Hay veces que los políticos aprueban medidas tan transparentemente ridículas que uno no sabe qué decir. Cuando leo sobre algo que me suena mal, siempre intento comprender qué lógica hay detrás de la medida; uno puede no estar de acuerdo con una reforma, pero será por no compartir objetivos o entender el cálculo político, no por creer que el legislador es imbécil.

Esperanza Aguirre acostumbra a desafiar este tono comprensivo. Los descuentos al impuesto de matriculación en la Comunidad de Madrid son directamente estúpidos, beneficiando sólo a aquellos que compran coches caros y contaminantes. La compra de un vehículo en una ciudad que gasta tanto (y tan bien) en transporte público es ya de por sí una tontería, pero hacer más baratos los coches más sucios es sencillamente cosa de idiotas.

Y eso sin ni siquiera mencionar lo regresivo que es hacer esta clase de descuentos. Un vehículo privado es en muchos sitios un lujo innecesario. Dar más dinero a quien se compra el cacharro más caro es una imagen bastante transparente sobre qué clase de político es Esperanza Aguirre. Y por cierto (ya puestos) la clase de decisión que una oposición decente puede explotar con éxito.


12 comentarios

  1. citoyen dice:

    «uno puede no estar de acuerdo con una reforma, pero será por no compartir objetivos o entender el cálculo político, no por creer que el legislador es imbécil»

    «Y por cierto (ya puestos) la clase de decisión que una oposición decente puede explotar con éxito.»

    Alberto Garzón decía en el post mío sobre Marx que te he adelantado por la derecha en metodología. Me alegro descubrir que tú me has adelantado en ingenuidad.

  2. d dice:

    Espe siempre hace lo que le piden los «expertos en economía» de El Mundo… ¿O son estos expertos los que siempre aplauden sus decisiones?

    En fín, total ya estamos acostumbrados en Madrid.

  3. Coup de Bâton dice:

    una «oposición decente», ah amigo, he ahí el problema…

    La oposición madrileña no parece estar por hacerle la contra a Espe de otra forma que tirando piedras contra el edificio de la Asamblea de Madrid y actuando como lo garrulos que son.

  4. Demócrito dice:

    Suena a medida tomada cuando ya todos estamos con el agua hasta el cuello: deprisa, deprisa, que sea sencilla y fácilmente plicable. ¿Que sobran vehículos? No creo que sea eso lo que opinen fabricantes y distribuidores. Como otros, ellos han estado vendiendo a ritmos impensables durante años y ahora no pueden adaptarse a este nivel de ventas sin cerrar. Con el agravante de que el margen de beneficios respecto a la construcción ha sido mucho menor (mercado muy maduro, mucha competencia, mano de obra más cara y especializada, etc…)

    ¿Que es regresiva respecto a los automóviles menos contaminantes? Claro, pero es que el stock de coches contaminantes (habitualmente grandes y caros) es precisamente el que quieren reducir, porque no los venden ni por debajo del coste. Además, rebajar el precio de los coches no contaminantes ya no es posible sin subvención directa, puesto que su fiscalidad es ya cercana a cero.

    Así que sí que hay motivos. Otra cosa es que los beneficiarios no sean los madrileños en general, que tendrán que soportar más todoterrenos horteras aún en sus atestadas calles, sino los distribuidores y, no lo olvidemos, los puestos de trabajo que mantienen.

  5. Lole dice:

    «La compra de un vehículo en una ciudad que gasta tanto (y tan bien) en transporte público es ya de por sí una tontería»

    Además se incentiva así a los ciudadanos que deciden buscar vivienda más lejos del casco urbano. Un avance más hacia el modelo norteamericano de población urbana desperdigada.
    Luego tendremos que construirles autovías para que puedan desplazarse. Me quedo con lo que dijo Kantor no hace mucho. Que las carreteras se paguen con impuestos sobre los combustibles. A ver si así la gente se aviene a buscar vivienda en lugares bien comunicados por transportes públicos.

    Por cierto, eso de que «gasta tanto (y tan bien) en transporte público» no entiendo, Egócrata, qué quieres decir. Porque la planificación de las nuevas infraestructuras de trasnportes en la CAM es más que criticable, aunque no es el meollo del tema.

  6. Josei dice:

    Dudo horrores que la huida a mayor periferia de la gente sea para poder usar coche. Quizás en Madrid las viviendas del centro sean al mismo precio que en Móstoles o Talavera, pero en Barcelona, ni por asomo.

    Pero sigamos, sigamos con el método izquierdoso del castigo a quien no hace lo que nos gusta. Así nos va.

    Este comentario iba por lo que dice Lole, por si alguien no lo entiende.

  7. Vellana dice:

    Que sí, que sí, que paguen los ricos, que el dinero les cae del cielo…

    Cómo funciona el sistema de impuestos

    Suponga que todos los días 10 hombres se reúnen en un bar para charlar y beber cerveza. La cuenta total de los diez hombres es de $100. Si ellos pagasen la cuenta de la manera progresiva en que se pagan los impuestos en la sociedad de un país, la cosa sería más o menos así, de acuerdo con la escala de riqueza e ingresos de cada uno:

    Los primeros 4 hombres (los más pobres) no pagan nada.

    El 5º paga $1.

    El 6º paga $3.

    El 7º paga $7.

    El 8º paga $12.

    El 9º paga $18.

    El 10º (el más rico) paga $59.

    Entonces, eso es lo que decidieron que harían en adelante, todos se divertían, y estaban de acuerdo con el acuerdo entre ellos.. Hasta que un día, el dueño del bar les metió en un problema: «Ya que ustedes son tan buenos clientes,» les dijo, «Les voy a reducir el costo de sus cervezas diarias en $20. Los tragos desde ahora costarán $80.»

