No sé cómo será la cobertura en España sobre Michael Jackson, pero aquí en las Américas la cosa es demencial. Durante este fin de semana CNN ha estado hablando básicamente sin parar de Michael. Por la cadena ha desfilado todo Dios remótamente relacionado con el «Rey del Pop» de las narices, y en vista del extraordinario número de chupópteros que pululaban a su alrededor, parece que no se van a quedar sin basura. Fox News y MSNBC han estado a niveles parecidos, con homenajes y chorradas varias.

Lo peor es que no es que hayan pasado pocas cosas estos días. La Cámara de Representantes aprobó una (relativamente raquítica) ley sobre el cambio climático. algo histórico y triste al mismo tiempo. Histórico porque finalmente el país más contaminante de la tierra se decide a hacer algo. Triste porque la ley es muy limitada, el Senado probablemente se la cargue, demostrando (otra vez) que Estados Unidos es un país horriblemente gobernado e incapaz de pasar reformas de ningún modo.

Por descontado, esto es si te centras en el Imperio. En Honduras tenemos un golpe de estado, y hoy ha sido la primera vez que he visto imágenes en televisión; las cadenas americanas sólo le han prestado atención cuando Obama ha dicho algo sobre ello.

Lo más triste, sin embargo, es otra muerte irrelevante: Billy Mays. Billy Mays es el hombre más cargante de América; un tipo que hace anuncios de productos extraños (super pegamentos, super esponjas, super lijas, etcétera) y que GRITA MUCHO Y CONSTANTEMENTE DURANTE TODO EL ANUNCIO. Mays es tan popular que incluso tenía un programa de televisión (en que documentaba como escogía lo que iba a anunciar), y ha sido capaz de vender cachivaches inútiles a millones de personas de forma casi mágica. Por algún motivo que se me escapa (porque mira que el EL TIPO ES IRRITANTE), el tipo me caía bien, y su muerte ha sido casi invisible por el maldito MJ.

En fin, medios.