras de vez en cuando.

  2. Ayer zapeando pasé por Intereconomía y lo que estaba diciendo el chorvo, mientras parecía que le iba a estallar la vena, daba miedo. Sólo le faltó decir que el líder en la sombra de ETA era Zapatero y que había que cometer un magnicidio. Sutileza sobre todo.

  3. […] hace tiempo vengo dándole vueltas a una idea que José A. Rodríguez y R. Senserrich ya han expresado: le damos mucha publicidad a ETA y ETA necesita de esta publicidad, de esta […]

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