    El grupo quiso, sin embargo, seguir pagando la cuenta en la misma proporción que lo hacían antes, de modo que los cuatro primeros siguieron bebiendo gratis. La rebaja no les afectaba en absoluto. ¿Pero qué pasa con los otros seis bebedores, los que realmente pagan la cuenta? ¿Cómo debía dividir los $20 de rebaja de manera que cada uno recibiese una porción justa?

    Calcularon que los $20 divididos en 6 eran $3,33. Pero si restaban eso de la porción de cada uno, entonces el 5º y 6º hombre estarían cobrando para beber, ya que el 5º pagaba antes $1 y el 6º $3. Entonces el barman sugirió que sería justo reducir la cuenta de cada uno por aproximadamente la misma proporción, y procedió a calcular la cantidad que cada uno debería pagar.

    El 5º bebedor, lo mismo que los cuatro primeros, no pagaría nada (100% de ahorro).

    El 6º pagaría ahora $2 en lugar de $3. (se ahorra 33%)

    El 7º pagaría $5 en lugar de $7. (se ahorra 28%).

    El 8º pagaría $9 en lugar de $12. (se ahorra 25%).

    El 9º pagaría $14 en lugar de $18. (se ahorra 22%).

    El 10º pagaría $49 en lugar de $59 (se ahorra 16%).

    Cada uno de los seis pagadores estaba ahora en una situación mejor que antes. Y los primeros cuatros bebedores seguirían bebiendo gratis, y un quinto tambien. Pero, una vez fuera del bar, comenzaron a comparar lo que estaban ahorrando.

    «Yo sólo recibí un peso de los $20 ahorrados,» dijo el 6º hombre. Señaló al 10º bebedor y dijo: «Pero él recibió $10!»

    «Sí, es correcto,» dijo el 5º hombre. «Yo también sólo ahorré $1. Es injusto que él reciba diez veces más que yo.»

    «Verdad!!,» , exclamó el 7º hombre. «¿Por qué recibe él $10 de rebaja cuando yo recibo nada más que $2? Los ricos siempre reciben los mayores beneficios!»

    «Un momento!», gritaron los cuatro primeros al mismo tiempo. «Nosotros no hemos recibido nada de nada. El sistema explota a los pobres!»

    Los nueve hombres rodearon al 10º y le dieron una paliza..

    La noche siguiente el 10º hombre no acudió a beber, de modo que los nueve se sentaron y bebieron sus cervezas sin él. Pero a la hora de pagar la cuenta descubrieron algo inquietante:

    Entre todos ellos no juntaban el dinero para pagar ni siquiera LA MITAD de la cuenta..

    Y así es, amigos y amigas, periodistas y profesores universitarios, gremialistas y asalariados, profesionales y gente de la calle, la manera en que funciona el sistema de impuestos. La gente que paga los impuestos más altos son los que se benefician más de una reducción de impuestos.
    Póngales impuestos muy altos, atáquenlos por ser ricos, y lo más probable es que no aparezcan nunca más. De hecho, es casi seguro que comenzarán a beber en algún bar en el extranjero donde la atmósfera es algo más amigable.

    Para que te quedes más tranquilo, imagínate que en vez de devolver el 20% del impuesto cobrado, en la CAM el impuesto se calcula sobre un 80% del precio del vehículo. Verás que se sigue manteniendo la misma progresividad. Por otro lado no entiendo que se aplique progresividad en función del precio de lo que compras; si yo gano lo mismo que tú y tú te quieres comprar dos coches baratos y yo uno caro que cuesta lo que tus dos baratos, ¿porqué yo tengo que tributar más que tú?

  8. Lole dice:

    Josei.
    Me has malinterpretado o me he explicado mal (en ese caso, lo siento).

    Efectivamente en la CAM el metro cuadrado es inversamente proporcional a la distancia al centro.

    Y lo del método izquierdoso del castigo, sí me gusta. Por eso, el que quiera vivir en una urbanización de adosados en las quimbambas y desplazarse en coche a trabajar a la city, que pague todos los costes agregados.

  9. Pepe dice:

    Medida estrella en el debate sobre el estado de la nación de subvención directa de 2000€ a la compra de un vehículo nuevo.
    ¿Qué me contais ahora? ¿Es ZP también un cabrón explotador que solo beneficia a los ricos?

  10. Roger Senserrich dice:

    Vellana: los coches grandes contaminan más. Es lo que queremos evitar.

    Pepe: la medida es menos regresiva (con Aguirre sólo los coches grandes y contaminantes tienen una rebaja fiscal) pero sí, es también estúpida.

    La parabola es básicamente una fantasía. Cuando vengas con datos del planeta tierra, avisa; o si no, explícame por qué países con impuestos más altos (y progresivos) que España son bastante más ricos.

  11. Demócrito dice:

    Egócrata, no estaría mal que cada vez que escribas cualquier cosa pongas una nota introductoria: «¿Qúe son las externalidades y cómo se corrigen?», en este caso. Lo digo porque parece que des por supuesto que la gente sabe de qué estás hablando 😉

  12. Avelino dice:

    Detecto cierta incompresión hacia el residente de la gran ciudad. Ojalá pudiésemos permitirnos vivir en una zona céntrica y/o bien comunicada. Pero no todo el mundo tiene esa suerte. O igual vives en una zona bien comunicada pero tu puesto de trabajo no lo está.

    En aglomeracions urbanas tan grandes como Madrid y alrededores o Barcelona y alrededores la casuística es enorme y muchas veces no queda más remedio que tirar de coche aunque no apetezca.

Comments are closed.