Tras escribir ayer con tono ciertamente depresivo sobre la presunta naturaleza no-muerta del gobierno socialista, me quedé pensando sobre por qué llegaba a estas conclusiones. Es cierto que el gobierno Zapatero no ha sido especialmente activo estos últimos meses, así que hablar de inoperancia no creo que esté demasiado desencaminado.

Aún así, estos últimos días me he dedicado a repasar los materiales, notas de prensa y demás engendros propagandísticos que un gobierno produce en esto de gobernar. Cualquiera que ha tenido que enfrentarse al suplicio que es una página ministerial sabrá de qué hablo; cosas farragosas, confusas y poco útiles para casi todo el mundo. Ya no es cuestión de buscar estadísticas (un absurdo), sino de algo mucho más básico, sencillo y simple: saber qué porras están haciendo en eso de gobernar.

La producción en materia de relaciones públicas del gobierno español es básicamente una serie infinita de notas de prensa y fotografías de dominio público. Es el colmo de la comunicación del siglo pasado: son materiales pensados y escritos para tipos con los dedos con manchas de tinta, sombrero de ala ancha y bloc de notas en mano – es decir, periodistas de periódico estilo año pasado. Estructura de pirámide, explicaciones básicas centrándose en cuatro o cinco líneas, y un montón de declaraciones enlatadas para llenar una columna y dar pie a que conteste la oposición.

Si no somos periodistas y queremos hablar sobre la «chicha» de la reforma, ley o proyecto en cuestión, tenemos dos opciones. Por una lado muchos ministerios nos dan el material en bruto: el texto de la ley. Un servidor es masoquista y a veces se acerca a esas cosas, pero en general comerse 44 páginas de farragosos legalismos para enterarte que se ha traspuesto una directiva comunitaria sobre impuestos indirectos es un auténtico peñazo. Lo mismo ocurre cuando te dan un informe megalítico sobre algún tema remotamente interesante; cuando un frikazo del transporte como yo se aburre leyendo la estrategia de movilidad sobre el transporte (y es corta; son 88 páginas. Por cierto, no es un mal plan) algo están haciendo mal.

Ahora pensemos no en periodistas retransmitiendo noticias con cara de aburrimiento, o en los contables que se ganan la vida calculando impuestos indirectos. Imaginad un bloguero medio (llamémosle Egocrata) que quiere comentar en detalle por qué Fomento ha decidido aprobar la construcción de una línea de tren, o por qué la actualización del plan de estabilidad era imprescindible para la economía española (nota: lo era). A veces tengo un día tonto y me dedico a mirar estas cosas, pero la verdad, no lo hago a menudo.

Es obvio que el gobierno ha hecho algunas cosas estos días. Es obvio que lo publican en alguna parte – lo que es increible es que alguien lo encuentre, o más importante, que alguien explique junto con cada medida por qué el gobierno hace cada cosa. Diré una cosa un tanto ridícula, pero los blogueros frikis que pretenden ser influyentes (y de vez en cuando algunos lo son – aunque aquí no nos lea nadie)  gustan de explicar y criticar el fondo de las materias, no sólo la pelea política – y agredecen explicaciones diseñadas para seres humanos.

Sonará raro, pero el PP hace estas cosas bien de vez en cuando. No hace demasiado publicaban un «plan de reformas» que si bien no era demasiado brillante, fue empaquetado de forma impecable para público y crítica: un documento de unas pocas páginas, moderadamente detallado, que era fácil de leer y producía comentarios inmediatos. Lo más importante, el documento fue puesto en circulación inmediatamente, accesible en todas partes, y me lo pude descargar sin volverme loco para buscarlo, sufrir un dolor de cabeza tremebundo traduciéndolo, o tener que confiar en que los periodistas me cuenten algo relevante.

En esencia, estoy pidiendo que el gobierno nos haga la pelota. El PP tiene una página estupenda a la que referirnos si queremos saber qué pretenden hacer; el gobierno no tiene un sitio donde centralice todo lo que hacen y consideran importante. Quizás los medios españoles no informan sobre ello (les va más la masturbación ideológica abstracta), pero otros si lo hacen, y la verdad, tienen cada vez más peso.

No me voy a hacer ilusiones; la blogosfera española no es ni de broma tan influyente como la americana. No creo que mis alegres diatribas sobre la reforma laboral cambien el corazoncito progresista de demasiados votantes, y la verdad, no creo que la línea editorial del País o El Mundo cambie en absoluto porque detecten que un progresista irredento ha llamado «zombie» a Zapatero.

Aún así, esto sucederá tarde o temprano – y la verdad, las bitácoras absorben y procesan información de forma muy distinta a cómo lo hacen los medios antiguos.  Nos gustan las cosas fáciles, nos encanta que en internet todo lo que vale la pena está como máximo a tres clicks de distancia, y nos gustan las fuentes primarias, despreciando las notas de prensa a la antigua y los filtros de la prensa partidista.

Señores del gobierno: hablen con los nuevos medios. Si no hablan con ellos, corren el riesgo que las diatribas de lunáticos que no quieren perder el tiempo buscando información lleguen a miles (anda, menead esta noticia) de personas.


8 comentarios

  1. Te veo últimamente mucho en el Menéame.

  2. Roger Senserrich dice:

    Tengo una red de cultistas en todas partes. El FLGJ avanza!

  3. Javi dice:

    Es curioso que la derecha española, con el olor rancio que le caracteriza, sea más progresista que la izquierda en su acercamiento a los nuevos medios de comunicación. Sus redes de medios de comunicación y su imagen tienen una proyección más acertada que la de la izquierda. No es que sean ninguna maravilla, pero la izquierda española parece que no asume la nueva revolución de las comunicaciones mientras que la derecha tiene claro que va a aprender utilizarla.

    ¿No os parece que hasta el logo del PP ha sido rediseñado copiando la estética 2.0?

  4. d dice:

    Pues tienes razón, el PP se explica con concisión, como a mi me gusta. Pena de maquetación y diseño tan chungos.

  5. Ian Curtis dice:

    Cualquiera que ha tenido que enfrentarse al suplicio que es una página ministerial sabrá de qué hablo; cosas farragosas, confusas y poco útiles para casi todo el mundo. Ya no es cuestión de buscar estadísticas (un absurdo), sino de algo mucho más básico, sencillo y simple: saber qué porras están haciendo en eso de gobernar.

    Ay, inocente… Para eso está el telediario de TVE1.

  6. […] es factible por parte de cada una de las administraciones de nuestro país, por no hablar de explicarse medianamente o de otras ideas. No es cuestión de dinero, sino de la más sencilla voluntad […]

  7. […] Comparad todo eso con el Powerpoint garrulillo y nota de prensa adjunta que tenemos para entender la financiación autonómica. Suponiendo que la reforma me gustara (no soy un fan entusiasta), ¿cómo puedo hablar de ella bien?. La explicación que me dan es muy limitada. Estamos hablando de una propuesta estrella del gobierno; el resto de los materiales no quiero ni imaginarlos. […]

  8. […] Comparad todo eso con el Powerpoint garrulillo y nota de prensa adjunta que tenemos para entender la financiación autonómica. Suponiendo que la reforma me gustara (no soy un fan entusiasta), ¿cómo puedo hablar de ella bien?. La explicación que me dan es muy limitada. Estamos hablando de una propuesta estrella del gobierno; el resto de los materiales no quiero ni imaginarlos. […]

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