Vía Matthew Ylgesias, los resultados de una encuesta de hace un par de años sobre política fiscal. Primero le preguntan a los votantes si los políticos deberían aumentar los impuestos o no para reducir el déficit público:

La respuesta general es que no, ni broma. No importa que uno sea demócrata («izquierda») o republicano (derecha), los votantes no quieren más impuestos. La siguiente pregunta, obviamente, es bueno, si uno no quiere subir los ingresos, tiene que recortar el gasto; así que se pregunta qué capitulo de gasto quieren recortar:

¡Sorpresa! El único programa que los votantes quieren cargarse es la NASA, básicamente irrelevante en el presupuesto (si mal no recuerdo, no llega al 0,1%); el resto son ridículamente populares. Tres de los cuatro programas más furiosamente defendidos, de hecho (Medicare -sanidad para jubilados-, Medicaid -niños y pobres- y Seguridad social), son dos tercios del presupuesto federal. Así no hay manera de reducir el presupuesto.

Es algo muy americano: tras treinta años de furibunda retórica anti-impositiva, los votantes no quieren ni oir hablar de impuestos (a pesar que la carga fiscal es comparativamente muy baja), pero no quieren ni pensar en cortar servicios. Los años de fantasía fiscal y alegre déficit y curva de Laffer han creado un electorado que no parece querer aceptar la realidad. No es sólo cosa de California;  el debate político americano lleva siendo absurdo desde hace tiempo.

España tiene sus cosas buenas y sus cosas malas, pero los políticos aún pueden subir impuestos -y lo hacen, aunque sea mediante no actualizar el IRPF cuando toca- sin que todos los medios pierdan la cabeza. Los problemas de déficit a largo plazo de Estados Unidos (fruto del gasto militar y sanitario, totalmente fuera de control) serán muy difíciles de resolver si los comentaristas y políticos no empiezan a hablar como adultos.


3 comentarios

  1. Avelino dice:

    No sé. Sencillamente puede ser que el encuestado, en el momento en el que le preguntan, no tenga en la cabeza qué volumen de gasto representa cada partida. Así que sencillamente estaría respondiendo a qué cree que es más o menos importante que sea servido por el estado, pero sin la perspectiva de que un gasto represente 10 veces más $ que otro.

    Estoy especulando, pero quizá más que votantes y fantasía habría que edcir «Votantes y desinformación». Si repetimos esa encuesta pero poniendo sobre la mesa las cifras que representa cada gasto ¿el resultado sería el mismo?

  2. Julian dice:

    Avelino: Creo que las cifras bajarian un poco, pero la NASA va a seguir perdiendo por goleada.

  3. Josei dice:

    Sí, seguramente, aun con los números en la mano, pensarán que mejor eliminar algo «que aunque no cueste mucho, és inútil, y ahorrar, ahorraremos algo, no?» que no una cosa que les pueda servir o que quitarlo sea tremendamente impopular («si vale tanto es que es importante, no?»).

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